(Primera
Parte)
(Consta de 2 partes, ambas terminadas de elaborar el sábado 22 de
marzo)
Me
atengo en esta reflexión a noticias recibidas por las más diversas
vías, desde las agencias cablegráficas internacionales ―sin
mencionar concretamente a cada una de ellas como fuentes de origen,
pero con lealtad al texto―, libros, documentos, Internet, hasta
preguntas formuladas a fuentes informadas.
Vemos
a nuestro alrededor un gran trajín, cual si viviéramos en una casa
de locos. Nuestros conocidos personajes continúan su agitado andar.
De
Brasil y Chile, Condoleezza prosiguió vuelo a Moscú para sondear al
nuevo Presidente. Quiere saber lo que piensa. La acompaña el jefe
del Pentágono que, con un brazo dislocado tras la caída que sufrió
en febrero, exclamó: “con un brazo roto no seré tan difícil como
negociador.” Un chiste que no deja de ser típicamente yanqui.
Calcúlese su efecto en el orgulloso oído de un ruso, cuyo pueblo
perdió tantos millones de hijos luchando contra las hordas nazis que
reclamaban espacio vital ―lo que hoy se denominaría petróleo
barato, materias primas y mercados seguros para los excedentes de
mercancías.
En
Bagdad se conocen las aventuras de McCain y Cheney, uno que aspira a
jefe del gobierno y otro que, siendo vicejefe, traza más pautas que
su jefe. Los recibieron con los más inesperados y violentos
augurios. En eso invirtieron no más de dos días, lo suficiente para
inundar al mundo de siniestros pronósticos.
Bush
discursaba en Washington mientras el oro y el petróleo subían
aceleradamente.
Cheney no para. Arranca para el Sultanato de Omán ―774 000 barriles
de petróleo por día en el 2005 y 780 000 en el 2004. Omán reveló el
año pasado sus planes de invertir 10 mil millones de dólares en los
próximos cinco años, para elevar su producción petrolera a 900 mil
barriles diarios y alcanzar la cifra de 70 a 80 millones de metros
cúbicos de gas por día. Eso informaron las autoridades del
Sultanato el 15 de enero de 2007.
Cheney, acompañado por la familia, sale en el yate “Kingfish I” del
Sultán a pescar en los límites de las aguas que comparten Omán e
Irán. ¡Qué temeridad! Los premios Nóbel debieran entregarse
también a los supervalientes que corren el riesgo de muerte o
mutilación, después de opíparo almuerzo familiar, con una espina de
pescado atravesada en la garganta. La ausencia del propietario del
lujoso barco es lo que agua la fiesta del héroe.
McCain tampoco para. Monta en helicóptero para recorrer el
territorio donde los soldados israelitas, buscando líderes
palestinos, matan constantemente con medios técnicos sofisticados
a mujeres, niños, adolescentes y jóvenes, en territorio de
Jordania y de la propia Palestina. En eso el candidato republicano
es experto.
Viaja
a Jerusalén, y allí promete ser el primero en reconocer esa ciudad,
íntegramente, como capital de Israel, al que Estados Unidos y Europa
convirtieron en potencia nuclear sofisticada, cuyos proyectiles
dirigidos por satélites pueden caer sobre Moscú, a más de
5 000 kilómetros, en cuestión de minutos.
No
quedará estado petrolero o gasífero que Cheney deje de visitar antes
de regresar, para dar cuenta de la felicidad del mundo al Presidente
de su país.
Bush,
por su parte, habla el 17 por una razón, el 18 por otra, y el 19 por
el inicio de su genial guerra. Cuba, como es de suponer, no deja de
ser blanco de sus insultos.
En el
caos creado por el imperio, las guerras son inseparables
compañeras. La de Iraq acaba de cumplir cinco años. Pensadores
profundos calculan las diversas personas afectadas en millones y su
costo total en millones de millones de dólares. Se han perdido
4 000 soldados regulares y 30 heridos por cada soldado muerto con el
tipo de guerra que se libra. Fósforo vivo y bombas de racimo son el
pan que la alimenta cada día. Todo se permite excepto vivir.
Cheney y McCain compiten, uno como padre de la criatura y el otro
como padrastro. Ambos se reúnen con jefes de Estado, exigen
compromisos: la producción de petróleo y gas debe ser incrementada;
utilizar tecnología yanqui, suministros yanquis, armas yanquis del
complejo militar industrial; autorizar bases militares yanquis.
De
Jerusalén, McCain salta a Londres para hablar con Gordon Brown.
Antes, al hablar en Jordania, se equivoca e informa que Irán, país
chiíta, entrena a Al Qaeda, organización sunita. Le da lo mismo, no
pide siquiera excusas por el error.
Cheney salta a Afganistán. La guerra yanqui y de la OTAN ha
convertido el país en el exportador de opio más grande del mundo.
La URSS se desgastó y se hundió en una guerra similar. Bush lanzó
allí el primer zarpazo bélico, y con él la OTAN.
Se
hace todo lo necesario para preparar las reuniones paralelas de la
lucha contra el terrorismo y la de la OTAN.
Una
cosa es segura: el 1, 2 y 3 de abril se reunirán en Bucarest,
capital de Rumania, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, y
Jaap de Hoop Scheffer, máxima autoridad de la OTAN, con el
presidente de Afganistán Hamid Karzai, para participar en el Foro
Trasatlántico de Bucarest. Al mismo tiempo tendrá lugar la
conferencia convocada por la GMF (German Marshall Fund of the United
States), el Ministerio rumano de Exteriores, y Chatham House, que
reunirá a gran número de estrategas y políticos para abordar temas
que interesan de forma vital a la OTAN. Participarán, declaró el
Presidente de GMF, 9 jefes de Estado y 24 primeros ministros y
ministros, y 40 presidentes de institutos de investigación de Europa
y América, que constituyen la Organización del Atlántico Norte
(OTAN), la que disolvió la Yugoslavia de Tito y llevó a cabo la
guerra de Kosovo. Cualquier coincidencia con los intereses del
imperialismo yanqui, nadie dejará de comprender que es pura
casualidad. La situación de los Balcanes, la defensa antimisil, el
suministro de energía y el control de las armas son temas
ineludibles.
Como
Bush necesita cumplir su papel de personaje principal, elaboró ya su
programa: estará en la ciudad de Neptun, del Mar Negro, reunido con
Traian Basescu, presidente de Rumania la víspera del comienzo de la
conferencia. En esas manos están los destinos de la humanidad que
aporta pluslavía y sangre.
(Continuará mañana con la Parte II)
Fidel Castro Ruz
Marzo
22 de 2008
2da Parte |