LAS CRISIS MIGRATORIAS CON ESTADOS UNIDOS
LOS ACUERDOS CON REAGAN – CAMARIOCA – MARIEL –
LOS “BALSEROS” – EL NAUFRAGIO DEL 13 DE JULIO DE 1994 –
LOS DISTURBIOS EN LA HABANA DEL 5 DE AGOSTO DE 1994 –
LA LEY DE AJUSTE – EMIGRANTES Y “REFUGIADOS”
Quisiera que abordásemos ahora un problema casi
permanente que tiene Cuba con la personas que
quieren marcharse —por razones políticas o por
razones económicas— y que le ha causado fuertes
tensiones con los Estados Unidos, o sea lo que se ha
llamado las "crisis migratorias". Me imagino que,
aun antes de la Revolución, siempre hubo gente que
deseaba marcharse a Estados Unidos, ¿no?
Había mucha gente —era tradición— que siempre quería
ir allá; estaba idealizado ese país, por las
películas, también después por la guerra mundial. En
1958, la población cubana registrada oficialmente en
Estados Unidos alcanzaba va la cifra de unas 125 mil
personas, incluyendo a los descendientes. Eso era
antes de 1959, no hacía tanto tiempo que había
pasado la guerra, el fascismo, eí Holocausto,y todas
esas cosas... Ellos daban alrededor de 2 mil ó 3 mil
visas, si acaso, al año. El poder, las riquezas,
mucha gente educada en la idealización de los
Estados Unidos, y, sobre todo, la idealización —acuérdese
que es importante— del automóvil, de los recursos,
de los salarios, de todo eso, en una población en
Cuba que no tenía una educación y donde había un 30
por ciento de analfabetos y semianalfabetos.
Ese país ejercía una enorme atracción. Y a partir
del triunfo de la Revolución, el tema migratorio, en
especial hacia los Estados Unidos, recibe un impacto
trascendental. Con ese país se establecen entonces,
con relación a este tema, nuevas y conflictivas
relaciones. Se estima que, entre 1959 y 1962, se
marchan a Estados Unidos más de 270 mil personas,
entre ellas miles de médicos, ingenieros, maestros,
profesores, cuadros técnicos... Y una parte de los
primeros 70 mil que se van lo hacen sin mediar
trámites migratorios. Acuérdese que Estados Unidos
había roto sus relaciones diplomáticas con nosotros
en 1961.
¿El primer acuerdo migratorio ustedes lo firmaron
con la administración Reagan?
Sí, con Ronald Reagan hicimos el primer acuerdo, se
suscribe en diciembre del año 1984. Él fue flexible
en eso, por su interés de devolver a los "excluibles".
Reagan estaba interesado en un acuerdo sobre los
llamados "excluibles", gente que se había marchado
por el puerto de Mariel en 1980 y que ellos querían
devolvernos, una lista de los que habían cometido
delitos allá, y estaban allí detenidos. Entonces,
aceptamos, les dijimos: "Pongan la lista de
excluibles." Habíamos hecho un acuerdo, en realidad,
para ese problema. Un número de "excluibles", con
nombres y apellidos, dos mil y tantos, y, entonces,
ellos darían hasta 20 mil visas al año, como un
elemento a cambio.
Se llegó a un arreglo, y nosotros aceptamos recibir
a los "excluibles". Todavía algunos están viniendo,
de aquella lista, eran dos mil y pico, cumplen su
pena de prisión allí y luego los mandan para acá.
Después de aquellos acuerdos se crea una situación
tensa que los paralizaron un tiempo, en 1986 y 1987.
Eso coincide con una acción, la creación de "Radio
Martí". Son muy pocas las veces en que ellos hayan
actuado de buena fe. Después se volvieron a reanudar
los acuerdos, se restablecieron porque seguía eí
problema, y había que encontrar un medio para evitar
las salidas ilegales.
El acuerdo no era malo, pero ellos no lo cumplieron,
y, realmente, todavía en ese período no se había
tomado toda la conciencia del papel nefasto de
aquella Ley de Ajuste,[1] que fue siendo interpretada,
interpretada e interpretada, para añadirle cosas.
¿Qué cosas?
Bueno, antes, por ejemplo, los que se iban
ilegalmente tenían que esperar un año para solicitar
la residencia permanente en Estados Unidos y, además,
para trabajar había todo un trámite... Pero después
eso ha ido evolucionando, a través de sucesivas
interpretaciones y adiciones, no como ley sino como
práctica, y han hecho todavía más grave aquella
política,
Luego ellos cometieron la provocación de la llamada
"Radio Martí", y todo eso obstaculizó la primera
etapa del primer acuerdo con Reagan; estuvo
suspendido dos años, como te dije, 1986 y 1987.
Después, de común acuerdo, se restablece, y ellos
están mandando para acá a los que tienen que mandar
y nosotros estamos recibiendo a todos los que están
en la lista de los "excluibles". Pero después, el "hasta
20 mil visas" se convierte en apenas mil...
