LUNES 01
El primer día del mes de diciembre redacté el parte
militar sobre la Batalla de Guisa, publicado en esa misma fecha por
la emisora Radio Rebelde. La información pormenorizaba las bajas
enemigas y los pertrechos ocupados; destacaba, además, la bravura
del capitán Braulio Curuneaux, caído en combate casi al final de los
enfrentamientos.
Braulio Curuneaux con su inseparable ametralladora
calibre 50.
Radio Rebelde
Última hora: La Batalla de Guisa. Tomado el pueblo por
las fuerzas rebeldes. Más de doscientas bajas ocasionadas al
enemigo. Un tanque, dos morteros, una bazooca, siete ametralladoras
trípode, 94 armas largas y cincuenta y cinco mil balas ocupadas.
Repetimos... Hemos recibido de la Comandancia General
el siguiente parte:
Ayer, a las 9 de la noche, después de diez días de
combate nuestras fuerzas penetraron en Guisa. La batalla tuvo lugar
a la vista de Bayamo, donde está situado el puesto de mando y el
grueso de las fuerzas de la dictadura. Se combatió contra nueve
refuerzos enemigos que vinieron sucesivamente, apoyados en tanques
pesados, artillería y aviación.
La acción de Guisa se inició exactamente el 20 de
noviembre a las 8 y 30 de la mañana, al interceptar nuestras fuerzas
una patrulla enemiga que diariamente hacía el recorrido de Guisa a
Bayamo, poniéndole fuera de combate a los pocos minutos. Ese mismo
día a las 10 y 30 de la mañana llegó al lugar de la acción el primer
refuerzo enemigo contra el que se combatió hasta las seis de la
tarde en que fue rechazado. A las 4 P.M. un tanque T-17 de 30
toneladas quedó destruido por una poderosa mina. Fue tal el impacto
de la explosión que el tanque se elevó varios metros y cayó más
adelante con las ruedas hacia arriba y la torre clavada en el
pavimento de la carretera.
Horas antes un camión repleto de soldados había sido
también destruido por efecto de otra potente mina. A las seis de la
tarde el refuerzo se retiró.
Al día siguiente el enemigo avanzó apoyado con tanques
Sherman y logró penetrar en Guisa, dejando un refuerzo en la
guarnición. El 22 nuestras tropas, repuestas del cansancio de dos
días de continuas luchas tomaron de nuevo posiciones en la carretera
de Bayamo-Guisa. El 23 una tropa enemiga intentó avanzar por el
camino del Corojo siendo rechazada. El 25 [realmente fue el día 26],
un batallón de infantería precedido por dos tanques T-17 avanzaba de
nuevo por la carretera de Bayamo a Guisa en un convoy de 14
camiones. A dos kilómetros de este punto las tropas rebeldes
hicieron fuego contra el convoy a ambos lados de la carretera
cortándole además la retirada, mientras una mina paralizaba el
tanque de vanguardia. Se inició entonces uno de los más violentos
combates que se han librado en la Sierra Maestra. Había quedado
sitiada no sólo la guarnición de Guisa sino el batallón completo que
vino de refuerzo. Estos contaban en el interior del cerco con dos
tanques T-17. A las 6 de la tarde el enemigo había tenido que
abandonar todos los camiones, agrupándose estrechamente alrededor de
los dos tanques. A las 10 de la noche, mientras una batería rebelde
de morteros [del] 81 atacaba a la fuerza enemiga, reclutas
revolucionarios armados de pico y pala abrieron una zanja en la
carretera junto al tanque destruido el día 20, de modo que entre los
restos de este y la zanja quedaba obstaculizada la salida de los dos
tanques T-17 que estaban en el interior del cerco. A las dos de la
mañana una compañía rebelde avanzó desplegada contra el enemigo
batiéndolo fuertemente contra los tanques, donde quedaron sin agua y
sin comida.
Al amanecer del 27 dos batallones de refuerzo de
Bayamo, precedidos por tanques Sherman llegaron al lugar de la
acción. Se combatió contra ellos durante todo el día 27. A las seis
de la tarde los blindados y la Infantería enemigas iniciaron
retirada general. Los Sherman pudieron salir gracias a sus ruedas de
estera. Tras ellos arrastraron uno de los tanques T-17, pero el otro
no pudo ser retirado. Sobre el campo lleno de cadáveres enemigos
quedaron numerosas armas; treinta y cinco mil balas, catorce
camiones, 200 mochilas y un tanque T-17 en perfectas condiciones,
con abundante parque de cañón calibre 37 milímetros. Pero la acción
no había concluido; una columna rebelde avanzando rápidamente de
flanco interceptó al enemigo en retirada en las proximidades del
entronque en la carretera Central, atacándole y haciéndole numerosas
bajas y ocupándole más armas y más parque.
Rápidamente el tanque fue ocupado y puesto en
condiciones de entrar en acción. El 28 por la noche dos pelotones
rebeldes precedidos por el tanque avanzaron resueltamente hacia
Guisa. A las dos y veinte de la madrugada del día 29, el T-17
tripulado por rebeldes se situó exactamente a las puertas del
cuartel de Guisa y en medio de los numerosos edificios donde estaba
atrincherado el enemigo [comenzando comenzó] a
disparar sus armas. Cuando había disparado ya cincuenta cañonazos,
dos impactos directos de bazooka disparados por el enemigo
paralizaron los motores del mismo. Los tripulantes del tanque
averiado continuaron disparando contra el cuartel el resto de las
balas del cañón hasta agotar la última. Entonces bajándose del
tanque iniciaron la retirada.
Se produjo un acto de inigualable heroísmo. El
teniente Hipólito Prieto [en verdad fue Leopoldo Cintra Frías] que
manejaba la ametralladora del tanque la sustrajo del mismo y bajo un
fuego cruzado, y a pesar de estar herido, se arrastró bajo las balas
llevando consigo la pesada arma sin abandonarla un instante.
Ese mismo día, al amanecer cuatro batallones enemigos
avanzaron por tres puntos diferentes:
El camino de Bayamo al Corojo, la carretera de Bayamo
a Guisa y el camino de Santa Rita a Guisa. Todas las fuerzas
enemigas de Bayamo, Manzanillo, Yara, Estrada Palma, Baire y otros
puntos fueron movilizadas. La columna que avanzaba por el camino de
El Corojo fue rechazada después de dos horas de fuego.
Los batallones que avanzaban por la carretera de
Bayamo a Guisa fueron contenidos durante todo el día, acampando
durante la noche a dos kilómetros de Guisa. Los que venían por el
camino de Corralillo fueron igualmente rechazados, dando entonces un
rodeo por el noreste del pueblo. El treinta se libraron las últimas
acciones; los batallones que habían tomado posiciones a dos
kilómetros del pueblo, intentaron reiteradamente avanzar durante
todo el día sin conseguir forzar el paso.
A las cuatro de la tarde, mientras nuestras unidades
combatían contra los refuerzos, la guarnición de Guisa abandonó el
pueblo en precipitada retirada dejando atrás todo el parque y
numerosas armas.
Tras la Batalla de Guisa el capitán Luis Pérez Martínez
fue asignado al Cuarto Frente. Y Vitalio Acuña Núñez, Vilo, en diciembre de
1958.
A las nueve de la noche nuestra vanguardia penetró en
el pueblo. Ese mismo día sesenta y un años atrás, fuerzas del
ejército libertador al mando del General Calixto García Íñiguez
habían tomado el pueblo de Guisa.
En el momento en que se redacta este parte de guerra
se ha contado ya el siguiente equipo ocupado al enemigo:
Un tanque de Guerra T-17, tomado, perdido y vuelto a
recapturar, 94 armas entre fusiles ametralladoras, Garand,
Springfield, y ametralladoras San Cristóbal; dos morteros 60, un
mortero 81, una bazooca, siete ametralladoras trípode calibre 30,
cincuenta y cinco mil balas, ciento treinta granadas de Garand,
setenta obuses de mortero 60 y veinticinco de 81, veinte cohetes de
bazooca, 200 mochilas completas, ciento sesenta uniformes, catorce
camiones de transporte, víveres, medicinas, etc... Se sigue
registrando el campo de batalla [en con] la
seguridad de encontrar más armas.
Se le ocasionó al enemigo más de 200 bajas entre
muertos y heridos en los diez días de combate. Hoy la Cruz Roja ha
procedido a enterrar numerosos cadáveres de soldados de la dictadura
que fueron abandonados en el campo de batalla y que no habían podido
ser sepultados mientras duró la misma. Ocho compañeros cayeron
heroicamente en el curso de la acción y siete más fueron heridos. La
batalla se libró principalmente contra las tropas acantonadas en
Bayamo.
Fue una lucha de hombres contra aviones, tanques y
artillería. El más destacado oficial rebelde fue el capitán Braulio
Coronú [Curuneaux] veterano de numerosas acciones que cayó
gloriosamente defendiendo su posición en la carretera de Guisa, por
donde no pudieron pasar los tanques enemigos.
Las unidades rebeldes al mando de sus capitanes y
demás oficiales combatieron con una moral extraordinaria. Se
destacaron especialmente los capitanes Reynaldo [Reinaldo] Mora,
Rafael Verdecia, Ignacio Pérez y Calixto García; los Tenientes
Orlando Rodríguez Puerta [Puertas], Alcibíades Bermúdez, Gonzalo
Camejo que dirigió la tripulación del Tanque y que dirigió la
batería de morteros 81, Dionisio Montero que manejó la batería del
60, el teniente Raimundo Montes de Oca, instructor de la Compañía de
ametralladoras, el ingeniero Miguel Ángel Calvo, jefe de la Sección
de Minas y Explosivos, y los tenientes Armelio Mojena y Niní Serrano
[René Serrano]. Una escuadra del pelotón de mujeres Mariana Grajales
combatió valerosamente también durante los diez días que duró la
acción soportando el bombardeo de los aviones y el ataque de la
artillería enemiga.
Guisa, a 12 kilómetros del Puesto de Mando de Bayamo
es ya Territorio Libre.
Fidel Castro Comandante Jefe
Sierra Maestra, Dic. 1, 58
El Sr. Abelardo Tasé [comerciante de Guisa] está
autorizado para transitar libremente por el territorio libre.
Fidel Castro
[Al jefe de operaciones de Bayamo] Sierra
Maestra, Dic. 1, 58 2 y 45 p.m.
