Ciudadano
diputado Nicolás Maduro Moro. ¿Por qué
te ríes tú? Vengo a enterarme que
Nicolás es Moro, señor Presidente, Nicolás Maduro Moro. Eso es algo que ocurre cuando alguien ocupa
una alta magistratura, ¿no? Nicolás Maduro Moro, Presidente de la Asamblea
Nacional y buen amigo;
Ciudadano
diputado Ricardo Gutiérrez, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional;
Ciudadano
diputado Pedro Carreño Escobar, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional;
Diputados,
diputadas de nuestra Asamblea;
Excelentísimos
señores embajadores, embajadoras;
Honorables
encargados de negocios y representantes de organismos internacionales
acreditados ante nuestro gobierno;
Ciudadano
doctor Iván Rincón Urdaneta, presidente del Tribunal Supremo de Justicia;
Ciudadano
doctor Germán Mundaraín, presidente del Consejo Moral Republicano y defensor
del pueblo;
Ciudadano
doctor Oscar Bataglini, rector principal del Consejo Nacional Electoral;
Ciudadano
doctor José Vicente Rangel, vicepresidente ejecutivo de la República;
Ciudadanos
ministros, ministras del Gabinete Ejecutivo;
Ciudadana
doctora Marisol Plaza, procuradora general de la República;
Ciudadano
licenciado Juan Barreto, alcalde mayor metropolitano;
Ciudadanos
gobernadores y gobernadoras asistentes a este acto;
Ciudadano
licenciado Freddy Bernal, alcalde del municipio Libertador;
Demás
alcaldes;
José
Vicente Rangel Ávalos, alcalde del municipio Sucre, estado Miranda;
Demás
alcaldes, alcaldesas presentes en este acto;
Ciudadanos
viceministros, viceministras;
Ciudadana
doctora Orieta Caponi, rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela y
demás altas autoridades;
Universitarios;
Ciudadano
vicealmirante Orlando Maniglia Ferreira, inspector general de la Fuerza Armada
Nacional;
Demás
oficiales, generales y almirantes que conforman nuestro alto mando militar;
Ciudadanos
presidentes y presidentas de Institutos Autónomos y empresas del Estado;
Personalidades
especialmente invitadas a este acto; periodistas, fotógrafos, camarógrafos de
Venezuela y del mundo;
Amigas
y amigos todos;
Pueblo
todo de Venezuela:
Hoy 14 de enero, como lo sabemos, es
Día de la Divina Pastora; Divina Pastora, Pastora Divina. Quiero comenzar invocando a esta, nuestra
Pastora, a su simbología, a su bondad, a su carácter de mujer campesina, de
joven trabajadora que repartía y sigue repartiendo bondad, amor y afecto para
todos; porque la Divina Pastora, pues lo sabemos, patrona de Barquisimeto,
patrona del estado Lara, se ha extendido su bondad, su brillo, su sabiduría, su
fuerza y su luz se han extendido a toda Venezuela.
Así que, con la Divina Pastora,
felicitando al pueblo del estado Lara, a su gobernador y a todo el pueblo
larense, y a través de la Divina Pastora comienzo invocando a Dios,
todopoderoso, creador del universo; a Cristo, el redentor de los pueblos,
insigne luchador y máximo mártir de los siglos, y pido luces para que este
mensaje que vengo a darles no solo a ustedes, señor Presidente, compatriotas,
diputados y diputadas, sino, a través de ustedes y desde este recinto, a todo
el pueblo venezolano, y, por extensión, a través de ustedes, ilustrísimos y excelentísimos
embajadores acreditados ante nuestro gobierno, mensaje de hermandad, de
reflexión a todos los pueblos del mundo.
Voy a comenzar recordando a uno de
los más insignes hombres que esta tierra ha parido, que por esta Venezuela y
por esta América han pasado, mártir también de América, mártir también de las
luchas por la igualdad, por la libertad, por la justicia, como Cristo lo fue,
Quijote también de estas tierras. Y
cuando digo Quijote, estoy recordando que hemos entrado al año cuatricentenario
de la primera publicación que hizo el Manco de Lepanto, el inmortal Cervantes
de aquella monumental obra no solo de la literatura española, sino de la
literatura universal, El ingenioso
hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Quijote fue Bolívar, sin duda, y Quijote
fue aquel al que recuerdo especialmente hoy, mártir, el Abel de Colombia, dijo
Simón Bolívar cuando supo de su muerte en Berruecos; 35 años apenas tenía y ya
en apenas 35 años había obtenido los títulos más grandes en lo militar y en lo
político, Gran Mariscal en Ayacucho, uno de los libertadores de Suramérica,
presidente y fundador de la siempre querida y hermana Bolivia: Antonio José de Sucre. Saben ustedes a quién me refiero (Aplausos).
Pues allá en sus reflexiones
bolivianas, en pleno parto en aquellas tierras hermanas y queridas; allá donde
un día llegó Bolívar, flanqueado a un lado por Sucre precisamente y al otro por
ese maravilloso venezolano, latinoamericano, insigne maestro y revolucionario,
el Robinson de América, Simón Rodríguez; allá donde exclamó Simón Rodríguez:
“¡La utopía de Tomás Moro está aquí, está aquí en la América, o inventamos o
erramos!” Pues allá, en las reflexiones
de aquel parto, el parto de Bolivia, Sucre lanzó un día aquella frase que hoy
debemos continuar recogiendo, resembrando, relanzando todos los venezolanos,
todos los latinoamericanos, los caribeños, todos los americanos, los del norte,
los del centro, los del sur, y más allá, el mundo como un todo, para que de
verdad la faz tenebrosa del mundo comience a cambiar y este siglo, el XXI, sea
el siglo de la virtud, el siglo de la paz, del reencuentro de los seres
humanos.
Sucre lanzó aquella frase: “Cuando la América española se fue al campo
de batalla a guerrear por su emancipación, por su independencia, entendió que lo
hizo también por la libertad e igualdad, ambas, hermanas inseparables.” La primera, la independencia, no tendría
sentido sin la segunda, la igualdad. Esa
igualdad, esa independencia, esa libertad plena, esa justicia —diría Bolívar,
la reina debe serlo de todas las virtudes republicanas—, deben ser cada día más
las banderas de lucha de todo el pueblo venezolano. Son las banderas de lucha
del gobierno que me digno en presidir y deben serlo cada día más.
Señor Vicepresidente; señores
ministros; ministras y altos servidores de la república; señores generales,
almirantes y soldados, deben ser las banderas, la libertad, la igualdad, la
justicia, que orienten cada día desde el toque de diana hasta el toque de
silencio, desde el canto de los gallos hasta la salida de la Luna.
Y más allá, deben ser nuestras
banderas siempre y para siempre, señor Presidente, señores diputados y
diputadas, embajadores y embajadoras:
libertad e igualdad, viejas banderas, renovadas banderas.
He allí el núcleo central del
sentimiento que nos impulsa y he allí la más grande angustia que nos mueve, la
fuerza más grande que nos motiva, esa fue la fuerza más grande que nos motivó
todo el año 2004, desde el primero de enero hasta el último segundo del 31 de
diciembre último pasado.
Como todos los años —ustedes saben—,
traigo mi informe por escrito producto del intenso trabajo que hasta anoche,
muy tarde todavía, coordinábamos el Vicepresidente, el Ministro de
Planificación, los ministros, ministras y el equipo de gobierno; pero yo voy a
librarlos a ustedes de un discurso leído y atiborrado de cifras, que pudiera
convertirse a esta hora del día en una deliciosa tortura.
Sin embargo, he estructurado este,
mi discurso de informe de la gestión del 2004 en los aspectos políticos de
gobierno, en los aspectos económicos, sociales, territoriales, internacionales,
para hacer una revisión de los principales aspectos. Seguramente me quedarán algunos, porque son
tantos detalles, son tantos programas, son tantos proyectos, son tantos
avances, que dejo y al final de mis palabras, señor Presidente, pues haré
entrega a usted del texto original de mi informe, y enviaremos las copias
suficientes para que cada diputado y cada diputada puedan revisarlo, y estamos
editando un folleto —el Ministro de Comunicación está encargado de ello— para
que circule por las calles; porque, repito, este informe no es solo para la
Asamblea Nacional, sino para todo el país.
Este es mi sexto discurso a la
nación —de rendición de cuentas, aclaro, hay algunos otros que he pronunciado en
estos seis años de gobierno—, y he aquí la primera reflexión.
Ha concluido con el 2004 nuestro
sexto año de gobierno; claro, en dos períodos, lo sabemos, el primero, de dos
años, que fue recortado por decisión de la soberanísima Asamblea Nacional
Constituyente y, luego, estos cuatro años del segundo período; pero son seis
años.
El tiempo, el tiempo, tiempo y
espacio, elementos fundamentales para entender la vida, para entender cualquier
estrategia, cualquier proyecto para desarrollar cualquier línea estratégica. No hay vida sin espacio, no hay vida sin
tiempo.
Recuerdo que cuando hacíamos fila en
la oposición y antes de hacer vida política, a mí, en lo personal, siempre me
pareció extraño el mecanismo político que aquí existía, a través del cual
se aseguraba lo que llamaban la alternancia en el gobierno, presentando aquello
como rasgo esencial de la democracia, y eran aquellos gobiernos de cinco años;
el primero de ellos, generalmente, para empaparse, para enterarse, no solo el
Presidente, sino los equipos, los más diversos equipos, ministerios, para hacer
los relevos que había que hacer —y aquí generalmente pues eran todos— a todos
los niveles y en todos los frentes.
El primer año se iba en esas tareas,
que son naturales, llegar a conocer, a aprender, incluso, y el último año ya
era año electoral, así que ya aquellos presidentes,
el último
año comenzaban —seguramente, me imagino, en un análisis—, a perder buena parte
de las potestades de gobierno, cuando las hubieren tenido en verdad ellos como
dirigentes políticos, como líderes; cosa nefasta, siempre pensé. No tiene por qué ser una norma esencial de la
democracia esa alternancia, a veces irracional, en el gobierno.
En una ocasión, en
Alemania, yo le preguntaba al gobernador de Brandeburgo —recorríamos una
campiña rumbo a Potsdam— me entendió muy bien aquel gobernador y me hablaba con
cuánto conocimiento de su estado, el Estado de Brandeburgo, de la economía, de
la historia, de los planes, de los proyectos, de la forma de gobierno, de las
comunidades organizadas.
Ofrezco
mis excusas, porque yo no había mirado para este lado y no había saludado al
señor Fiscal General de la República y al señor Contralor General de la
República, quienes están aquí con nosotros; están aquí en el advocativo, pero
yo no los había visto. Les saludo, igual
a los compañeros del Alto Mando Militar.
Pues
bien, aquel buen hombre me explicaba todo aquello y me dejó asombrado por el
grado de conocimiento y de compenetración con su región, con su pueblo, y yo le
pregunto: “Señor gobernador, ¿usted
cuántos años tiene de gobernador?” Me
dijo algo así como 22 años. “¿Y cuántos
más pudieran serlo?” Me dijo: “Veintidós más pudiera yo serlo.” Es decir, eso depende del pueblo: ¿Quiere el pueblo que continúe un
gobernante?, preguntémosle al pueblo.
Yo
estaba reflexionando hace pocos días con una buena amiga mía que se llama
Rosinés, del tiempo, el tiempo, y yo le decía, y a otros amigos, familiares:
“Por este proceso revolucionario ya yo hubiese entregado el gobierno, fugaz
hubiese sido la pasada por aquí.” Pudo
haber sido fugaz al cuadrado, pero no lo quiso así el pueblo.
Así
que es una reflexión enmarcada en lo que plantea nuestra Constitución
Bolivariana, la posibilidad de reelección inmediata eso es mucho mejor que el
mecanismo que establecía la Constitución de 1961, y, además, cuya aplicación y
cuyos resultados fueron nefastos para la república, para el país.
Seis
años se han cumplido, claro que todavía quedan dos de este período, y muy
probablemente, si Dios quiere y la Divina Pastora también, seis más del próximo
período (Aplausos).
Esto
no tiene nada que ver, como algunos todavía siguen diciéndolo, y yo no sé si
algunos de los que todavía siguen diciéndolo tendrán remedio, pero esto no
tiene nada que ver con una ambición personal de poder, no, para nada; solo es
la manifestación de una voluntad y de muchas voluntades, de millones de
voluntades individuales y de una gran voluntad colectiva, para impulsar en
estos años la construcción que hemos comenzado de los cimientos, de las bases fundamentales
del piso de este proyecto de largo aliento.
Este es un proyecto para 200 años (Aplausos).
Es
un proyecto para 200 años, pues tendremos y tenemos que sembrarlo sobre sólidas
bases morales, políticas, sociales, económicas, territoriales, integrales. Esa es nuestra tarea, esa es nuestra tarea, y
siempre con aquel principio de Cristo:
el hombre, el ser humano, pues; el hombre, la mujer, el niño, la niña,
el ser humano deben ser siempre para nosotros el alfa y el omega, el principio
y el fin, el ser humano.
Concluyó
pues nuestro sexto año de gobierno, cuarto del segundo mandato constitucional y
del primer período de la Quinta República y también de este nuevo siglo, y
cuando uno mira el camino andado, pues pudiéramos cantar aquel verso que hemos
cantado desde hace muchos años: “Se hace
camino al andar.”
Hemos
venido haciendo caminos y a estas alturas ya pudiéramos —no es la primera vez que lo expongo de esta
manera— señalar de una manera particular y específica cada año o cada uno de
estos últimos seis años de vida republicana, de vida nacional.
Al
año 1999 pudiéramos llamarlo el Año de la Asamblea Nacional Constituyente y del
nacimiento de la Constitución Bolivariana.
Ese parece ser el signo con el que quedará grabado para siempre el año
1999.
El
año 2000 pues fue el Año de la relegitimación de todos los poderes y con ello
fue el año del nacimiento de la Quinta República.
El
año 2001 fue, a su vez, el año de las leyes habilitantes, marcaron aquel año y
marcaron con gran impacto los años que han venido transcurriendo, derivadas
todas esas leyes del mandato soberano del pueblo, a través del
Constituyente originario de 1999; pero 2001, al mismo tiempo, fue el año del
nacimiento de la contrarrevolución, o del inicio de la contrarrevolución, o de
la activación de la contrarrevolución.
Para entrar al año 2002, en alguna
ocasión creo que dije Año de vivir o de morir, y quiso Dios que nosotros
viviéramos y no solo nosotros en lo individual, en lo personal, sino en lo
político y que viviera la república y que viviera la patria.
Fue el año 2002 el año de la
agresión imperialista contra Venezuela, pero al mismo tiempo maravilloso año de
la respuesta revolucionaria, popular, cívico-militar, democrática,
profundamente democrática (Aplausos).