Y esa frase que había quedado —"Hasta 20 mil por año"—
constituyó un engaño, porque lo más que
llegaron a dar fueron unas mil y tantas visas, unas
1.200 por año; después bajaron de mil.[2] Es decir,
estaban muy por debajo de los 20 mil. En esas
circunstancias se produce la crisis migratoria
después del 5 de agosto de 1994[3] que provocan
ellos, realmente.
Ese día 5 de agosto se produce un grave disturbio en
un barrio popular de La Habana.
Sí. En aquellos días, Clinton era presidente. Por
"Radio Martí" habían anunciado que venían unos
barcos a La Habana a buscar gente, y todos conocían
que la regla establecida por nosotros desde el
principio, casi desde muy al principio, era que un
barco que estuviera navegando, secuestrado, aun
dentro de la bahía de La Habana, nosotros no
intentábamos interceptarlo para evitar accidentes.
Y con motivo de aquella situación es que se producen
esos sucesos del 5 de agosto de 1994, el disturbio
aquel.
Al parecer, usted mismo acudió en persona para
calmar a los amotinados. ¿Es cierto?
Sí. Yo mismo fui, y allí no se empleó un policía ni
un carro de bomberos. Fui yo con la escolta, y orden
de no disparar, sencillamente. Cuando me entero de
aquello digo: "No se mueva nadie", ni tropas, ni
soldados. Me llevé a Felipe Pérez Roque,[4] después
Carlos Lage[5] nos buscó y se incorporó por el
camino. Porque aquellos elementos, al ver que los
barcos no llegan, se irritan, empiezan a tirar
piedras, a romper algunas vidrieras. Y así es como
se va produciendo un tumulto ya, rompiendo vidrieras,
rompiendo cosas, atacaron a alguna gente.
¿Era la primera vez que eso se producía en Cuba?
La primera. Es el único tumulto que se ha creado en
46 años, y en aquellas condiciones del "período
especial", con la situación económica difícil y el
engaño de que los iban a ir a recoger, y la Ley de
Ajuste, todo eso se concentró en ese momento. El no
cumplimiento de un acuerdo que se había suscrito con
Reagan después de la crisis migratoria del Mariel
famoso, en 1980. Nosotros hemos tenido que forzarlos,
los norteamericanos cerrando y nosotros abriendo
puertas. Esa ha sido la historia.
¿Esa Ley de Ajuste, cuándo la promulgaron en Estados
Unidos?
La Ley de Ajuste se promulgó en 1 966, después de lo
de Camarioca, en la provincia de Matanzas. En virtud
de la crisis de Camarioca de octubre de 1965, todos
los que querían salir del país, tenían el pasaje
gratis. Eso fue tres años después de la Crisis de
Octubre, porque ellos, a raíz de la Crisis de
Octubre, pararon los viajes. No había líneas de
transporte entre Cuba y Estados Unidos.
Antes de la Crisis de Octubre ya alentaban mucho a
la gente a marcharse; entre 1962 y 1965, estimamos
que, de manera ilegal, habían salido de Cuba unas 30
mil personas; y habían hecho la Operación Peter Pan,
de que ya le hablé, en que se llevaron a 14 mil
niños.
¿Eso se acelera después de que ustedes declaran el
socialismo en Cuba?
Lo del socialismo se plantea el 16 de abril de 1961,
casi dos años y medio después del triunfo de la
Revolución, cuando estábamos enterrando a los que
murieron en el bombardeo previo a la invasión de
Playa Girón, con aviones de guerra norteamericanos
tripulados por pilotos norteamericanos pero que
traían insignias cubanas... Allí es cuando se habla
de socialismo por primera vez.
Hay que entender que el país se hizo socialista por
las leyes revolucionarias. Todo empezó por los
hechos. Primero Batista y los terrores, y después
ejército y policía disueltos. Eso le gusta a
cualquier país latinoamericano, aunque no haya
Revolución ni nada: ladrones, con bienes mal habidos.
Se juzgaron, se confiscaron los bienes mal habidos...
Pero aún no había una conciencia socialista, sobre
eso se puede hablar largo, de cómo se fue creando
esa conciencia.
Sigamos por el momento con la cuestión de los
problemas migratorios. Usted me estaba diciendo que
los Estados Unidos decidieron, después de la Crisis
de Octubre, suspender los viajes.
Sí, paran todos los viajes, cortan los viajes en
1962. Ya no había posibilidad de viajar y muchas
familias separadas, entre ellos los 14 mil niños...
Hubo muchos de los padres que cuando mandaron para
allá a sus hijos todavía creían que la Revolución se
caía, y muchos quedaron separados para siempre.
La primera crisis migratoria se produce, dice usted,
en Camarioca, ¿en qué circunstancias?