Coronel [García] Casares:
Le escribo estas líneas para interesarme por un hombre
nuestro [se refiere al teniente Orlando Pupo] que casi con toda
seguridad fue hecho prisionero por las fuerzas suyas. El hecho
ocurrió así: después que se retiraron las unidades del Ejército, yo
mandé una vanguardia a explorar en dirección al Horno. Más atrás me
puse en marcha por la misma carretera donde iba la vanguardia
nuestra. Por una casualidad dicha vanguardia había tomado otro
camino y llegó a la carretera detrás de nosotros. Como lo suponía
delante mandé un hombre a alcanzarla para indicarle que se detuviera
antes de llegar al Horno. El mensajero salió con la creencia de que
la misma iba delante y por tanto estaría completamente desapercibido
del peligro; viajaba, además, a caballo, con el ruido consiguiente
de las pisadas del mismo. Descubierto el error se hizo lo posible
por advertirlo de la situación, pero ya había llegado a la zona de
peligro. Se le esperó varias horas y no regresó. Hoy no ha
aparecido. También se escuchó por la noche un disparo. Tengo la
seguridad de que fue hecho prisionero; le confieso que, incluso, el
temor de que posteriormente lo hubiesen muerto. Me preocupa el
disparo que se escuchó. Y yo sé que cuando es una posta la que hace
fuego no se limita nunca a un solo disparo en estos casos.
He sido explícito en la narración del incidente para
que pueda usted contar con los elementos de juicio suficientes.
Tengo esperanza de poder contar con su caballerosidad, para evitar
que ese joven sea asesinado inútilmente, si es que no fue muerto
anoche. Por ese compañero sentimos todos especial afecto y nos
preocupa su suerte. Yo le propongo a usted que lo devuelva a
nuestras líneas, como he hecho yo con cientos de militares,
incluyendo numerosos oficiales. El honor militar ganará con ese
gesto elemental de reciprocidad. "Lo cortés no quita lo valiente".
Muchos hechos dolorosos han ocurrido en esta guerra
por culpa de algunos militares sin escrúpulo ni honor, y créame que
el Ejército necesita de hombres y gestos que compensen esas manchas.
Por tener de usted un elevado concepto es que me decido a hablarle
de este caso, en la seguridad de que usted hará lo que esté al
alcance de sus facultades. Si algún inconveniente formal se
presenta, puede hacerlo en forma de canje, por uno o varios de los
soldados que hicimos prisioneros durante la acción de
Guisa. Atentamente, Fidel Castro R.
P. D. Con la Cruz Roja le devuelvo tres prisioneros
heridos, que fueron atendidos por nuestros médicos.
MARTES 02
Cuando se cumplían exactamente dos años de lucha
guerrillera respondí por escrito el cuestionario de varios
periodistas. Esa madrugada dispuse que Ignacio Pérez y Calixto
García salieran hacia Charco Redondo para apoyar el convoy de
alimentos y pertrechos militares que llevaba Arturo Aguilera,
responsable de los suministros. Además, le agradecí al coronel
Casares su gestión.
Sierra Maestra Dic. 2, 58 2 p.m.
Coronel Casares:
He recibido una gran alegría al saber que el compañero
que cayó en poder de sus fuerzas está vivo y no ha sido maltratado
[se refiere a Orlando Pupo]. En los dos años, que hoy exactamente,
se cumplen de lucha, pocas veces he experimentado mayor simpatía
ante el gesto de algún militar cubano. Le doy las gracias por
haberme informado al respecto y no puedo menos que reconocerle su
caballerosidad con la sinceridad de un adversario honrado. Yo sé que
usted no es el único militar cubano que sabe respetar las leyes de
la guerra, y eso es una compensación frente a los que no han sabido
tener el mismo concepto de la honra. Siempre le tendré en cuenta esa
actitud por si algún día se me ofrece la oportunidad de demostrarle
mi reconocimiento. Por lo pronto le envío con la Cruz Roja dos
soldados heridos. El tercero ya está completamente bien. Aunque esta
entrega es en cumplimiento de una norma que hemos seguido hasta hoy
sin establecer condición alguna.
Atentamente, Fidel Castro Ruz [firma]
Sierra Maestra Dic. 2, 58 / 7 y 10 p.m.
[Delio Gómez] Ochoa:
Te envío a Luis [Pérez] para tu tropa. Él te explicará
todo. Como desea prestar sus servicios junto a ti, lo mando para
allá, que en su actual estado de ánimo es el mejor punto. Se portó
bien y creo allá puede hacer bastante.
Abrazos, Fidel Castro Ruz [firma]
Sierra Maestra Dic. 2, 58 9 p.m.
Dr. [Julio] Martínez Páez:
Tengo entendido que usted viene en camino hacia acá.
Supongo le habrán enviado varios mensajes. Desde la clínica de Guisa
le hago esta notica que llevará el mensajero que va con el parte de
guerra, para expresarle el interés que tenemos en este compañero que
requiere sus servicios, que aparte de ser siempre grande en todos
los casos, en este se reúnen una serie de circunstancias de tipo
sentimental, pues lo dimos por muerto y lo encontramos vivo en esta
clínica.
Todo por aquí ha salido muy bien. Tengo deseos de que
usted llegue. No le digo más porque sé todo el interés que se tomará
por llegar pronto. Un abrazo.
Fidel Castro Ruz [firma] Guisa, Dic. 2/58
Sr. Francisco Aedo:
Ruégole me facilite dos bidones de gasolina para una
urgente necesidad.
Le acompaño orden para que pueda transportar durante
otros diez días la que le haga falta para su negocio. Gracias.
Fidel Castro Ruz [firma] Guisa, Dic. 2/58
Se autoriza al Sr. Francisco Aedo para transportar
combustible para las trillas de arroz, y trasladarlo a los
molinos.
Fidel Castro Ruz [firma]
JUEVES 04
S. Maestra Dic. 4, 58 / 6 a.m.
Puerta [Orlando Rodríguez Puertas]:
Traslada tu compañía al punto que Calixto te indicará
hoy al anochecer. Con ella deben venir dos escuadras de
ametralladoras.
Fidel Castro Ruz [firma]
SÁBADO 06
Minas de Charco Redondo, Dic. 6 del 58.
Territorio Libre de Cuba
Resumen del Discurso pronunciado por el Comandante en
Jefe
Dr. Fidel Castro Ruz.
Señoras y señores, damas y niños, todos en general,
nos encontramos reunidos hoy con el gran privilegio de gozar de
libertad, no porque la libertad en sí represente un privilegio, sino
que por el estado de tiranía que ejerce el gobierno despótico, en
los distintos lugares de la isla, hace posible que dicho respiro,
que dicho estado de libertad, represente un privilegio con relación
a los demás pueblos de la nación, que desde hace ya largos años
vienen sufriendo la carencia de trabajos, donde la juventud es
perseguida, donde las asambleas no pueden desarrollarse si no es con
los fusiles y las ametralladoras de los militares en los portales y
a las puertas de la localidad.
Primero que nada me preocupa que la presencia de
nuestro ejército rebelde, dando libertad a este pueblo, pueda traer
como consecuencia, represalias contra la población civil de parte de
los militares asesinos. Porque contra nosotros, nada pueden el
ejército, los aviones, las bombas, porque éstos son superiores en
número y armas, pero inferiores en moral; ha quedado demostrado que
a pesar de todo eso el ejército es el que está a la defensiva, ya
que el ejército rebelde no le da descanso, ni se lo daremos, ahora
somos nosotros los que los perseguimos y los buscamos, ahora son
ellos los que huyen. Pero me preocupa, repito, que los vecinos de
Charco Redondo tengan toda la seguridad posible, por lo cual les
pido, construyan sus refugios individuales y colectivos en la
Escuela, el Hospital y ya se han dado instrucciones a los miembros
de la policía militar rebelde para que los ayuden en la construcción
de todos los medios de seguridad, para que no se dé el caso de que
algún vecino de estos de Charco Redondo, que nos han dado su
aliento, su estímulo y ayuda, pueda resultar herido o muerto por los
bombardeos, les ruego a los vecinos, no dejen de tomar las medidas
de seguridad porque de no resultar así, no volveré a Minas de Charco
Redondo, porque cada vez que muere un hombre, mujer o niño, se
pierde un patriota más, porque aquí hasta los niños son
revolucionarios.
Tenemos que seguir luchando contra esta terrible
tiranía, que oprime al pueblo cubano para poder ver nuestros sueños
realizados.
Como Uds. verán aquí ya lo tenemos logrado, no porque
el ejército se haya retirado, sino porque hemos sabido conquistar el
pueblo. Todos nuestros ideales se están realizando, y como ejemplo
les pongo que hace 6 ó 7 años, no recuerdo el tiempo, condolido por
las quejas y sufrimientos que estaban precisamente latentes en los
trabajadores de las Minas de Charco Redondo, hice una visita a ésta
observando el personal, los túneles, etc.
Esta visita sucedía antes del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio, pasó inadvertida para el pueblo, puesto
que no me di a conocer, pero en mi mente quedó grabado el recuerdo
de este recorrido; una vez presentado el problema de la opresión que
ejercía el gobierno, inmediatamente pensé en los obreros de las
Minas de Charco Redondo, porque ésta era la clase más sacrificada y
la más revolucionaria, aunque veía como un sueño la ayuda que
pudiera prestarles, siempre pensé que cuando fuera a realizar el
primer ataque al Cuartel Moncada, a los primeros que les daría armas
sería a los obreros de ésta, porque aquí fue donde surgió la idea de
que ellos se podrían rebelar contra la dictadura.
Como lo pensé, así sucedió. Porque ellos fueron los
primeros que colaboraron con la causa y los que más se han
sacrificado, porque aquí todo el mundo es revolucionario, sólo nos
encontramos con la colaboración espontánea del pueblo, por eso
nosotros seguiremos nuestra marcha, los rebeldes se irán, Charco
Redondo quedará atrás, pero atrás de nuestro recorrido, del avance
revolucionario, pero no se perderá en el recuerdo de nuestras
mentes.
Dejaremos encargados del Orden Público, Judicial,
Social, Económico y Educacional.
Prestaremos ayuda al pueblo durante determinado
tiempo, hemos dispuesto $15,000 hasta ahora para los gastos, si se
cumple el plazo y los recursos económicos escasean, entonces
dispondremos de otro presupuesto para seguir ayudando al pueblo, una
vez más les digo que no se preocupen por la comida, tendrán lo que
necesiten, lo que quiero es que el pueblo no se encuentre ocioso,
que invierta el tiempo en obras útiles a la sociedad.
