Por su importancia doy prioridad a este tema, aunque hay otros.
No voy a negar que las prerrogativas del poder, sea real, relativo
o ficticio, ejercen influencia sobre los seres humanos, porque todos
fueron educados así desde los tiempos más remotos de la especie.
No arribé en un minuto a lo que hoy pienso con relación
al poder, pero estimo que se trata de un pensamiento consecuente.
El modesto aporte de nuestra Revolución lo atribuyo al hecho de que
nuestras respuestas a las interrogantes nunca involucionaron,
a pesar del crudo realismo que nos impuso el brutal bloqueo
del imperio.
Hablaba en la reflexión del pasado 31 de julio sobre lo que
significaba para mí haber dispuesto de un año para reunir
información y meditar a fondo en torno a los problemas vitales que
amenazan hoy más que nunca a nuestra especie.
El pasado 24 de julio, la agencia rusa Ria Novosti publicó
la siguiente información:
“Leonid Ivashov, coronel general, experto en materia de defensa,
expresó que la principal herramienta de la política estadounidense
es el dictado económico, financiero, tecnológico y militar.
“Implantándolo, Estados Unidos procura asegurarse la hegemonía
mundial. Su estrategia de seguridad nacional indica explícitamente
la necesidad de garantizar el acceso sostenible, es decir,
controlado, hacia las regiones clave del planeta, las comunicaciones
estratégicas y los recursos globales. Se trata de una estrategia
consagrada en forma de ley, lo cual nos lleva a la conclusión de que
a Estados Unidos le esperan en el futuro conflictos todavía más
fuertes con Rusia, China e India.
“Washington se empeña en construir un sistema capaz de neutralizar
el potencial nuclear de sus rivales estratégicos, Moscú y Pekín,
para lograr un monopolio en el terreno militar. Estados Unidos
quiere desplegar su escudo antimisil no solamente en Europa sino
también en otras partes del mundo, para ver cuanto está pasando
en Rusia y China. Asimismo, procura incrementar su arsenal ofensivo
a un ritmo que supera incluso al del período de la Guerra Fría.
“Después del colapso de la Unión Soviética, la OTAN perdió
el carácter defensivo que había tenido a la hora de su fundación,
en 1949, para transformarse en una herramienta poderosa y agresiva
al servicio de la oligarquía mundial, afanosa de establecer
su dominio a escala planetaria. El nuevo concepto estratégico
de la Alianza, aprobado en abril de 1999 gracias al esfuerzo
de Estados Unidos, contempla funciones novedosas y amplía su ámbito
de responsabilidades al mundo entero, sin limitarse al Atlántico
Norte. El actual secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop
Scheffer, visita con frecuencia Australia, Nueva Zelanda o Japón.
La Alianza comenzó a pasar por encima del Derecho Internacional
y del Consejo de Seguridad de la ONU. Estados Unidos, entretanto,
promueve la expansión de la OTAN y se niega a ratificar el Tratado
sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE),
atribuyéndose el derecho de actuar al margen de limitaciones algunas
y configurar las tropas a su antojo.
“Estados Unidos hace cualquier cosa por que Rusia no sea
una jugadora autónoma. Los debates sobre defensa antimisil, Irán
y Kosovo no han generado fórmulas de compromiso.
“Es importante que Rusia consolide sus posiciones y recupere
su potencial geopolítico. A principios de la década del 70, cuando
Moscú había logrado la paridad nuclear con Washington, este acabó
por darse cuenta de que no podría ganarle en el ámbito militar
y aceptó negociar de igual a igual. Como resultado, fueron firmados
el Tratado de Defensa Antimisil (DAM), en 1972, y los posteriores
Acuerdos sobre la Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas
(SALT). Lo único que respeta Estados Unidos es la fuerza. Si
se siente en una posición más fuerte, jamás hace concesiones
a nadie.
“Para neutralizar los planes de la hegemonía mundial, es preciso
construir un polo alternativo, y existe ya un fundamento
para hacerlo: la Organización de Cooperación de Shangai (OCSH).
“En realidad, parece un tanto incorrecto hablar de la fuerza
estadounidense. Estados Unidos tiene poderío militar, economía
vigorosa y cantidad enorme de moneda fuerte que puede imprimir
de forma ilimitada, pero el rango geopolítico del país está
por los suelos. Estados Unidos inspira muy poca confianza política
al resto del mundo.