Así llegamos al 2003, año de la
contraofensiva nacional, después de haber estado, quién lo puede negar, contra
la soga buena parte del 2002, todo el año 2002 contra la soga, incluso con un knock down, del cual rápidamente nos
levantamos; pero no pudimos retomar la ofensiva inmediatamente. Así nos llevaron hasta diciembre de
2002.
Ahora, el 2003 fue el año de la
contraofensiva nacional, en todos los ámbitos, y el nacimiento de las misiones
sociales como parte de esa ofensiva nacional; pero dentro de esa ofensiva
política, económica, esa contraofensiva, quedará para la historia el 2003 como
el Año del nacimiento de las misiones sociales, para la inclusión, para la
justicia.
Fue así como llegamos al 2004, y al
año 2004, obligado como estoy a pasarle rápido, como ya le pasé a aquellos
cinco años anteriores, y a detenerme con más cuidado en el 2004, pues este año
último pudiéramos llamarlo, primero, el Año de la victoria de la nueva
democracia, gran victoria política nacional, de la nación, de la república, de
la Constitución, no solo de un sector político del país, no, de todos. Incluso, pido a Dios que en la medida en que
el tiempo vaya pasando, quienes todavía se niegan a reconocer en el 2004 la
gran victoria de la nación, la gran victoria de la Venezuela toda, pues lo vayan
reconociendo. Creo que algunas personas,
muchas personas del común pues han comenzado a reconocerlo, y algunos
dirigentes de oposición creo que también han comenzado a reconocerlo. El 2004 fue, entonces, el año de la gran
victoria de la nueva democracia, aquí contenida, aquí señalada.
Por otra parte, en segundo lugar,
fue el año del nacimiento y despegue de un nuevo ciclo económico, nacimiento y
despegue sobre una plataforma bastante sólida de un nuevo ciclo económico, que
aspiramos y trabajaremos muy fuerte, y hago un llamado a la nación toda,
independientemente del color político, del sector social, religioso, todos
aprovechemos esta base sólida y el despegue de un nuevo ciclo económico de
expansión y de crecimiento, para romper el círculo vicioso de los ciclos
expansivos y recesivos a los que condenaron a nuestra economía durante mucho
tiempo y a los que ha condenado a las economías dependientes y subdesarrolladas
el sistema económico que genera riquezas por una parte para unas minorías, pero
pobreza y miseria para las mayorías; desarrollo para un pequeño grupo de
naciones, pero subdesarrollo y hundimiento en la miseria y en la dependencia
para la mayoría de las naciones del mundo.
Hagamos un esfuerzo todos para
romper ese círculo vicioso (Aplausos). Podemos
hacerlo, Venezuela puede hacerlo con el apoyo de muchas naciones del mundo, de
muchos gobiernos del mundo, de muchos inversionistas, de sectores privados,
nacionales e internacionales. El plan
económico está aquí, no hay nada escondido; aquí somos trasparentes, no hay
nada escondido. El plan político está
aquí, el plan económico está aquí, el plan social está aquí, la visión del
mundo está aquí. Este es el plan.
Debo saludar, y créanme que lo hago
con mucha sinceridad, buena fe y esperanza; quiero saludar de manera especial
la presencia en este recinto de la presidenta de FEDECAMARAS, Albis Muñoz: Bienvenida (Aplausos). No merece sino respeto, reconocimiento y
afecto el hecho de que ella esté aquí, y aquí nadie la va a pitar, aquí la
aplaudimos y la abrazamos como compatriota (Aplausos).
De la misma forma, quiero resaltar
la presencia en este recinto del gobernador del estado de Nueva Esparta, Morel
Rodríguez (Aplausos). Bienvenido,
gobernador, qué gusto verlo aquí. Ahí
está junto al alcalde de Sucre, junto al alcalde de Caracas, junto al
gobernador del estado Bolívar.
Bueno, vamos a trabajar juntos. Usted ganó las elecciones, usted es el
gobernador. Y el compromiso mío y
nuestro es con todo el país, con Nueva Esparta, ¡cómo queremos esa tierra!; con
Zulia, ¡cómo queremos esa tierra! Hace
unos días conversé con el gobernador del estado Zulia, el gobernador Manuel
Rosales, e igual le dije: “Gobernador, vamos a trabajar, cuente usted con todo
mi apoyo. Vamos a trabajar juntos en el
rescate de las tierras, en la lucha contra el latifundio, en la lucha contra el
narcotráfico, la inseguridad fronteriza, la penetración, y muchas veces
violación de la soberanía nacional por grupos armados o no armados de otros países, sobre todo en
esa frontera, esa es una tarea común; por la lucha contra la corrupción, bueno,
y todo el proyecto nacional.
De
la misma forma, qué buena noticia me ha dado ahora el presidente Nicolás Maduro
Moro; qué buena noticia me ha dado de que ayer dio, por unanimidad, con los
votos de todos los factores de la oposición política, la Declaratoria de
Utilidad Pública de la empresa VENEPAL (Aplausos), lo cual ahora abre el camino
a la expropiación que el gobierno va a hacer de esa empresa para los
trabajadores (Aplausos).
¿Cómo
se va a permitir que una empresa no cumpla con los trabajadores, algunos se
vayan del país, otros estén aquí, cierren la empresa y queden centenares de
familias, miles de personas afectadas y no les pagan prestaciones a los
trabajadores ni les reconocen sus derechos laborales? Eso viola la Constitución y el estado de
derecho, de justicia, no podemos permitirlo.
El
hecho resaltante aquí, insisto, es que toda la oposición representada en este
Parlamento ha votado esa declaratoria.
Son buenas señales, excelentes señales para todos en el país (Aplausos).
También
saludo la presencia de algunos diputados de la oposición.
Es
una cosa que nunca he podido entender, pero progresivamente espero que
continúen las cosas volviendo a su lugar.
Imagínense
ustedes que la comisión de la Asamblea Nacional, que hace pocos días fue,
cumpliendo con el mandato de la Constitución, a participarme como Jefe de
Estado del inicio de las sesiones parlamentarias. Justo que fuesen allí dos diputados socialcristianos,
y saludé de manera especial su presencia en Palacio y les estreché la mano con
el mismo afecto con que se la estreché a Nicolás Maduro y a todo el resto de
diputados bolivarianos. Son venezolanos,
son diputados.
Ah,
supónganse ustedes que yo hubiese dicho a la Casa Militar: “Prohíban la entrada de los diputados.” Indigno sería de ser el Jefe del Estado. Igual debe llegar el día, en mi mensaje
número 14 a lo mejor, (Aplausos) —no tan allá, ¿verdad?—, ojalá en el mensaje
número 7. No tenemos por qué, señor
vicepresidente Carreño, esperar tanto, ojalá el próximo año estén aquí los
diputados de la oposición, además, cumpliendo con una obligación, deben venir a
oír el mensaje para luego salir a criticarlo o no; si algo de positivo tiene,
pues para que lo consideren, y todo lo negativo que pueda haber en la gestión
del 2004 ellos están obligados, en base al discurso y al análisis de los
documentos que estamos entregando a ustedes hoy, a emitir apreciaciones;
apreciaciones objetivas, ojalá, y no meramente motivadas por lo político, por
el hecho político de ser de oposición o de no serlo.
En
fin, ha nacido y ha despegado un nuevo ciclo económico expansivo, de
crecimiento y de redistribución del ingreso nacional. Vamos todos a empujar duro para que nunca más
caigamos en ciclo recesivo alguno, para que aprovechemos ese impulso de un
crecimiento económico que es récord en la historia nacional y uno de los más
altos del mundo en los últimos 100 años, el crecimiento de la economía
venezolana este año que ha terminado, el 2004, y es un crecimiento real,
sostenido (Aplausos).
El
año 2004 ha sido también, además del de la victoria de la nueva democracia y el
nacimiento y despegue de un nuevo ciclo económico de crecimiento y de
expansión, en tercer lugar, ha sido el año de la consolidación y expansión de
las misiones de inclusión social (Aplausos).
Ha sido maravilloso el avance que hemos logrado en las misiones
sociales. Ya veremos algunas cifras. No los voy a atiborrar, pero obligado estoy a
hacer referencia a algunas cifras, ¿no, señor Vicepresidente? No todas las que tú me mandaste, he escogido
quizás un 10% de todas las cifras del crecimiento económico y del crecimiento y
desarrollo social, el uno sin el otro no tendría sentido, porque he allí, queridos
amigos embajadores, uno de los dilemas en los que nos movemos. Yo lo comentaba en las últimas cumbres en
Suramérica y en los últimos viajes que hice por Europa y Asia, pero sobre todo
aquí en Latinoamérica en las reuniones con los colegas presidentes de esta
América nuestra.
Nunca
olvidaré el discurso del expresidente y buen amigo Fernando Henrique Cardoso,
fue su discurso de despedida, estaba yéndose ya para entregarle al compañero
presidente Lula Da Silva la presidencia de la República Federativa del Brasil. Fue en República Dominicana, en la última
Cumbre Iberoamericana, Cardoso estaba a pocos días de entregar la presidencia y
dijo unas palabras muy sentidas, y entre las cosas que dijo Fernando Henrique
Cardoso lanzó aquella frase. A mí nunca
se me olvidará, porque la tomé para luego hacer una intervención allí
mismo. Dijo: “Goberné al Brasil ocho años, una de las
naciones más grandes del mundo, el Brasil, y en todo ese período de ocho años
la economía de Brasil no dejó de crecer.”
Pero qué cosa dijo: “La pobreza
tampoco dejó de crecer.”
Se
trata del modelo económico, no basta el crecimiento, o no basta con el
crecimiento económico, se trata de todo un modelo que debe tomar en cuenta de
manera prioritaria la distribución del ingreso nacional, la justa distribución
del ingreso nacional. Y eso es lo que
aquí hemos comenzado a lograr en un año 2004 de surgimiento y despegue de un
nuevo ciclo económico expansivo y de crecimiento, y al mismo tiempo acompañado
de una redistribución del ingreso nacional, sobre todo, a través de las
misiones sociales, para dirigir un caudal importantísimo de recursos hacia
aquella gran cantidad de venezolanos que nunca recibieron casi nada de los
planes de gobierno, sino migajas cuando recibieron algo; cambios estructurales.
Invito
a leer, y nosotros debemos difundir, señor Ministro de Comunicación, por todos
los canales posibles, y ustedes, compatriotas, diputados, diputadas,
gobernadores, alcaldes, la última encuesta del latinobarómetro hecha en América
Latina, evaluarla, lo que ahí se señala, una encuesta que no tiene nada que ver
con elecciones ni con candidaturas; no, una encuesta estructural de lo que
piensan los pueblos de América Latina y del Caribe.
Entre otras cosas, allí se reconoce
que en Venezuela está en marcha un verdadero cambio cultural, que ya ellos lo
han podido medir en los últimos años, porque ya son varios años, no es algo
coyuntural. Aquí hay un cambio
estructural, incluso en lo cultural, donde está el núcleo de los verdaderos
cambios.
En cuarto lugar, el año 2004 ha sido
el año del arranque del modelo de desarrollo endógeno territorial. Incluso la palabra endógeno no era muy
popular, digámoslo así, en la jerga nacional, estaba reservada mayormente a los
círculos técnicos, y, sin embargo, tampoco, en muchos casos; ahora se ha
popularizado. Por allá me dijo una niña,
en los llanos de Barinas, hace unos días:
“Aquí somos endógenos, Chávez”; ella es endógena, pues. Y, además, sabe explicarlo, yo le
pregunté: “¿Y qué significa
endógeno?” Dos palabritas dijo nada más,
que viene de aquí desde adentro, dice, nace desde adentro: “Soy endógena.” ¡Qué bonito, que una niña lo sienta y sea
capaz de decirlo, además! (Aplausos.)
Bueno, ha nacido el modelo de
desarrollo endógeno territorial y se ha comenzado a sembrar a lo largo y ancho
del territorio, y no solo en el territorio, algo mucho más importante: en el alma de la gente, que es mucho más
importante esa siembra que la misma siembra territorial.
En quinto lugar, el 2004 ha sido el
año del inicio de la contraofensiva internacional. Venezuela, el gobierno bolivariano inició,
sobre todo, en la última parte del año, una poderosa y fuerte ofensiva
internacional con resultados de gran importancia, que ya el país conoce; solo
en parte, porque muchos de esos resultados tienen impacto no exactamente de
manera inmediata, sino en el corto, o mediano y algunos en el largo plazo.
Anoche, por ejemplo, yo estuve
hablando varias horas con una delegación de muy alto nivel de la hermana
República Islámica del Irán, el Viceministro de Petróleo y, directores, gerentes
de las empresas petroleras, de las empresas de gas, empresarios de la
petroquímica, y ya anoche tomamos un primer lote de decisiones, ¿producto de
qué?, de nuestro viaje a Teherán hace apenas un mes, y de ese nuevo encuentro
con el presidente Khatami y su gobierno y los líderes más importantes de
aquella hermana república, y anoche tomamos —repito— ya un primer abanico de
decisiones para trabajar duro el mes que nos queda, poco más de un mes para la
visita a Venezuela del presidente Khatami, que viene de nuevo aquí, va a
entregar el gobierno pronto, hay elecciones en Irán, ya él gobernó dos
períodos, habrá elecciones en mitad de año, y me dijo: “Antes de irme del gobierno, Chávez, quiero
visitarte de nuevo, y al pueblo venezolano y, además, dar un salto adelante en
la relación bilateral.” Estuvimos
hablando anoche, por cierto, del polo petroquímico de Paraguaná.
En Paraguaná nosotros vamos —Dios
mediante— a construir un poderoso polo, no solo petroquímico industrial, sino
comercial, turístico, y estuvimos hablando anoche con los iraníes de este
proyecto.
Así que impactos en el corto
plazo: estamos haciendo los preparativos
para recibir dentro de pocos días al Vicepresidente de China, con un número
bastante grande de líderes del Gobierno, del Partido y empresarios. Venezuela se ha convertido en estos últimos
tres años, en el primer destino de inversiones chinas en América Latina y
el Caribe, y estamos hablando y dándole forma a un conjunto de proyectos... No me voy a adelantar porque ese será el informe
dentro de un año; pero, en fin, una contraofensiva internacional.
En sexto lugar, el 2004 ha sido el
año del big bang, del big bang político que ha generado el inicio de la nueva
etapa. Hemos entrado en una nueva etapa
para la cual, producto de profundas reflexiones y consideraciones de mi equipo,
pues he lanzado 10 grandes objetivos estratégicos para la nueva etapa
2005-2006, y así, avanzando por esos 10 carriles estratégicos, llegar a finales
del 2006 en óptimas condiciones para continuar la marcha en el próximo período
hasta el 2013 (Aplausos).
Llevo apenas dos hojas, me faltan
como 40. No, ahora viene más rápido.
Pues bien, he allí un poco la visión
que vine a tratar de trasmitirles, ojalá pueda hacerlo de la mejor manera, de
los años que han transcurrido y a detenerme con el foco bien puesto en este
último año 2004.