No se preocupen por los empeños que tienen, porque
aquí hay para sacar mineral de todas las montañas, esto es un tesoro
que hay que explotar.
Hay para vivir todos, para indemnizar a los obreros
inválidos, aquí han estado personas que estaban en contacto con el
sanguinario gobierno de la tiranía, llegaban a las Minas con $12.00
y salían con un millón, mientras los obreros quedaban inválidos a
causa de su pillería.
Esto no pertenece a Cajigas, no es una Compañía,
porque si él se ha hecho millonario a costa de los infelices obreros
de esta Mina y se ha enriquecido con ayuda del poder comprando a
Isla de Pinos, Cajigas tendrá que ser juzgado.
Aquí ya no habrá dirigentes sindicales que duren años
a pesar de su mal comportamiento, éstos los pone y los quita el
pueblo el mismo día, sin tener en cuenta sindicatos de clase alguna,
el pueblo es el que manda.
También quiero decirles que todas aquellas personas
que han cooperado con la Dictadura, denunciando rebeldes, tienen que
ser castigadas y unas cuantas docenas de cabezas rodarán por el
suelo.
A los que se les perdonará, será a aquellos
confidentes, infelices campesinos, los cuales atemorizados por las
represalias que ejercían sobre ellos los del ejército, decían donde
nos encontrábamos, pero eso causa gracia, porque cuando ellos iban,
ya nosotros habíamos huido y entonces los batíamos a todos.
Oriente constituye la provincia más revolucionaria,
esto no se debe a regionalismo, sino porque antaño, Oriente fue cuna
de héroes y ahora es una de las provincias más revolucionarias y la
que más ha cooperado con la causa.
En Cuba suceden hechos tan odiosos y criminales, como
los de las distintas acciones de la Coronela,* enterada de que los
presos han sido torturados y muertos, martiriza a las madres de esos
infelices dándoles esperanzas de que se encuentran aún con vida y
que pronto le darán la libertad, cobrándoles un alto precio por
ésto.
Con ella no se puede tener piedad de ninguna clase, ya
que engañar a una madre diciéndole que sus hijos viven, cuando en
realidad se encuentran muertos es la ofensa más grande y el acto más
sanguinario que se puede realizar.
Debemos tener fe y sabemos que el Ejército Rebelde,
unido con el pueblo, irá lugar tras lugar conquistando territorios
libres de Cuba, hasta llegar al pleno triunfo del poder.
Recuerden que las Minas de Charco Redondo no quedará
en el olvido, en este lugar no habrá casas con techos de guano y
piso de tierra, habrá casas mejores, campos deportivos, etc., para
que los niños puedan disfrutar de amplias comodidades.
Por eso les digo que volveremos a pasearnos por éste
lugar cuando todo esté libre e independiente.
Este es un pueblo pequeño en habitantes, pero grande
en la conciencia y en la dignidad patria.
Tengan mucha fe en el triunfo de la Revolución, que
pronto seremos libres e independientes.
* Marta Reyes Miranda, tristemente célebre por
traficar con la libertad la vida de los revolucionarios y
campesinos, aprovechando sus relaciones con los jefes militares de
Bayamo, lo que le valió el apodo de Coronela.
DOMINGO 07
[Arturo] Aguilera:
Facilítale el jeep a Lázaro para que me lleve a donde
debo ir. Me siento embarcado. Debieron despertarme.
Fidel Castro Ruz [firma] Sierra Maestra Dic. 7,
58
Baire, Sierra Maestra, 12-7-58- [Al jefe de la
Compañía G-4 del Ejército de la tiranía]
Sr. Capitán José Sánchez
Capitán:
Distinguido Militar:
Le acompaño adjunto la orden de evacuación a la
población civil de Baire, que acabo de dirigir a los vecinos de esa
localidad por motivos que en la misma se consignan.
Yo estimo que no tienen los militares derecho a
atrincherarse en medio de las casas de familia, poniendo en riesgo
las vidas de personas inocentes e indefensas. La prueba de que están
ustedes conscientes del peligro de ataque, son las medidas de
defensa que constantemente toman.
Luego, demuestra no albergar sentimientos de humanidad
para con sus propios compatriotas expuestos a caer en medio del
fuego.
No lo culpo a usted, pero es una odiosa costumbre que
junto con otros muchos errores ha implantado un régimen tiránico y
criminal, al que ningún militar de honor debiera a estas horas estar
defendiendo.
No he querido atacarlo por sorpresa con las armas de
que dispongo que incluyen bazookas y mortero 81, por consideración a
las numerosas familias instaladas alrededor de sus defensas, y
también por consideración a usted al que no quiero hacer objeto de
un ataque sorpresivo sin advertirle mis propósitos.
Comprenderá el riesgo que están corriendo esos vecinos
infelices que no tienen la culpa de la tragedia que la ambición y la
maldad de un grupo de asesinos y ladrones sin escrúpulos ha hecho
recaer sobre la patria.
A estas horas usted no puede ignorar toda la
ignominia, la falsedad, el engaño y la corrupción que encierra la
Dictadura, cuya caída es ya inevitable y no justifica la sangre de
los soldados que están cayendo.
Si usted pudo informarse de lo que ocurrió en la
carretera de Bayamo a Guisa, y tiene derecho a saberlo pues su
compañía intervino desde esta dirección al final de los combates de
Guisa, imagino habrá de repugnarle la forma en que se oculta la
verdad a los soldados.
Usted estuvo a las órdenes de uno de los más
pundonorosos y honrados comandantes del Ejército [José Quevedo], que
sé lo aprecia y quiere a usted mucho. Quien fuera su jefe y cayera
prisionero después de diez días de resistencia inútil abandonado a
su suerte y difamado después por jefes desalmados y sin escrúpulos
que están llevando a la ruina a los institutos armados, es hoy
abanderado espontáneo y legítimo de esta justa causa, que se honra
en contar con sus servicios, aunque no bélicos, porque no desea
luchar contra sus amigos que están en el error, pero sí morales.
¡Cuántas vidas de amigos de usted y de él se habrían
ahorrado si esa verdad la hubiese conocido antes! Usted, sin
embargo, tiene ya suficientes elementos de juicio para conocerla.
Las cosas ocurridas se la demuestran de manera inequívoca. Por lo
tanto es muy grande su responsabilidad en estas circunstancias.
El Comandante Quevedo ignora que me dispongo a actuar
sobre Baire y otros pueblos. Me es imposible hacer contacto con él
para comunicárselo, ya que está en estos momentos algo lejos hacia
el este y la espera podría ser perjudicial porque como usted podrá
comprender perfectamente, los movimientos de tropas tardan poco en
ser conocidos y la Dictadura dispondría de tiempo para movilizar sus
refuerzos, siendo por ello norma nuestra actuar con la mayor
rapidez.
Sin embargo, sé que él considerará que he sido
caballeroso con usted al no efectuar acción alguna contra sus
fuerzas sin aviso previo.
Lo que sí ignoro es cómo acogerá usted estas líneas.
Ojalá lo ilumine su inteligencia, y su dignidad de hombre de bien le
haga tomar una decisión valiente y patriótica, pensando sobre todo
en lo triste que es sacrificar la vida de sus soldados sin honra ni
gloria, porque el pueblo no le reconocerá ni hoy ni mañana ningún
mérito y la tiranía ni siquiera se lo agradecerá. Ahorrará también
la vida de los soldados que caerán cuando los envíen en socorro
suyo, no porque les preocupen usted y sus hombres, sino para evitar
que esas armas caigan en nuestro poder. Los hombres que mueran, a
ellos no les importa, siempre que les quede el recurso de reclutar a
cuanto delincuente y vicioso pulule por la República para ingresarlo
en el Ejército por treinta pesos, que son como las treinta monedas
que le pagaron a Judas.
Pero además de sus soldados, deben pesar el ánimo de
esos vecinos, sus casas y sus modestos bienes que quedarán expuestos
a una batalla que sería estúpida, cuando hay una posibilidad de que
usted y nosotros nos abracemos en la misma causa que es la justa,
que es como usted sabe muy bien, la de todo el pueblo de Cuba, que
es al que deben lealtad los verdaderos soldados, los que no son
mercenarios dispuestos a disparar contra su propia patria, sino
hombres de verdadero honor.
Yo lo quiero conocer a usted, no como prisionero o
vencido, que lo será ahora o en otra ocasión, en Baire o en otro
pueblo, porque el destino de la tiranía es la derrota, en cuyo caso
no será usted para nosotros tan digno de aprecio, porque a estas
horas ningún militar cubano tiene excusa para desconocer la verdad,
que ven incluso claramente los niños de cuatro y cinco años.
Le deseo abrazar a usted como compañero de lucha, como
soldado valeroso que se une a una causa justa, como hombre humano
que no sacrifica inútilmente y sin razón las vidas de sus hombres y
la de los moradores de una población pacífica, que no tiene ninguna
culpa de esta guerra.
Bien estaría que lo hiciera en defensa de la patria o
por un motivo justo, pero repugnan los sacrificios de vidas que se
hacen defendiendo una causa deshonrosa y criminal.
Hay que ser valiente para comprender con el prejuicio
y abrazar lo que es justo [sic].
Le hablan los jefes de un honor que no tienen, de un
compañerismo que no practican, de un deber que no cumplen, y han
convertido las más hermosas frases y conceptos de la profesión de
las armas en odiosos resortes que encadenan a muchos hombres a la
muerte oscura o a una postración estúpida, mientras los que invocan
esos conceptos a los hombres que están muriendo, acumulan millones
tras millones sin escrúpulo alguno y viven alejados de los horrores
de la guerra.
Hay que ser insensato para no rebelarse. ¿Por qué
sacrificarse ni sacrificar a nadie a tanta desvergüenza? ¿Qué
beneficios recibirán por ello los soldados y oficiales que arriesgan
sus vidas, las que deben dedicar a algo más noble?
Sé que algunos de sus soldados no entenderán esto.
Pero impóngase. Para eso es jefe. Lo que usted haga es lo que ellos
harán, después se lo agradecerán eternamente.
Yo, como me preocupo hondamente por estos hombres que
están sacrificándose a mi lado por un ideal, y sé lo que valen las
vidas de cada uno de ellos, le agradeceré también cada gota de
sangre que me ahorre, de un combate que si se libra va a ser
sangriento. Cuba se lo agradecerá y se lo premiará. Solo por tan
noble propósito me molesto en escribir tantas hojas y molesto la
atención de usted.
