Primera
parte
Hago
un alto en las tareas que ocupan la totalidad de mi tiempo en estos días, para
dedicar unas palabras a la singular oportunidad que ofrece para la ciencia
política el sexagésimo sexto período
de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El
acontecimiento anual demanda un singular esfuerzo de los que asumen las más
altas responsabilidades políticas en muchos países. Para estos, constituye una
dura prueba; para los aficionados a ese arte, que no son pocos ya que a todos
afecta vitalmente, resulta difícil sustraerse a la tentación de observar el
interminable pero instructivo espectáculo.
Existen, en primer lugar,
infinidad de temas peliagudos y conflictos de intereses. Para gran número de los
participantes es necesario tomar posición sobre hechos que constituyen
flagrantes violaciones de principios. Por ejemplo: ¿qué posición adoptar sobre
el genocidio de la OTAN en Libia? ¿Desea alguien dejar constancia de que bajo su
dirección el gobierno de su país apoyó el monstruoso crimen realizado por
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, cuyos sofisticados aviones de combate,
con o sin piloto, llevaron a cabo más de veinte mil misiones de ataque contra un
pequeño Estado del Tercer Mundo que cuenta apenas con seis millones de
habitantes, alegando las mismas razones que ayer se utilizaron para atacar e
invadir Serbia, Irak, Afganistán y hoy amenazan con hacerlo en Siria o cualquier
otro país del mundo?
¿No
fue precisamente el Gobierno del Estado anfitrión de la ONU quien ordenó la
carnicería de Vietnam, Laos y Cambodia, el ataque mercenario de Bahía de
Cochinos en Cuba, la invasión de Santo Domingo, la “Guerra Sucia” en Nicaragua,
la ocupación de Granada y Panamá por las fuerzas militares de Estados Unidos y
la masacre de panameños en El Chorrillo? ¿Quién promovió los golpes militares y
los genocidios en Chile, Argentina y Uruguay, que costaron decenas de miles de
muertos y desaparecidos? No hablo de cosas ocurridas hace 500 años, cuando los
españoles iniciaron el genocidio en América, o hace 200 cuando los yanquis
exterminaban indios en Estados Unidos o esclavizaban africanos, a pesar de que
“todos los hombres nacen libres e iguales” como decía la Declaración de
Philadelphia. Hablo de hechos ocurridos en las últimas décadas y que están
ocurriendo hoy.
Estos
hechos no pueden dejar de recordarse y repetirse cuando tiene lugar un
acontecimiento de la importancia y el relieve de la reunión que se realiza en la
Organización de Naciones Unidas, donde se pone a prueba la entereza política y
la ética de los gobiernos.
Muchos de ellos representan
a países pequeños y pobres necesitados de apoyo y cooperación internacional,
tecnología, mercados y créditos, que las potencias capitalistas desarrolladas
han manejado a su antojo.
A
pesar del monopolio desvergonzado de los medios masivos de información y los
métodos fascistas de Estados Unidos y sus aliados para confundir y engañar a la
opinión mundial, la resistencia de los pueblos crece, y eso puede apreciarse en
los debates que se están produciendo en Naciones Unidas.
No
pocos líderes del Tercer Mundo, pese a los obstáculos y las contradicciones
indicadas, han expuesto con valentía sus ideas. Las propias voces que emanan de
los gobiernos de América Latina y el Caribe no contienen ya el acento lacayuno y
bochornoso de la OEA, que caracterizó a los pronunciamientos de los Jefes de
Estados en décadas pasadas. Dos de ellos se han dirigido a ese foro; ambos, el
presidente bolivariano Hugo Chávez, mezcla de las razas que integran al pueblo
de Venezuela y Evo Morales, de pura estirpe indígena milenaria, vertieron sus
conceptos en esa reunión, uno a través de un mensaje y el otro a viva voz,
respondiendo al discurso del Presidente yanki.
Telesur transmitió los tres
pronunciamientos. Gracias a eso pudimos conocer desde la noche del martes 20 el
mensaje del Presidente Chávez, leído detenidamente por Walter Martínez en su
programa Dossier. Obama pronunció su discurso la mañana del miércoles como Jefe
de Estado del país anfitrión de la ONU, y Evo pronunció el suyo en las primeras
horas de la tarde de ese propio día. En aras de la brevedad tomaré párrafos
esenciales de cada texto.
Chávez no pudo asistir
personalmente a la cumbre de Naciones Unidas, tras 12 años de lucha sin descanso
un solo día que puso en riesgo su vida y afectó su salud y hoy lucha
abnegadamente por su plena recuperación. Era difícil sin embargo que su mensaje
valiente no abordara el tema más álgido de la histórica reunión. Lo transcribo
casi íntegramente:
“Dirijo estas palabras a la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, […] para ratificar,
en este día y en este escenario, el total apoyo de Venezuela al reconocimiento
del Estado palestino: al derecho de Palestina a convertirse en un país libre,
soberano e independiente. Se trata
de un acto de justicia histórico con un pueblo que lleva en sí, desde siempre,
todo el dolor y el sufrimiento del mundo.
“El gran filósofo francés
Gilles Deleuze, […] dice con el
acento de la verdad: “La causa palestina es ante todo el conjunto de injusticias
que este pueblo ha padecido y sigue padeciendo.” Y también es, me atrevo
agregar, una permanente e indoblegable voluntad de resistencia que ya está
inscrita en la memoria heroica de la condición humana. […] Mahmud Darwish, voz
infinita de la Palestina posible, nos habla desde el sentimiento y la conciencia
de este amor: ‘No necesitamos el recuerdo/ porque en nosotros está el Monte
Carmelo/ y en nuestros párpados está la hierba de Galilea./ No digas: ¡si
corriésemos hacia mi país como el río!/ ¡No lo digas!/ Porque estamos en la
carne de nuestro país/ y él está en nosotros.’
