Hace unos días mencioné su nombre como ejemplo de militante
comunista, cuya lucha dio sentido a su vida. Llegó a ocupar
las más altas responsabilidades del Partido durante 8 años.
Compartió con Allende su fe en Chile y la hermosa visión
de que, más temprano que tarde, de nuevo se abrirían
las grandes alamedas “por donde pase el hombre libre
para construir una sociedad mejor”.
La biografía de Neruda y otros numerosos, interesantes
y valientes libros, fueron su aporte intelectual y político
a las nuevas generaciones.
Conversé con él largo tiempo la última vez que nos vimos
a comienzos del 2005. Vino como invitado de honor
del Premio Casa de las Américas y a presentar en la Feria
Internacional un nuevo libro.
Hace dos días, el jueves por la noche, llegaron noticias
a las 7 y 30 p.m. de su fallecimiento. Esa misma noche
y casi a la misma hora se dieron a conocer los ganadores
del Premio. Volodia era tan modesto y tan decente, que
parecía esperar esa noticia antes de partir.
No diré que ha muerto. Pasó a vivir en las ideas. Nutrió
las filas de los que luchan y seguirán luchando
por aquellos sueños.
Fidel Castro Ruz
Febrero 2 de 2008
3:07 p.m. |