Le hablo con toda honradez y espero que comprenda la
nobleza y caballerosidad que encierran estas líneas y el porvenir
grande y honroso que a usted y sus hombres les ofrezco antes de
disparar un solo tiro.
Fraternalmente, Fidel Castro R.
P. D. Su respuesta espero recibirla antes de las 11 de
la noche del día de hoy, bien rechazando de plano la invitación que
le hago, bien expresándome si desea más tiempo para considerarla,
bien aceptándola.
De izquierda a derecha, el teniente Fidel Vargas, el
comandante Juan Almeida y el teniente Israel Pardo Guerra.
LUNES 08
S. Maestra / Dic. 8, 58
[Juan] Machado:
Dale a Benjamín [Pardo] un par de botas y dos pares de
minas si tienes. Saludos.
Fidel Castro [firma]
S. Maestra Dic. 8, 58
Compañera Alicia [Pacheco]:
Le envío un mensaje para el Capitán Sánchez que usted
debe hacer llegar hoy mismo con carácter urgente por mediación de un
amigo de éste o por cualquier persona que se lo pueda llevar.
También le envío varias copias de un mensaje dirigido
al pueblo de Baire que usted debe hacer circular urgentemente.
Sobre la comunicación al Capitán Sánchez, usted debe
gestionar la entrega de la misma con la mayor discreción.
Atentamente, Fidel Castro Ruz [firma]
Al igual que en Guisa, en Baire alerté a la población
civil para que evacuara el pueblo y denuncié la cobardía del enemigo
al atrincherarse en medio de casas de familia.
Zona de Operaciones de la Columna 1 Dic. 8 de
1958 A Todos los vecinos de Baire.
Compatriotas:
Las fuerzas de la tiranía en Baire van a ser atacadas
por nuestras tropas.
El enemigo, como ha hecho en todos los pueblos, se ha
instalado y atrincherado cobardemente en medio de las casas de
familias, exponiéndolas a todos los peligros.
Siendo una necesidad de la revolución combatir las
fuerzas de la tiranía donde quiera que se encuentren y desalojarlos
de sus posiciones, no podemos evitar el ataque pues de lo contrario
permanecerán indefinidamente en el interior de las poblaciones. Pero
deseando preservar del peligro de los combates a la población civil
advertimos a la misma y solicitamos [de a] todos
los vecinos que evacuen el pueblo.
Las instalaciones enemigas van a ser atacadas con
armas pesadas y resulta imposible evitar que algunos disparos caigan
por los alrededores de las mismas haciendo blanco sobre las casas
colindantes. La responsabilidad de los daños que se ocasionen caerá
enteramente sobre los que han convertido en centro militar una
localidad indefensa sin consideración alguna para sus moradores.
Ellos tienen trincheras y parapetos para defenderse pero nada de eso
tienen los vecinos. Por tanto evacuar al pueblo es un deber de cada
padre de familia. Si las fuerzas de la tiranía tratan de impedirlo
hay que demandar con toda energía el derecho a salir del pueblo.
Nosotros sacrificamos el factor sorpresa con tal de
preservar las vidas de los civiles, aunque cueste más caro a
nuestros soldados la toma del pueblo.
Cada cual debe llevar consigo lo más indispensable
para su subsistencia durante varios días.
Cumplido este deber del Ejército Rebelde para con los
vecinos de ese pueblo esperamos cooperen con nosotros en el esfuerzo
por evitar que mueran personas inocentes, evacuando al pueblo de
BAIRE antes de las 12 de la noche del día de hoy.
Fidel Castro Ruz [firma]
Comandante Jefe
Rogamos se saquen copias de esta proclama [y] se
distribuyan urgentemente entre los vecinos.
MARTES 09
Sierra Maestra, Diciembre 9/58
Tte. Puerta [Orlando Rodríguez Puertas]:
Tú puedes cambiar de posición cada vez que lo estimes
necesario para la seguridad de tus hombres y garantizar el factor
sorpresa contra el enemigo. Lo importante es que puedas interceptar
al enemigo en ese tramo, venga de una dirección o de otra. Haces
bien en estar siempre alerta.
Cuando los combates de Guisa, a la tropa de Lázaro
[Soltura] prácticamente la sorprendieron. Los combatientes tienen
que estar siempre alertas.
Hoy me confirmaron la llegada de un avión con armas.
Espero que lleguen de un momento a otro aquí y podré aumentar tu
compañía, así como espero que te ganarás pronto el ascenso a
Capitán.
Saludos a todos y mucha suerte.
Fidel Castro Ruz [firma]
MIÉRCOLES 10
Acuse de recibo a una nota de Mercedes de Varona,
Tula, miembro de la dirección del Movimiento 26 de Julio en
Bayamo]
S. Maestra Dic. 10, 58 11 y 35 p.m.
Tula:
El portador te explicará hora y circunstancias en que
recibo tu nota, la que respondo de inmediato con el ruego de que me
perdones la forma en que lo hago, debido al agotamiento físico y a
la dichosa avioneta que no me deja escribir.
Abrazos, Fidel Castro
Baire, Dic. 10, 58 2 p.m.
Reynaldo [Reinaldo Mora, capitán del Ejército
Rebelde]:
Los guardias abandonaron Baire. En la carretera hacia
Jiguaní cayeron en una emboscada, pero era de noche y escaparon casi
todos. Pienso, sin embargo, que de Jiguaní no puedan pasar a Bayamo,
porque les hemos tomado todos los caminos.
Tú debes permanecer en tu posición sin moverte,
esperando al enemigo, venga de donde venga. Esta misma noche pienso
situar una tropa entre Maffo y Contramaestre para acorralar a los de
Maffo. También está tomada la carretera entre Contramaestre y Palma
Soriano. Todo va saliendo bien.
Abrazos, Fidel Castro [firma]
Avísale a Fonseca [Rubén Fonseca Guevara] para que
cuide los demás caminos por donde puedan tratar de escapar los
guardias de Maffo.
Radio Rebelde
¡Última hora! Baire en poder de los rebeldes. Cayó
ayer a las 8 y 30 de la noche.
Hemos recibido de la Comandancia General el siguiente
parte:
Tropas rebeldes de la columna Uno, tomaron ayer el
pueblo de Baire a las 8 y 30 de la noche. El enemigo se bate en
retirada.
Una importante acción militar se está desarrollando a
lo largo de la carretera central, en una extensión de 35
kilómetros.
Numerosas guarniciones enemigas han quedado cercadas
sin otra alternativa que la rendición o el aniquilamiento.
Por razones de orden militar nos abstenemos de ofrecer
más detalles sobre el estado actual de las operaciones.
Prosigue el avance victorioso e incontenible de
nuestras fuerzas.
Fidel Castro Comandante Jefe
JUEVES 11
Sierra Maestra, A las fuerzas Rebeldes:
Por orden de la Comandancia General se dispone el
traslado del soldado Guerrero, que pertenece al ejército enemigo y
se encuentra herido en Jiguaní. Solicitando a esta Comandancia, los
familiares de dicho soldado, que se le permita traerlo al territorio
Rebelde, al pueblo de Baire.
Fidel Castro [firma] Comandante Jefe
VIERNES 12
S. Maestra, Dic. 12, 58
[Arturo] Aguilera:
Facilítale a Paco dos camiones para trasladar tropas
que vienen en camino.
Fidel Castro [firma]
Mándame un poco de gasolina para moverme.
Recuerdo que el 8 de diciembre aterrizó en
Cienaguilla,al oeste del firme de la Maestra, un avión procedente de
tierra venezolana con un alijo de armas que enviaba a nuestro
Ejército Rebelde la Junta Patriótico Militar que había derrocado el
23 de enero de ese año al dictador Marcos Pérez Jiménez en
Venezuela.
En esa ocasión recibí un fusil FAL. Ya estaba
persuadido de la importancia, para las batallas finales de la
guerra, de emplear armas automáticas por su elevado volumen de
fuego.
Para expresar el agradecimiento infinito de Cuba a
Wolfang Larrazábal, protagonista del gesto solidario, le escribí una
carta.
Sierra Maestra Dic. 12, 58
[Contra Almirante Contralmirante]
Wolfand [Wolfang] Larrazábal
Admirado amigo:
¿Qué puedo decirle después de su noble y espontáneo
gesto?
Hay que llevar dos años luchando contra todos los
obstáculos, las armas confiscadas antes de llegar a Cuba, los frutos
de los sacrificios económicos de tantos compatriotas perdidos la
mayor parte por la persecución de los gobiernos, para comprender con
cuánta emoción y gratitud recibimos la ayuda que usted nos envía en
nombre de Venezuela.
Hemos visto convertido en realidad lo que durante
mucho tiempo fué como un sueño. Temo que usted no llegue a
imaginarse cuánto se lo agradecemos.
A la satisfacción que ha de producirle el beneficio
que de mano suya recibe este pueblo que tanto quiere al suyo y lo
admira a usted, puede añadir la seguridad de que muchos cubanos
buenos, combatientes de una causa justa, dispuestos a hacer por
Venezuela lo que hacen por Cuba, le deberán la vida, porque lo que
se recibe en armas se ahorra en sangre, y esto, yo que he visto caer
a tantos compañeros entrañables, siempre los mejores, se lo
agradeceré eternamente. Desde hoy le digo que cualquiera que sea la
posición que usted ocupe en su país, la más alta o la más modesta,
para nosotros será siempre el primero de los venezolanos.
Fraternalmente Fidel Castro Ruz [firma] [Al jefe
del Batallón 10 y de la Compañía 102 del Ejército de la tiranía]
Comandante [Leopoldo] Hdez. de Río:
En la casa del Dr. Eduardo [Zorribe
Sorribes, a 300 m BANFAIC], en compañía del Comandante Quevedo lo
espero a usted o a uno de sus oficiales para conferenciar. Por su
jerarquía y por el buen concepto que tengo de usted quiero atenderlo
personalmente. No le propongo una condición. Aún cuando militarmente
todas las ventajas nos favorecen, en reconocimiento a su valor y al
de sus hombres, le concedo a usted y a ellos la alternativa de
abrazar nuestra causa, que es la justa y la que por tanto todo
militar honorable debe defender. Triste es que usted malgaste su
valor y el de sus hombres y haga pagar en un precio alto de vidas
esa posición, para defender a los que los han abandonado, mientras
los instigan a combatir hasta la última bala, sabiendo que no pueden
socorrerlos. Jiguaní está cercado, Baire en nuestro poder, la tropa
de Aguacate cercada, Palma Soriano cercado, Santiago de Cuba
cercado. Las fuerzas del Puesto de Mando, junto al puente destruido
de Cautillo no intentan siquiera moverse. La retirada de Baire y el
intento de retirarse de Aguacate, demuestran el propósito de
abandonarlo a usted a su suerte.