“Contra quienes sostienen,
falazmente que lo ocurrido al pueblo palestino no es un genocidio, el mismo
Deleuze sostiene con implacable lucidez: ‘En todos los casos se trata de hacer
como si el pueblo palestino no solamente no debiera existir, sino que no hubiera
existido nunca. Es, cómo decirlo,
el grado cero del genocidio: decretar que un pueblo no existe; negarle el
derecho a la existencia’.”
“…la resolución del
conflicto del Medio Oriente pasa, necesariamente, por hacerle justicia al pueblo
palestino; este es el único camino para conquistar la paz.
“Duele e indigna que
quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia, se hayan
convertido en verdugos del pueblo palestino; duele e indigna que la herencia del
Holocausto sea la Nakba. E indigna, a secas, que el sionismo siga haciendo uso
del chantaje del antisemitismo contra quienes se oponen a sus atropellos y a sus
crímenes. Israel ha
instrumentalizado e instrumentaliza, con descaro y vileza, la memoria de las
víctimas. Y lo hace para actuar, con total impunidad, contra Palestina. De paso,
no es ocioso precisar que el antisemitismo es una miseria occidental, europea,
de la que no participan los árabes.
No olvidemos, además, que es el pueblo semita palestino el que padece la
limpieza étnica practicada por el Estado colonialista
israelí.”
“…una cosa es rechazar al
antisemitismo, y otra muy diferente aceptar pasivamente que la barbarie sionista
le imponga un régimen de apartheid al pueblo palestino. Desde un punto de vista ético, quien
rechaza lo primero, tiene que condenar lo segundo.”
“… el sionismo, como visión
del mundo, es absolutamente racista. Las palabras de Golda Meir, en su aterrador
cinismo, son prueba fehaciente de ello:
‘¿Cómo vamos a devolver los territorios ocupados? No hay nadie a quien devolverlos. No hay
tal cosa llamada palestinos. No era
como se piensa que existía un pueblo llamado palestino, que se considera él
mismo como palestino y que nosotros llegamos, los echamos y les quitamos su
país. Ellos no
existían.’”
“Léase y reléase ese
documento que se conoce históricamente como Declaración de Balfour del año
1917: el Gobierno británico se
arrogaba la potestad de prometer a los judíos un hogar nacional en Palestina,
desconociendo deliberadamente la presencia y la voluntad de sus habitantes. Hay que acotar que en Tierra Santa
convivieron en paz, durante siglos, cristianos y musulmanes, hasta que el
sionismo comenzó a reivindicarla como de su entera y exclusiva
propiedad.”
“Al concluir la Segunda
Guerra Mundial, se exacerbaría la tragedia del pueblo palestino, consumándose la
expulsión de su territorio y, al mismo tiempo, de la historia. En 1947 la ominosa e ilegal resolución
181 de las Naciones Unidas recomienda la partición de Palestina en un Estado
judío, un Estado árabe y una zona bajo control internacional (Jerusalén y
Belén). Se concedió, […] el 56% del territorio al sionismo para la constitución
de su Estado. De hecho, esta resolución violaba el derecho internacional y
desconocía flagrantemente la voluntad de las grandes mayorías árabes: el derecho
de autodeterminación de los pueblos se convertía en letra
muerta.”
“…contra lo que Israel y
Estados Unidos pretenden hacerle creer al mundo, a través de las transnacionales
de la comunicación, lo que aconteció y sigue aconteciendo en Palestina,
digámoslo con Said, no es un conflicto religioso: es un conflicto político, de
cuño colonial e imperialista; no es un conflicto milenario sino contemporáneo;
no es un conflicto que nació en el Medio Oriente sino en
Europa.
“¿Cuál era y cuál sigue
siendo el meollo del conflicto?: Se privilegia la discusión y consideración de
la seguridad de Israel, y para nada la de Palestina. Así puede corroborarse en
la historia reciente: basta con recordar el nuevo episodio genocida
desencadenado por Israel a través de la operación ‘Plomo Fundido’ en
Gaza.
“La seguridad de Palestina
no puede reducirse al simple reconocimiento de un limitado autogobierno y
autocontrol policiaco en sus ‘enclaves’ de la ribera occidental del Jordán y en
la franja de Gaza, dejando por fuera no solo la creación del Estado palestino,
sobre las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén oriental como su capital,
los derechos de sus nacionales y su autodeterminación como pueblo, sino,
también, la compensación y consiguiente vuelta a la Patria del 50% de la
población palestina que se encuentra dispersa por el mundo entero, tal y como lo
establece la resolución 194.
“Es increíble que un país
(Israel) que debe su existencia a una resolución de la Asamblea General, pueda
ser tan desdeñoso de las resoluciones que emanan de las Naciones Unidas,
denunciaba el padre Miguel D’Escoto cuando pedía el cese de la masacre contra el
pueblo de Gaza, a finales de 2008 y principios de 2009.”
“Es imposible ignorar la
crisis de Naciones Unidas. Ante esta misma Asamblea General sostuvimos, en el
año 2005, que el modelo de Naciones Unidas se había agotado. El hecho de que se haya postergado el
debate sobre la cuestión palestina, y que se le esté saboteando abiertamente, es
una nueva confirmación de ello.
“Desde hace ya varios días
Washington viene manifestando que vetará en el Consejo de Seguridad lo que será
resolución mayoritaria de la Asamblea General: el reconocimiento de Palestina
como miembro pleno de la ONU. Junto
a las Naciones hermanas que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA), en la Declaración de reconocimiento del Estado
palestino, hemos deplorado, desde ya, que tan justa aspiración pueda ser
bloqueada por esta vía. Como
sabemos, el imperio, en este y en otros casos, pretende imponer un doble
estándar en el escenario mundial: es la doble moral yanqui que viola el derecho
internacional en Libia, pero permite que Israel haga lo que le dé la gana,
convirtiéndose así en el principal cómplice del genocidio palestino a manos de
la barbarie sionista. Recordemos
unas palabras de Said que meten el dedo en la llaga: ‘Debido a los intereses de
Israel en Estados Unidos, la política de este país en torno a Medio Oriente es,
por tanto, israelocéntrica.’”