Ahora, algunas consideraciones sobre
el primer gran logro del 2004, la victoria de la nueva democracia. Ya hice alguna reflexión sobre el punto, solo
quiero abundar en algunos otros aspectos que me parecen importantes, señor
Presidente, señores diputados.
Todos sabemos lo que hemos
vivido: 2002, 2003, y el empeño de
sacarnos de la Constitución, golpe de Estado, terrorismo, desestabilización
económica, agresión imperialista, intento de utilizar organismos
internacionales contra Venezuela, cosa que todavía continúa, pero ya los que
pretenden continuar por esa vía deben darse cuenta de la fortaleza de
Venezuela.
Anoche, por ejemplo, por CNN —menos
mal que ya pronto estará saliendo TV-Sur (Aplausos)— estaba entrevistando a un
señor que es el presidente de una comisión interamericana de derechos humanos,
y de manera irresponsable este señor sigue arremetiendo contra la verdad, y
arremetiendo contra esta institución, la Asamblea Nacional de Venezuela,
arremetiendo contra nuestra soberanía, arremetiendo contra nuestro gobierno sin
vergüenza alguna. Le preguntan que qué
opina de los derechos humanos en América.
¡Ah!, él habla solo de América Latina, no se atreve a hablar de
Norteamérica, no, ya ni con el pétalo de una rosa. Entonces habla de Cuba, por supuesto,
arremete contra el pueblo cubano y contra el gobierno cubano —no podía
faltarnos el honor de acompañar a Cuba, pues—, y señalando que es preocupante
que en Venezuela sigue avanzando un proyecto autoritario y que la Asamblea
Nacional aprobó unas leyes, como la Ley de Medios —así la llaman—, que es una
violación a la libertad de expresión.
Vaya usted a saber, ¡qué inmoralidad, qué asco! ¡Ah!, pero eso es lo que ven y oyen millones
en el mundo, he ahí el poder de los medios.
En una ocasión, incluso, yo viendo
CNN no aguanté la indignación y pedí que me llamaran al estudio de CNN, porque
estaban en vivo, hablando de Venezuela, y me atienden, y apenas una pregunta y
rá, cortaron la voz del Presidente de Venezuela, no les interesa
que
el Presidente de Venezuela dé una versión distinta a la que ellos están dando,
atropellando la libertad de expresión, atropellando a medio mundo.
Razón
sigue teniendo Eduardo Galeano: “nunca tan pocos engañaron tanto a
tantos”. La dictadura mediática que
sobre el mundo se ejerce es tenebrosa, es terrible. Por eso, qué tristeza nos da, no por CNN, no,
la Conferencia Episcopal ha vuelto, por sus fueros, a decir lo mismo que dice
CNN, que si aquí estamos violando la libertad de expresión.
Hago
un llamado a los obispos de Venezuela a que se pongan la mano en el corazón y
que se retraten con Cristo el Redentor (Aplausos). Y hay que decírselo a todos, porque el que
calla otorga.
No
me bastan a mí palmaditas en el hombro de alguien que pueda decir: “Bueno, nosotros tú sabes que tenemos otra
opinión.” No, ya no basta esa palmadita,
el que calla otorga.
Pero,
en fin, sabemos cómo se pretendió convertir a Venezuela en un Estado tutelado
a través de organismos internacionales, cómo se pretendió intervenir en
Venezuela, cómo se pretendió aquel llamado Referéndum consultivo, con carácter
revocatorio que pretendieron darle, con una ilimitada y obscena presión
internacional. Todo eso lo sabemos
nosotros muy bien.
Se
instaló aquí el Secretario General de la OEA, y en una ocasión yo llegué a
decirle: “Mire, ¿usted cree que es un
procónsul?” En una ocasión llegué a
decirle: “Estoy a punto, si usted continúa con esa actitud, de declararlo
persona no grata y pedirle que abandone mi país”, a punto estuvimos aquí, a
punto (Aplausos).
Créanme
—yo recuerdo mis conversaciones con José Vicente— que, nosotros, lo que
aceptamos entonces más nunca lo aceptaremos, ¡más nunca lo aceptaremos!
Pero,
bueno, por encima de todas esas cosas, el 2004 significó una gran victoria de
la nueva Constitución, de la nueva democracia.
Y luego de aquel proceso inédito de recolección de firmas, y
a pesar de que una de las consejas de la oposición y de la ofensiva
mediática nacional e internacional y de algunos gobiernos del mundo era que el
presidente Chávez no iba a aceptar el referéndum, que no era un hombre de la
democracia; que el Consejo Nacional Electoral iba a cumplir la orden de Chávez
de impedir a toda costa la consulta popular, sin embargo, llegamos al 15 de
agosto y todo el mundo vio de nuevo al gigante:
el gigante se puso de pie, el gigante se levantó muy temprano, el
gigante se fue a hacer sus colas, el gigante pasó hasta 14 horas esperando
muchas veces para votar SI o NO, el gigante luego se fue a su casa, el gigante
esperó la decisión de las instituciones y el gigante luego triunfó. Ese gigante se llama el pueblo venezolano
(Aplausos).
Luego el 31 de octubre y el triunfo
de ustedes, señores gobernadores, gobernadoras, alcaldes, alcalde mayor,
alcaldesas, consejos legislativos regionales, en una nueva demostración de fe
en la democracia, de fe en la Constitución.
Así que es una gran victoria de la nueva democracia, y, por otra parte,
además, del proceso político, del referéndum nacional, del cual no hay
precedentes, ni aquí en Venezuela ni en este continente y no sé si en el
mundo. Se puso a prueba la Constitución
y funcionó, a pesar de todas las conspiraciones contra ella.
Además de eso, comenzó a sentirse
con mayor fortaleza la presencia de las instituciones de la democracia; comenzó
la nación a sentir que aquí sí hay unas instituciones para administrar la
justicia como debe administrarse la justicia; comenzaron a aparecer los
valientes fiscales, uno de los cuales fue vilmente asesinado, y quiero rendir
tributo a Danilo Anderson desde este estrado y este escenario, mártir del 2004
y de siempre (Aplausos). Pagó con su
vida el atreverse a actuar, solo para que se imponga la justicia, nada más.
Aquí no hay ningún tipo de
persecución política, como algunos siguen aduciendo en su defensa. ¿Persecución política? No; aquí solo está comenzando a actuar la
justicia, y eso, aun cuando no lo presento como un logro de mi gobierno, es
parte del triunfo del gigante, del triunfo de la nueva democracia.
La
Asamblea Nacional merece una consideración especial, señor Presidente, señores
diputados y diputadas, porque a pesar —lo sabemos— de la oleada permanente
de sabotajes, de obstáculos y de trabas para el funcionamiento normal de este
centro del debate político nacional, de este centro de elaboración de leyes
para llevar adelante el proyecto constitucional y para responder como debe ser
a la naturaleza de las cosas —decía Montesquieu—, a pesar de todo eso, la
Asamblea Nacional terminó el año 2004 con todos los motores encendidos y
marchando a todo vapor, aprobando leyes, muchas de ellas o algunas de ellas,
deudas de medio siglo, como la extraordinaria Ley de Responsabilidad Social de
la Radio y la Televisión que ustedes aprobaron para bien de la nación, para bien
de la república, para bien de la verdad (Aplausos); o la Ley del Tribunal
Supremo de Justicia, otro de los aspectos que se dio el lujo de criticar este
caballero al que me refiero, anoche por CNN.
¿Tribunal
Supremo de Justicia? Sabemos muy bien lo
que allí ocurrió durante un siglo, y lo que nos ocurrió a nosotros y a nuestra
patria en los últimos años; solo habrá que recordar aquella decisión del vacío
de poder y de que aquí no hubo golpe de Estado, sino que el Presidente estuvo
de picnic, sería, en La Orchila un fin de semana, y que aquí no hubo, por
tanto, culpables, no hubo delito, con los honrosos votos salvados del
presidente del Tribunal Supremo, el doctor Iván Rincón y ocho magistrados más
que salvaron la honra del máximo tribunal de la república (Aplausos).
Pues
bien, una gran victoria de la nueva democracia:
se puso a prueba, ¡y vaya qué prueba de fuego!, la Constitución, la
democracia venezolana. Pasamos la prueba
y hemos salido más fortalecidos que nunca.
Gracias a Dios demos y gracias a nuestro pueblo por ese 2004 (Aplausos).
En
segundo lugar he dicho que el 2004 marcó el nacimiento y el despegue de un
nuevo ciclo económico. Veamos algunas
cifras, que ustedes estoy seguro conocen, pero solo elemento fundamental de mi
informe, señor Presidente: el
crecimiento del Producto Interno Bruto de la economía venezolana hasta el
tercer trimestre, por cuanto la cifra oficial del cuatro trimestre aún no la
tenemos, habrá que esperarla para de manera oficial decirlo, aun cuando ya se
han adelantado cifras; la CEPAL, por ejemplo, ha dicho ya que el crecimiento de
Venezuela es el mayor de todo este continente en el año 2004, y es así en
verdad. Pero el acumulado de esos tres
trimestres del año, hasta septiembre, es de 20,8% del Producto Interno Bruto, este
es un récord mundial. No tenemos
conocimiento en los últimos 50 años de economía alguna que haya crecido a este
ritmo, y todo indica que el crecimiento real del año, una vez tomadas en cuenta
las cifras del último trimestre, va a terminar en el peor escenario en 15% y en
el mejor acercándose al 20%, pudiera estar en un 18%. Pero ya esto, suponiendo el imposible de que
en el último trimestre el crecimiento haya sido 0, terminaría ya en 14%, y ese
es un imposible; así que estará por encima del 15% el crecimiento de este año.
Esto,
ciudadana Presidenta de FEDECAMARAS, señores empresarios de Venezuela, esto es
positivo para todos, ¡vamos juntos para que el 2005 sea la continuación
expansiva de este crecimiento sólido, sostenible, para beneficio de todo el país!
Qué
triste me sentí yo en el informe económico del año pasado y del año antepasado,
cuando la economía venezolana se vino abajo en menos 8%, menos 9%, y, además,
sabiendo yo que no fue por errores del gobierno, no fue por errores económicos,
no fue por mala aplicación de la política económica, no; todos aquí sabemos y
deben reconocerlo hasta los críticos más duros de mi gobierno, que el plan
económico de la Revolución ha venido funcionando, vino funcionando desde 1999,
2000, 2001, cuando se desató la locura a finales del 2001 sin ninguna razón
real, ¡sin ninguna razón real!, porque este gobierno se siente gobierno de
todos y para todos, y quiere oír a todos y tomarlos en cuenta a todos, desde el
más rico hasta el más pobre, desde el más negro hasta el más catire, pasando
por los bachacos, mujeres, hombres, campesinos, indígenas, citadinos, jóvenes,
menos jóvenes, ancianos; mi compromiso es con todos, así lo siento; los que no
lo creen, los que no me creen, pido a Dios que algún día se den cuenta de la verdad.
Hace
más de 40 años, estaba recordando ayer el almirante Maniglia, Inspector General
de las Fuerzas Armadas, me comentaba que él estaba leyendo el discurso que dio
el presidente Kennedy cuando asumió la presidencia por allá en 1961, y anoche
en la madrugada me llegó —cosa que agradezco mucho al almirante— una copia de
aquel discurso, y Kennedy hablaba en 1961 de la revolución de la
esperanza. Kennedy decía aquello de que
los que le cierran el camino a la revolución pacífica, le abren al mismo tiempo
el camino, quizás sin darse cuenta, a las revoluciones violentas.
Qué
bonito discurso el que dio Kennedy aquel día de enero de 1961; éramos nosotros
casi todos niños, con una que otra excepción; por aquí algunos ya estaban en la
adolescencia seguro, como mi amigo Santiago de León que ya eras cadete,
¿no? ¿Ya tú eras cadete en ese año? ¿En qué año entraste a la Academia? En el 1958, ¿ve?, estaba en cuarto año o ya
estaba graduado. Te voy a recomendar
algo —el señor diputado se cayó de un caballo y se fracturó—: Pídele la fórmula a mi hermano Fidel, que se
ha recuperado plenamente y ya anda trotando.
Señor
Embajador, le ruego que Fidel Castro pueda darle la fórmula para la
recuperación rápida y plena al señor diputado y coronel Santiago de León
(Aplausos). Se cayó de un caballo;
bueno, él dice que es que el caballo se cayó (Risas), y yo creo que sí, porque
él es tremendo jinete, lo he visto; el caballo se cayó y, por supuesto, él
hacia el otro lado.
Bueno,
qué bonito discurso el de Kennedy: la
revolución de la esperanza. Ahora, vean
cómo terminó Kennedy en Dallas poco tiempo después.
Pues
bien, entonces este éxito del crecimiento económico no es del gobierno, señor
Presidente, es de los trabajadores, del sector público y del sector privado; de
los verdaderos gerentes públicos y privados; de los empresarios privados,
públicos; los inversionistas honestos que son la mayoría, desde aquí mi
reconocimiento y el aplauso para todos ellos (Aplausos).
Hemos
logrado una especie de milagro, hemos sacado la economía del foso donde había
caído —yo pensé en traer aquí una pantalla y unas láminas; pero no, vamos a
hacer el folleto mejor, el ambiente no da aquí para una proyección.
Pero fíjense estos detalles, estos
números. El crecimiento de la actividad
económica no petrolera, porque algunos pudieran decir: ¡Ah, el precio del
petróleo! No, la actividad no petrolera
creció mucho más que la actividad petrolera.
El sector construcción, por ejemplo, creció 40,3% —todo esto recordemos que son los tres
trimestres, no está incluido el cuarto—; instituciones financieras crecieron
27,2%; transporte y almacenamiento creció 25,5%; comercio y servicios creció
24,8%; el sector manufactura creció 20,7%.
El sector de manufactura privada, por ejemplo —oigan esta cifra—: fabricación
de vehículos, 161,3%; producción de madera, 132,3%; fabricación de prendas de
vestir, 85,1%. Camisas tan bonitas como
la que carga Juan Barreto, por ejemplo.
Le ha ofrecido una a la doctora Albis Muñoz, por favor, señor alcalde; y
a mí, le ruego, también me haga llegar una; unas camisas de fabricación
nacional.
Bueno, creció este sector en 85,1%,
las prendas de vestir; fabricación de muebles, 71,2%.
La inflación estuvo muy por debajo
—esta cifra sí es ya de todo el año, ya oficial, del Banco Central— de lo que
nosotros mismos habíamos calculado.