Lo han dejado solo, en la posición más débil donde
nosotros podemos concentrar todo el peso del ataque. No les tocará
otra alternativa que rendirse por mucho que resistieran, entonces,
no podrán esperar sus hombres las mismas consideraciones de un
adversario al que le obliguen a sacrificar a muchos de sus hombres.
Estoy seguro de que usted y yo seremos amigos, como lo son todos los
militares honorables que he tratado. Ningún hombre en tales
circunstancias le [brindaré brindará] a usted la
oportunidad que yo le brindo generosamente. Si usted es hombre de
conciencia comprenderá perfectamente que no vamos...
[incompleto]
DOMINGO 14
Carretera Central 12/14/58
Cmte. Hernández Ríos:
Mi proposición a usted obedecía a móviles humanos, en
bien de sus hombres y de los míos, puesto que no se justifica por
parte de ustedes, resistir una posición que está perdida. Nosotros
no somos extranjeros; somos cubanos, no mancha su frente deponer sus
armas ante compatriotas que han demostrado sobradamente la justicia
de la causa que defienden frente al régimen criminal y odioso, por
el cual usted está haciendo derramar la sangre de sus hombres.
El pueblo, que es al único a quien deben lealtad los
militares honorables, está todo con nosotros. Si ustedes como
militares del Ejército de la República fueran leales al pueblo, lo
estarían defendiendo. Es criminal que usted sacrifique a esos
hombres para defender a una camarilla repleta de millares robados,
que comercia con la sangre de sus soldados que usted como jefe y
hombre de más cultura y visión está en el deber de librar de la
derrota inevitable si persiste, y tal vez de la muerte en
combate.
Lamento que no haya usted escuchado mis sinceras y
honradas razones.
¿No comprende que si nosotros permitimos salir a esa
tropa le estaríamos prestando un servicio a la tiranía, que usted
pide un imposible?
Con verdadera pena me veo en el deber de comunicarle
que a partir de las 12.30 de esta noche queda rota la tregua.
Fidel Castro
R.
Fidel imparte instrucciones en la Comandancia de La
Plata.
LUNES 15
Inmerso en el asedio a Maffo, le escribí a Raúl para que me
prestara apoyo aéreo con algunas bombas incendiarias, con el objetivo de
precipitar el desenlace y dirigir el ataque a Jiguaní.
Carretera Central
Dic. 15, 58
5 y 15 p.m.
Raúl:
Aquí se está librando una lucha dura. Hoy es la quinta noche
consecutiva de ataque a Maffo. La aviación ha arrasado el pueblo. Después
tenemos la tarea de Jiguaní que está cercado con 250 hombres dentro. Una
tropa de 200 guardias ha logrado filtrarse, tratando de apoyar a la de
Maffo; la tenemos localizada al norte de Baire, que está en nuestras manos
y espero interceptarla mañana. Los de Maffo se están defendiendo como
fieras y nos han costado ya 13 bajas (dos muertos y 11 heridos de mayor o
menor gravedad) hasta este momento, pero los tenemos en una situación
desesperada. Me preocupa que la operación posterior en Jiguaní me vaya a
llevar mucho tiempo. Necesito, pues, que me prestes apoyo aéreo con
algunas bombas incendiarias. Yo puedo emplear algunos obuses 81 como
bombas. Para eso te mando a Willy [Figueroa].
La [Carretera] Central está tomada por nosotros desde el Río
Cautillo hasta cerca de Palma Soriano. El único punto que tienen ellos es
Jiguaní. Baire, Contramaestre y América los tenemos nosotros. Ellos están
arrinconados en unas naves del BANFAIC en Maffo.
No sueltes un solo prisionero más. Creo que debemos variar
ya la política en ese sentido. Después del trato que les hemos dado no se
justifica que resistan todavía como resisten. Tengo un encabronamiento con
estos de Maffo, que de milagro no los fusilo a todos cuando se rindan.
Fidel Castro R. [firma]
MARTES 16
S. M.
Dic. 16, 58
6 y 40 p.m.
Cristino [Naranjo. Se encontraba al norte de Jiguaní]:
Espera ahí instrucciones mías.
Fidel Castro Ruz [firma]
S. Maestra,
Dic. 16, 58
[A Arturo Aguilera]
Orden de 6 galones de gasolina al portador.
Fidel Castro Ruz [firma]
S. Maestra/Dic. 16, 58
10 y 50 p.m.
Almeida:
El refuerzo fue interceptado en los lugares escogidos anoche
y rechazados hasta Jiguaní, no sin antes caer en una tercera emboscada que
le preparé por la tarde al mando de Antonio (el que se le fue a Casillas).
Se ocuparon algunas armas. Eran tres compañías. Traían muchos Garand,
bazoocas y morteros 81. Primero cayeron en la emboscada donde estaba
Reynaldo [Reinaldo Mora] y luego fueron a parar a donde estaba
[Crisógenes] Vinajera. Aquí se contaron diez o doce muertos.
Hace tres días ocurrió un accidente muy lamentable en la
zona de operaciones de las columnas 1 y 3. Tuvo su origen en una
imprudencia injustificable por parte de la Jefatura de la Cruz Roja
Cubana.
El puente de la carretera central, sobre el río Cautillo,
entre Bayamo y Sta. Rita, había sido volado por nuestras fuerzas. El
enemigo se dio entonces a la tarea de hacer un desvío por tierra, que
permitiera el tránsito de los transportes de guerra. Para contrarrestar
esta medida, minas de alto poder explosivo y extrema sensibilidad fueron
colocadas en la ruta del enemigo.
Fuerzas blindadas de la Dictadura estaban instaladas en el
lugar conocido por la Marmolera, al otro lado del Cautillo, en espera de
la oportunidad para avanzar.
El día 15 a [las] 3 de la madrugada, sin previo aviso y sin
solicitar autorización del mando rebelde, un jeep de la Cruz Roja se puso
en marcha por el desvío construido por el enemigo junto al Cautillo.
Apenas había caminado doscientos metros, al pasar sobre una
mina de contacto esta hizo explosión destruyendo el vehículo y matando a
sus tripulantes. La culpa de este accidente la tiene, en primer término,
la Jefatura de la Cruz Roja, que sin comunicarse con el mando rebelde y
sin aviso previo alguno envía un carro en horas de la madrugada por un
camino donde se está esperando el avance enemigo.
En segundo lugar, también es culpable el mando de la
Dictadura, que utilizó un carro de la Cruz Roja como conejillo de Indias,
autorizándolo a pasar por un camino minado sin advertirle el peligro.
El resultado fue la muerte de 5 humildes miembros de la Cruz
Roja Cubana. Al amanecer, los tanques no avanzaron; se habían valido de la
Cruz Roja para explorar el camino, y en lugar de soldados murieron
pacíficos ciudadanos, que prestaban sus servicios en la humanitaria
institución.
Es curioso que entre los muertos no se encontrase ningún
oficial de la Cruz Roja y que enviaran solamente cinco modestos miembros a
la riesgosa misión de avanzar a las tres de la madrugada sin aviso previo
por una vía que se ha convertido en campo de batalla.
Días antes una ambulancia, con el teniente coronel
Caballero, había penetrado hasta Baire sin comunicación ni solicitar
autorización previa. Se había comunicado solamente con el Puesto de Mando
de Bayamo. Esta Comandancia le advirtió al teniente coronel Caballero que
debía permanecer en Baire hasta nuevo aviso, pues todos los caminos, lo
mismo hacia Santiago de Cuba que hacia Bayamo estaban minados, y que la
Cruz Roja, no podía transitar con la sola autorización del Mando Militar
de la Dictadura, ya que de hecho se estaba sirviendo de ella para explorar
los caminos, antes de ordenar el avance de sus tanques.
Si el Ejército tiene helicópteros disponibles que en otras
ocasiones ha facilitado a la Cruz Roja para evacuar a sus heridos, ¿por
qué ahora cuando se está combatiendo en la carretera precisamente, van a
mandar ambulancias y jeeps, por los mismos caminos por donde están
situadas nuestras posiciones?
Ningún Ejército en guerra tiene obligación de publicar en
qué punto está colocada una mina o tiene situados sus elementos de
combate.
Se sabe que el Presidente de la Cruz Roja, coronel Figarola
Infante es un incondicional de la Dictadura de Batista. Aunque la mayor
parte de los miembros de esa institución son personas respetables y
honestas, el Ejército Rebelde tiene la obligación de velar por la
seguridad de sus combatientes, y no puede permitir que la Dictadura,
valiéndose del Presidente de [la] Cruz Roja y otros adictos que tiene en
el organismo, espíe nuestras posiciones militares.
Cuando hemos llamado a la Cruz Roja, lo hemos hecho siempre
después que las batallas han finalizado, para devolver prisioneros y
heridos enemigos; pero eso no significa que la Cruz Roja esté autorizada a
transitar libremente de día o de noche, sin consulta ni aviso previo.
La muerte lamentable y dolorosa de esos modestos miembros de
la institución debe ser investigada cabalmente para depurar la
responsabilidad que quepa al coronel Figarola Infante, por estar
utilizando a los miembros y vehículos de la Cruz Roja en misiones de
exploración y espionaje.
Si la Cruz Roja desempeña sus funciones con entera
neutralidad, Figarola que es un impostor y un servidor incondicional de la
tiranía, debe renunciar.
Fidel Castro [firma]
JUEVES 18
Sierra Maestra,
Dic. 18, 58
12 m.
Montesdeoca [Raimundo Pérez Montes de Oca]:
No he recibido informes de la situación en esa. Me pides
obuses y balas por la libre. Ayer no pude ir por allá por estar
enfermo.
VIERNES
19
El día 19 en la mañana, cuando prácticamente había terminado
la acción de ataque a Jiguaní, cayó en combate el capitán Ignacio Pérez, a
quien había designado al frente de las fuerzas rebeldes para esa misión.
Aún consternado, le escribí a su padre, el veterano guerrillero Crescencio
Pérez.
Jiguaní
Dic. 19, 58
12 y 5 p.m.