“Quiero finalizar con la
voz de Mahmud Darwish en su memorable poema: ‘Sobre esta tierra hay algo que
merece vivir: sobre esta tierra está la señora de la tierra, la madre de los
comienzos,/ la madre de los finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando
Palestina./ Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco
vivir.’”
“Se seguirá llamando
Palestina: ¡Palestina vivirá y vencerá! ¡Larga vida a Palestina libre, soberana
e independiente!
“Hugo Chávez Frías
“Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela”.
Cuando la reunión se inició
en la mañana siguiente sus palabras estaban ya en el corazón y la mente de las
personas allí reunidas.
El
líder bolivariano nunca fue enemigo del pueblo judío. Hombre de particular
sensibilidad, detestaba profundamente el brutal crimen cometido por los nazis
contra niños, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos en los campos de
concentración donde también fueron víctimas de atroces crímenes e intento de
exterminio los gitanos, que nadie sin embargo recuerda y nunca se mencionan.
Igualmente cientos de miles de rusos perecieron en esos campos de exterminio
como raza inferior en el concepto racial nazi.
Cuando Chávez regresó a su
país, procedente de Cuba, la noche del jueves 22 de septiembre, se refirió con
indignación al discurso pronunciado por Barack Obama en las Naciones Unidas.
Pocas veces lo escuché hablar con tanto desencanto sobre un líder al que trataba
con determinado respeto, como una víctima de la propia historia de la
discriminación racial en Estados Unidos. Nunca lo consideró capaz de actuar como
lo habría hecho George Bush y conservaba un recuerdo respetuoso de las palabras
intercambiadas con él en la reunión de Trinidad y Tobago.
“Ayer estuvimos oyendo un
conjunto de discursos, anteayer también, allá en Naciones Unidas, discursos
precisos como el de la presidenta Dilma Rousseff; discurso de alto valor ético
como el del presidente Evo Morales; un discurso que pudiéramos catalogar como un
monumento al cinismo, el discurso del presidente Obama, es un monumento al
cinismo que su propia cara delataba, su propia cara era un poema; un hombre
llamando a la paz, imagínate tú, Obama llamando a la paz, ¿con qué moral? Un monumento histórico al cinismo el
discurso del presidente Obama.
“Discursos precisos,
orientadores, estuvimos oyendo: el
del presidente Lugo, el de la presidenta argentina, fijando posiciones valientes
ante el mundo.”
Cuando se inició la reunión
de Nueva York la mañana del miércoles 21 de septiembre, el Presidente de Estados
Unidos, --tras las palabras de la Presidenta de Brasil que inició los debates, y
después de la presentación de rigor-- ocupó el podio e inició su
discurso.
“En siete décadas, ―comenzó
diciendo― cuando la ONU impidió que hubiese una Tercera Guerra Mundial, seguimos
en un mundo marcado por el conflicto y plagado de pobreza; cuando proclamamos
nuestro amor por la paz y odio por la guerra, sigue habiendo convulsiones en el
mundo que nos ponen a todos en peligro.”
No se sabe cuál sería el
momento en que según Obama, la ONU impidió una Tercera Guerra
Mundial.
“Asumí el cargo en un
momento de dos guerras para Estados Unidos, una guerra contra el extremismo, que
nos llevó a la guerra; en primer lugar, Osama Bin Laden y su organización
Al-Qaeda seguían libres. Hoy
establecimos una nueva dirección, al final de este año las operaciones militares
en Iraq van a terminar, vamos a tener relaciones normales con un país soberano,
miembro de la comunidad de naciones.
Esa alianza se fortalecerá con el fortalecimiento de Iraq, de su fuerza
de seguridad, de su gobierno, de su pueblo y también de sus
aspiraciones.”
¿De qué país está realmente
hablando Obama?
“Al poner fin a la guerra
en Iraq, Estados Unidos y sus aliados comenzarán la transición en Afganistán;
tenemos un país en Afganistán que puede asumir la responsabilidad del futuro de
su país, a medida que lo hacen vamos sacando nuestras propias fuerzas y vamos
construyendo una alianza solidaria con el pueblo afgano. No debe haber duda, entonces, de que la
ola de la guerra está revirtiéndose.
“Asumí el poder cuando
miles de estadounidenses servían en Afganistán y en Iraq, al final de este año
ese número va a reducirse a la mitad y seguirá disminuyendo. Esto es fundamental para la soberanía,
tanto de Iraq como de Afganistán y también esencial para el fortalecimiento de
la ONU y de Estados Unidos, cuando construimos nuestra propia nación; además,
estamos saliendo de allí con una posición fuerte. Hace 10 años había una herida abierta y
hierros retorcidos, un corazón roto en el centro de esta ciudad; hoy cuando se
levanta una nueva torre simboliza la renovación de Nueva York; hoy Al-Qaeda
tiene más presiones que nunca, su liderazgo ha sido degradado, Osama Bin Laden,
un hombre que mató miles de personas de docenas de países, ya no pondrá en
peligro la paz del mundo.”
¿De quién fue aliado Bin
Laden, quién realmente lo entrenó y armó para combatir a los soviéticos en
Afganistán? No fueron los socialistas, ni los revolucionarios en ninguna parte
del mundo.
“Esta década ha sido muy
difícil, […] pero hoy estamos en la encrucijada de la historia, con la
oportunidad de movernos de manera decisiva hacia la paz, para hacerlo debemos
volver a la sabiduría de los que crearon esta institución. Las Naciones Unidas y su Carta, insta a
que nos unamos para mantener la paz y la seguridad
internacionales.”
¿Quién tiene bases
militares en todas partes del mundo, quién es el mayor exportador de armas,
quién posee cientos de satélites espías, quién invierte más de un millón de
millones de dólares anuales en gastos militares?
“Este año ha sido un momento de grandes
transformaciones, más naciones han avanzado para mantener la paz y la seguridad
y más individuos están reclamando su derecho a vivir en paz y en
libertad.”