“En 1999, China y Rusia plantearon ante la Asamblea General
de la ONU la necesidad de preservar el Tratado DAM de 1972. A favor
de la propuesta votaron todos los países, con cuatro excepciones:
Estados Unidos, Israel, Albania y Micronesia. El resultado
testimonia el total aislamiento internacional de Estados Unidos.
“Será imposible resolver sin la participación de Rusia la situación
configurada en el Medio Oriente, los Balcanes, la Península de Corea
u otras regiones del planeta. Lo anterior se aplica en igual grado
a China, que es capaz de hacer frente a la presión por parte
de Estados Unidos. China goza de gran prestigio en el mundo, tiene
una economía poderosa y una moneda fuerte.
“La OCSH debería reclutar a nuevos aliados y juntar el potencial de
aquellos países que desean y son capaces de implementar una política
autónoma. Primero, es necesario proclamar oficialmente el rechazo
a la hegemonía mundial por parte de Estados Unidos. Segundo, China
y Rusia deberían denunciar ante el Consejo de Seguridad de la ONU
el despliegue del sistema DAM estadounidense, como acción que altera
la arquitectura de seguridad global y amenaza a toda la comunidad
internacional. China, India y Rusia podrían formar un frente único
ante el dictado de Estados Unidos. También es posible plantearse
como tarea la estabilización del sistema financiero global.
En el marco de la OCSH podría formularse una filosofía novedosa,
basada en la armonía de civilizaciones y en el uso racional
de los recursos naturales. La mayoría de los Estados seguramente
apoyarán tales medidas, estoy convencido. Así se irá formando
un nuevo polo político, el polo de la paz. La misión de la OCSH
es crear un nuevo modelo del desarrollo para la civilización
humana.”
“Al imperio estadounidense podría oponerse únicamente una alianza
de civilizaciones: la rusa, cuya órbita incluye a la Comunidad
de Estados Independientes (CEI); la china, la hindú, la islámica
y la latinoamericana. Es un espacio inmenso en el que podríamos
crear mercados más equitativos, nuestro propio sistema financiero
de carácter estable, nuestro engranaje de seguridad colectiva
y nuestra filosofía, basada en la prioridad del desarrollo
intelectual del hombre frente a la moderna civilización occidental
que apuesta por los bienes materiales y mide el éxito con mansiones,
yates y restaurantes. Nuestra misión es reorientar al mundo hacia
la justicia y el desarrollo intelectual y espiritual.”
Hasta aquí las ideas esenciales del pensamiento de Ivashov,
transmitidas por Ria Novosti.
Hemos podido precisar que el General Leonid Ivashov
es Vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos,
fue Secretario del Consejo de Ministros de Defensa de la Comunidad
de Estados Independientes y Jefe del Departamento de Cooperación
Militar del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa.
El 11 de septiembre del 2001, día en que ocurrieron los hechos
trágicos de Nueva York que sirvieron de pretexto para definir
las bases de la política genocida de Estados Unidos hace casi
6 años, el general Ivashov era Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas
Armadas Rusas. Un hombre realmente bien informado. Vale la pena
que nuestro pueblo conozca sus puntos de vista.
Es obvia la preocupación que siempre ha tenido la Revolución cubana
por la educación del pueblo. Juzgando mi propia experiencia, llegué
pronto a la idea de que únicamente la conciencia podía prevalecer
sobre los instintos que nos rigen. Los avances tecnológicos hablan
hoy de la posibilidad de manipular las funciones de las células
del cerebro humano. ¿Para qué servirá todo eso en un mundo donde
impera el valor comercial de los bienes y servicios? ¿Qué autoridad
lo determinará? Por esa vía y a través del robo desvergonzado
de cerebros, fenómeno en el que hay que insistir porfiadamente,
podrían destrozar lo que más vale del ser humano, que es
su educación a través de la conciencia.
De los laboratorios puede salir un medicamento que salve vidas, algo
socialmente muy valioso si tal producto pudiera ponerse al alcance
de todos. Pero de los laboratorios están naciendo también todo tipo
de armamentos que pueden poner fin a la vida humana.
La publicidad comercial y el consumismo son inconciliables
con la supervivencia de la especie. Háganse todos los cálculos
posibles y se verá que los recursos naturales, el espacio, el clima,
el tiempo y el sistema, al paso y en la dirección que llevan,
no pueden arrojar otro resultado.
Fidel Castro Ruz
Agosto 3 del 2007
7:15 p.m |