Querido Crescencio:
Me acaban de informar la muerte de Ignacio. Con una pena
infinita en mi corazón le escribo estas amargas líneas. Sé que era el hijo
que usted más quería; y en verdad que se merecía todo su cariño y el
nuestro. Siempre lo cuidé cuanto pude, como hago con todos los compañeros
que más riesgos han corrido por el tiempo que llevan en la lucha. Murió de
un obús de mortero, combatiendo una tropa que iba en retirada. Recogimos
su cadáver y le daremos honrosa sepultura. Duele que haya muerto
precisamente cuando el triunfo está a la vista y cuando él estaba
resultando ser uno de nuestros oficiales más competentes y de mi mayor
confianza.
Su nombre figurará en la lista de los comandantes de nuestro
glorioso Ejército y nunca lo olvidaremos. Le diré solo que Ignacio era
para todos nosotros un hermano y tal es el dolor que sentimos en este
momento.
Fidel Castro [firma]
El Che en la Sierra Maestra
LUNES 22
Dic. 22, 58
Che:
Considero perjudicial desde el punto de vista militar
devolver prisioneros en este instante.
La Dictadura ha obtenido grandes cantidades de armas
tácticas pero carece de personal para su uso.
Devolver prisioneros en estas circunstancias es ayudarle a
resolver una de sus mayores dificultades. Aunque no los envíen a pelear de
nuevo los emplean en guarniciones donde no hay frentes de combate, para
sustituir tropas que son enviadas en operaciones.
Fidel
Salvo que en las condiciones de rendición se haya contraído
un compromiso expresamente, no deben ser devueltos los prisioneros de
Fomento.
Fidel
MARTES 23
Carretera Central
Dic. 23, 58
Se designa al compañero Orestes Bárzaga, responsable de
recibir a todo soldado que se presente de la zona de Bayamo.
Toda persona que haga contacto con algún soldado que se
presente, está en la obligación de ponerlo en contacto con Bárzaga quien
deberá recoger el arma para enviarla a la Comandancia.
Fidel Castro Ruz [firma]
MIÉRCOLES
24
El día de Noche Buena, acompañado por Celia y varios
combatientes, visité a mi madre en Birán. Luego fui a Marcané y de allí
reemprendí el camino de regreso. En el recorrido hicimos un alto en Mangos
de Baraguá, lugar de la histórica protesta de Antonio
Maceo.
Carretera Central, Dic. 24, 58
Capitán Luis Crespo:
Toma el mando militar del Territorio Libre en la zona de
Estrada Palma desde Jibacoa hasta Bueycito y desde la carretera hasta la
Maestra.
Procede a desarmar a todos los escopeteros. Debes disolver
todas las patrullas. Quien quiera puede ingresar en la escuela. Al que
encuentres con una escopeta, debes enviarlo a puerto Malanga [prisión
rebelde]. Bríndale a las arroceras todas las facilidades. Cualquier
reunión de cualquier índole debe contar con tu permiso previo. Hay que
evitar todo género de anarquía. Tú eres en toda esa zona la máxima
autoridad. Voy a escribirle a Orlando Benítez para que actúe de auditor en
la zona y se ocupe de las cuestiones legales.
Fidel Castro Ruz [firma]
VIERNES
26
Palma Soriano, 12/26/58 / 8:00 p.m.
Ché:
No tengo en este momento [tiempo] de hacerte una larga carta
ni tengo facilidades para hacerlo, por no contar con otra luz que la de
una linterna.
Considero que estás cometiendo un grave error político al
compartir tu autoridad, tu prestigio y tu fuerza con el Directorio
Revolucionario.
La guerra está ganada, el enemigo se desploma
estrepitosamente, en Oriente tenemos encerrados diez mil soldados. Los de
Camagüey no tienen escapatoria. Todo eso [es] consecuencia de una sola
cosa: nuestro esfuerzo. No tiene sentido aupar [a] un grupito cuyas
intenciones y cuyas ambiciones conocemos sobradamente, y que en el futuro
serán fuente de problemas y dificultades. Tan soberbios y presumidos son,
que ni siquiera han acatado tu jefatura, ni la mía, pretenden erigir una
fuerza militar autónoma y particular que no podremos tolerar de ninguna
forma. Quieren en cambio compartir los frutos de nuestras victorias para
robustecer su minúsculo aparato revolucionario y presentarse el día de
mañana con toda clase de pretensiones. Es necesario que consideres este
aspecto político de la lucha en Las Villas como cuestión fundamental.
Por lo pronto, es de suma importancia que el avance hacia
Matanzas y La Habana sea efectuado exclusivamente por fuerzas del
Movimiento 26 de julio. La Columna de Camilo debe constituir la vanguardia
y apoderarse de La Habana cuando la Dictadura caiga si no queremos que las
armas de Columbia se las repartan entre todos los grupos y tengamos en el
futuro un problema muy grave.
En este momento la situación de Las Villas constituye mi
principal preocupación. No comprendo por qué vamos a caer en el mal que
motivó precisamente el envío tuyo y de Camilo a esa Provincia.
Ahora resulta que cuando podíamos haberlo superado
definitivamente, lo agravamos.
Fidel Castro R.
Palma Soriano
Dic. 26, 58
7 y 30 p.m.
Aníbal [Belarmino Castilla]:
Te felicito. Luzón [Antonio Enrique Lussón] acaba de
informarme todo. Tu objetivo ahora es Mayarí. Envía fuerzas con toda
rapidez a tomar el camino de Mayarí a Preston. Deben ser lo
suficientemente numerosas para impedir que la guarnición se retire. A mi
entender el refuerzo que venía de Preston y que tengo noticias de que pasó
hacia Mayarí, tiene el objetivo de retirar la tropa de este punto. No creo
que en las actuales circunstancias puedan pensar en otra cosa que en
retirarse de Mayarí.
Después que hayas asegurado el camino por donde único pueden
retirarse, tienes tiempo para preparar el ataque sistemático contra la
posición.
Todo marcha por aquí bien.
Raúl está reunido conmigo hoy y ya hemos tratado este
asunto. Para ahorrar tiempo te envío directamente las instrucciones, ya
que en este momento él no está aquí y quiero que el portador salga con
toda urgencia.
¡Mucho éxito!
Fidel Castro Ruz [firma]
Dic. 26, 58
Dentista [Dr. Luis Borges Alducín, encargado del
armamento]:
Entrégale a Emilio 15 obuses 81 con espoletas y
detonadores.
Fidel Castro [firma]
Dic. 26, 58
Dentista:
Entrégale al portador 3 000 balas (tres mil) 30.06.
Ya sabes que Palma Soriano cayó y se ha ocupado mucho
parque.
Fidel Castro [firma]
EJÉRCITO REBELDE
COMANDANCIA GENERAL
Sierra Maestra, Diciembre 26, 1958
Sr. Juan Nuiry Sánchez
Presente.
Compañero:
Me es grato poner en su conocimiento la Resolución de esta
Comandancia General, por la que se asciende a Ud. al grado de Capitán del
Ejército Rebelde, debiendo seguir prestando sus servicios en la Columna
bajo mi mando.
Ninguna exhortación he de dirigirle que no sea la de hacer
votos porque prosiga la línea de conducta revolucionaria y persista en el
cumplimiento del deber.
Su amigo y compañero,
LIBERTAD O MUERTE
Dr. Fidel Castro Ruz,
Comandante Jefe
Desde un bohío, apoyado en un tablón de palma, Raúl
mira a la distancia.
SÁBADO 27
Contramaestre
Dic. 27, 58
Pellón [José Pellón, dirigente obrero del M-26-7]:
Quiero que atiendas a la compañera Gloria Suárez que es una
luchadora obrera del Movimiento.
Fidel Castro Ruz [firma]
Radio Rebelde trasmitió el parte que redacté sobre la toma
de Palma Soriano. Aún combatíamos en Maffo, pero los acontecimientos ya se
precipitaban velozmente en las pocas jornadas que restaban para el final
de 1958 y el comienzo de 1959.
Radio Rebelde
Parte Militar de la toma de Palma Soriano
Diciembre 27 de 1958
Fuerzas Rebeldes de las Columnas 1 y [2 3],
apoyadas por unidades de las Compañías A y B de la Columna No. 17 en su
marcha sobre Santiago de Cuba ocuparon hoy la ciudad de Palma Soriano. La
ciudad fue tomada por asalto después de cinco días de violentos combates,
mientras las columnas 9 y [11 10] transportaban todos los
equipos desde Santiago de Cuba.
Las fuerzas enemigas se defendían en la ciudad de Palma
Soriano, con unos 350 hombres, la mitad de ellos prácticamente estaban
sitiados en los edificios de la ciudad, mientras el resto se atrincheraba
en el Cuartel [de la Guardia Rural] que está cerca de la Carretera
Central, a la entrada del puente que lo separa de la ciudad.
La acción comenzó el día 23 a las dos y treinta de la
madrugada cuando una compañía rebelde a fuego de bazooka atacó la estación
de policía al oeste de la ciudad. A esa misma hora, unidades se emboscaban
en el Aeropuerto y en los caminos que conducen del Cuartel a dicho punto.
En horas de la mañana una patrulla enemiga que se dirigía al Aeropuerto a
recibir un avión militar fue abatida por nuestras fuerzas.
Acto seguido fue rodeado el Central Palma donde se parapetó
una fuerza enemiga, mientras dos compañías rebeldes tomaban posiciones al
sur y este del cuartel.
El día 24 nuestras tropas ocuparon el Central mientras las
fuerzas se guarnecían y lograban replegarse a tiempo.
Ese mismo día, en horas de la noche, una compañía rebelde
atravesando el Cauto entró en la ciudad por el sur, ocupando las manzanas
de casas que estaban situadas en el extremo oeste del mismo, dividiendo en
dos a las fuerzas enemigas.
Simultáneamente las unidades que atacaban desde el oeste
avanzaron hacia el centro de la población después de tomar la Jefatura de
Policía. El día 25 una batería de morteros 60 batió el principal cuartel
enemigo desde la mañana al anochecer.
El 26 se inició el ataque general contra las posiciones
enemigas. A las 7 de la mañana la batería de morteros 81 entró en acción.
El fuego concentrado de nuestras baterías causó un efecto terrible sobre
la guarnición. Los pesados obuses comenzaron a caer exactamente sobre las
azoteas del edificio y en las trincheras enemigas.
Los soldados que manejaban la calibre 50 desde lo alto del
edificio fueron puestos fuera de combate por un impacto directo. Al
producirse el décimo disparo del 81, la bandera blanca fue izada, siendo
hechos prisioneros 250 soldados enemigos que lo defendían, ocupándose 213
armas en el mismo y 65 pistolas.