Cita luego los casos de
Sudán del Sur y Costa de Marfil. No dice que en el primero, las trasnacionales
yanquis se lanzaron sobre las reservas petroleras de ese nuevo país, cuyo
presidente en esa propia Asamblea de la ONU, dijo que era un recurso valioso,
pero agotable y proponía el uso racional y optimo del mismo.
Tampoco expresó Obama que
la paz, en Costa de Marfil, fue alcanzada con el apoyo de los soldados
colonialistas de un eminente miembro de la belicosa OTAN que acaba de lanzar
miles de bombas sobre Libia.
Menciona poco después a
Túnez, y atribuye a Estados Unidos el mérito del movimiento popular que derrocó
al gobierno de ese país, un aliado
del imperialismo.
Más asombroso todavía,
Obama pretende ignorar que Estados Unidos fue el responsable de que en Egipto se
instalara el gobierno tiránico y corrupto de Hosni Mubarak, que ultrajando los
principios de Nasser, se alió al imperialismo, arrebato a su país decenas de
miles de millones y tiranizó a ese valeroso pueblo.
“Hace un año, ―afirma Obama― Egipto había
tenido un presidente durante casi 30 años.
Durante 18 días los ojos del mundo estaban centrados en la plaza Taghir,
donde los egipcios de todas las partes de la sociedad, jóvenes, niños, mujeres,
hombres, musulmanes y cristianos, demandaban sus derechos universales. Vimos en esos manifestantes la fuerza de
no violencia que nos ha llevado de Nueva Delhi a Selma y vimos que el cambio
llegó a Egipto y al mundo árabe por medios pacíficos.”
“Día a día frente a las
balas y a las armas el pueblo libio no renunció a su libertad, y cuando fueron
amenazados por esa atrocidad que hemos visto mucho en los últimos siglos, la ONU
respetó su Carta, el Consejo de Seguridad autorizó las medidas necesarias para
evitar una masacre en Libia. La
Liga Árabe exigió esta intervención, hubo una alianza y una coalición para
evitar el avance de las fuerzas de Gaddafi.”
“Ayer los líderes de una
nueva Libia tomaron su lugar aquí, con nosotros, y esta semana las Naciones
Unidas y Estados Unidos están abriendo su nueva embajada en
Trípoli.
“He aquí cómo la comunidad
internacional debe funcionar, y debería funcionar: las naciones que se unan para
buscar la paz y la seguridad y los individuos que exigen sus derechos.
“Todos nosotros tenemos la
responsabilidad de apoyar a la nueva Libia, el nuevo gobierno libio que enfrenta
transformar esta promesa en una bendición para todos los
libios.”
“El régimen de Gaddafi
acabó, Gbagbo, Ben Ali, Mubarak, ya no están en el poder. Osama Bin Laden se ha ido, y la idea de
que el cambio solamente puede llegar por la violencia ha sido enterrado junto
con él.”
Observen la forma poética
con que Obama despacha el asunto de Bin Laden, cualquiera que haya sido la
responsabilidad de este antiguo aliado, ejecutado con un disparo en el rostro
delante de su esposa y sus hijos, y lanzado al mar desde un portaaviones,
ignorando costumbres y tradiciones religiosas de más de mil millones de
creyentes y principios jurídicos elementales establecidos por todos los sistemas
penales. Tales métodos no conducen ni conducirán jamás a la
paz.
“Algo está pasando en
nuestro mundo, —prosigue respecto a Libia― la manera como las cosas han sido es
como será en el futuro. La mano de
la tiranía ha terminado, los tiranos han sido ignorados y el poder lo tiene
ahora el pueblo. Los jóvenes
rechazan la dictadura, rechazan la mentira de que algunas razas, algunos
pueblos, algunas etnias no merecen la democracia.
“La promesa en papel de que
todos nacemos libres y con el mismo derecho cada vez está más cerca de ser
realidad […] La medida del éxito es si las personas pueden vivir en una
libertad, dignidad y seguridad sustentable, y la ONU y sus miembros deben hacer
lo necesario para apoyar estas aspiraciones básicas, y tenemos más trabajo que
hacer en este sentido.”
De inmediato la emprende
contra otro país musulmán donde como es conocido, sus servicios de inteligencia
junto a los de Israel, asesinan sistemáticamente a los científicos más
destacados de la tecnología militar.
Acto seguido amenaza a
Siria, donde la agresividad yanqui puede conducir a una masacre mucho más
espantosa que la de Libia: “Hoy, hombres, mujeres y niños han sido asesinados y
torturados por el régimen de Siria; miles han sido asesinados, muchos durante el
período sagrado del Ramadán; miles han atravesado la frontera de Siria.
“El pueblo sirio ha
mostrado dignidad y valentía en su búsqueda de justicia, protestando
pacíficamente y muriendo por los mismos valores que esta institución
defiende. Ahora bien, la cuestión
es sencilla: ¿Vamos a apoyar al pueblo sirio o vamos a apoyar a sus
opresores? La ONU ya ha aplicado
sanciones a los líderes sirios.
Apoyamos la transferencia de poder que responda al deseo del pueblo
sirio, y muchos se nos han unido en este esfuerzo; pero por el bien de Siria y
la paz y seguridad del mundo debemos hablar con una sola voz: no hay excusa para
la acción. Ha llegado el momento
para que el Consejo de Seguridad sancione al régimen de Siria y apoye al pueblo
sirio.”
¿Ha quedado acaso algún
país excluido de las amenazas sangrientas de este ilustre defensor de la
seguridad y la paz internacional? ¿Quién concedió a Estados Unidos tales
prerrogativas?
“En la región, debemos
responder a los llamados por el cambio.
En Yemen, mujeres, niñas, hombres se han reunido en las plazas, todos los
días, con la esperanza de que su determinación y el derrame de su sangre lleve a
un cambio. El pueblo estadounidense
apoya esas aspiraciones. Debemos
trabajar con los vecinos y los socios en el mundo para buscar un camino que
lleve a una transición pacífica del gobierno de Saleh, y que haya elecciones
libres y justas lo más pronto posible.