Camarioca fue lo primero, fue en octubre de 1965,
por lo que le digo, que cortaron los viajes, no
dejaban salir. Entonces empiezan las salidas
ilegales y los problemas y la propaganda. Los que
estaban allí —ya se habían ido unos cuantos, le dije—,
tenían recursos, porque los primeros que se fueron
eran los jefes con dinero; los más pobres todavía no
conocían el camino; se fueron, ya le cité,
profesionales, médicos, obreros calificados,
maestros, etcétera. Y nosotros aguantando aquí. Pero
cortan la posibilidad de viajar cuando la Crisis de
Octubre, y se empiezan a producir todos estos
problemas de la separación, y las salidas ilegales
con el peligro, los accidentes... Entonces dijimos:
"No, no hace falta que corran riesgos, vengan a
buscarlos", y habilitamos un pequeño puerto,
Camarioca, cerca de Varadero. Vinieron hasta mil
barcos, porque tenían una confianza ciega cuando
dijimos: "Pueden venir, y pueden irse". Entre
octubre y noviembre de 1965, por Camarioca, salieron,
libremente, unas 300 mil personas,
¿Eso paró por un tiempo las salidas ilegales?
Sí. Había que parar. Sin un golpe y sin el menor
problema se paró el tráfico aquel, porque esta gente
actúa en sintonía, aunque tengan otros intereses,
como el de irse, aunque no haya una conciencia
patriótica, pero confían. Entonces se llegó a un
acuerdo: todas las personas que soliciten, que
tengan idea de viajar a Estados Unidos, pueden
hacerlo. Conseguimos nosotros el permiso para cerca
de 300 mil. Nosotros, la Revolución en primer lugar,
hemos sido los que hemos conquistado las visas para
que esa gente se pudiera marchar. Estuvieron tres
años llevándose a gente, desde 1962 a 1965. Y, bueno,
luego casi 300 mil personas se marcharon por
Camarioca. Recuerdo que se llevaron obreros, incluso...
El país aguantó.
Lo que pasó fue que tuvieron más gente allá, y luego
las aspiraciones del familiar que se quedó... Se
fueron también en aviones, seguros, se creó un
puente aéreo, no hubo una sola víctima y emigraron
por esa vía, conquistada por nosotros, mediante la
operación de Camarioca, ya le digo, unas 300 mil
personas. Eso fue en octubre de 1965. Y los
norteamericanos un poco después, en noviembre de
1966, no sé ni por qué... adoptaron la Ley de
Ajuste.
Sobre esta Ley de Ajuste va adquiriéndose conciencia
de lo que era y de las consecuencias que tenía
cuando va pasando el tiempo. Es por eso que en
ninguno de esos momentos se plantea que quiten esa
ley.
Luego, en 1980, se produjo la crisis de Mariel...
Mariel fue la segunda crisis, después de lo de las
embajadas. Después de un incidente de penetración
forzosa en la Embajada de Perú, en el que es
asesinado el custodio cubano de la Embajada, y la
decisión peruana de no entregar al asesino, nosotros
decidimos retirar la custodia en la Embajada de Perú
y se metieron allí unas 10 mil personas, en
su mayoría lumpen. Habilitamos el puerto de Mariel y
retiramos toda restricción a los que quisieran
emigrar. Dejamos venir los barcos de allá a
buscarlos. Se creó como un puente marítimo y más de
1OO mil personas se trasladaron a La Florida.
Lo decidimos y lo resolvimos nosotros, como más
adelante resolvimos el problema de los secuestros de
aviones norteamericanos, con un sentido de
responsabilidad, porque se había demostrado que
condenar a los autores de esos secuestros a veinte
años de prisión no los frenaba. Y pudimos comprobar
que también las personas que secuestraban aviones en
Estados Unidos eran personas desequilibradas. No
recuerdo ningún caso de carácter político de alguien
que haya secuestrado un avión de Estados Unidos para
Cuba. Era, más o menos, gente con el mismo tipo de
problema de los que lo hacen aquí para irse allá.
Así que le digo, lo de Mariel lo paramos nosotros,
porque no queríamos contribuir al triunfo de la
derecha en Estados Unidos, por consideración al
presidente Cárter; unilateralmente y sin condiciones.
Permitimos que se traladaran unas 100 mil personas,
y luego cerramos la vía de Mariel. Pero de nuevo se
produjeron ios efectos de la Ley de Ajuste y la
incitación fundamental a la emigración ilegal.
La tercera gran crisis migratoria fue la de los "balseros"
en 1994.
Sí. En lo de I 994 ya ha ocurrido la crisis
soviética, el derrumbe de la URSS, el "período
especial", y en todo ese largo período los Estados
Unidos daban menos de mil visas anuales... ¿Se da
cuenta que las circunstancias van cambiando? No se
pueden ver así, rectilíneas.
Entonces, en ese período es cuando la Ley de Ajuste
se convierte en el vehículo para trasladarse a
Estados Unidos, y además, en un instrumento de
propaganda tremendo. En 1994, en el "período
especial", eran menos de mil los que salían
legalmente con visas y como cinco mil o seis mil que
se trasladaban ilegalmente para beneficiarse de la
Ley de Ajuste. Al incumplir ellos el acuerdo de
1984, el camino para quien quería emigrar a Estados
Unidos era la Ley de Ajuste. Pero los que se acogían
a esa Ley, como siempre, no era un maestro, un
trabajador, alguien sin antecedentes penales... La
gente con ese tipo de características no era la que
solía irse de forma ilegal, robando barcos y lanchas.
Los que lo hacían eran elementos de otro orden:
lumpen, gente fuera de la ley, esa categoría. Ésos
fueron los que armaron aquel disturbio en La Habana
en agosto de 1994.