Mientras tanto la batalla proseguía en el interior de la
ciudad. Uno por uno fueron recuperándose los edificios tomados por el
enemigo. A la una de la tarde, uno de los más importantes, defendido por
35 soldados, fue tomado por nuestras fuerzas. Pero todavía continuaba
resistiendo la Compañía 104 de Infantería, en el centro de la ciudad, al
mando del Comandante Sierra. El combate se sostuvo durante la tarde, la
noche y las primeras horas de la madrugada del día de hoy, y a las cinco
de la mañana, completamente dominado el edificio, la guarnición incluyendo
su propio Comandante fue hecho prisionero. En total habían sido hechos
prisioneros 256 combatientes enemigos y ocupadas 357 armas: 227 fusiles
Springfield, 66 ametralladoras, 21 carabinas M-1, 19 Garands, 2 fusiles
ametralladoras Browning, 1 fusil ametralladora Johnson, 1 ametralladora
Fal, 1 ametralladora Jane, 4 ametralladoras calibre 30, una ametralladora
calibre 50, una bazooka 3.5, 85 000 balas de distintos tipos, cientos de
cananas, mochilas, etc.
Ante las victorias logradas por el victorioso Ejército
Rebelde 26 de Julio, el Estado Mayor de la tiranía acaba de ordenar el
bombardeo de las ciudades liberadas. Esta medida del tirano de Cuba no es
nueva. Innumerables ciudades de Las Villas y de Oriente y zonas rurales de
Pinar del Río, Las Villas y Camagüey y Oriente son testigos de los
bombardeos y ametrallamientos criminales que ha perpetrado la aviación de
la tiranía.
Ese anuncio de bombardeo a las poblaciones ocupadas como si
fuese algo hasta ahora no realizado es una jugada de la tiranía para
justificar su fracaso militar.
Está probada la ineficacia de la aviación en el tipo de
guerra que se desarrolla en Cuba. La aviación no pudo vencer a los
rebeldes de la Sierra Maestra, la aviación no ha podido vencer a nuestras
columnas que invadieron el llano, la aviación no podrá vencer a una
revolución que representa los más caros anhelos del pueblo de Cuba.
Lo único que podrán hacer los aviones y bombas que
Inglaterra ha vendido al tirano de Cuba es asesinar a niños, mujeres y
ancianos, como en Calabazas donde mataron una familia completa, y como han
hecho en tantos pueblos y zonas rurales de Cuba. Allí está, destrozado por
los bombardeos, el niño José Manuel Pérez, por ironías del destino, hijo
de un soldado de la dictadura, Pitágoras Pérez.
No obstante, aclaramos que las poblaciones de la Provincia
de Las Villas tomadas por el Ejército Rebelde han sido declaradas ciudades
abiertas por orden de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, para evitar
así que los aviones de la dictadura puedan justificar el crimen de
bombardear las poblaciones que forman parte del Territorio Libre de
Cuba.
Cuando nuestro Ejército Rebelde, reedición gloriosa del
Ejército Libertador, toma una ciudad, no acampa en ella sino que se
desplaza hacia las zonas rurales cercanas.
El Movimiento 26 de Julio está bien consciente del momento
decisivo que vive Cuba. Conocemos perfectamente que todas estas amenazas
de ofensiva aérea encierran una antipatriótica maniobra para propiciar una
intervención extranjera en Cuba. Pero nadie podrá robarle al pueblo de
Cuba el saldo beneficioso de la Revolución.
Conquistaremos toda la justicia, estamos a un paso de
obtenerla, pero si intereses mezquinos intentan obstaculizarlo, hasta el
último combatiente de la Revolución sabrá morir de cara al
sol.
DOMINGO
28
Al compañero Jefe de Policía de Palma [Eduardo Ruiz Samé,
capitán del Ejército Rebelde, nombrado para ese cargo, después de la
liberación de Palma Soriano].
Esta compañía tiene descanso. Debe pernoctar en Palma.
Facilítele alojamiento y oriéntelo en la adquisición de víveres. Todos
tienen permiso para visitar el pueblo.
Fidel Castro [firma]
Este mismo día, en las oficinas del administrador del
central Palma, dispuse varios ascensos a oficiales del Ejército Rebelde;
entre otros, fueron:
Ascendidos a comandante: Calixto García Martínez, Luis
Crespo, Raúl Menéndez Tomassevich, Rafael Verdecia,
Pungo; Aldo
Santamaría, Manuel Piñeiro, Luis Orlando Rodríguez y Félix Duque.
Ascendidos a capitán: Enrique Jiménez Moya y Luis Borges
Alducín.
Ascendida a teniente: Pastora Núñez González.
EJÉRCITO REBELDE
COMANDANCIA GENERAL
POR CUANTO:
Por altas conveniencias y en consideración a sus servicios
prestados en las Fuerzas Rebeldes, es procedente disponer el ascenso al
grado de Comandante del Capitán Universo Sánchez.
POR TANTO:
En uso de las facultades de que estoy investido
RESUELVO:
Aprobar y poner en vigor el siguiente
DECRETO:
Primero: Se asciende al grado de COMANDANTE de las Fuerzas
Rebeldes, al Capitán Universo Sánchez, quien pasará a prestar sus
servicios en el Mando Militar donde oportunamente se le señale.
Segundo: Que se le comunique la presente al ascendido, así
como a los Mandos Militares del Ejército Rebelde, para su conocimiento y
efecto.
Dado en Territorio Libre de Cuba de la Comandancia General
del Ejército Rebelde, a los veinte y ocho días del mes de Diciembre de mil
novecientos cincuenta y ocho.
LIBERTAD O MUERTE
FIDEL CASTRO RUZ
Comandante en Jefe / Ejército Rebelde
Dic. 28, 58
El portador va en misión especial importante. Facilítesele
gasolina.
Fidel Castro [firma]
LUNES 29
12/29.58
Entregar al portador 7 galones de gasolina.
Fidel Castro Ruz [firma]
29-12
[Arturo] Aguilera:
Proporciónele 5 galones [de] gasolina al Ctan. Lorenzo
[García Frías] que se tiene que trasladar a Palma.
Gracias, Calixto [García].
Fidel Castro Ruz [refrendado]
MARTES 30
El 28 de diciembre, en las ruinas del central Oriente,
sostuve conversaciones con el general Eulogio Cantillo, jefe de
operaciones del Ejército de la dictadura en la provincia, quien había
mostrado disposición para sumarse al movimiento militar que junto al
Ejército Rebelde precipitaría la caída de la tiranía y el triunfo de la
Revolución.
Tal y como fue previsto en ese encuentro, el día 30 me
disponía a avanzar sobre la ciudad de Santiago de Cuba cuando recibí una
nota del general Cantillo donde solicitaba una prolongada tregua. Le
respondí inmediatamente a través del coronel Rego
Rubido:
[A Eulogio Cantillo]
Maffo - 12/30/58
El contenido de la nota se aparta por completo de los
acuerdos tomados. Es ambiguo e incomprensible. Me ha hecho perder la
confianza en la seriedad de los Acuerdos.
Quedan rotas las hostilidades a partir de mañana a las 3
p.m. que fue la fecha y hora acordada.
Fidel Castro R.
RADIO REBELDE
Diciembre 30 de 1958
Cayó Maffo en poder de las fuerzas rebeldes. La guarnición
se rindió después de veinte días de combate. Ciento diecisiete
prisioneros, 129 armas y 57 000 balas ocupadas.
Hemos recibido de la comandancia general del E. R. [Ejército
Rebelde] el siguiente parte: Maffo, donde las fuerzas de la dictadura
ofrecieron una tenaz resistencia, cayó después de 20 días de lucha. Los
restos del batallón diez al mando del comandante Leopoldo Hernández Ríos,
se rindieron hoy a las cinco y treinta de la tarde. La batalla de Maffo se
inició el día diez del presente mes. Durante 20 días se mantuvo el
combate. Las fuerzas enemigas se habían atrincherado en las naves del
Banfaic, las que convirtieron en una verdadera fortaleza. Las casas y los
edificios de Maffo quedaron virtualmente arrasados por los ataques de la
aviación enemiga. Con singular heroísmo nuestras tropas mantuvieron el
cerco bajo el incesante ataque aéreo con bombas de 500 libras. Todos los
refuerzos enemigos fueron rechazados con grandes bajas.
Durante los últimos tres días, las fuerzas de las Columnas 1
y 3 arreciaron el ataque. Un tanque T-17 que cayó en poder de nuestras
fuerzas durante la ofensiva a la Sierra Maestra, fue movilizado desde las
proximidades de Manzanillo hasta Maffo; un cañón de 37 milímetros y un
mortero 81, armas todas ocupadas en los combates contra la dictadura,
mantuvieron un incesante fuego contra la posición enemiga, hasta que hoy a
las cinco y treinta de la tarde la fortaleza del Banfaic cayó al fin en
nuestras manos. Fueron hechos prisioneros un comandante, cinco tenientes y
ciento once soldados y clases del ejército enemigo. Se ocuparon 129 armas:
24 garand, 42 fusiles springfields, 46 ametralladoras San Cristóbal, 4
fusiles ametralladoras Browning, un fusil ametrallador Maxim, 7 carabinas
M-1, una ametralladora Thompson, dos ametralladoras trípode calibre 30, un
mortero 81, un mortero 60, cincuenta y siete mil [sic] balas 30.06 y de
M-1 y más de cien cananas, mochilas, cantimploras, etc.
Nuestras fuerzas sufrieron cuatro muertos y veinte heridos
durante el transcurso de la lucha.
Al caer Maffo, no queda una sola fuerza enemiga entre Bayamo
y Santiago de Cuba. En cuarentaicinco [sic] días las fuerzas de las
columnas uno y tres, han ocupado más de 700 armas, 186 000 balas y han
ocasionado al enemigo, entre prisioneros, muertos y heridos, cerca de mil
bajas. Sumados a los que se han ocupado en otras partes de la provincia de
Oriente en los últimos dos meses pasan de dos mil el número total de armas
arrebatadas a las fuerzas enemigas.
La batalla de Santiago de Cuba comenzará de un momento a
otro. De cinco a seis mil soldados enemigos defienden la ciudad; las
fuerzas de las columnas uno y tres, que en cuatro semanas han liberado los
pueblos de Jiguaní, Baire, Contramaestre, Maffo y Palma Soriano, unidas
ahora con las columnas 9 y 10 tomarán también a Santiago de Cuba, donde se
librará una batalla decisiva.