“En Bahrein se han tomado
medidas para la reforma en la rendición de cuentas. Estamos contentos con ello, pero se
requiere mucho más. Somos amigos de
Bahrein, y seguiremos exigiéndoles al gobierno y a los opositores que busquen un
diálogo significativo que llegue a cambios pacíficos y cumpla los deseos del
pueblo. Creemos que el patriotismo
de Bahrein puede ser mayor que el sectarismo que le separa; es difícil, pero se
puede lograr.”
No menciona en absoluto que
allí se encuentra una de las mayores bases militares de la región y que las
transnacionales yanquis controlan y disponen a su antojo de las mayores reservas
de petróleo y gas de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes.
“Creemos que cada nación
debe tener su propio camino para lograr satisfacer las aspiraciones de los
pueblos. No podemos estar de
acuerdo con todos aquellos que se expresan políticamente, pero siempre vamos a
estar defendiendo los derechos universales que fueron apoyados por esta
Asamblea, derechos que dependen de elecciones libres y justas, gobiernos
transparentes y que rindan cuentas, respeto por los derechos de las mujeres y
las minorías, justicia igual y justa.
Eso merece nuestro pueblo.
Estos son los elementos de la paz que pueden
durar.”
“…Estados Unidos va a
seguir apoyando a las naciones que van hacia la democracia con mayor comercio e
inversión, para que la libertad sea seguida por la oportunidad. Continuaremos nuestro compromiso con los
gobiernos, pero también con la sociedad civil, estudiantes, empresarios,
partidos políticos, la prensa, los medios.
“Hemos condenado a los que
violan los derechos humanos e impiden que lleguen a esos países. Castigamos a los que violan esos
derechos, y siempre vamos a servir como una voz de aquellos que han sido
silenciados.”
Después de esta larga
perorata, el insigne Premio Nobel entra en el espinoso tema de su alianza con
Israel que por cierto, no figura entre los privilegiados poseedores de uno de
los más modernos sistemas de armas nucleares y medios capaces de alcanzar
objetivos distantes. Conoce perfectamente bien cuan arbitraria e impopular es
esa política.
“Sé que esta semana hay un
tema que es fundamental en este sentido, para estos derechos. Es una prueba para la política exterior
de Estados Unidos cuando el conflicto entre Israel y palestinos
continúa. Hace un año estuve en
este podio e insté para que hubiese una Palestina libre. Creí entonces, y lo creo hoy, que el
pueblo palestino merece su Estado, pero también dije que una paz genuina solo
puede lograrse entre israelíes y palestinos mismos. Un año después, a pesar de muchos
esfuerzos de Estados Unidos y otros, las partes no han podido salvar sus
diferencias. Ante este
estancamiento he planteado una nueva base de negociaciones, lo hice en mayo
último. Esa base es clara, es
conocida para todos: los israelíes deben saber que cualquier acuerdo debe tener
garantías para su seguridad; los palestinos deben conocer las bases
territoriales de su Estado. Yo sé
que muchos han estado frustrados por la falta de avances, y yo también lo he
estado y lo estoy. La cuestión no
es la meta que buscamos, sino cómo logramos esa meta.”
“La paz exige mucho
trabajo, la paz no va a llegar por resoluciones ni declaraciones ante la ONU, si
fuese tan fácil ya se hubiera logrado.
Los israelíes y los palestinos deben sentarse, y van a vivir juntos, son
ellos los que deben buscar una solución viable en sus fronteras, deben buscar
una solución sobre Jerusalén, sobre los refugiados. La paz depende del acuerdo entre
aquellos que deben vivir juntos después que culminen nuestros discursos, mucho
después de que nosotros hayamos votado.”
Se extiende a continuación
en una larga perorata para explicar y justificar lo inexplicable y lo
injustificable.
“…No hay duda al respecto
de que los palestinos han visto esto retrasado por demasiado tiempo, y es
justamente porque creemos tanto en las aspiraciones del pueblo palestino que
Estados Unidos ha invertido tanto tiempo y tanto esfuerzo en construir un Estado
palestino y negociaciones que puedan cumplir esta meta del Estado palestino;
pero hay que entender esto también, Estados Unidos hizo un compromiso con
la seguridad de Israel, es esencial; nuestra amistad es profunda y duradera con
este Estado israelí.”
“El pueblo judío ha formado
un Estado exitoso y merece reconocimiento y relaciones normales con sus vecinos,
y los amigos de los palestinos no le hacen ningún favor al ignorar esta
verdad.
“…cada lado tiene
aspiraciones legítimas, y eso es parte de lo que hace la paz, algo tan difícil,
y el plazo final solamente podrá romperse cuando cada parte aprenda a estar en
los zapatos del otro, cada parte pueda ver el mundo a través de los ojos
del otro. Eso debemos alentarlo,
debemos promover esto.”
Mientras tanto, los
palestinos permanecen desterrados de su propia patria, sus casas son destruidas
por monstruosos equipos mecánicos y un muro odioso, mucho más alto que el de
Berlín, separa a unos palestinos de otros. Lo mejor que podía haber reconocido
Obama es que los propios ciudadanos israelíes están ya cansados del derroche de
recursos invertidos en la esfera militar, que los priva de paz y de acceso a los
medios elementales de vida. Igual que los palestinos, ellos están sufriendo las
consecuencias de esas políticas impuestas por Estados Unidos y los elementos más
belicosos y reaccionarios del Estado sionista.
“A medida que hacemos
frente a estos conflictos y a estas revoluciones debemos reconocer y recordar
que […] la paz verdadera depende de crear la oportunidad que hace que la vida
valga la pena ser vivida, y para ello debemos confrontar enemigos comunes de la
humanidad: las armas nucleares, la pobreza, la ignorancia y la enfermedad.”
¿Quién entiende este
galimatías del Presidente de Estados Unidos ante la Asamblea
General?
Acto seguido postula su
ininteligible filosofía:
“Para hacer frente a la
destrucción mundial debemos luchar por un mundo sin armas nucleares; en los
últimos dos años comenzamos a andar ese sendero. Desde la Cumbre en Washington muchas
naciones han comenzado a garantizar asegurar su material nuclear contra los
posibles terroristas.”