Esos disturbios del 5 de agosto, habían sido
precedidos, el 13 de julio anterior, por un
incidente al que la prensa internacional dio mucho
relieve, el naufragio de un remolcador secuestrado
que causó muchas víctimas, y los acusaron a ustedes
de haber provocado esa tragedia. Eso dio lugar a una
gran campaña contra ustedes. ¿Recuerda usted como
fue aquello?
Sí. Le cuento. Antes de ese asunto del remolcador se
había producido un primer incidente en Cojímar, con
una lancha rápida, que en el mismo puertecito de
Cojímar se arrima a la orilla, y a la luz pública
recogieron a gente que emigraba así, ilegalmente, a
Estados Unidos. Una cosa inusitada, una lancha
norteamericana pegada a la costa...Eso ya fue grave,
porque los que estaban allí, unos policías, hicieron
algunos disparos a la lancha.
Después se había producido otro incidente cuando un
tractor que se llevaba un número de gente, al
acercarse a la orilla, un policía lo va a detener, y
le lanzan el tractor encima al policía. Esos dos
incidentes se habían producido. Entonces se dieron
órdenes terminantes de que no se tratara de
interceptar nunca una embarcación con personas.
Esos dos incidentes se habían producido, y entonces
se estableció esa regla. Después de los dos
incidentes, hay un momento, y creo que fue
efectivamente el 13 de julio de 1994, en que se
produce el asunto del que usted habla, que nuestros
enemigos han tratado de explotar mucho.
Un grupo de personas se ponen de acuerdo y hay un
lugar donde están los remolcadores que prestan
servicios a los barcos que entran en el puerto de La
Habana, y ese grupo secuestra un viejo remolcador
—era un remolcador de madera, apto solo para la
navegación de corta distancia en aguas interiores—,
se lo llevan de noche, rompen las comunicaciones. Y
los tripulantes, que eran tres o cuatro, de otros
dos remolcadores, indignados, irritados porque les
han llevado aquel remolcador, porque tienen eí
espíritu de cuidar su centro de trabajo, se montan
en otros dos remolcadores, por su cuenta, sin
comunicarse con nadie, porque no había ni teléfono
allí, y salen detrás del viejo remolcador que ya
había salido del puerto.
Ninguna autoridad está informada de nada. Debe haber
transcurrido... Bueno, tendría que precisar,
nosotros tenemos el informe completo de todo lo que
ocurrió aquella noche del 13 al 14 de julio. Cuando
se conoce, no sé si sería una hora después de aquel
momento, debe haber sido un poco más, porque tan
pronto se conoce, los guardafronteras mandan a una
patrullera a toda velocidad, no para interceptar el
barco que se fue, sino precisamente para ordenar a
los tripulantes de los remolcadores que lo
perseguían, y que se habían ido por su cuenta, que
regresaran.
Era una noche oscura, con olas. ¿Aquellos
tripulantes qué hicieron? Cuando están, seguramente,
a la vista — esos remolcadores caminan muy despacio,
son de cinco o seis millas por hora; ellos venían
siguiéndolos, pienso que como a las dos o tres horas
después los alcanzan—, se ponen a maniobrar para
hacer que el otro regrese. Pero va uno delante y
otro detrás, y es en esa situación en que se produce
un accidente: el que va detrás, un remolcador
metálico, va bastante cerca y en un momento dado una
ola provoca que choque con el viejo remolcador de
madera. Al chocar produce una brecha en el barco
secuestrado —iban más de 60 personas—, que empieza a
hacer agua y empieza a caer gente al agua.
El remolcador metálico, éste que choca —en él
viajaban tres o cuatro tripulantes, no eran más—, no
tiene medios para rescatar a los náufragos, pero
empiezan a rescatar gente y rescatan a algunos,
hasta el momento en que les entra temor de que el
número de los que han rescatado los secuestren a
ellos también. Ellos están en eso, y es la suerte
que ya la patrullera, a toda velocidad, llega
minutos después de que se produce el accidente.
¿Y qué ocurre entonces?
Los que chocaron salvaron a algunos; pero el grueso
de los que se salvan, alrededor de la mitad, unas 30
personas, los salva la patrullera, porque tienen
medios: salvavidas, sogas, todas esas cosas, para
sacar a la gente del agua, y logran sacarlos. Bueno,
la mayoría de los que se rescatan con vida los salva
la patrullera. Pero ése fue un accidente trágico,
una tragedia con unos 30 muertos, sumamente
explotado por los del Norte.
¿Ustedes consideran que fue un accidente? ¿El choque
ése no fue intencional?
No hay la más remota intención de parte de los que
los siguieron... Ellos fueron por su cuenta a tratar
de que viraran, lo hicieron por su cuenta, y es en
esa maniobra cuando se produce el accidente. Aquí se
abrió una investigación completa y esos tripulantes
lo que habían cometido, realmente, fue una
desobediencia. Ahora, ¿conocían ellos las órdenes?
Yo pienso que deben haberlas conocido, pero esas
órdenes no se les dan a los remolcadores. Los
guardacostas, ios jefes, los capitanes de cada una
de las patrulleras son los que tienen esas
instrucciones de nunca obstaculizar un secuestro
para evitar accidentes y víctimas.
