En la reflexión del lunes 1º de octubre les hablé del mensaje que
envié a Milosevič
el 25 de marzo de 1999.
El 30 de marzo recibí de Milosevič
las siguientes palabras:
“Excelentísimo Señor Presidente:
"Con atención y sincero agradecimiento recibí su mensaje del 25 de
marzo de 1999. Agradezco sus fuertes palabras de apoyo y estímulo a
Yugoslavia, también la condena a la agresión de la OTAN expresada
por Cuba y sus representantes, especialmente en los foros de
Naciones Unidas. La República Federal de Yugoslavia (RFY) está
expuesta a una agresión de Estados Unidos y la OTAN, la mayor en el
mundo desde los tiempos de las agresiones de Hitler. Se ha cometido
crimen no sólo contra la República Federal de Yugoslavia como un
Estado pacífico, soberano e independiente, sino también una agresión
contra todo lo que tiene valor en el mundo a las puertas del siglo
XXI: al sistema de Naciones Unidas, al Movimiento de Países No
Alineados, a las bases del orden de legalidad, a los derechos
humanos y a la civilización en general. Me siento orgulloso de poder
comunicarle que la agresión sólo ha homogeneizado y fortalecido la
decisión de los pueblos de Yugoslavia de resistir y defender la
libertad, soberanía e integridad territorial. Nuestras fuerzas
armadas y el pueblo están decididos y dispuestos a cumplir su tarea.
Por ello para nosotros es bienvenida y además necesaria la
solidaridad y ayuda de los amigos en todo el mundo, de la forma más
amplia y fuerte posible.
"El comportamiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
respecto a la agresión de la OTAN a la RFY es una derrota para las
Naciones Unidas. Es un signo muy malo y una gran advertencia para
todo el mundo, en especial para países medianos y pequeños, aunque
no sólo para ellos. Estoy seguro que usted conoce que la RFY y la
República Serbia continuadamente y de forma sincera se empeñaron en
buscar una solución política para Kosovo y Metohja y en interés de
todas las comunidades nacionales que viven allí y que respetan
nuestro orden constitucional. Le ruego, señor Presidente, que la
amistad de Cuba continúe con su acción en el seno del Movimiento
para convocar al Buró de Coordinación de los No Alineados y que el
grupo de amigos condene resueltamente la agresión de la OTAN a la
República Federal de Yugoslavia. Estoy convencido también de que su
prestigio personal sería de gran utilidad para estimular a países de
América Central y del Sur, así como a los países No Alineados en
general, a que levanten su voz en una fuerte condena a esta agresión
vandálica. Una vez más, en agradecimiento a la solidaridad y apoyo a
la RFY, expreso la esperanza de que permaneceremos en contacto
cercano. Reciba, señor Presidente, la expresión del más profundo
respeto.
“Firma Slobodan Milosevič.”
Hubo en realidad dos guerras, una de las cuales no ha concluido, y
dos fatídicos encuentros de Aznar, uno con Clinton y otro con Bush.
Dos recorridos idénticos del primero vía Ciudad México-Washington y
vía Ciudad México-Texas con el mismo objetivo e igual falta de
principios éticos, en los que Aznar se autoasigna el papel de
coordinador bélico de los mutables presidentes de Estados Unidos.
Fidel Castro Ruz
2 de octubre de 2007
5:32 p.m. |