Algunos críticos, algunos analistas económicos, que deberían revisarse,
porque tienen doctorado no sé dónde y doctorado sobre doctorado y, bueno,
llegaron a decir por todos los medios de comunicación, a comienzos de año, que
Venezuela iba hacia la hiperinflación, que nadie podría detenerlo, que el
gobierno era una locura, etcétera; bueno, terminó la inflación en 19,2%. Todavía estamos muy alto, pero habrá que
recordar que habíamos llegado a 12%, por ahí andábamos a finales de 2001, y
veníamos de más del 30%; ya en el gobierno anterior había llegado al ciento por
ciento, creo que fue en el año 1996, pasó de ciento por ciento la
inflación. Veníamos de por allá, de las
cumbres borrascosas, y estábamos ya apuntando a un dígito. Ya nosotros
estábamos, no soñando, no, estábamos llegando al 10, para bajar de 10 a un
dígito. Ah, cuando vino la locura pues y
volvimos a pasar de 30%; ahora estamos en 19,2% este año y la inflación seguirá
descendiendo en el año 2005.
Yo hago un llamado para que todos
trabajemos por esto.
En primer lugar, yo quiero hacerle
un llamado al mismo Banco Central —como dicen en La Hojilla ahora: “Con todo respeto, ah, con todo respeto”,
quien le da es “con todo respeto”—, con todo respeto, es que a mí me parece que
el método que usan para medir la inflación no es el más adecuado, porque la
miden solo en Caracas, debería haber un método de medición de la inflación en
las principales ciudades del país y en los campos; claro, eso cuesta más, habrá
que buscar más personas, eso es más empleo.
¿Pero qué es lo que hace el Banco Central? Es un método en que ellos salen a hacer
mercado; pues hay un grupo de personas que sale a comprar cosas y van a un
supermercado. Yo le pregunté hace poco a
alguien del Banco Central: “Mire, pero
ustedes no pasan por MERCAL, no compran en MERCAL.” Y resulta que en MERCAL —ya vamos a ver las
cifras más adelante— la inflación, a lo largo de todo el año fue cero, porque
ahí no se incrementó un centavo en ningún producto alimenticio, inflación cero
(Aplausos). Y MERCAL no son cuatro
bodeguitas, MERCAL ya es hoy en día el sistema más grande de distribución de
alimentos que hay en Venezuela, está en capacidad de suministrar alimentos
buenos y baratos a casi 10 millones de personas, y vamos a seguir creciendo
este año 2005.
Entonces hay que comenzar a revisar
el método de medir la inflación, me parece que no recoge la realidad del
país. Es como que usted vaya a
medir: Bueno, vamos a ver cuál es la
calidad del suelo en el estado Lara, y vayan a medirla de Carora hacia
Regresar. Bueno, va a salir: “el estado de Lara es infértil”, pudiera
decir alguien. “No, pero ya va, chico,
¿por qué no mides allí el valle de Quíbor y el del río Turbio, o en
Apure.” Si vamos a medir en los médanos
de Caribén, al sur del Capanaparo, hay unas tierras muy ácidas, pero el eje de
San Fernando a Biruaca es sumamente rico.
Esta es una reflexión muy modesta,
porque no soy experto en la materia, pero se la he hecho en varias ocasiones a
los ministros del gabinete económico y también a algunos funcionarios del Banco
Central.
De todos modos aceptamos, esta es la
cifra, 19,2%; pero hago un llamado a todo el país. ¿Saben por qué? En primer lugar, en la medida en que
incrementemos la producción estamos atacando una de las causas estructurales de
la inflación; y, en segundo lugar, hay otro factor aquí que influye mucho en la
inflación, más de lo que uno se imagina, es la especulación, especulación en
las cadenas de distribución. Hay
organizaciones o personas que adquieren por allá en las costas del río Guárico
un kilo de tomate a una cifra, vamos a ponerle el número equis, y vienen a
venderlo aquí en Caracas con un muy bajo costo para transporte y
almacenamiento, y lo venden en cinco equis, especulando.
Hago un llamado a todos, señores
gobernadores, alcaldes, sobre todo, desde el poder ejecutivo, los organismos de
fiscalización, bueno, y a la moral nacional, a que todos pongamos nuestro
granito de arena y se acaben definitivamente esas ansias del enriquecimiento
material rápido, sin importarme el compañero o el hermano.
Pero, en fin, la inflación va a
seguir descendiendo, lo mismo que el desempleo, y esta es otra cifra también
real del acumulado del año, y esto sí me da alegría decirlo; porque me dio mucha
tristeza los años anteriores lo que había ocurrido, después de todo lo que
hicimos para llevar el desempleo, como lo habíamos llevado, hasta 11% en
diciembre de 2001, pues el desempleo se disparó después de las huelgas
terroristas, de los lockout empresariales, cierre de empresas, sabotajes y todo
aquello, y se disparó por encima del 20% el desempleo, sin considerar el
subempleo.
El desempleo este año, el 2004,
llegó a 10,9%
en el mes de diciembre (Aplausos), otro gran
avance, 10,9%, ahí vamos, y hay que romper ese piso del 10% ahora; vamos a un
dígito, así como en la inflación, y lo vamos a lograr, pido la unión nacional
para lograrlo, y lo vamos a lograr todos unidos.
Algunas
otras cifras de la gestión económica que han sido todos producto de políticas
muy claras de la gestión económica de mi gobierno. Por ejemplo, la Corporación Casa ha renacido,
eso lo habían desmantelado en la IV República.
La Corporación Casa en el 2004 incrementó su capacidad de almacenamiento
en los silos en 425%, y esto ahora es cuando va a comenzar a rendir frutos a la
producción nacional y a la justicia, sobre todo, en el campo. Ustedes saben a qué me refiero, los silos
estaban en manos, buena parte de ellos, de un grupo de inmisericordes
explotadores, que le pagaban una miseria al pequeño productor para luego
favorecer a los sectores monopolistas que ahora hemos recuperado, y en más de
400%, la capacidad de almacenamiento.
Los programas MERCAL, o
la Misión MERCAL, casas de alimentación, equipadas en todo el país, llegamos a
1 047, y esto seguirá creciendo.
Esto es el MERCAL, máxima protección.
Ahora con los gobernadores reelectos o recién electos —qué gusto me da
ver ese buen compañero de muchos años, el general de División Francisco Rangel
en este hemiciclo ahora como gobernador del estado Bolívar (Aplausos), ¡qué
gusto me da verte aquí de gobernador!
Bueno, por citar un solo caso, ya hablaba del gobernador de Nueva
Esparta, Morel Rodríguez, todos los gobernadores. Ahí está Johnny Yánez Rangel, ahí está Tarek
William Saab estrenándose allá en el estado Anzoátegui (Aplausos); ahí está
Liborio Guarulla, quien no fue reelecto, no hubo elecciones en Amazonas,
sabemos que hay elecciones el próximo año; gobernadores, ¿quién más está por
allí?, los alcaldes, está Antonia Muñoz, la gobernadora reelecta en el estado
Portuguesa (Aplausos). Todos vamos a
trabajar para acelerar este proyecto, este programa de casas de alimentación,
que ustedes saben que es para atender a los niños de la calle; bueno, a los que
viven en la más grande de las miserias.
La
Misión MERCAL llegó ya a vender, está vendiendo alimentos de calidad, e incluso
por debajo del precio regulado, a 9 millones, y vamos a 10 millones de personas
ya comenzando el año 2005 —estoy hablando de finales del 2004—; llegamos a 9
millones de personas beneficiadas por la Misión MERCAL.
Había
comenzado el año con una venta, en enero del 2004, de 250 toneladas diarias de
alimentos y el crecimiento fue vertiginoso y llegamos a 3 533 toneladas de
alimentos por día, en un esfuerzo logístico sin precedentes en Venezuela, en el
cual, como en casi todos estos proyectos, la Fuerza Armada ha jugado un papel
fundamental (Aplausos), y yo pido un reconocimiento especial para mis
compañeros de las gloriosas Fuerzas Armadas Bolivarianas venezolanas, la Fuerza
Armada Nacional, y los gobernadores, los alcaldes, el voluntariado y la
participación popular. He allí el
camino, la unión de todos y la participación de todos.
También
sectores privados han estado cooperando, favoreciendo esta misión. Yo autoricé a mitad de año a MERCAL a hacer
compras regionales para ampliar la oferta de productos, ¿y quiénes son los que
llegan allí a venderle a MERCAL? Los
productores privados de todas las regiones del país. Incluso hay MERCAL por allá en San Cristóbal,
en los Supermercales venden flores, en Mérida; venden productos más allá de los
productos de la cesta básica, artesanías, ahora hay proyectos para vender ropa,
incluso, en algunos MERCAL, muy barata y de calidad. Pues eso seguirá ampliándose en este año 2005
y en los años venideros.
El
crecimiento de las ventas en MERCAL, en resumen, fue de 631% en el año
2004.
La
siembra, la agricultura, clamo por la agricultura, porque sigamos metiéndole el
alma al proyecto agrícola nacional, y hemos comenzado el año —todos ustedes lo
saben— a todo vapor, porque ningún proyecto agrícola tendría éxito en Venezuela
si no acabamos con la perversa herencia del latifundio (Aplausos). Esa es una verdadera falla estructural.
En
el 2004, a pesar de esa falla estructural, de ese obstáculo gigantesco y de
muchos otros, las hectáreas cosechadas, la superficie cosechada se incrementó
en 10,4%, un buen avance en el 2004.
El
aumento de la producción en algunos rubros de ciclo corto sobre todo, fue de la
siguiente manera: caraotas negras, 48,2%
fue el incremento de la producción; maíz, 13,5%; algodón, 73,6%, y esto es
producto de decisiones del gobierno y de trabajo coordinado con los productores
y gobernadores. Yo recuerdo el Plan
Algodón, así lo llamábamos, allá en la ribera del Orinoco y del Apure, que no
tenían créditos, que no tenían maquinarias, y comenzamos a dar, y fue un
pequeño apoyo, lo que hemos dado tampoco es una gran cosa; unos apoyos, pero
allí, donde están las necesidades fundamentales, y vean el resultado, cómo responde
nuestro pueblo, cómo responden nuestros agricultores. El incremento del algodón 73,6%.
El
arroz, 45,8%, y quiero felicitar especialmente a los productores del estado
Guárico y del estado Portuguesa por este gran logro, y a los gobernadores
Manuit y Antonia Muñoz por este incremento de la producción del arroz
(Aplausos).
El
frijol, 55,9%; y la papa un modesto 4,8%.
Tuvimos algunos problemas con la papa, pero, sin embargo, hubo un ligero
crecimiento.
Dentro
de este nuevo ciclo económico vale la pena decir lo siguiente, o citar la
siguiente cifra de la economía, sobre todo orientándonos en la economía
social: el Banco del Pueblo soberano
otorgó 5 368 créditos por 21 700 millones de bolívares. El Fondo de Desarrollo Microfinanciero aprobó
6 186 créditos por 25 000 millones de bolívares; el Banco de la Mujer
aprobó 12 045 microcréditos por 10 277 millones de bolívares, y el BANDES
otorgó 10 297 microcréditos por 92 700 millones de bolívares. Esta es una política de nuestra Revolución,
la política de los microcréditos a los más pobres, que va acompañado, o más
bien precedido, pues, de la capacitación, de la organización comunitaria para
que la inversión sea efectiva, como efectivo está siendo.
Se
recuperaron 13 sistemas de riego a nivel nacional; se recuperaron los sistemas
de riego también de los ríos Guárico y Tiznado y tres sistemas de riego en el
estado Aragua.
La producción industrial —estos
datos son muy importantes, porque igual, forma parte de la recuperación que
hemos logrado de la Corporación Venezolana de Guayana y otras áreas de la
producción industrial del país, y en esto tiene gran mérito el gobernador de
estado Bolívar, así como el actual presidente de la CVG, Rafael Sánchez
Márquez.
La producción de la CVG-Alcaza,
Aluminios del Caroní, se incrementó en el año 2004 en 25%; se batió récord de
producción en Venalum y en CVG-Proforca; el incremento en la producción de
energía de la CVG-EDELCA, electrificación del Caroní fue de 16%; los ingresos
consolidados de la CVG fueron de 5,5 billones de bolívares y se
reindustrializaron en todo el país 251 empresa.
Y quiero ratificar mi mensaje al sector privado nacional. ¿Cómo va a creer alguien que nosotros
queremos destruir alguna empresa?
¡Ninguna, pero ninguna! Lo que
queremos es lograr una acción coordinada, concertada entre el gobierno, el
Estado, el sector privado y los trabajadores, para continuar este proceso de
reindustrialización del país, de democratización económica, de impulso a un
modelo económico como manda la soberana Constitución, productivo,
diversificado, que nos permita generar riqueza suficiente para distribuirla
entre todos, para lograr la meta que nos fijó Bolívar hace casi 200 años: el mayor grado, o el mayor nivel de felicidad
posible para todos.
El sector financiero, y esto también
es muy importante y aquí hay que reconocer el trabajo coordinado de la banca
pública con la banca privada, con una que otra excepción, pero es solo la
excepción. Se incrementó el margen de intermediación financiera —y esto es muy
importante para el desarrollo nacional—, se incrementó en 32,12%. Ese es el papel fundamental de la banca, no
la especulación, ni estar propiciando fuga de capitales.
Se creó, además, para continuar
impulsando el sector financiero público, en este caso, el fondo de desarrollo
económico y social del país. Ustedes
deben recordar cómo me chacotearon a mí por utilizar una palabra de por allá de
aquellos pueblos, agarraron la chacota del millardito, ¿se acuerdan?, el
millardito para Chávez. Bueno, no, no es
el millardito para Chávez; además, fueron dos millarditos al final
(Risas): El que no llora... (Del público
le dicen: “No mama”) Anjá.
¡Dos mil millones de dólares! Eso
no es para mí ni es para incrementarles los sueldos al Presidente y a los
ministros, a la burocracia; no, todo ese fondo, al que hemos llamado al final
FONDESPA —ese nombre no me gustó nunca, pero, bueno, se quedó así, FONDESPA
(Fondo de Desarrollo Económico y Social del País)— lo creamos entonces. Como el Banco Central no quiso ni por la
izquierda, ni por la derecha, ni por Regresar, ni por debajo, entonces para no
seguir peleando con mi amigo Diego Luis Castellanos, a quien le agradezco
muchísimo sus gestiones al frente del Banco Central, porque pronto designaré un
nuevo presidente del Banco Central (Aplausos), en pocos días enviaré mi
decisión a esta Asamblea para su consideración, como dice la Constitución,
Diego Luis cumple su tiempo de servicio, es un buen amigo, ¿saben?, yo le tengo
mucho aprecio a Diego Luis. Desde aquí
mi saludo, con todo respeto, todo lo que le he dicho siempre es con todo
respeto.