Estos de los remolcadores, en su irritación, o por
su honor o lo que sea, hicieron el intento de que no
se escaparan, de devolverlos, de rescatarlos. Las
autoridades no tuvieron absolutamente nada que ver
con eso, sino, al contrario, salvaron a la mitad de
la gente. Pero usted comprenderá que eso se
convierte en materia prima para acusar al gobierno
de Cuba de haber provocado el hundimiento de una
embarcación donde había civiles y había mujeres, e
incluso niños, como suele haber en estas aventuras,
en las que montan a mujeres y a niños a pesar del
peligro. Eso ocurrió en julio de ese año 1994.
Ese naufragio aún se sigue citando en las críticas
contra ustedes.
Bueno, eso fue motivo de mucha publicidad en contra
de Cuba. Pero las instrucciones que tiene nuestra
gente son esas que te digo: que un barco que esté
navegando, secuestrado, aun en aguas nuestras, no se
intenta interceptarlo para evitar accidentes.
De ese accidente se hicieron investigaciones
exactas, y realmente los de los remolcadores no
tuvieron ni la menor intención, incluso salvaron
gente. Hubiera sido demagógico, injusto, sancionar
severamente a aquellos tripulantes por ese hecho.
¿Piensa usted que ese naufragio y esa campaña a
la que dio lugar vinieron a cargar aún más la
atmósfera, el ambiente que había, y favorecieron los
disturbios del 5 de agosto?
Yo ya le mencioné eso. Los disturbios en La Habana
se producen porque desde la mal llamada "Radio Martí"
—cuesta mucho trabajo llamarle "Radio Martí" a esa
emisora—, hablan de que un grupo de barcos venían a
buscarlos ahí. Se reúne gente, lumpen por lo
general, porque en esas aventuras de asaltar un
barco en cualquier condición, de noche, aunque esté
malo el tiempo, como le dije, se mete gente de otro
tipo. No son personas que tengan una diferencia
política, digamos, o inconformidad con nosotros. Más
del 90 por ciento de los que han emigrado emigran,
como los mexicanos u otros, por razones económicas y
no porque no tengan empleo, o porque no
tengan educación, o porque no tengan servicios
médicos, o no tengan una cantidad de alimentos
asegurada a precios casi gratuitos.
¿Y por qué emigran entonces?
Emigran porque quieren un automóvil; porque quieren
vivir en una sociedad de consumo, muy publicitada.
Se les podría preguntar a los chinos también: ¿por
qué emigran? Todo el mundo habla de los grandes
avances que tiene China, reales, objetivos, mejorías
considerables, no sólo con la revolución tuvieron
tierras y otros muchos derechos y posibilidades, me
refiero a la China que avanza a un ritmo de
crecimiento de un 10 por ciento por año, y, sin
embargo, a cada rato viene un barco cargado con 800
o mil chinos que emigran clandestinos.
Hay una presión migratoria mundial, como la que
ustedes conocen en Europa, que de Argelia
emigran, de Marruecos emigran, de toda África
emigran. Según Europa, Marruecos es una maravilla,
un aliado; y sin embargo, los marroquíes cruzan por
el estrecho de Gibraltar y hay accidentes también,
aunque la distancia es más corta.
Hay muchos accidentes.
¿Allá?
Sí. Allá hay decenas de muertos cada año, por el
estrecho.
¡Ah!, ¿más que aquí?
Probablemente más.[6]
¿A pesar de lo cerca que están?
A pesar de eso.
Y los mexicanos, a pesar del TLC...[7] En la frontera
de México mueren va alrededor de 500 por año. No
sólo mexicanos, sino de América Central, que tratan
de ir a Estados Unidos, pero la mayoría son
mexicanos; otros tratan de ir por mar.
De Santo Domingo han emigrado, en los últimos veinte
años, más de un millón de dominicanos, y ésos van
por el canal de la Mona, que es muy peligroso, y hay
muchos que mueren. ¿Se da cuenta? Se meten en Puerto
Rico. Así que hay más de un millón de dominicanos
emigrantes. El ingreso más grande que tiene ese país
es el ingreso de las remesas.
¿Enviadas por los emigrantes?
Sí. Es mucho más que cualquier otro ingreso, más que
los salarios de muchas maquiladoras que hay allí en
Santo Domingo.
¿Ustedes reclaman la suspensión de esa Ley de Ajuste
por inhumana?
La
Ley de Ajuste ha ocasionado la pérdida de ni se sabe
cuántas vidas, miles de vidas. Nunca, incluso,
informan quién llegó allá, si alguien murió, ¡jamás!
Único país en el mundo. Si hicieran eso con
México... No pido Ley de Ajuste para los demás,
porque ésa es una ley asesina; pero sí planteo que
si se defiende, en virtud del neoliberalismo, el
libre tránsito de capital y de mercancía, debiera
permitirse, como tienen los europeos en el espacio
Schengen, el libre tránsito de personas. Es lo que
defiendo y defenderé, y no una Ley de Ajuste que
conduce a vías ilegales y produce la muerte de
muchas personas.
