Mientras nuestro pueblo el 1ro de Mayo, Día de los
Trabajadores, disfruta con júbilo el año en que se cumplirá
medio siglo del triunfo de la Revolución y el setenta
aniversario de la creación de la CTC, a la hermana República
de Bolivia, consagrada a preservar la salud, educar y
garantizar la seguridad de su pueblo, le faltan días, o tal
vez horas, para sufrir acontecimientos dramáticos.
Cuando de todas partes del mundo llegan noticias
escalofriantes sobre la escasez y costo de los alimentos,
precio de la energía, cambios climáticos e inflación,
problemas que por primera vez se presentan al unísono como
cuestiones vitales, el imperialismo se empeña en desintegrar
a Bolivia y someterla a trabajo enajenante y hambre.
En ese país, con los oligarcas de Santa Cruz a la vanguardia,
cuatro de sus departamentos de los más fuertes
económicamente, aspiran a declararse independientes y han
proyectado, con el apoyo del imperio, su programa de
consultas populares, en las que los medios masivos han
preparado el terreno y la opinión de los votantes con todo
tipo de ilusiones y engaños.
Las Fuerzas Armadas, en virtud de sus funciones históricas
en un país agredido y despojado del mar y otros recursos
vitales, no desean la desintegración de Bolivia; pero el
plan yanqui, pérfidamente concebido, es utilizar algunos
sectores militares antipatriotas para librarse de Evo en
aras de la unidad, algo que al apropiarse las
transnacionales de las ramas productivas básicas, sería
meramente formal. La consigna del imperialismo es castigar y
deshacerse de Evo.
Es el momento de la denuncia y la verdad.
Por no prever y meditar sobre los factores que conducían a
una profunda crisis internacional, ¡sálvese quien pueda!
parece ser el grito que se escucha en muchas partes del
mundo.
Para los pueblos y gobiernos de América Latina será una
prueba de fuego. Para nuestros médicos y educadores,
cualquier cosa que ocurra en el país donde desempeñan su
noble y pacífico trabajo, también lo será. Ellos, ante
situaciones de peligro, no abandonarán a sus pacientes y
alumnos.
Fidel Castro Ruz
Abril 30 de 2008
9 y 50 p.m.