Fidel Castro Ruz
Comandante Jefe
MIÉRCOLES
31
[Carta al coronel José Rego Rubido, jefe de la Plaza Militar
de Santiago de Cuba]
EJÉRCITO REBELDE
COMANDANCIA GENERAL
Territorio Libre de Cuba
31 de Diciembre de 1958.
Sr. Coronel:
Un lamentable error se ha producido en la trasmisión a usted
de mis palabras. Tal vez se debió a la premura con que respondí a su nota
y a lo apurado de la conversación que sostuve con el portador. Yo no le
dije que la condición planteada por nosotros en los acuerdos que se
tomaron era la rendición de la plaza de Santiago de Cuba a nuestras
Fuerzas. Hubiese sido una descortesía con nuestro visitante y una
proposición indigna y ofensiva para los militares que tan fraternalmente
se han acercado a nosotros.
La cuestión es otra: se había llegado a un acuerdo y se
adoptó un plan entre el líder del movimiento militar y nosotros. Debía
comenzar a realizarse el día treinta y uno a las tres p.m. Hasta los
detalles se acordaron después de analizar cuidadosamente los problemas que
debían afrontarse. Se iniciaría con el levantamiento de la guarnición de
Santiago de Cuba. Persuadí al General C. [Cantillo] de las ventajas de
comenzar por Oriente y no en Columbia, por recelar el pueblo grandemente
de cualquier golpe en los Cuarteles de la Capital de la República y lo
difícil que iba a ser en ese caso vincular la ciudadanía al movimiento. Él
coincidía plenamente con mis puntos de vista; se preocupaba sólo por el
orden en la Capital y acordamos medidas para conjurar el peligro.
Se trataba de una acción unida de los militares, el pueblo y
nosotros; un tipo de movimiento revolucionario que desde el primer
instante contaría con la confianza de la Nación entera. De inmediato y de
acuerdo con lo que se convino suspendimos las operaciones que se estaban
llevando a cabo y nos dimos a la tarea de realizar nuevos movimientos de
fuerzas hacia otros puntos, como Holguín, donde la presencia de conocidos
esbirros hacía casi segura la resistencia al Movimiento Militar
Revolucionario.
Cuando ya todos los preparativos estaban listos por nuestra
parte, recibo la nota de ayer donde se me daba a entender que no se
llevaría [a cabo] la acción acordada. Al parecer hacía otros planes, pero
no se me informaba cuáles ni por qué. De hecho ya no era cosa nuestra la
cuestión. Teníamos simplemente que esperar. Unilateralmente se
cambiaba todo. Se ponía en riesgo a las fuerzas nuestras, que de acuerdo
con lo que se contaba habían sido enviadas a operaciones difíciles;
quedábamos sujetos además a todos los imponderables. Cualquier riesgo del
General C. en sus frecuentes viajes a La Habana, se convertiría
militarmente para nosotros en un desastre. Reconozca usted que todo está
muy confuso en este instante y que Batista es un individuo hábil y taimado
que sabe maniobrar. ¿Cómo puede pedírsenos que renunciemos a todas las
ventajas obtenidas en las operaciones de las últimas semanas, para
ponernos a esperar pacientemente que los hechos se produzcan? Bien aclaré
que no podía ser una acción de los militares solos; para eso realmente no
había que esperar los horrores de dos años de guerra. Cruzarnos de brazos
en los momentos decisivos es lo único que no se nos puede pedir a los
hombres que no hemos descansado en la lucha contra la opresión desde hace
siete años. Aunque ustedes tengan la intención de entregar el Poder a los
revolucionarios, no es el Poder en sí lo que a nosotros nos interesa, sino
que la revolución cumpla su destino.
Me preocupa incluso que los militares por un exceso
injustificado de escrúpulos, faciliten la fuga de los grandes culpables,
que marcharán al extranjero con sus grandes fortunas para hacer desde allí
todo el daño posible a nuestra causa. Personalmente, puedo añadirle que el
Poder no me interesa, ni pienso ocuparlo. Velaré sólo porque no se frustre
el sacrificio de tantos compatriotas, sea cual fuere mi destino posterior.
Espero que estas honradas razones que con todo respeto a su dignidad de
militares les expongo, las comprendan. Tengan la seguridad de que no están
tratando con un ambicioso ni con un insolente. Siempre he actuado con
lealtad y franqueza en todas mis cosas. Nunca se podrá llamar triunfo a lo
que se obtenga con doblez y engaño. El lenguaje de honor que ustedes
entienden es el único que yo sé hablar.
Nunca se mencionó en la reunión con el General C. la palabra
rendición, lo que ayer dije y reitero hoy es que a partir de las tres de
la tarde del día treinta y uno, fecha y hora acordadas, no podíamos
prorrogar la tregua con relación a Santiago de Cuba, porque eso podría
perjudicar extraordinariamente a nuestra causa.
Nunca una conspiración es segura. Anoche llegó aquí el rumor
de que el general C. había sido detenido en La Habana; que varios jóvenes
habían aparecido asesinados en el cementerio de Santiago de Cuba; tuve la
sensación de que habíamos perdido el tiempo miserablemente. Aunque
afortunadamente hoy parece comprobarse que el general C. se encuentra en
su puesto, ¿qué necesidad tenemos de correr esos riesgos?
Lo que dije al mensajero en cuanto a rendición, que no fue
transmitido literalmente y pareció motivar las palabras de su nota de hoy,
fue lo siguiente: que si se rompían las hostilidades por no cumplirse lo
acordado, nos veríamos obligados a atacar la plaza de Santiago de Cuba, lo
que es inevitable, dado que en ese sentido hemos encaminado nuestro
esfuerzo en los últimos meses, en cuyo caso una vez iniciada la operación
exigiríamos la rendición de las fuerzas que la defienden. Esto no quiere
decir que pensemos que se rindan sin combatir, porque yo sé que aun sin
razón para combatir, porque lo han hecho en defensa de una causa infame,
los militares cubanos defienden las posiciones con tozudez y nos han
costado muchas vidas; quise decir sólo que después que se haya derramado
la sangre de nuestros hombres por la conquista de un objetivo, no podía
aceptarse otra solución, ya que aunque nos cueste muy caro, dada las
condiciones actuales de las fuerzas que defienden al régimen, las cuales
no podrán prestar apoyo a esa ciudad, ésta caerá inexorablemente en
nuestras manos. Ese ha sido el objetivo básico de todas nuestras
operaciones los últimos meses y un plan de esa envergadura no puede
suspenderse por una semana sin graves consecuencias, caso de que el
Movimiento Militar se frustre, perdiéndose además el momento oportuno que
es éste, cuando la dictadura está sufriendo grandes reveses en las
provincias de Oriente y Las Villas. Se nos pone en el dilema de renunciar
a las ventajas de nuestras victorias o atacar; un triunfo seguro a cambio
de un triunfo probable. ¿Cree usted que con la nota de ayer, ambigua y
lacónica, contentiva de una decisión unilateral, pueda yo incurrir en la
responsabilidad de mantener en suspenso los planes?
Como militar que es, reconozca que se nos pide un imposible.
Ustedes no han dejado un minuto de hacer trincheras; esas trincheras las
pueden utilizar contra nosotros un Pedraza, un Pilar García o un
Cañizares, si el General C. es relevado del Mando y con él sus hombres de
confianza. No se nos puede pedir que permanezcamos ociosos. Vea usted que
se nos coloca en una situación absurda. Aunque defiendan con valor sus
armas no nos queda más remedio que atacar, porque nosotros también tenemos
obligaciones muy sagradas que cumplir. Más que aliados deseo que los
militares honorables y nosotros seamos compañeros de una sola causa, que
es la de Cuba, pero ahí señor Coronel hay millares de soldados que
defienden todavía el pabellón de la tiranía.
Deseo por encima de todo que usted y sus compañeros no se
hagan una idea errónea de mi actitud y de mis sentimientos. He sido
extenso para evitar que se confundan o tergiversen los conceptos.
Respecto a la tácita suspensión del fuego en la zona de
Santiago de Cuba, para evitar toda duda ratifico que aunque en cualquier
instante antes de que se inicien los combates podemos reanudar las
conversaciones, a partir de hoy debe quedar advertido que el ataque se va
a producir de un momento a otro y que por ninguna razón volveré a
suspender los planes ya que todo esto, como son cuestiones que se tramitan
en secreto, puede sembrar la confusión en el pueblo y perjudicar la moral
de nuestros combatientes.
Atentamente,
LIBERTAD O MUERTE
FIDEL CASTRO RUZ
Al pueblo de Cuba
Compatriotas:
Pocas veces suelo venir a los micrófonos de Radio Rebelde,
porque son muchas mis obligaciones como Comandante de las Fuerzas
Rebeldes. Lo hago sólo en circunstancias especiales cuando considero un
deber ineludible hablarle al pueblo.
Hoy vengo a decirle a nuestro pueblo que la Dictadura está
vencida. Es posible que la caída de Batista sea cuestión ya de 72 horas. A
estas horas luce evidente que el régimen no puede resistir por más tiempo.
Las fuerzas que lo defienden se están resquebrajando en todas partes. El
Ejército Rebelde tiene 10 mil soldados de la tiranía copados en la
provincia de Oriente. Sin embargo, yo tengo que hablarle hoy muy
claramente al pueblo.
Altos oficiales del Ejército están... [doc. incompleto]
Hay muchos intereses que están tratando de evitar el triunfo
pleno de la Revolución. Le quieren escamotear al pueblo y al Ejército
Rebelde la Victoria. Altos oficiales del Ejército que han estado sirviendo
[a] la odiosa tiranía durante 7 años, convencidos de que si la guerra dura
15 días más nuestras fuerzas hacen rendir a todas las guarniciones de la
Isla, [doc. incompleto].
Palma Soriano, 31 Dic./58
INSTRUCCIONES A LOS COORDINADORES PROVINCIALES Y MUNICIPALES
DEL 26 DE JULIO
En estos momentos en que la tiranía se desploma, los
dirigentes del 26 de Julio en cada localidad deben asumir provisionalmente
el gobierno de cada municipio.
Posteriormente y previa investigación por un Comité
designado por la Comandancia General, serán nombrados los comisionados
municipales y provinciales, que regirán hasta que se convoquen elecciones
generales.
Fidel Castro Ruz
Comandante-Jefe |