¿Cuántos están muriendo en este "muro"? Se hablaba
del "muro de Berlín", correcto, un acontecimiento
histórico. Todo el mundo, si quiere, puede
investigar cuáles fueron las causas, en qué
condiciones, los peligros de guerra allí en Berlín,
los tanques enfrentados unos a otros, la terrible
guerra ideológica y de propaganda entre el
consumismo y los países más atrasados de Europa
industrialmente.
Bien, no voy a discutir las causas que originaron en
1961 la construcción del muro de Berlín, pero me
puedo preguntar: ¿qué causas originan ese muro de 3
mil kilómetros entre México y Estados Unidos? Están
muriendo unas 500 personas cada año en la frontera
de México y Estados Unidos, en tierras que eran
también territorio hispánico, y donde no se sabe los
millones que hay, ¡ millones de ilegales! Incluso
algunos se separan de sus familias por mucho tiempo.
El ingreso más grande que tiene México, más que el
del petróleo, 10 mil millones de dólares por año,
proviene de las remesas de sus emigrantes. Y
mientras más peligrosa sea la frontera, menos van a
visitar a las familias; no pueden visitarse, hay
millones.
Los que quieren ir para Estados Unidos crecen en
razón directamente proporcional a la población, al
desempleo y a la diferencia de salario que hay, de
quince veces, por lo menos, por el mismo trabajo,
entre el que trabaja en una maquiladora y el que
trabaja en Estados Unidos. De veinte veces entre los
que trabajan en alguna industria que no es
maquiladora —las maquiladoras pagan un poquito más—
y los que trabajan en Estados Unidos, y no sé si
treinta veces entre el salario que ganan en el sur
de México y el salario que ganan en Estados Unidos.
¿Los que se van de Cuba, dice usted, son emigrantes
económicos igual que los mexicanos, los dominicanos
o los argentinos?
Sí, usted me hizo una pregunta: ¿por qué emigraban?
Yo le decía que las emigraciones nuestras son como
las dominicanas, las mexicanas, países que no están
bloqueados, que no son socialistas, donde hay
automóviles a montones... Tienen muchas de esas
cosas de las sociedades de consumo, y no existe una
Ley de Ajuste que les dé derecho a entrar
ilegalmente a Estados Unidos, aunque acaben de
cometer un crimen para robarse un barco. Una Ley de
Ajuste que es el estímulo fundamental a esa
emigración del que se marcha ilegalmente de aquí.
En México no hay una ley de Ajuste; si la hubiera
habría un 30 por ciento o un 40 por ciento de la
población mexicana que emigraría a Estados Unidos.
Con cientos y miles de fábricas allí donde están
ensamblando, que tienen salarios un poco más
altos que el salario nacional, si tuvieran una
Ley de Ajuste, alrededor de 30 ó 40 millones de
mexicanos estarían del otro lado. Yo no puedo dar un
dato exacto; pero sé que en Argentina, y antes de la
crisis...
¿La de diciembre de 2001?
Sí. Pero desde antes ya, por problemas y
dificultades, y porque también aquélla fue una
nación que se formó con muchos españoles que
emigraron, e italianos que emigraron después de la
Segunda Guerra Mundial. En Argentina, un 30 por
ciento de la población querría emigrar para Europa,
o Estados Unidos, ¡un 30 por ciento!
También emigran muchos profesionales, científicos,
intelectuales, eminentes profesores, porque los
norteamericanos se llevan lo mejor. Aunque ésos
suelen marcharse por vía legal. El robo de cerebros
no se hace sobre la base de gente que se lleve un
barco y corra riesgos, o cruce la frontera jugándose
la vida. Yo pienso que Argentina tenía mejor
situación económica que México, más estándar de vida
que México, sólo que tanto a los mexicanos como a
los argentinos que se marchan los llaman
emigrantes.
Y no refugiados políticos, como a los cubanos.
Sí, todo el que sale de Cuba es un "exiliado". Desde
hace más de 40 años, todo el que sale de aquí es un
"exiliado", un "enemigo del régimen socialista"... Y
resulta que los cubanos tienen los niveles más altos
de educación entre los latinos, y por tanto, en
Estados Unidos, los más altos ingresos entre los
latinos, porque muchos de los que llegan de otros
lugares a Estados Unidos son analfabetos,
semianalfabetos, gente que no tiene un oficio, solo
va para recoger tomates, vegetales, una fuerza de
trabajo más barata. En realidad, si hubiera una Ley
de Ajuste para América Latina, pienso que más de la
mitad de los residentes en Estados Unidos serían
latinoamericanos.
Ahora, imagínese una Ley de Ajuste para China, para
los países de Asia, incluso de Europa... Óigame, no
se sabe cuánta gente de las regiones pobres de
Europa, o desempleados, emigrarían a Estados Unidos.
Ya por cada norteamericano real, de los nacidos allí,
habría, por lo menos, dos o más venidos de fuera...
En dos palabras: invaden los Estados Unidos, lo
ocupan si hubiera una Ley de Ajuste mundial, como
hay una Ley de Ajuste para Cuba. Esa Ley de Ajuste
ya tiene como 39 años, y les da esos derechos a los
que secuestran un barco o un avión. Es un estímulo
al crimen.