Llegamos a un acuerdo con el Banco
Central, fíjense, porque dice la Constitución y la Ley que debe ser un acuerdo
entre el gobierno y el Banco Central, ellos al final accedieron por esa
vía: no utilizar las reservas
internacionales, sino utilizar una parte del ingreso petrolero, en vez de
seguir acumulando reservas, creamos el fondo, pues, hasta 2 000 millones
de dólares rotatorio. Ya se empezó a
llenar otra vez, porque ya tenemos distribuidos los 2 000 millones; pero
eso es para proyectos de tanta importancia para todo el país como, por ejemplo,
la central hidroeléctrica La Vueltosa, ese es uno de los proyectos. No tengo la lista aquí a la mano, pero el
otro es la autopista hacia oriente. El
otro proyecto: Asignaciones especiales
para acelerar las obras de los metros, el metro de Los Teques, por ejemplo, que
aspiro inaugurarlo... ¿Cuándo fue,
Carrizales, que nos dijeron? En el 2006
lo inauguraremos —Dios mediante—,
¡tremendo metro para Los Teques!, 10 minutos de aquí a Los Teques,
¡qué maravilla!
Hemos asignado para
otra central termoeléctrica en el centro del país, de este fondo; la línea
aérea Conviasa, que ya está volando, gracias a este fondo comenzó a volar
Conviasa (Aplausos); el central azucarero Ezequiel Zamora, allá en Barinas, que
iba avanzando muy lentamente por falta de recursos, ahora aceleramos la
construcción de ese central que va a ser uno de los mejores de toda América del
sur y la América Latina y el Caribe.
Bueno, una verdadera siembra del
petróleo, y voy a tomar esa frase del muy recordado, respetado doctor Arturo
Uslar Pietri, quien —como todos sabemos—, cuando nosotros no habíamos nacido,
por allá por los años cuarenta, cuando gobernaba nuestro país mi general Isaías
Medina, habló de la siembra del petróleo.
Además, constituimos 29 fideicomisos, por el Banco de Desarrollo
Económico y Social.
El control de cambio demostró en el
2004 eficiencia, eficacia y rapidez para atender las demandas de los
importadores y de la economía venezolana.
Sobrepasamos, incluso, los 10 000 millones de dólares de
asignaciones en el año 2004, un control de cambio bastante acoplado a las
necesidades del país: la disminución de
la tasa de interés bajó a 15,6%, esto también es muy importante; el riesgo país
bajó a 379 puntos básicos; las reservas internacionales remontaron récord
histórico y llegaron a 24 000 millones de dólares terminando el año. Venezuela es uno de los pocos países del
mundo que pudiera pagar toda su deuda externa, casi toda, con las reservas
internacionales, un verdadero
récord.
La tasa de regalías en 20%, esto
también fue algo muy importante; en 16,6%.
Iniciamos este año un proceso de recuperación de la plena soberanía
petrolera. Ustedes saben que los
gobiernos anteriores firmaron acuerdos verdaderamente lesivos al interés
nacional, y uno de ellos fue a través de la llamada apertura petrolera,
a través de la cual se hicieron convenios, por ejemplo, en los cuales las
empresas extranjeras que con nosotros trabajan, y estamos trabajando bien con
todas, pues no pagan, prácticamente no pagan regalías, 1%, es casi cero,
pues. Petróleo pagando 1% de regalías,
¿en qué parte del mundo? Bueno, ni en
Iraq, con todo lo que allí está ocurriendo y que tanto lamentamos, y eso se
hizo violando la Constitución de 1961 y violando la vieja Ley de
Hidrocarburos. Así que tomamos la
decisión de aplicar lo que la ley dice, incluso lo que dice la ley anterior,
que ya fue derogada, 16,6% de regalías.
Eso es un primer paso en la recuperación de la plena soberanía petrolera
nacional.
El sector financiero, fíjense
ustedes —para seguir hablando del sector financiero—, los ingresos fiscales, yo
quiero que le demos un aplauso al SENIAT, por la labor estelar que cumplió este
año (Aplausos), el superintendente Vielma Mora y todos los funcionarios y
trabajadores y trabajadoras del SENIAT (Aplausos). El incremento de la recaudación tributaria
este año fue de 136,7%, y los ingresos fiscales de origen no petrolero llegaron
al 85%. En verdad, un récord en la
historia venezolana.
Esto, en cuanto a algunos datos de
lo que ya he señalado, señor Presidente, como uno de los signos relevantes del
2004: nacimiento y despegue de un nuevo
ciclo económico, de crecimiento y de expansión, cuidémoslo, sigamos sembrándolo
y abonándolo para que tengamos en muy poco tiempo una sólida economía
venezolana. Tenemos cómo lograrlo.
Pido a Dios y hagamos todo
lo que tenemos que hacer nosotros, para que la economía venezolana siga
repuntando y siga, además, recuperando su soberanía y su capacidad para generar
felicidad a todos los venezolanos.
En
tercer lugar, he dicho, señores diputados, que el 2004 significó la
consolidación y expansión de las misiones de inclusión social. Igual, permítanme algunas cifras.
Ha
llegado el cafecito, eso es muy bueno, porque me ayuda a mí para tomar fuerza,
y a ustedes allí también, el cafecito es muy bueno, una buena iniciativa del
presidente Nicolás Maduro.
Gracias,
señor Presidente, por este buen café que dan aquí en la Asamblea (Aplausos).
¿Quieres
un café, José Vicente? El toma té con
leche, un té chino verde que el chino Khan...
Chino, debes tomar té verde. ¡Qué
alegría me da verte, de verdad, compañero! (Aplausos.) ¡Qué susto nos ha dado José Khan, diputado y
amigo! Tienes que hacer la dieta, cuídate
mucho, camina (Le dicen algo).
Estoy
trasmitiendo la seña de aquí del coach,
como me dice a mí Rosinés también.
Bueno, fuerte.
Las
misiones, ¡maravilla del 2004! Además,
este 2005 va a ser un año de aceleración de las misiones sociales y de impulso de
nuevas misiones. Por ejemplo, Barrio
Adentro va ahora a su segunda fase, vamos a arrancar este mismo año Barrio
Adentro-II. Ya les voy a decir algunas
cosas de esta misión Barrio Adentro-II, que preparé con mi buen amigo y
compañero Fidel Castro. En la
visita que hicimos en diciembre a Cuba estuvimos trabajando ya, porque es parte
del Convenio de Cooperación Cuba-Venezuela, y, además, hemos firmado, dentro de
la ofensiva internacional, el Acuerdo de Alianza Estratégica que da nacimiento
al ALBA en América Latina y el Caribe, la Alternativa Bolivariana para la
América Latina (Aplausos).
Bueno, fíjense ustedes,
compatriotas de toda Venezuela, estas cifras de las misiones, esto da alguna
idea, alguna idea de la maravilla de estos programas revolucionarios.
Las
misiones educativas en total, en el 2004, incorporaron 3 844 000
personas. Saquen la cuenta, de 25
millones que ya somos, aproximadamente, según las cifras del INE estamos
llegando a los 26 millones, vamos rumbo a los 30 millones, está creciendo el gigante.
Hay
3 844 000 incorporados a las misiones educativas. ¿Estos quiénes eran? Los excluidos; estaban excluidos. Esto desde Robinson I, Robinson II hasta
Sucre; facilitadores del gran voluntariado nacional de las misiones educativas,
250 000, un verdadero ejército de ejércitos de voluntarios; ambientes
habilitados, los locales, 2 624 a nivel nacional; más de 15 millones de
casetes producidos; más de 90 millones de materiales impresos distribuidos;
1 640 000 bibliotecas familiares entregadas, dándoles prioridad a los
nuevos lectores y a los muchachos que se graduaron de sexto grado.
Yo
quiero hacer un reconocimiento al pueblo cubano y al Gobierno Cubano, porque
todos estos casetes, materiales impresos y bibliotecas familiares han sido
producidos en Cuba. Muchas gracias,
señor Embajador, trasmítale al Presidente Fidel Castro nuestro
agradecimiento (Aplausos).
En
la Misión Robinson I se incorporaron 1 411 000 compatriotas y se han
graduado hasta ahora 1 371 595; 1 300 000, casi
1 400 000. Pronto Venezuela
será zona libre de analfabetismo, en esto no hemos querido adelantarnos, porque
hay que cubrir todos los trámites y requisitos más estrictos, que nosotros
mismos, en primer lugar, nos hemos impuesto, y que Naciones Unidas, en segundo
lugar, pues tiene como parámetros mundiales; pero pronto, y pido a todos que
hagamos una aceleración en estos próximos meses de la Misión Robinson I: Alfabetización, Yo sí puedo.
Bueno,
hay graduados 1 371 000.
La
Misión Robinson II, incorporados —esto es muy importante para terminar la
primaria, y de calidad, además, todos estos procesos—, 1 261 000
compatriotas están incorporados en Robinson II; con ellos, 87 000
facilitadores en 81 300 ambientes de clases. Además, comenzó en el 2004 el plan masivo de
becas; nunca antes en la historia venezolana se había dado. Por ejemplo, para Robinson II se están dando
100 862 becas a los más pobres, a los más necesitados, porque he allí,
bueno, como dice Víctor Hugo —vuelvo a citarlo—, los miserables, los que
vivieron en la miseria toda la vida. Ha
llegado para ellos la luz de la esperanza, ¡gracias, Dios mío, por permitirnos
encender las luces de la esperanza a tanta gente! (Aplausos.)
La
efectividad del método cubano Yo sí puedo se ha comprobado una vez más. Claro, aquí lo hemos venezolanizado, incluso
lo hemos regionalizado aquí; no es lo mismo el método Yo sí puedo allá en Zulia
que en La Guayana, o allá en Margarita, señor gobernador, que en el Táchira,
así que sobre la marcha hemos venido regionalizando el método Yo sí puedo.
La
efectividad del método Yo sí puedo y Yo sí puedo seguir ha sido del 97%. El Yo sí puedo seguir fue un invento
venezolano.
Todas
las regiones están viéndose favorecidas, no hay una sola región que no se vea
favorecida por estas misiones educativas Robinson, incluidos los centros
penitenciarios, incorporando los idiomas indígenas allá donde están nuestros
hermanos en Amazonas, en Bolívar, en La Goajira, en la mesa de Guanipa, en
el Delta Amacuro. Hemos editado folletos
en los idiomas indígenas, se están recuperando idiomas indígenas que se iban
perdiendo en las voces de la selva, porque los indígenas no sabían escribir;
ahora están aprendiendo a escribir su propio idioma, además del español,
cumpliendo la Constitución. Eso jamás
aquí en Venezuela se hizo y creo que en pocas partes del mundo hoy se hace.
La Misión Ribas, maravillosa misión
también, para terminar la secundaria. Se
han incorporado 726 681 Vencedores en 29 900 ambientes de clases en
todo el país, con 31 000 facilitadores, y coordinadores 3 700, y las
becas.
Las becas
de la Misión Ribas ya van por 200 000, y son becas —para hablarles en
dólares, señores embajadores— de 100 dólares mensuales, lo cual da un
total: 200 000 de Ribas,
100 000 en Robinson-II —ya vamos por encima de 100 000, pero redondeemos
en 100 000, y este año vamos a 150 000, dijimos, Aristóbulo,
200 000 y un poco más, pero redondeemos a 200 000 en Ribas—, son
300 000, y la Misión Sucre tiene 100 000 becas también, son
400 000 becas en solo las misiones, no estamos hablando del sistema,
digamos, regular de educación—, por 100 dólares mensuales son 40 millones de
dólares al mes, ¡cuarenta millones de dólares al mes!
Los
neoliberales dicen que eso es perder plata, ¡ah!, es que no saben ellos la
verdad de la vida.
El
hombre, el ser humano, dijo Cristo; repito, el alfa y el omega; dijo
Bolívar: “Las naciones marcharán hacia
su grandeza al mismo paso con que camine su educación.” Estas becas les
permiten a esos cientos de miles de compatriotas subsistir mientras estudian,
porque si no no podría la mayoría de ellos, terminarían desertando, terminarían
haciendo lo mismo que hicieron hace 20 años, o hace 40 años algunos, o
más. Un hombre de 90 años que aprendió a
leer y a escribir, me dijo ante una pregunta:
“¿Y por qué tú nunca fuiste a la escuela?” Me dijo:
“No, ¿y cómo, Presidente, si desde los cinco años comencé a trabajar con
mi padre en el conuco?, y me inscribió en una escuelita, pero no pude, el hambre
no me dejó estudiar”, así me dijo.
Si
no los apoyamos ahora con esa beca de 100 dólares mensuales, el hambre se los
llevaría también del aula de clases, la pobreza, y más que la pobreza, la
miseria.
He
allí lo maravilloso de estas misiones a las que debemos, señores gobernadores,
ministros, ministras, gobernadoras, diputados y diputadas, seguir poniendo el
alma. ¡Pongamos el alma en las misiones
para consolidarlas aún más y para expandirlas a lo largo y ancho de la tierra
venezolana!
Pues
bien, la Misión Ribas tiene 201 540 becas, y, repito, 726 681
inscritos. La Misión Sucre,
incorporados, bachilleres, 334 453; concluyeron el programa de iniciación
universitaria PIU, 155 999 en el 2004; se matricularon en carreras
universitarias, 76 864, y están en el programa de municipalización, allá
mismo donde viven, 53 069 compatriotas, en 10 816 secciones en todo
el país.
Hemos
comenzado ya la construcción de las aldeas universitarias con todo el
equipamiento; porque poco a poco iremos perfeccionando las misiones. Ahorita muchos están viendo clases allá en el
patio de una casa, aunque casi todos están en liceos en las noches o en
escuelas bolivarianas, o allá en la alcaldía, o allá en la iglesia hay algunas
misiones.
Hay
muchos sacerdotes... Yo quiero, así como lancé un latigazo hace rato a la
cúpula católica, desde aquí enviar un abrazo del alma a los sacerdotes
venezolanos que andan por todos lados junto a nuestro pueblo, clamando y
luchando en este valle de lágrimas, con la cruz de Cristo y con el amor sublime
por las grandes causas de los pueblos (Aplausos).
Pues
bien, 100 000 becados. Fíjense
ustedes estos datos que el ministro Samuel Moncada me ha facilitado y que han
surgido del estudio estadístico.
Pido
a todos los ministros, señor Vicepresidente, todos los ministros, sobre todo
los del área social, que sigamos desarrollando instrumentos para medir con la
mayor precisión la realidad. Y para
entender la matemática es fundamental el contraste, la comparación, si no es
difícil entender.
Cuando
yo les decía a ustedes ahorita que el Banco del Pueblo dio tantos créditos este
año 2004, ¡ah!, pero ahí falta decir algo:
cuántos dio en el 2003, para tener una idea de la evolución, si no cómo
se contrasta. Ahí está la naturaleza,
los colores, son el contraste, el día, la noche.
Quiero
seguir insistiendo en esto y, sobre todo, a los matemáticos, como el ministro
Merentes; vamos, cada quien debe tener un buen equipo estadístico a nivel de
las gobernaciones, alcaldías, para medir, para medirnos nosotros mismos y
reconocer los errores, para ir corrigiendo, mirar las variables.
