En
estos días muchos cables hablan del potencial económico de China.
Ayer
28 de marzo fue la principal agencia de noticias norteamericana la
que reconoce que “China es la única economía importante que sigue
creciendo con fuerza en el mundo...
“En
su segundo reproche al liderazgo estadounidense en una semana
─continúa
el cable, no muy amable al final del párrafo─,
el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, aseguró que
la rápida respuesta de China a la fase de contracción económica
internacional
─incluyendo
un paquete de estímulo equivalente a 586.000 millones de dólares─
ha demostrado la superioridad de su sistema político, autoritario y
unipartidista.”
La
agencia AP de inmediato divulga las palabras textuales del
gobernador del banco central chino:
“Los
hechos son evidentes y demuestran que en comparación con otras
economías importantes, el gobierno chino ha tomado medidas políticas
puntuales, firmes y eficaces, demostrando la ventaja de su
sistema…”, tomadas de unas declaraciones de Zhou que según afirma la
agencia fueron difundidas en el sitio de internet del Banco Popular
de China.
“Cuando faltan dos semanas para la cumbre del Grupo de los 20 países
de economías más importantes (G20),
─añade
el cable─
el 2 de abril en Londres, Zhou exhortó a los demás gobiernos que
asistirán que otorguen a sus ministros de Finanzas y bancos
centrales toda la autoridad para que puedan ‘actuar audaz y
eficazmente, sin tener que pasar a través de un proceso largo o
incluso doloroso de aprobación’.
“China ha dejado en claro su aspiración: quiere un dólar
estadounidense estable e incluso ha defendido la creación de otra
moneda mundial paralela. Beijing se opone al proteccionismo
─prosigue
dicha agencia─
y está exigiendo que se le presten más oídos sobre cómo se regulan
los sistemas financieros y cómo se rescatan, mientras se abstiene de
hacer cualquier promesa de nuevos planes de rescate o estímulo en su
propio suelo.
En la
parte final de su cable, expresa:
“…el
primer ministro chino Wen Jiabao ha instado a Washington a que la
unión norteamericana siga siendo ‘una nación creíble’.
“En
otras palabras, Beijing quiere que Washington evite estimular la
inflación con un gasto excesivo del gobierno en paquetes de
salvamento y estímulo.”
Por
lo que puede apreciarse, la influencia de la República Popular China
en la reunión de Londres será enorme desde el punto de vista
económico ante la crisis mundial. Eso no había ocurrido nunca antes
cuando el poder de Estados Unidos reinaba totalmente en ese campo.
Por
otro lado, en nuestro hemisferio es divertido ver cómo se agitan las
entrañas del imperio, lleno de problemas y contradicciones
insuperables con los pueblos de América Latina, a los que pretende
dominar eternamente.
Quienes lean las declaraciones del piadoso católico Joe Biden en
Viña del Mar, que descarta levantar el bloqueo económico a Cuba,
suspirando por una transición interna que en nuestro país sería
francamente contrarrevolucionaria, se asombrarán. Sus lamentos
plañideros dan lástima, especialmente cuando no existe un solo
gobierno latinoamericano y caribeño que no vea en esa medida
antediluviana un lastre del pasado. ¿Qué ética subsiste en la
política de Estados Unidos? ¿Cuánto queda de cristiano en el
pensamiento político del Vicepresidente Biden?
Fidel
Castro Ruz
Marzo
29 de 2009
3 y
43 p.m. |