¿Según usted, son los desesperados los que acuden a
esos métodos para emigrar?
Es gente lumpen, porque ya le digo, los que tienen
esperanzas de viajar, por una vía o por otra, a un
país intermedio, España, México, Canadá, o cualquier
otro país, para gestionar una visa, ésos no
secuestran, ésos no se van en esas balsas. Eso lo
hace el personal que tiene antecedentes penales, o
pésima conducta, como regla, y que se la juega,
corre cualquier peligro, es un personal para estas
cosas muy decidido. Los otros no... El 90 por ciento
de los que viajan ilegal mente son personas que las
vienen a buscar en una lancha desde la Florida.
Nosotros aquí tenemos medidas durísimas: hasta
cadena perpetua con el individuo, si hay un
accidente. Porque había que parar eso, porque estaba
muriendo gente constantemente. Se hundían barcos, a
veces un barco hundido con 30 ó 32 desaparecidos,
sin dejar rastro. Y los norteamericanos, ya le dije,
no dan ni datos, nunca nos dicen: "Llegó éste"; ni
si hay heridos, nunca dan un dato, se comportan
groseros hasta el máximo posible.
¿Los que cometen un delito para emigrar no son
detenidos y devueltos por las autoridades
norteamericanas?
Los que se van ilegales son los únicos ciudadanos en
el mundo que si violan las leyes de Estados Unidos y
entran por cualquier vía, incluso si aterrizan con
un documento falso, pasaporte falso, al llegar al
aeropuerto dicen: "Soy el ciudadano fulano de tal y
me acojo a la Ley de Ajuste Cubano", ya tienen
derecho a residir y a trabajar al día siguiente.
[8]
Antes les ponían un año de espera, todo eso lo han
quitado. ¿Objetivo? Desestabilizar. ¡Cuántas vidas
ha costado eso!
Todo el que tenga antecedentes penales o cometa un
crimen puede acogerse a esa Ley y lo declaran "exiliado",
"enemigo del régimen socialista"... Cuando viene el
período especial, como le conté, había un convenio
de emigración y ellos no lo cumplían. Todo eso
estimulaba las acciones ilegales, porque los que no
reciben visas —vuelvo a repetir— a ésos la familia
les manda un barco, llaman por teléfono, los
traficantes de personas vienen con lanchas rápidas...
¿Se ponen de acuerdo para que vengan a recogerlos en
un lugar discreto?
Se comunican telefónicamente, a cualquier hora del
día o de la noche. No resulta difícil coordinar un
puntico de la costa, fijar una hora en que llegan...
Pero dentro de ese ambiente, de todos esos secretos,
siempre hay gente, de los que no pueden viajar
Legalmente que, cuando se enteran de alguno de esos
provectos, chantajean y van para allá a montarse
también en la lancha. Esto se une al hecho de que el
traficante, en un barco que puede llevar, tal vez, a
seis u ocho personas, monta a 20, 25 ó 30.
Corre el riesgo de hundirse.
Por eso es que no se sabe cuántos perecen. Se habla
de "muchos", pero nadie tiene la cuenta, porque
usted nunca recibe una información de quién llegó,
si hubo un accidente, cómo se llaman los que se
ahogaron. Las autoridades norteamericanas no dan ni
los nombres de los que mueren, para que usted vea
con qué espíritu llevan a cabo y aplican esa Ley de
Ajuste.
Los de Miami defienden esa ley, les crean
espectáculos y shows públicos a las autoridades de
allí, llevan periodistas de la televisión a los
guardacostas para impedir que alguno trate de
aguantar una lancha, y, figúrese, alguien que quiere
llegar a la costa, luchando contra los tripulantes
de un guardacostas que exige sacarlo del bote y
llevarlo...[9] Entonces, se saben apoyados allá, y han
hecho grandes escándalos para desmoralizar a los
guardacostas norteamericanos. A veces les han
organizado espectáculos en la misma orilla.
¿Filman a los guardacostas?
Sí, a toda la gente que está allí las ponen en la
televisión. Entonces, bajo esas presiones han
tratado de intimidar a los guardacostas, e incluso
en una Administración que era menos hostil, como la
administración de Clinton, se producía todo esto de
que le estoy hablando, porque también están las
campañas electorales, las luchas por la Florida.
Clinton, incluso, había ganado también en la
Florida. Él no decía nada; pero el poder que tiene
esta gente es el poder del escándalo, el lobby
anticubano en el Congreso. Clinton con una minoría
en el Congreso, y ellos tienen poder allí —los de la
Florida— demócratas y republicanos, porque les da
mucho dinero esa Fundación Nacional Cubano-Americana,
para las campañas y cuentan con decenas de
congresistas, como el Bob Menéndez famoso[10] por
ejemplo, de allá de New Jersey apoyado por los
cubanos y es demócrata. Así que en el lobby
anticubano y con abundante dinero, hay demócratas y
republicanos. Todas estas cosas pasaban.
¿Usted piensa que Clinton fue más constructivo?
