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Intriga que no lleva a ninguna parte. |
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Por Margarita Alarcón
El juicio finalmente se llevó a cabo. Concluyó el pasado sábado luego de dos días de interrogatorios por parte de la fiscalía y la defensa. El acusado, Alan Gross, el acusador, el gobierno de Cuba.
El Sr. Gross lleva 15 meses detenidos en Cuba esperando que se le celebrara el juicio luego de haber sido hallado culpable de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado -según la acusación formulada por la fiscalía En el pasado había realizado siete viajes a la isla, este fue el octavo. En esta ultima occasion, el Sr. Gross traía consigo equipos electrónico muy especifico (BGAN-Inmarsat) que básicamente le facilitan al usuario acceder a conexiones de banda ancha para así emitir y recibir toda suerte de información. Los BGAN no son legales en Cuba. El gobierno cubano solo los autoriza en casos extremos y solo a la prensa extranjera que debe solicitar un permiso especial tanto para la entrada de dicho equipo como para su uso.
Alan Gross trabajaba para DAI (Alternativas de Desarrollo Inc según sus siglas en ingles) una agencia contratada por USAID. Gross ha reconocido “haber sido utilizado y engañado por la DAI” y acusó a esa agencia “de haberlo puesto en peligro y conducirlo a su situación actual; de arruinar la vida y la economía de su familia”. Se declaró “culpable” y ahora espera el veredicto y la sentencia.
Alan Gross y su familia son ahora las más recientes victimas de otra jugarreta desde los Estados Unidos, jugarreta que ya llevan más de medio siglo incitadas desde el Sur de la Florida o Nueva Jersey. Últimamente no importa a que partido perteneces, si de Cuba se trata ya sea a favor o en contra, el tema va a ser bi partita.
Al otro lado del estrecho de la Florida hay unos políticos que andan al ataque con otro tema relacionado con la isla. Dos senadores, el republicano Marco Rubio (Florida) y el demócrata Bob Menéndez (Nueva Jersey), presentaron una enmienda de ley que prohibiría los vuelos directos desde Estados Unidos a países considerados patrocinadores de terrorismo, entre ellos Cuba, algo que dicho sea de paso, el Coronel Lawrence Wilkerson lleva buen tiempo discutiendo que es un absurdo. (Para los que no están al tanto, Wilkerson es un militar de carrera, es republicano y fue el jefe de gabinete del antiguo Secretario de Estado General Colin Powell).
Hay un presupuesto de $20 millones establecido por el Departamento de Estado para subvencionar programas en pos de la “democracia” en Cuba para el 2010, la mayoría de estos “programas” son subversivos y tienen la clara intención de socavar al gobierno cubano. Ambos hechos francamente, son el tipo de cosa que es considerado ilegal en cualquier parte, incluyendo en los Estados Unidos.
Por un lado tenemos a Alan Gross, que no debió de haber estado aquí desde un inicio y mucho menos bajo pretensiones falsas. Por otro lado tenemos a dos miembros del cuerpo legislativo de los Estados Unidos oponiéndose a la posibilidad de viajes abiertos y diáfanos. ¿Por qué esta obsesión con jugar al enredo y al engaño?
Sería mucho más productivo, de hecho, eliminar los vuelos charter y en su lugar establecer vuelos comerciales directos desde al menos 5 puertos de salida desde los EEUU. Esto lleva mucho tiempo que debió de haber sido un hecho consumado entre Cuba y su vecino más cercano.
El Departamento de Estado podría entonces emplear esos mismo $20 millones para establecer misiones de intercambios y estudio en campos como por ejemplo las campañas de vacunación y la educación, por mencionar par de cosas.
Alan Gross nunca debió de haber sido enviado a Cuba como un seudo espía bajo pretensiones falsas; los norteamericanos debería gozar del derecho de viajar directa y libremente, no hay necesidad de seguir esta guerrita de socavar incesantemente al gobierno de Cuba, hay en cambio mucha necesidad de establecer intercambios políticos, sociales, culturales y científicos. Abiertos y directos. |
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