¿Puede haber terrorismo
mayor que la política agresiva y belicosa de un país cuyo arsenal de armas
nucleares podría destruir varias veces la vida humana en este planeta?
“Estados Unidos va a
continuar trabajando para prohibir la prueba de materiales nucleares y de los
materiales para estas armas nucleares”, nos sigue prometiendo Obama. “Hemos
comenzado, entonces, a avanzar en el sentido correcto. Estados Unidos está comprometido a
cumplir con sus obligaciones; pero cuando cumplimos con nuestras obligaciones
esperamos que las instituciones también ayuden a limitar la expansión de estas
armas […] Irán no ha podido demostrar que su programa de armas nucleares es
pacífico.”
¡Vuelve con la matraquilla!
Pero esta vez Irán no está sola; la acompaña la República Democrática de
Corea.
“Corea del Norte todavía
tiene que tomar medidas para reducir sus armas y reducir su beligerancia contra
el Sur. Hay un futuro de muchas
oportunidades para los pueblos de esas naciones si sus gobiernos cumplen con sus
obligaciones internacionales; pero si continúan en el sendero fuera del derecho
internacional, deben sentir mayores presiones de aislamiento, por eso es que
nuestro compromiso hacia la paz y la seguridad exigen que esto se haga de esta
manera.”
Continuará
mañana.
Fidel Castro
Ruz
Septiembre 25 de
2011
7 y 36 p.m.
(SEGUNDA PARTE Y
FINAL)
Si nuestro Premio Nobel se autoengaña, algo que está por
probar, ello tal vez explique las increíbles contradicciones de sus
razonamientos y la confusión sembrada entre sus oyentes.
No hay un ápice de ética, y ni siquiera de política, en
su intento de justificar su anunciada decisión de vetar cualquier resolución a
favor del reconocimiento de Palestina como Estado independiente y miembro de
Naciones Unidas. Hasta políticos, que en nada comparten un pensamiento
socialista y encabezan partidos que fueron estrechos aliados de Augusto
Pinochet, proclaman el derecho de Palestina a ser miembro de la ONU.
Las palabras de Barack Obama, sobre el asunto principal
que hoy se discute en la Asamblea General de esa organización, sólo pueden ser
aplaudidas por los cañones, los cohetes y los bombarderos de la OTAN.
El resto de su discurso son palabras vacías, carentes de
autoridad moral y de sentido. Observemos por ejemplo cuan huérfanas de ideas
fueron, cuando en el mundo hambriento y saqueado por las transnacionales y el
consumismo de los países capitalistas desarrollados Obama proclama:
“Para superar las enfermedades hay que mejorar los
sistemas de salud. Continuaremos luchando contra el SIDA, la tuberculosis
y el paludismo; nos centraremos en la salud de los adultos y niños, y hay que
detectar y luchar contra cualquier peligro biológico como el H1N1, o una amenaza
terrorista o una enfermedad.”
“Las acciones en materia de cambio climático:
Debemos utilizar los recursos escasos, y continuar el trabajo para construir, en
base a lo que se hizo en Copenhague y Cancún, para que las grandes economías
continúen con su compromiso. Juntos debemos trabajar para transformar la
energía que es el motor de las economías y apoyar a otros que avanzan en sus
economías. Ese es el compromiso para las próximas generaciones, y para
garantizar que las sociedades logren sus potencialidades debemos permitir que
los ciudadanos también logren sus potencialidades.”
Todo el mundo sabe que Estados Unidos no firmó el
Protocolo de Kyoto y ha saboteado todos los esfuerzos por preservar la humanidad
de las terribles consecuencias del cambio climático, a pesar de ser el país que
consume una parte considerable y desproporcionada del combustible y los recursos
mundiales.
Dejemos constancia de las palabras idílicas con que
pretendía engatusar a los hombres de Estado allí reunidos:
“No hay ni una línea recta, ni un solo camino hacia el
éxito, venimos de distintas culturas y tenemos distintas historias; pero no
podemos olvidar que cuando nos reunimos aquí como jefes de distintos gobiernos,
representamos a ciudadanos que comparten las aspiraciones básicas, las
mismas: vivir en dignidad y en libertad; tener educación y lograr las
oportunidades; amar a sus familias, y amar y venerar a sus dioses; vivir en una
paz que hace que la vida valga la pena ser vivida; la naturaleza de un mundo
imperfecto hace que hayamos aprendido estas lecciones cada día.”
“…porque los que vinieron antes que nosotros creían que
la paz es mejor que la guerra, y la paz es mejor que la represión, y que la
prosperidad es mejor que la pobreza. Ese es el mensaje que viene, no de
las capitales, sino de los pueblos, de la gente, y cuando el pilar de esta
institución se fundó, Truman vino y dijo: Las Naciones Unidas básicamente
es la expresión de la naturaleza moral de las aspiraciones del ser humano.
Vivimos en un mundo que cambia a una gran velocidad, esta es una lección que
nunca debemos olvidar. La paz es difícil, pero sabemos que es posible, por
eso es que juntos debemos decidirnos para que esto sea definido por las
esperanzas y no los temores. Juntos debemos lograr la paz, una paz que sea
duradera.
“Muchísimas gracias.”
Escucharlas hasta el final merece algo más que gratitud;
merece un premio.
Como ya expresé, en las primeras horas de la tarde
correspondió el uso de la palabra a Evo Morales Ayma, presidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, quién entro rápidamente en los temas esenciales.
“…hay una clara diferencia sobre la cultura de la vida
frente a la cultura de la muerte; hay una clara diferencia sobre la verdad
frente a la falsedad, una profunda diferencia de la paz frente a la
guerra.”
“…siento que va a ser difícil entendernos con políticas
económicas que concentran el capital en pocas manos. Los datos demuestran
que el 1% de la población en el mundo concentra el 50% de las riquezas. Si
hay esas profundas diferencias, ¿cómo podría resolverse la pobreza? Y si
no acabamos con la pobreza, ¿cómo podría garantizarse una paz
duradera?”