Aquí
hay algunos datos medidos por el equipo del Ministerio de Educación
Superior. Fíjense en estos detalles, son
datos curiosos, pudiéramos llamarlos datos curiosos: En el año 2004 Venezuela llegó, por primera
vez, a tener un millón y medio de estudiantes en la educación superior. Pudiera alguien decir: “Bueno, esto es producto del crecimiento de
la población”, y pudiera ser lógico explicarlo de esa manera; pero sigamos
viendo este dato.
Solo
en el año 2004 ingresaron 400 000 estudiantes a la educación superior; esta
cifra es igual al 80% de todos los estudiantes universitarios que había en
Venezuela en el año 1998. No hay en la
historia de Venezuela un año con un salto tan grande en la educación superior.
La mitad de los nuevos estudiantes del año 2004, 400 000, provienen de la
Misión Sucre.
Los
presupuestos a la educación superior:
Los anteriores gobiernos mantuvieron prácticamente congelados los
presupuestos. Aquí tenemos que recordar que incluso llegó a plantearse la
privatización de la educación superior, con ese cuento neoliberal de que,
bueno, ya los muchachos en educación superior pueden trabajar y pagar sus
estudios; hubiera sido la condena para siempre a los pobres.
El
presupuesto a la educación superior desde 1999 hasta el 2004 se ha incrementado
en treinta y seis veces la cifra que había en 1998. El número de estudiantes beneficiados saltó
de 14 000 en el 2003 a 104 000 en el 2004, y la cifra de atención a
los estudiantes llegó a 128 000 millones de bolívares.
Y
esta cifra que es un dato curioso, extraordinario, al que ya me refería en el
Aló Presidente: en año y medio la Misión Sucre ha logrado incorporar a la
Educación Superior más estudiantes que todos los egresados de la Universidad
Central de Venezuela en toda su historia, y son 280 años de historia que tiene
la UCV.
Datos
oficiales: en año y medio la misión Sucre ha logrado incorporar a la educación
superior más estudiantes que todos los egresados de la Universidad Central de
Venezuela en toda su historia (Aplausos).
Y aquí están las cifras.
Total de egresados de la Universidad
Central entre el año 1725 y 2004, 146 646, y total de inscritos en la Misión
Sucre, 264 007. Y cuando la Misión Sucre
comience a graduar muchachos, estoy seguro —me atrevo a pronosticarlo— de que
dentro de unos cinco o seis años, la Misión Sucre habrá graduado más
estudiantes que la Universidad Central en toda su historia, en cinco años. Esa es la perspectiva que llevamos.
La otra misión maravillosa, misión
milagrosa, la Misión Barrio Adentro.
Fíjense este dato:
Las consultas en Barrio Adentro, el
acumulado histórico va en 86 500 000 consultas. De nuevo, gracias a Cuba, a sus médicos;
gracias a los médicos venezolanos, a los enfermeros cubanos y venezolanos, y a
todos los voluntarios, los comités de salud; gracias a los gobernadores, los
alcaldes; gracias a todos los que están colaborando en esta milagrosa misión de
justicia (Aplausos). A Dios lo que es de
Dios y al César lo que es del César.
Pues bien, este dato curioso que me
dio el ministro de salud, Francisco Armada:
Entre 1993 y 1998, en cinco años, está registrado que hubo en el país 70
millones de consultas médicas, en el sistema público, o lo que quedaba de él,
¡en cinco años setenta millones de consultas médicas! Solo en el 2004 Barrio Adentro, solo Barrio
Adentro, llegó a 76 millones, por encima de todas las consultas en todo el país
de los cinco años antes de nosotros llegar al gobierno (Aplausos).
Además, que ya el sistema
tradicional de salud en el 2004 llegó a 20 millones de consultas; pero veníamos
de 14 millones, de 12 millones en el 2000.
Hemos incrementado la capacidad del sistema tradicional de salud; entre
el sistema tradicional de salud pública y Barrio Adentro, entonces llegamos
casi a los 100 millones de consultas, solo en el año 2004. Esto es récord, yo creo que mundial, si
tomamos en cuenta las proporciones y la cantidad de nuestra población; es
decir, cuatro veces la población venezolana, como que cada venezolano hubiera
ido a cuatro consultas en promedio.
Saben ustedes la magnitud de lo que
eso significa. Estamos garantizando
atención médica a todos los venezolanos, y especialmente a los excluidos de
toda la vida. Ya tenemos 20 000
médicos y odontólogos cubanos, y sigue creciendo la cifra de médicos
venezolanos. Y yo hago un llamado desde
aquí a los médicos venezolanos, a los enfermeros y enfermeras. Felicito a los que se han incorporado; pero
vamos todos a una campaña nacional, señores gobernadores, alcaldes, vamos a la
búsqueda de los médicos; hay muchos que quieren incorporarse, vamos a facilitar
su incorporación a esta misión, junto a los compatriotas cubanos.
Se han visto 135 millones de casos
en Barrio Adentro, ¡ciento treinta y cinco millones de casos! Eso incluye las consultas, ese es el
acumulado histórico de 2003-2004, 86 millones; en el terreno, porque los
médicos van al terreno, no en el consultorio solamente, 35 millones en el
terreno; familias visitas, 12 472 000; acciones de enfermería, 17 988 000;
vidas salvadas, y esto no es poesía, estos son datos verificados y,
sencillamente, que si el médico no hubiese estado allí cerca la persona hubiese
muerto, 22 012, venezolanos que estuviesen enterrados hoy si no hubiese
sido por la Misión Barrio Adentro, ¡veintidós mil doce!; 1 339 partos
realizados, atendidos. Y algo muy
importante dentro de la visión de salud preventiva, son las actividades
educativas, 48 066 000 actividades educativas en todo el país.
En la primera semana del 2005 ya
comenzamos a todo vapor, en una semana del 2005 se vieron 2 047 000 casos,
en una sola semana, realizándose 1 238 821 consultas en esta
semana. En este período, la primera
semana del 2005, el promedio de consultas por médico por día, 18,3%. ¡Cómo trabajan estos compatriotas! Trasmítales, señor Embajador, a todos y a
cada uno nuestra admiración, nuestro reconocimiento y nuestro agradecimiento;
18,3% (Aplausos).
He aquí algunos destellos de la
Misión Barrio Adentro, sin incluir aquí los miles de compatriotas que van a
La Habana a operaciones delicadas, la última de ellas, la Misión Milagro,
la vista; miles de compatriotas han recuperado la vista, desde niños hasta
ancianos, es la Misión Milagro, que es parte de la Misión Barrio Adentro.
Ahora, les voy a decir algo, no voy
a caer en la tentación de comenzar a hacer anuncios acá, solo voy a limitarme a
este que es muy importante, y de esto hablaremos con más detalles, pues a
través de Aló Presidente y a través de los programas que tendremos
continuamente; pero quiero decir —ya lo dije, ahora voy a dar unos detalles—
que hemos entrado en la fase Barrio Adentro II, y esto consistirá en algo que
pocos en este momento me van a creer, algunos dirán: Chávez está delirando,
busquen un médico, busquen un psicólogo, así como cuando Jean Valjean llegó al
tribunal e iban a condenar a un pobre hombre allí, decían que era Jean Valjean,
y este había cambiado de identidad, era un fugitivo, y era el alcalde, muy
querido en aquellos pueblos. Y cuando él
vio que iban a condenar al pobre hombre —él hubiera podido quedarse callado,
¡qué grandeza la de aquel hombre—, entró como alcalde y le dijo al Presidente:
“Señor Presidente, deténgame, yo soy Jean Valjean; liberen a este hombre.” Un poco así van a pensar. Entonces el Presidente del tribunal no le creía
al alcalde, un prestigioso señor alcalde, que era muy bueno, además, como Juan
Barreto, como Pepe Rangel, como Freddy Bernal.
Qué bueno, Freddy, que la basura...
Ahora sí es verdad (Risas), ahora sí es verdad que le vamos a ganar la
guerra a la basura. Un reconocimiento al
alcalde Freddy Bernal (Aplausos); claro, le llegó apoyo, Juan Barreto también.
No, de verdad, cuenten ustedes con
todo mi apoyo y nuestro apoyo. Vamos a
apoyar un proyecto especial por los fondos sociales de PDVSA, para convertir a
Caracas en una ciudad limpia. Y pido
apoyo a todos los caraqueños y las caraqueñas (Aplausos), y a los caraquistas
también y a las caraquistas.
¿Qué será de la vida del
Magallanes? Magallanes dio un salto
adelante, dice el presidente Nicolás, pero al vacío (Risas).
Pues muy bien, algunos
en aquella ocasión, cuando Jean Valjean dijo:
“Deténgame, señor juez, yo soy Jean Valjean, suelten a este hombre, es
inocente”, pues nadie le creía, tuvo que llamar él mismo a los tres testigos,
presidiarios de muchos años, los tres decían:
“Sí, es Jean Valjean, este es, estuvo preso conmigo”, “conmigo” y
“conmigo”, y entonces el propio Jean Valjean era alcalde, llamó a uno por uno
de los presidiarios: “¿Y tú, tienes aquí
una fecha tatuada, quítate la camisa, la fecha en que el emperador desembarcó”,
Napoleón, y en verdad ahí estaba, y le demostró que él era Jean Valjean.
Bueno,
no vaya alguien, señor Presidente, a llamar aquí a un psicólogo, a un médico
después que yo diga esto, pero esto lo vamos a cumplir en el acuerdo con Cuba,
aprobado ya por ambos presidentes, el presidente Fidel Castro y este humilde
servidor, y ya estamos trabajando para lograrlo. Necesitamos el apoyo de todo el país,
gobernadores, alcaldes, comunidades, empresarios privados también, todos,
diputados y diputadas, esto es posible y lo vamos a cumplir.
Allí
voy: este año 2005, Barrio Adentro II,
vamos a instalar en todo el país 600 centros de diagnóstico; hasta ahora
llevamos 84 que instalamos al final de año.
Porque, claro, un médico en un barrio, en un campo, en una ciudad donde
esté, solo con el estetoscopio, un termómetro y algún otro equipo, bueno, me
decía Fidel: “Chávez, es como mandar a
un soldado a una guerra, pero con arcabuz, sin brújula y sin mapa”, y es
verdad. Y si tomamos en cuenta las
deficiencias que aún tenemos nosotros en el sistema de salud, que hemos estado
apoyándonos mucho en un grupo de hospitales, sobre todo el Hospital Militar,
gracias al ministro de la Defensa, el general en jefe Jorge García Carneiro
(Aplausos), al director del Hospital Militar (Aplausos), pues el Hospital
Militar se ha convertido en un centro de Barrio Adentro. Claro que lo hemos recuperado desde los
sótanos hasta la azotea. El hospital
Clínico Universitario también ha estado apoyando muchísimo a Barrio Adentro, y
otros hospitales, pero hay grandes deficiencias en la mayoría de los
hospitales, que las venimos solventando y las seguiremos solventando; pero
ciertamente esto nos llevó a diseñar el plan de los centros de
diagnóstico. Hasta ahora tenemos 84,
pero vamos a instalar 600 en todo el país; ya para finales del tercer
trimestre, según el plan que tenemos, señor ministro Armada, debemos estar
terminando la instalación.
Estos
centros de diagnóstico funcionan en un local de no grandes dimensiones y
cuentan, y van a contar todos, con al menos los siguientes equipos —esto va
también dirigido a la clase media.
¿Cuánto cuesta una operación cualquiera hoy, una tomografía cualquiera
hoy? ¿Cuántas familias de clase media no
quedan desbancadas por una enfermedad y cuatro exámenes? Pues aquí va a ser totalmente gratuito para todos
(Aplausos).
Hace
poco un ingeniero venezolano —esta carta me la enseñó Fidel allá en La Habana,
en diciembre—, que vive por allá en el este de Caracas, de la clase media,
yendo de media a alta, resulta que él venía en un vehículo y siente un dolor; había
tomado un taxis que lo llevaba a su casa —eso fue hace muy poco, en noviembre—,
siente un dolor y el taxista, preocupado, le dice: “Señor, yo conozco aquí a Barrio Adentro,
vamos, yo lo llevo”, lo más cerca que tenían era un consultorio de estos de Barrio
Adentro, allá fue a parar el hombre, y era tarde en la noche, pues eso está
trabajando las 24 horas al día. Le
hicieron los exámenes —allí hay un servicio de emergencia—, descansó un rato
ahí, le aplicaron unos calmantes, un medicamento de emergencia, lo citaron para
el día siguiente para hacerle todos los exámenes; volvió, le hicieron los
exámenes y resulta que salió hasta con una catarata y fue a parar a Cuba, y
allá lo operaron de catarata y regresó curado.
Pues le envió él, un ingeniero de la clase media venezolana, una carta
que Fidel tuvo el gesto de mostrármela:
“Mira, Chávez, ¿te das cuenta cómo la gente es agradecida?”
Pues
yo quiero desde aquí decirle a todo el país que esto es no solo para la clase
media, también cualquier persona de la clase alta, que tienen altos niveles de
ingreso y de nivel económico, también, eso está abierto 24 horas para cualquier
venezolano, para cualquier persona que venga al país de cualquier parte del
mundo, no hay distinción en esto, esto está abierto para todos.
Seiscientos
centros de diagnóstico. ¿Qué van a tener
al menos? Vayan buscando locales,
señores gobernadores, desde hoy mismo les ruego que cada gobernador, señor
gobernador Morel, todos los gobernadores, todos los alcaldes, no importa; si
son de Acción Democrática, ¿qué me importa a mí?, les haría un reconocimiento
especial, incluso; de cualquier partido político, de aquí mismo del este de
Caracas, los alcaldes del este, además de Pepe Rangel, los alcaldes de Baruta,
de Chacao, vamos, ahí también nosotros queremos instalar centros diagnósticos
gratuitos para quienes allí viven en esas comunidades (Aplausos), son
venezolanos, son venezolanas.
Un
equipo de rayos X, y estos equipos muy modernos, un equipo de ultrasonido, un
endoscopio, un electrocardiógrafo para hacer diagnósticos del que te conté
aquí. La segunda causa de muerte en
Venezuela son los infartos, enfermedades del corazón, después de los accidentes
de tránsito que siguen causando mucho dolor; hay que trabajar, esto es un
problema de salud pública, los accidentes de tránsito en Venezuela. De ahí nosotros tenemos que hacer también una
campaña más intensa, señores ministros, todos, de educación, de salud, los
medios de comunicación, todos, hago un llamado, que nos ayuden en esto también.
Bueno,
ahí va a haber un electrocardiógrafo, no solo para hacer diagnósticos; es
importante, aunque usted se sienta como una pepa, pase por allí (Risas). ¿Por qué ustedes se ríen tanto, vale? Bueno, ¿qué otra palabra uso entonces? Como una uva.
