Conclusiones
1. Los primeros vestigios de presencia árabe y berberisca en Cuba
datan del siglo XVI, con procedencia hispano-morisca,
moriscanorafricana, así como árabe y berberisca, procedente del
Norte de África. La mayoría de los pobladores eran esclavos
reclutados por las expediciones piráticas españolas en el
Mediterráneo. Los hombres libres que arribaron al país eran moriscos
conversos al cristianismo, clasificados por España como "nuevamente
convertidos", quienes violaban la legislación oficial que prohibía
su estancia en el Nuevo Mundo.
2. Aunque es desconocida la magnitud de la influencia del primer
poblamiento, la cantidad de estos componentes no debió generar una
huella visible; la casi absoluta presencia masculina generó
irremisiblemente relaciones etnomatrimoniales mixtas.
3. El componente árabe emigrado directamente del Próximo Oriente
desde el siglo XIX fue una suma de nacionalidades de habla árabe
(libaneses, palestinos, sirios, egipcios, iraquíes, argelinos,
libios, marroquíes y yemenitas) cuyo distingo étnico fue marcado
nominalmente por la diversidad confesional (cristianos maronitas,
ortodoxos, melkitas, asido-caldeos, latinos, musulmanes de las dos
vertientes y drusos).
4. El asentamiento de los levantinos en Cuba tuvo un carácter
etnodisperso y en dos casos (Centro Habana y Santiago de Cuba) fue
de tipo etnoareal al reunirse en un territorio determinado un
considerable grupo de familias árabes con el consecuente desarrollo
de sus actividades económicas, cultuales y asociativas.
5. La agrupación social de los inmigrantes fue inicialmente a nivel
de etnos-nacionalidad y en ocasiones tuvo rasgos supranacionales,
pues mezclaba en jjna sociedad a los árabes, independientemente del
OES de procedencia. Ninguna organización tuvo carácter patronímico,
familiar o territorial-aldeano. Las sociedades eran de tipo benéfico
y recreativo. Por excepción algunas tuvieron fines político y/o
religioso.
6. En el aspecto familiar, las primeras generaciones de inmigrantes
practicaron los matrimonios intraétnicos, es decir dentro de su
propia nacionalidad o supranacionalidad (la árabe), distinguiéndose
las parejas que emigraban casadas y las que contrajeron matrimonio
en la Isla. Sin embargo, la mixtura étnica se impuso gradualmente
debido, entre otras causas, al pronunciado nivel de masculinidad y
soltería de los inmigrados y posteriormente a la pérdida de las
causas y significado de la endogamia para los hijos y nietos de los
inmigrantes nacidos en Cuba.
7. La estructura genealógica fue simple, pues los campesinos y
comerciantes árabes no practicaban el culto ancestral ni la
conservación de extensas genealogías, como sucedía con la clase
aristocrática islamita. En Cuba, por ende, los árabes tampoco
establecieron una relación de linaje genealógico sino vínculos de
afinidad derivados del matrimonio, poniéndose en contacto social y
comercial decenas de personas ligadas entre sí, como cuñados y
suegros, y otros lazos de entrecruzamiento interpersonal que
conformaban un grupo. La visión familiar era futurista.
8. La tradicionalidad de matrimonios entre primos fue practicada con
frecuencia por los inmigrantes. Los cristiano-maronitas y
griego-ortodoxos realizaron en Cuba matrimonios de consanguinidad,
herencia de su tradición cultural endógena.
9. El comercio textil minorista especializado en confecciones de
ropa y otros rubros, así como el desarrollo de la importación
almacenista fue el renglón ocupacional fundamental, que tuvo como
Paso primigenio la venta ambulatoria de mercancías en la ciudad y el
campo.
10. Los árabes emigrados a Cuba eran representantes de una comunidad
étnica cuyo núcleo fundamental se ubicaba y ubica en un grupo de OES
de África del Norte y el Cercano Oriente. Constituyeron un grupo
étnico de transición, fundamentalmente en toda la etapa neocolonial
y al final de ella, listo para integrarse al etnosnación cubano. La
adquisición de la ciudadanía cubana por un número de ellos fue un
paso jurídico importante para el proceso etnoasimilativo.
11. La necesidad de vincularse al mundo exterior como comerciantes,
el relativo desequilibrio de sexos, los matrimonios mixtos, la
pérdida progresiva de sus prácticas religiosas endémicas, y la
emigración de muchos nativos, coadyuvaron a la asimilación del
bloque étnico de oriundez levantina, que se integra en la actualidad
en la Unión Árabe de Cuba, fundada el 4 de abril de 1979;
unificación oportuna de todos los residentes árabes y sus
descendientes, en los esfuerzos por rescatar el legado ancestral y
luchar por la patria definitiva, Cuba.
El libro |
Indice |
Introducción
Capítulo I |
Capítulo II |
Capítulo III |
Capítulo IV |
Capítulo V
Capítulo VI |
Capítulo VII |
Capítulo VIII
Conclusiones |
Glosario |
Anexos |
Apellidos
Apéndice I |
Apéndice II |
Apéndice III |
Bibliografía |
Agradecimientos
El autor |