“De niño me acuerdo perfectamente que antes, cuando
había una rebelión de los pueblos contra un sistema capitalista, contra los
modelos económicos de saqueo permanente de nuestros recursos naturales, a los
dirigentes sindicales, a los líderes políticos de tendencia izquierdista les
acusaban de comunistas para detenerlos; a las fuerzas sociales las intervenían
militarmente: confinamientos, exilios, matanzas, persecuciones,
encarcelamientos, acusados de comunistas, de socialistas, de maoístas, de
marxista-leninistas. Siento que eso ahora ha terminado, ahora ya no nos
acusan de marxista-leninistas, sino ahora tienen otros instrumentos como el
narcotráfico y el terrorismo…”
“…preparan intervenciones cuando sus presidentes, cuando
sus gobiernos, cuando los pueblos no son procapitalistas ni
proimperialistas.”
“…se habla de una paz duradera. ¿Cómo puede haber
una paz duradera con bases militares norteamericanas? ¿Como puede haber
paz duradera con intervenciones militares?”
“¿Para qué sirven estas Naciones Unidas, si aquí un
grupo de países deciden intervenciones, matanzas?”
“Si quisiéramos que esta organización, las Naciones
Unidas, tenga autoridad para hacer respetar las resoluciones, pues tenemos que
empezar a pensar en refundar las Naciones Unidas…”
“Cada año en las Naciones Unidas deciden —casi el ciento
por ciento de las naciones, excepto Estados Unidos e Israel— desbloquear,
acabar con el bloqueo económico a Cuba, ¿y quién hace respetar eso? Por
supuesto, el Consejo de Seguridad jamás va a hacer respetar esa resolución de
Naciones Unidas […] No puedo entender cómo en una organización de todos los
países del mundo sus resoluciones no se respetan. ¿Qué es Naciones
Unidas?”
“Quiero decirles que Bolivia no está de espaldas al
reconocimiento de Palestina en Naciones Unidas. Nuestra posición es
que Bolivia da la bienvenida a Palestina a las Naciones Unidas.”
“Ustedes saben, amables oyentes, que yo vengo del
Movimiento Campesino Indígena, y nuestras familias cuando hablan de una empresa
se piensa que la empresa tiene mucha plata, carga mucha plata, son millonarios,
y no podían entender cómo una empresa pida al Estado, que se le preste plata
para la inversión correspondiente.
“Por eso digo que estas entes financieras
internacionales son las que hacen negocio mediante las empresas privadas; ¿pero
quiénes tienen que pagar eso? Justamente son los pueblos, los
Estados.”
“…Bolivia con Chile, tenemos una demanda histórica para
retornar al mar con soberanía al Pacífico, con soberanía. Por eso, Bolivia
ha tomado la decisión de acudir a tribunales internacionales, para demandar una
salida útil soberana al océano Pacífico.
“La Resolución 37/10 de la Asamblea General de la ONU,
15 de noviembre de 1982, establece que ‘acudir a un Tribunal Internacional de
Justicia para resolver litigios entre Estados no debe ser considerado como un
acto inamistoso.’
“Bolivia se ampara en el derecho y la razón para acudir
a un Tribunal Internacional, porque su enclaustramiento es producto de una
guerra injusta, una invasión. Demandar una solución en el ámbito
internacional representa para Bolivia la reparación de una injusticia
histórica.
“Bolivia es un Estado pacifista que privilegia el
diálogo con los países vecinos, y por ello mantiene abiertos los canales de
negociación bilateral con Chile, sin que ello signifique renunciar a su derecho
de acudir a un Tribunal Internacional…”
“Los pueblos no son responsables del enclaustramiento
marítimo de Bolivia, los causantes son las oligarquías, las transnacionales que
como siempre se adueñan de sus recursos naturales.
“El Tratado de 1904 no aportó a la paz ni a la amistad,
ocasionó que por más de un siglo Bolivia no acceda a un puerto
soberano.”
“…en la región América se gesta otro movimiento de los
países de Latinoamérica con el Caribe, yo diría una nueva OEA sin
Estados Unidos, para liberarnos de ciertas imposiciones, felizmente, con la
pequeña experiencia que tenemos en UNASUR. […] ya no necesitamos, si hay algún
conflicto de países […] que vengan desde arriba y afuera a poner
orden.”
“También quiero aprovechar esta oportunidad sobre un
tema central: la lucha contra el narcotráfico. La lucha contra el
narcotráfico es usado por el imperialismo norteamericano con fines netamente
políticos. La DEA de Estados Unidos en Bolivia no luchaba contra el
narcotráfico, controlaba el narcotráfico con fines políticos. Si había
algún dirigente sindical, o había algún dirigente político antiimperialista,
para eso estaba la DEA: para implicarlo. Muchos dirigentes, muchos
políticos nos salvamos de esos trabajos tan sucios desde el imperio para
implicarnos en el narcotráfico. Hasta ahora siguen todavía
intentándolo.”
“Las semanas pasadas decían algunos medios de
comunicación desde Estados Unidos, que el avión de la presidencia estaba
detenido con rastros de cocaína en Estados Unidos. ¡Qué falso!,
tratan de confundir a la población, tratan de hacer una campaña sucia contra el
gobierno, incluso contra el Estado. Sin embargo, ¿qué hace
Estados Unidos? Descertifica a Bolivia y a Venezuela. ¿Qué
autoridad moral tiene Estados Unidos para certificar o descertificar a los
países en Suramérica o en Latinoamérica?, cuando Estados Unidos es el
primer consumidor de drogas del mundo, cuando Estados Unidos es uno de los
productores de marihuana del mundo, primer productor de marihuana del mundo […]
¿Con qué autoridad puede certificar o descertificar? Es otra forma de cómo
amedrentar o intimidar a los países, tratar de escarmentar a los países.
Sin embargo, Bolivia, con mucha responsabilidad, va luchando contra el
narcotráfico.
“En el mismo informe de Estados Unidos, es decir,
del Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce una reducción neta
del cultivo de coca, que ha mejorado la interdicción.