Gracias al señor Carreño, que él es tan delicado (Risas). Perdón, señor diputado, vicepresidente. Como una uva, Pedro Carreño; el
carreñismo. Gracias, Carreño.
Miren,
no solo para el diagnóstico, hay que pasar a revisarse el corazón, eso se hace
en 10 minutos, en 15 minutos, el diagnóstico, a ver cómo está funcionando el
corazón. Pero, además, le vamos a
incluir allí un desfibrilador para atención de emergencia al infarto; cuando da
el infarto, o el preinfarto, mucha gente se muere porque no hay cerca un
equipo. La mayor parte de las personas
que mueren de infarto no mueren en el acto, mueren en el trayecto, a ver dónde
los llevan, y muchas veces la gente nerviosa lo montan en un carro, no hay un
médico, que si la cola; no hay una ambulancia, o llegan al hospital y no hay
quién lo atienda, y se muere la persona, la mayor parte se muere en el
trayecto.
Así
que vamos a tener —en todo el país va a ser esto— también los desfibriladores
para atención urgente de preinfartos o de infartos; un laboratorio clínico en
cada centro, sobre todo para los exámenes de sangre y de heces fecales, a
través de las cuales se detecta la presencia de microbios, de virus, para que
el médico pueda atacar directamente allí.
Es como el soldado, pues, el binóculo, el mapa, la detección del problema;
y un Sistema Ultramicroanalítico para conocer presencia de virus que no se
pudieran detectar a través de los exámenes de sangre y de heces, como, por
ejemplo, el dengue, la hepatitis, el SIDA.
Y hago un llamado a que incrementemos la campaña y las acciones
preventivas contra el SIDA, que sigue haciendo estragos en el planeta, y, por
supuesto, amenaza que está presente aquí en Venezuela. Y uno siempre tiende a pensar: “No, a mí no me da eso”, siempre uno tiende a
pensar, un mecanismo hasta natural, ¿no?, como el paracaidista, pues que ya se
acostumbra: “No, yo salto y a mí no me
pasa nada”, o en cualquier caso.
Entonces,
este Sistema Ultramicroanalítico permite detectar presencia de virus.
He
hablado solo del primer componente de Barrio Adentro II, 600 centros de
diagnóstico; pero, además, van a estar acompañados por otros componentes: 600 servicios oftalmológicos. Y además de los servicios oftalmológicos,
algo muy importante para salvar vidas también:
600 servicios de terapia intensiva, con equipos de respiración forzosa
(Aplausos).
Todo
esto lo vamos a instalar. Yo le pido
siempre ayuda a Dios. Fidel, como es
ateo, lo último que me escribió es que él me dice: “Chávez, Dios te ayuda a ti y a tus
amigos.” Fidel Castro es cristiano en lo
social, sí siempre lo aclara, en lo social.
Bueno, así que yo le pido a Dios que nos ayude, y pido ayuda a toda la
nación,
esto no
es solo responsabilidad del gobierno.
Claro, somos los primeros responsables, pero pido ayuda a todos, a
todos.
Los teléfonos de Aló Presidente
están abiertos para cualquier venezolano.
Si allá en el este de Caracas, o en las zonas de las clases medias,
bueno, Santa Mónica, por ejemplo, que conozco, el Prado de María que también
conozco mucho —por ahí vivía yo—, en cualquier ciudad, o por allá por el este,
La Trinidad, si alguna familia tiene un local que pueda ponerlo a disposición
de la Misión Barrio Adentro, pues vamos, comuníquese por los teléfonos de Aló
Presidente, o a través de cualquier canal de los tantos que hay, de los medios
de comunicación, o en Miraflores, o en el Ministerio de Salud, para comenzar de
una vez, señores gobernadores y alcaldes, a identificar los sitios; no es
cualquier sitio, porque eso debe estar ubicado, juntándose hacia el sistema
Barrio Adentro, no puede estar desconectado, es parte de un sistema, de lo que
ya tenemos, los consultorios, las casas de salud, etcétera.
Sigo con el milagro: 600 centros de fisioterapia y rehabilitación
vamos a instalar en todo el país (Aplausos).
¿Qué pasa con muchas personas que incluso van a Cuba o a cualquier otra
parte y se hacen una operación en una rodilla o en un brazo, o en cualquier
parte del cuerpo? Que vienen aquí y
luego no tienen para pagar la rehabilitación que muchas veces es larga, a veces
es para toda la vida la rehabilitación; o de un accidente cerebrovascular, que
requiere tratamiento permanente. Pero,
bueno, ¿y cómo sostenerlo? Esto es algo
muy importante para la salud plena del alma y del cuerpo, del individuo y de la
sociedad. Esos 600 centros de fisioterapia
y rehabilitación van a tener equipos para atender las siguientes áreas: electroterapia, hidroterapia, mecanoterapia y
gimnasio, terapia ocupacional, defectología y trastornos del lenguaje, y
podología. Esas áreas van a ser atendidas en los 600 centros de fisioterapia y
rehabilitación.
Pero, además de ello, la locura
mayor, o la quijotada mayor va a ser la siguiente: Vamos a instalar 32 —hasta ahora ese es el
número que creemos necesario— de
diagnóstico de alta tecnología, uno por cada estado y en el distrito
metropolitano, Miranda, Zulia pudiera haber dos, en algunos estados; pero, al
menos, uno por estado. Hemos calculado
32, con equipamiento del más alto desarrollo que hoy hay en el mundo.
Para esos centros de diagnóstico de
alta tecnología, aquí es necesario buscar instalaciones, si no las hubiera,
tendríamos, entonces, pronto, que comenzar a ubicar terrenos para construirlos,
ya estamos haciendo el proyecto del módulo del tamaño más adecuado.
Eso va a tener equipos de resonancia
magnética nuclear, va a tener un tomógrafo de 16 ó más cortes, de lo más
moderno en el mundo, va a tener equipos de ultrasonido de tres dimensiones para
corazón y otros órganos; va a tener un video endoscópico, un equipo completo de
laboratorio, un Sistema Ultramicroanalítico y un sistema de rayos X con mesa
flotante, cada uno de estos 32 centros de diagnóstico de alta tecnología.
Y para seguir avanzando en la misión
Barrio Adentro, la Universidad Bolivariana, con apoyo de otras universidades
del país, y apoyándonos en la misión Barrio Adentro, va a comenzar este año la
capacitación de cerca de 20 000 jóvenes de la Misión Sucre para formar
médicos generales integrales (Aplausos); la primera cifra, señores ministros de
Educación Superior y de Salud —por allá están Samuel y Francisco, ellos,
además, son muy jóvenes, pueden trabajar 28 horas al día—, que habíamos
estimado era muy modesta, no nos da, hay que acelerar más. Entonces, la cifra redondeada es de
20 000 jóvenes que este año debemos incorporar en una primera etapa de
formación de médicos integrales, para que vayan a nutrir las filas de Barrio
Adentro. Y aun cuando nosotros no
quisiéramos que los médicos cubanos nos dejaran algún día, pues ustedes saben
que es justo y es necesario que ellos, en los próximos años, vayan regresando a
nuestra querida y hermana Cuba y nosotros seamos capaces no solo de ocupar esos
puestos de batalla, sino de seguir el ejemplo de Cuba, y por qué no, dentro de
pocos años, así como hoy Cuba tiene aquí, generosa y noble, casi 20 000
médicos y odontólogos —hace poco murió una doctora, hace pocos días, en un
accidente de tránsito, una mujer joven, nos dolió mucho—, y están aquí
entregados en cuerpo y alma a su misión, Venezuela, esta Venezuela bolivariana,
dentro de pocos años igual deberá tener, para ser fieles seguidores de los
máximos ideales de Bolívar, debemos tener legiones de médicos, y ahí nos
hermanaremos con Cuba y con otros muchos pueblos de la América y del mundo,
atendiendo la tragedia de la pobreza, la tragedia de la miseria en cualquier
parte del mundo donde haga falta nuestra participación (Aplausos).
Señor
Presidente, señores diputados, el 2004 fue el año de la consolidación y
expansión de las misiones de inclusión social, y este año 2005 pues vamos a
continuar fortaleciendo y ampliando las misiones de inclusión.
En cuarto lugar decía hace rato ya,
que el 2004 fue también el año de arranque del modelo de desarrollo endógeno
territorial. En esto no voy a abundar en
muchos detalles, porque hasta ahora los logros han sido pocos, pero el gran
logro ha sido el diseño del modelo endógeno, ha sido el rescate de la
concepción endógena del desarrollo territorial, ha sido el redimensionamiento
de las zonas especiales de desarrollo.
Esta madrugada conversaba con el ministro Francisco Natera —él ha hecho
una gran labor, y pido un reconocimiento especial, él viene del sector privado,
fue presidente de FEDECAMARAS (Aplausos), y ahí está trabajando duro, a veces
casi sin recursos—, y este año 2004 dimos un verdadero salto en cuanto a la concepción
y a la ejecución de programas en las zonas especiales de desarrollo. El incremento del rebaño, por ejemplo, ha
sido importante en el año 2004; los créditos para el cacao, para la palma
africana, desde la zona sur del lago de Maracaibo, pasando por Barlovento,
hasta las costas del Apure, la mesa de Guanipa, zonas especiales de desarrollo
que ya van configurándose;
aquí nadie sabía qué era eso.
Hicimos
la ley, hicimos un plan, pero muy general, ahora estamos aterrizando, en el
2004 hemos aterrizado en las zonas especiales de desarrollo, y, además, hemos
alimentado el proyecto del desarrollo de las regiones del país, ya lo dije, con
la visión endógena, y en ese sentido es que hemos creado el Ministerio de
Economía Popular. Ya tenemos
identificados 1 000 núcleos de desarrollo endógeno, y tenemos identificado
un conjunto de polos de desarrollo endógeno.
Y
las zonas especiales de desarrollo, las sedes, no son otra cosa que zonas de
desarrollo endógeno territorial. El gran
mérito, repito, en esta área en el 2004, es el rediseño y el relanzamiento del
plan original de las zonas especiales de desarrollo, que es uno de los ejes del
desarrollo territorial del proyecto bolivariano.
Este
año, lo anuncio de manera muy general, esos 1 000 núcleos endógenos, ya
identificados y un 25% de ellos ocupados, la Misión Vuelvan Caras que comenzó
como una oleada; también los excluidos capacitándose por todas partes...
Hace
poco veíamos por el Canal 8 y por Vive Televisión, unos documentales
extraordinarios de la mesa de Guanipa, de los núcleos endógenos que PDVSA está
impulsando por allá, y ahora con el gobernador Tarek William Saab y con el
gobernador Briceño allá en las sabanas de Monagas, es una cosa maravillosa, que
despierta, además, la solidaridad, despierta la inventiva y la creatividad de
nuestro pueblo.
Así que para el impulso
le he dicho al Ministro Elías Jaua, que esos 1 000 núcleos endógenos, 25%
casi ya de los cuales están ocupados, vamos a seguir ocupándolos
progresivamente en la medida en que vayan concluyendo los cursos de
capacitación que el ministerio a través del INCE y otras instituciones, la
fuerza armada, están dictando por todo el país, para impulsar, convertir esos
núcleos en unidades productivas; pues no podemos permitir que nuestro pueblo
vaya a trabajar allí con las uñas, no, tenemos que apoyarlos con maquinaria,
con tecnología, además de la capacitación, la organización social para la
producción y el crédito a tiempo.
Debo
decirles que, producto del ingreso petrolero adicional del año 2004, para el apoyo
a ese proyecto de los núcleos endógenos —señores gobernadores y alcaldes,
espero también de ustedes que sigan colaborando en este diseño desde abajo,
porque precisamente por ser endógeno tiene que venir desde abajo y desde
dentro, como dijo la niña—, he reservado, señor Presidente, y haré llegar las
solicitudes respectivas de créditos adicionales, progresivamente, a la Asamblea
Nacional, la cantidad de 1 000 millones de dólares, para apoyar de manera
firme y consistente la industrialización (Aplausos). Y en ello vamos a trabajar muy coordinadamente
con países hermanos como Brasil.
De
Brasil hemos traído este año 5 000 novillas preñadas que ya parieron casi
todas, de raza Girolando, de lo mejor que hay para estas tierras y para estos
climas. Desde la zona sur del lago hasta
la sabana de oriente está llegando el ganado Girolando, y este año está
previsto 5 000 más, por vías del Ministerio de Zonas Especiales de
Desarrollo, pero por vía de CORPOZULIA también, y por vía de la CVG y por vía
del Ministerio de Agricultura; es decir, por varias vías vamos a continuar
fortaleciendo esto.
Qué
vamos a hacer nosotros con darles a un grupo de compatriotas, por ejemplo, 40
hectáreas recuperadas, que a lo mejor eran de PDVSA y las tenían por allí
subutilizadas, como estamos haciéndolo.
Porque primero nosotros hemos iniciado, ustedes lo saben, la
recuperación de activos del Estado y la transferencia al pueblo, porque hemos
seguido fortaleciendo de manera muy concreta la consigna aquella: Si queremos acabar con la pobreza, debemos
darles poder a los pobres, conocimiento, tierra, crédito, tecnología,
organización, es la única manera de acabar con la pobreza (Aplausos).
En
el 2004, compatriotas y camaradas, compañeros y compañeras, en Venezuela siguió
avanzando, y con fuerza, un modelo alternativo al neoliberalismo salvaje que
acabó y amenaza con seguir acabando con pueblos enteros. Aquí está en marcha un modelo alternativo que
está siendo mirado con atención por millones y millones y millones, yo diría
centenares de millones; yo diría más, miles de millones de ciudadanos y
ciudadanas en este planeta, y si en Marte hubiera vida —parece que no la hay,
pero si la hubiera— estoy seguro de que también estarían pendientes de lo que
aquí en Venezuela está ocurriendo (Aplausos), porque es en verdad un camino
alternativo, como una esperanza para millones que habían perdido la esperanza
en el planeta ante la pretensión de imponernos el modelo neoliberal, el
Consenso de Washington, las recetas del Fondo Monetario Internacional, salvajes
recetas que arrasaron y llevaron a la muerte a millones de seres humanos, a
centenares de millones a la pobreza y a la miseria, pueblos enteros arrasados
por el neoliberalismo. Aquí está en
marcha un proyecto alternativo, y es este, aquí está, solo que estamos
construyéndolo.
Pues
bien, la Misión Vuelvan Caras y el Ministerio de Economía Popular, parte de la
nueva institucionalidad del Estado, para que sea de verdad social, de derecho y
de justicia, pues han llegado para instalar ese nuevo modelo del desarrollo
endógeno territorial.
Además,
decía que muchos países como Brasil, Argentina..., pronto debemos reunirnos con
el presidente Lula y también con el presidente Kirchner; también Argentina nos
ha estado apoyando y nos va a seguir apoyando.