Si, él no era particularmente agresivo. Pero Clinton
heredó toda aquella comunidad, heredó todas las
campañas que se han hecho contra Cuba y era muy poco
lo que podía hacer para ayudar. Estas cosas ocurrían
antes de estar el presidente Bush actual. Bueno, ya
ocurrían con Reagan. Pero después de 1989, en el
período especial, está el padre de Bush ocupado en
otras cosas: la guerra del Golfo, el desarme, sacar
el máximo provecho de la nueva línea política de la
dirección soviética, haciendo acuerdos de armas
estratégicas, que todo el mundo conoce las
concesiones que le hicieron Gorbachov y
especialmente Shevardnadze.[11] Los dos negociaron
sin saber mucho de armas ni de estrategias ni de
nada, porque lo que querían era negociar y las
ventajas las sacó el gobierno de Estados Unidos.
Ustedes ahora, pese al embargo vigente desde 1962,
le pueden comprar alimentos a los Estados Unidos,
¿verdad?
Sí. En noviembre de 2001, tras el paso por la isla
del devastador huracán "Michelle", las leyes contra
el bloqueo de alimentos y medicinas se aprobaron,
por amplia mayoría, en Estados Unidos;[12] quienes
dominaban las comisiones del Congreso eran del
partido del gobierno.
¿Republicano?
Eran demócratas y republicanos los que, por mayoría,
aprobaron unas leyes autorizando la venta de
alimentos y medicinas a nuestro país.
En otras cosas, como el derecho a viajar a Cuba,
bloquearon la iniciativa; no pudo ni discutirse. ¿A
qué procedimiento acudieron? A proponer medidas en
leyes fundamentales, las llamaban enmiendas. Cuando
se discute una ley tan fundamental, digamos, como
los presupuestos de la defensa, o los presupuestos
para subsidios a los agricultores u otros temas, o
el presupuesto del Estado, son problemas tan
importantes que si una comisión de ésas acepta una
enmienda, una percha, entonces la cuelgan allí, y
cualquier batalla que se quiera dar contra esa
enmienda se hace prácticamente imposible, porque la
han puesto en esa ley contra la cual no se puede
oponer nadie. De hecho, entonces, modifican la ley
que se había aprobado.
Bueno, nosotros no estábamos conformes, porque usted
no puede estar conforme con que se venda en una sola
dirección. Pero aquella la remendaron de tal manera
que para cada venta a Cuba había que pedir permiso
al Tesoro de Estados Unidos, que es igual que si
usted, para comprar un traje en una sastrería, tiene
que pedirle permiso al alcalde de su municipio.
O a mi banco.
No, no, al banco no, al jefe del Departamento de)
Tesoro de Estados Unidos. Es un ministerio quien
tiene que autorizarlo. Y así fue cómo, después del
huracán "Michelle" —que después que se produjeron
esos atentados allá, nosotros tuvimos un terrible
huracán que le hizo daño al país por valor de 2.000
millones de dólares—, ellos tuvieron un gesto —igual
que nosotros habíamos tenido un gesto con relación a
la catástrofe del 11 de septiembre de 2001—; les
planteamos que ya nosotros teníamos la reserva, que
estábamos ayudando, que habíamos evaluado —planteaban
gente para que evaluaran—, les agradecemos el gesto,
y que nos podría ser útil adquirir unas cantidades
similares a las de las reservas que íbamos a emplear
para alimentar a los damnificados.
Entonces, ellos aceptaron y, de acuerdo con esa ley
llena de remiendos, es que nos vendieron algunos
productos. Pidieron permiso.[13]
Nosotros lo planteamos públicamente, que a cada
gesto amable que tuvieran, habría un gesto amable de
nuestra parte. El permiso lo dieron, incluso, por un
año —ése es un gesto constructivo— y entonces
incrementamos las compras de alimentos, y no
simplemente la inicial para restablecer la reserva.
Con esa ley llena de remiendos...
Pero hay una amplia mayoría, en la Cámara y en el
Senado, que es contraria al bloqueo.[14] Es
favorable a que les den permiso para venir, a que
respeten el derecho constitucional de los
norteamericanos a viajar, y de hacer una ley que
autorice, incluso, a adquirir productos cubanos.
Todas las ventas las pagamos al contado.
Hay una fuerte corriente también en la opinión
pública, amplia, de más del 70 por ciento, que está
contra el bloqueo y está por el derecho de los
ciudadanos norteamericanos a visitar Cuba.[15]
Porque lo tienen prohibido; sólo autorizan a los de
origen cubano, y una vez al año.[16]
¿Los ciudadanos norteamericanos no pueden venir?
Está prohibido como regla. Pero son muchos los que
viajan, de forma tal que, si lo sancionaran,
tendrían que incrementar en un porcentaje alto las
prisiones. Pueden ser condenados hasta a diez años
de prisión.
¿Por venir a Cuba?
Por visitar Cuba un ciudadano norteamericano. Y si
no me equivoco, hasta 500 mil dólares de multa por
visitar Cuba sin permiso.
(Tomado del libro
"Cien Horas con Fidel, conversaciones con Ignacio
Ramonet", editado por Oficina de
Publicaciones del Consejo de Estado, Tercera edición, La Habana,
2006, páginas 381-401)
©
|