“¿Pero dónde está el mercado? El mercado es el
origen del narcotráfico y el mercado está aquí. ¿Y quién descertifica a
Estados Unidos porque no ha bajado el mercado?
“En la mañana, el presidente Calderón, de México, decía
que el mercado de la droga sigue creciendo y por qué no hay responsabilidades
para erradicar el mercado. […] Hagamos una lucha bajo una corresponsabilidad
compartida. […] En Bolivia no tenemos miedo, y hay que acabar con el secreto
bancario si queremos hacer una lucha frontal contra el narcotráfico.”
“…Una de las crisis, al margen de la crisis del
capitalismo, es la crisis alimentaria. […] tenemos una pequeña experiencia en
Bolivia: se da créditos a los productores de arroz, maíz, trigo y soya,
con cero por ciento de interés, e incluso ellos pueden pagar con sus productos
su deuda, se trata de alimentos; o créditos blandos para fomentar la
producción. Sin embargo, las bancas internacionales nunca toman en cuenta
al pequeño productor, nunca toman en cuenta las asociaciones, las cooperativas,
que muy bien pueden aportar si se les da la oportunidad. […] Tenemos que
terminar con el comercio llamado de competitividad.
“En una competencia, ¿quién gana?, el más poderoso, el
que tiene más ventajas, siempre las transnacionales, ¿y qué es del pequeño
productor?, ¿qué es esa familia que quiere surgir con su propio esfuerzo? […] En
una política de competitividad seguramente nunca vamos a resolver el tema de la
pobreza.
“Pero, finalmente, para terminar esta intervención
quiero decirles que la crisis del capitalismo ya es impagable. […] La crisis
económica del capitalismo no solo es coyuntural, sino es estructural, ¿y qué
hacen los países capitalistas o los países imperialistas?, buscan cualquier
pretexto para intervenir en un país y para recuperar sus recursos
naturales.
“Esta mañana el Presidente de Estados Unidos decía
que Iraq ya se liberó, se van a gobernar ellos. Los iraquíes podrán
gobernarse, ¿pero el petróleo de los iraquíes en manos de quién está ahora?
“Saludaron, dijeron que se acabó la autocracia en Libia,
ahora es la democracia; puede haber la democracia, ¿pero el petróleo de Libia en
manos de quién quedará ahora? […] los bombardeos no eran por culpa de Gaddafi,
por culpa de unos rebeldes, sino que es buscando el petróleo de
Libia.”
“…Por tanto, su crisis, la crisis del capitalismo, la
quieren superar, la quieren enmendar recuperando nuestros recursos naturales, en
base a nuestro petróleo, en base a nuestro gas, nuestros recursos
naturales.
“…tenemos una enorme responsabilidad: defender los
derechos de la Madre Tierra.”
“…la mejor forma de defender los derechos humanos es
ahora defendiendo los derechos de la Madre Tierra […] aquí tenemos una enorme
responsabilidad de aprobar los derechos de la Madre Tierra. Recién hace 60
años aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Recién
hace 60 años atrás se han dado cuenta en las Naciones Unidas que también el ser
humano tiene sus derechos. Después de los derechos políticos, los derechos
económicos, los derechos de los pueblos indígenas, ahora tenemos la enorme
responsabilidad de cómo defender los derechos de la Madre Tierra.
“También estamos convencidos de que el crecimiento
infinito en un planeta finito es insostenible e imposible, el límite del
crecimiento es la capacidad degenerativa de los ecosistemas de la Tierra. […]
hacemos un llamado a […] un nuevo decálogo de reivindicaciones sociales:
en sistemas financieros, sobre los recursos naturales, sobre los servicios
básicos, sobre la producción, sobre la dignidad y la soberanía, y con esta base
empezar a refundar a las Naciones Unidas para que las Naciones Unidas sean la
máxima instancia para la solución en temas de paz, en temas de pobreza, en temas
de dignidad y soberanía de los pueblos del mundo.”
“Esperamos que esta experiencia vivida como Presidente
pueda servir de algo para todos nosotros, como también yo vengo a aprender de
muchos de ustedes para seguir trabajando por la igualdad y la dignidad del
pueblo boliviano.
“Muchísimas gracias.”
Después de los medulares conceptos de Evo Morales, el
Presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas, al que concedieron
el uso de la palabra dos días después, expuso los dramáticos sufrimientos
de los habitantes de Palestina: “…la crasa injusticia histórica perpetrada con
nuestro pueblo, por ello se convino establecer el Estado de Palestina en solo un
22% del territorio de la Palestina y, sobre todo, el territorio palestino que
ocupó Israel en 1967. Tomar ese paso histórico, que aplaudieron los Estados del
mundo, permitió condescender sobre manera para lograr una contemporización
histórica, que permitiría que se lograra la paz en la tierra de la
paz.”
“[…] Nuestro pueblo continuará con la resistencia
pacífica popular a la ocupación de Israel, sus asentamientos y su política de
apartheid, así como la construcción del muro de anexión racista […] armado con
sueños, valor, esperanza y lemas ante la faz de tanques, gas lacrimógeno, buldóceres y balas.”
“…queremos darles la mano al gobierno y al pueblo
israelí para la imposición de la paz, y les digo: construyamos juntos, de manera
urgente, un futuro para nuestros hijos en el que puedan gozar de libertad, de
seguridad y de prosperidad. […] Construyamos relaciones de cooperación que se
basen en la paridad, la equidad y la amistad entre dos Estados vecinos,
Palestina e Israel, en vez de políticas de ocupación, asentamientos, guerra y
eliminación del otro.”
Ha transcurrido casi medio siglo desde aquella brutal
ocupación promovida y apoyada por Estados Unidos. Sin embargo, apenas transcurre
un día sin que el muro se levante, monstruosos equipos mecánicos destruyan
viviendas palestinas y algún joven, e incluso adolescente palestino, caiga
herido o muerto.
¡Cuan profundas verdades contenían las palabras de
Evo!
Fidel Castro Ruz
Septiembre 26 de 2011
10 y 32 p.m.
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