Tengo muchas reflexiones adelantadas en virtud de promesas. Una de
ellas se relaciona con las ideas esenciales del libro de Greenspan,
ex presidente de la Reserva Federal, utilizando sus propias
palabras. En ese texto se puede percibir con claridad la pretensión
imperialista de seguir comprando al mundo y sus recursos naturales y
humanos pagando con billetes de papel perfumados.
Otra idea era la de obligar a determinados personajes a confesar la
verdad sobre los planes de guerra de la OTAN. Emplazaba directamente
al señor Aznar y presionaba a líderes norteamericanos para que
admitieran abiertamente su responsabilidad en las guerras del
imperio. Mostraba pruebas documentadas, algunas inéditas.
Vino la Cumbre Iberoamericana, y allí ardió Troya. El discurso
adicional, invertebrado e inoportuno de Zapatero, su defensa de
Aznar, la orden abrupta del Rey de España y la respuesta dignísima
del Presidente de Venezuela, que por causas técnicas ni siquiera
pudo oír con precisión lo que el Rey dijo, aportaron pruebas
irrebatibles de las conductas y los métodos genocidas del imperio,
sus cómplices y las anestesiadas víctimas del Tercer Mundo.
En aquel ambiente tenso brilló la inteligencia y la capacidad
dialéctica de Chávez.
Una frase de Aznar sintetiza su alma celestina. Cuando Chávez le
preguntó por la suerte que esperaba en el mundo neoliberal a los
pueblos pobres como el de Haití, respondió textualmente:
"Esos se jodieron".
Conozco bien al líder bolivariano: jamás olvida las frases que
directamente escucha de sus interlocutores.
Escribí una tercera reflexión sobre la Cumbre Iberoamericana que por
ahora no publico. Elaboré ésta, en víspera del viaje que inicia
mañana rumbo a la Cumbre de la OPEP, en Riad, Arabia Saudita, el
presidente Chávez.
Fidel Castro Ruz
Noviembre 15 del 2007
6 Y 32 PM. |