Estamos por comprarle a Argentina, mientras aquí comenzamos a fabricar
las cosas, porque aquí tenemos que fabricar todas esas cosas, si no todas una
buena parte de ellas, pero mientras tanto en Argentina nos están ofreciendo una
desmotadora de algodón. Bueno, vamos a
traerla; así como de Cuba estamos trayendo unos centrales azucareros, uno va
para Cojedes, ya tenemos allá los terrenos y el proyecto.
Ahora,
¿eso va a ser para un capitalismo de Estado?
No, no, es un modelo de economía social, fundamentado en la cogestión
del Estado con el sector privado y los trabajadores, todos juntos. Es una nueva gestión económica, un nuevo
modelo; no es el clásico capitalismo de Estado el que aquí vamos a reproducir,
eso también fracasó, tampoco es el camino.
Con
China, con India —pronto iremos a India—, con Irán, España y muchos otros
países con los que estamos trabajando articuladamente, con empresarios de esos
países, ministros, sector público, sector privado, científicos, técnicos,
ustedes van a ver todo lo que aquí va a ocurrir.
Lo
que ha ocurrido hasta ahora es poco comparado con lo que aquí va a ocurrir,
¡grandes cosas van a ocurrir aquí, mucho más grandes que las que han ocurrido!
(Aplausos.)
Luego,
en quinto lugar, la ofensiva o la contraofensiva internacional. El 2004 fue el año de la contraofensiva
internacional, especialmente, en la última parte del año, después del
referéndum del 15 de agosto, en el cual se oyó una vez más, y con qué claridad,
como clarín en la llanura, como El Carrao de Palmarito, Juan de los Santos
Contreras, El Clarín de la Llanura, se oyó la voz del pueblo venezolano,
clarita como la voz del carrao en las sabanas de Venezuela, clarito como el
clarín del toque de diana en los cuarteles queridos de la patria.
Sobre
todo después del 15 de agosto que iniciamos —ya la teníamos preparada, por
supuesto— la contraofensiva internacional, y fue así como Venezuela, para hacer
un paso rápido, ingresó al MERCOSUR. Ya
somos miembros de MERCOSUR, ese es el rumbo, el rumbo del Sur (Aplausos).
Otra
cosa importante que quiero resaltar a nivel internacional, es que, fíjense
ustedes, hace cinco años decíamos en Canadá y lo dejamos por escrito en el acta
que se firmó aquel día, que firmamos todos los presidentes del continente,
menos Fidel Castro, Venezuela dejó asentada allí en solitario su posición
en contra de la pretensión de imponernos a troche y a moche un ALCA para el
2005, para el primero de enero del 2005.
Hoy
lo digo desde aquí, como el clarín de la llanura: Ese ALCA murió, no podrán imponerle un ALCA a
este continente (Aplausos); una pretensión verdaderamente imperialista,
colonialista de ponernos a competir a nosotros con economías tan poderosas como
las de Estados Unidos, eso es un imposible, un suicidio.
Bueno,
sin embargo, ahí está, amaneció el primero de enero de 2005, no hay ALCA, y
está tomando forma una propuesta alternativa, que desde aquí llamamos y desde
Cuba llaman y desde muchos otros lugares de este continente, trabajadores,
indígenas, Sin Tierra, líderes políticos, congresos, gobernaciones, presidencias,
etcétera, llaman ALBA, el amanecer de una nueva América, la Alternativa
Bolivariana para la América Latina (Aplausos).
Esa
contraofensiva internacional nos llevó también a participar muy activamente en
el nacimiento de la Comunidad Suramericana de Naciones que, como ustedes saben
y recuerdan, ocurrió allá en el Cuzco y en Ayacucho, en la conmemoración de los
180 años de aquella gran batalla, la Comunidad Suramericana de Naciones
(Aplausos), y comprometidos estamos en que esa Comunidad Suramericana de
Naciones sea una realidad, que no se nos quede en el papel.
Ese
es el camino, es el proyecto de Bolívar, convocado hace 180 años, precisamente,
desde Lima al Congreso Anfictiónico de Panamá.
Para qué convocó Bolívar ese congreso lo sabemos, hay que recordarlo y
que hay repetirlo; no fue para un ALCA, no; fue para un ALBA, fue para
conformar en Suramérica y en el Caribe un bloque de naciones —decía Bolívar—,
para luego negociar en condiciones de igualdad con el Norte, con el Este y con
el Oeste; pero nosotros, primero aquí, en el Sur, unidos, para lograr lo que él
decía, el equilibrio del universo, un mundo pluripolar. Y aquí está, todo lo dice, lo dice el tiempo,
lo dice el mapa, lo dicen las aguas, lo dicen las tierras, lo dicen los ríos,
lo dice el subsuelo, lo dice el cielo, lo dicen las estrellas, lo dicen los
pueblos, lo dice la magia de nuestros pueblos.
Aquí es posible en Suramérica y en el Caribe conformar una poderosa
unidad de repúblicas y de naciones, la unión del Sur (Aplausos).
Desde
aquí, mi saludo muy solidario a todos los jefes de Estado de Suramérica, del
Caribe, de América Latina, y de manera particular a Suramérica, y el
compromiso de Venezuela es infinito en esto, estamos empeñados y comprometidos
hasta los huesos con esta unión suramericana.
Es
por eso que hace pocos días, el domingo pasado, en Aló Presidente, anunciábamos
y ya habíamos firmado horas antes el decreto de creación de TV-Sur, la
Televisora del Sur, porque es por allí por donde hay que arrancar la
integración cultural, la integración del alma de nuestros pueblos, el
conocimiento de quiénes somos, de dónde venimos, dónde vivimos, el conocimiento
de nuestra historia de cómo nacieron nuestras repúblicas, el conocimiento de
nuestras costumbres.
Desde
aquí desde el Caribe hasta la Patagonia seguimos y seguiremos proponiendo la
conformación de PETROAMERICA o PETROSUR, una verdadera alianza petrolera
energética de todos los países suramericanos y caribeños; de PETROCARIBE,
fortaleza para nuestros pueblos.
Seguiremos
proponiendo y también desarrollando una idea extraordinaria: la creación de un banco del Sur, para tener
aquí nuestras reservas internacionales y no seguirlas teniendo solo en los
bancos del Norte; la creación de un fondo del desarrollo para el Sur, empezando
por Suramérica; una moneda común para Suramérica en el futuro, y propongo que
se llame sucre, en honor al Gran Mariscal de Ayacucho, el sucre (Aplausos).
Esa
ofensiva o contraofensiva internacional nos llevó a Cuba, a una visita
memorable, para conmemorar los 10 años de nuestro primer encuentro y, además,
no solo fue conmemoración, sino que allí le dimos nacimiento a un Acuerdo de
Alternativa Bolivariana y Martiana para la América, en un convenio sin
precedentes entre dos repúblicas hermanas, en un convenio de integración que
nos permite hablar de este milagro de la Misión Barrio Adentro en su fase dos, que nos permite hablar
de la complementación económica, que nos permite hablar, por ejemplo, de
detalles como éste.
En
Cuba hay un gran yacimiento de níquel y aquí tenemos grandes yacimientos de
mineral de hierro. ¡Ah!, pero Venezuela
exporta el hierro como materia prima y acero también, algo de acero, y Cuba
exporta el níquel como materia prima.
Hemos hecho un acuerdo,
vamos a invertir recursos para incrementar la explotación del níquel en Cuba,
utilizando carbón venezolano para la explotación del níquel, que requiere mucha
energía y no la tienen hasta ahora en Cuba; pero tenemos grandes reservas de
carbón en el Guasare y en el Táchira, y ya hemos incrementado en una primera
etapa la explotación del carbón, y luego traer parte del níquel de Cuba para
hacer la aleación respectiva con nuestro acero y exportar el acero
inoxidable. Este es un solo ejemplo. Acero inoxidable que tiene mucho mayor valor
agregado que el acero y mucho más que el hierro, por supuesto, o que el níquel
como materia prima.
Esa es la gran diferencia, o una de
las grandes diferencias entre los países de economías desarrolladas y los
países de economía colonial, de dependencia, como el nuestro. Nosotros no podemos seguir siendo
exportadores de materia prima, pero para ello se requiere de inversiones,
tecnología y, sobre todo, mucha voluntad política (Aplausos).
Producto
de esa ofensiva internacional han comenzado a llegar a Venezuela... Bueno, ya no me da ni tiempo para atender
tantas delegaciones; de Brasil llegaron unos empresarios antier, estuve
hablando con ellos más de dos horas, pues quieren invertir. Están invirtiendo en Venezuela, el segundo
puente del Orinoco; pero ahora quieren hacer el tercer puente, y les dije:
“Vamos a hacerlo, ¿cuándo comenzamos?” Ya vamos a poner la primera piedra ahí
en Caicara-Cabruta, para el tercer puente sobre el río Orinoco (Aplausos); y el
metro de Los Teques, y el metro de Maracaibo, y la presa el Diluvio-el Palmar,
para la gran meseta de Maracaibo. Y
ahora estamos hablando de un proyecto de diamantes, que aquí siguen llevándose
los diamantes y el oro, y estamos ordenando esto.
Ustedes saben que en función de
todos estos objetivos he venido tomando decisiones, para continuar
fortaleciendo la nueva institucionalidad, y he decidido crear el Ministerio de
Industrias Básicas y Minería, y he designado a Víctor Alvarez, el actual
presidente del Banco de Comercio Exterior, para que sea nuestro ministro de
Industrias Básicas y Minería, con todo lo que es la CVG y otras empresas y
otros negocios; y vamos a crear, y ya tengo el decreto para firmarlo hoy mismo,
un ministerio de Industrias Ligeras, y ahí vamos a colocar a una gran mujer,
luchadora incansable, como es Edmée Betancourt, ministra de Industrias Ligeras
(Aplausos).
En fin, esta contraofensiva
internacional ha producido ya un primer impacto en lo político, en lo económico
muy favorable para nuestro país, para la marcha de Venezuela, para recuperación
plena del país. Esa contraofensiva
internacional nos llevó a Madrid, y hay ahora, se respiran, así como dije hace
unos meses atrás, o hace un año atrás, visitando Buenos Aires, hermosa ciudad a
la que no visité en casi cinco años, cuando allí estaba anidado el neoliberalismo;
pero apenas llegó Néstor Kirchner, compañero presidente nacionalista y amigo, y
recuerdo aquel viaje a Buenos Aires, me salió una frase: “Se respiran buenos
aires en Buenos Aires.” Igual puedo
decirlo de Madrid, de España, ¡qué buenos aires se respiran en España!, en esta
España con un nuevo gobierno socialista, un nuevo gobierno con una nueva
orientación hacia la América Latina (Aplausos), hacia la paz, el no a la
guerra, el no al atropello de los derechos humanos, el no al irrespeto a la soberanía
de los pueblos, principios sagrados, fundamentales, que debemos respetar todos
en el mundo si queremos un mundo de paz, en equilibrio.
Así que esa visita a España fue pues
la mejor visita que ha España haya hecho, de las varias que ya he hecho, con el
Rey, Su Majestad Don Juan Carlos, buen amigo, y la Reina, Doña Sofía, el
Príncipe y la Princesa, el presidente Rodríguez Zapatero, y su Canciller, sus
ministros; fuimos a Toledo, esa maravillosa ciudad, en Castilla La Mancha, con
Pepe Bono, el ministro de Defensa y el presidente de Castilla la Mancha, y
miramos la gran sabana de Castilla, esa misma en la que se inspiró el infinito
Cervantes para dejarnos esa monumental obra de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, un Florentino.
Florentino era un Quijote, “El
catire Florentino/ por el ancho terraplén,/ camino del desamparo/ desanda a
golpe de seis”. No se les olvide que
Florentino anda vivo y galopando por la sabana.
Esa España, hemos relanzado, y vaya cómo y de qué manera, las relaciones
con España, y a través de España con la Europa.
Desde aquí un saludo a España y la Europa, así como he saludo al Caribe
y a la América Latina toda.
Y esa contraofensiva nos llevó de
nuevo al norte de Africa, a reavivar los enlaces con Libia y con la OPEP, y con
aquellos pueblos hermanos de Arabia; y luego a Moscú, también a refortalecer, a
relanzar y colocar en un nivel más alto las relaciones estratégicas con Rusia,
con el presidente Vladimir Putin y con el inmenso potencial económico e
industrial, científico-técnico que tiene Rusia, su industria, su pueblo, su
sociedad; una nueva Rusia también que sigue fortaleciéndose. Y eso le hace falta al mundo. Líbrenos Dios de un mundo unipolar. Permítanos Dios el mundo multipolar para el
equilibrio internacional.
Esa contraofensiva nos llevó en
Rusia a firmar convenios para la adquisición de un grupo importante de naves
militares, de helicópteros de ataque, para incrementar la capacidad de defensa,
sobre todo, de nuestras fronteras, y a comenzar la negociación de 100 000
fusiles, para también incrementar...
Venezuela no se meterá con nadie,
pero que nadie se meta con Venezuela (Aplausos).
Esa contraofensiva
internacional nos permitió en Moscú, igual, firmar un convenio con una empresa
rusa de aluminio para instalar, como ellos van a instalar, con una inversión de
cerca de 3 000 millones de dólares, una gran planta de explotación de
bauxita y producción de alúmina allá en el Orinoco, e intercambios gasíferos.
Hoy
tenemos una reunión con el presidente de GASPROM, una gran empresa de gas y de
petróleo de Rusia, de las más grandes del mundo, pues se va a firmar un
convenio hoy en el Palacio de Gobierno.
Vienen los rusos con toda su experiencia y su capital a invertir en el
gas y el desarrollo gasífero, petroquímico, objetivos fundamentales y
estratégicos del nuevo modelo de desarrollo nacional, además del petróleo,
además de la minería, además de la agricultura.
Luego fuimos por el Irán, a
reencontrarnos con el hermano presidente Mohamed Khatami, y con los líderes y
con aquel pueblo hermano, y de allí relanzamos, como en un cohete, los
intercambios entre Irán y Venezuela. Ya
les comentaba hace un rato de las reuniones de anoche. Hace una semana estuvo aquí el Vicepresidente
de Industrias del Irán, y pronto vendrá el Presidente, y hemos firmado y hemos
acordado y ya está trabajándose para pronto inaugurar, cuando venga Khatami, en
marzo —Dios mediante—, la fábrica de tractores en Ciudad Bolívar (Aplausos);
vamos a hacer tractores aquí, y no solo tractores, sembradoras, rastras,
maquinaria, y más adelante haremos camiones, vehículos, cavas, autobuses, todo
eso podemos hacerlo aquí. Claro, que
tampoco vamos a caer en la pretensión de abarcar más allá de lo que podamos y
debamos. No, tenemos que definir, como
estamos definiendo, lo estratégico y aquellas áreas y sectores donde, con el
apoyo de muchos amigos del mundo, pues tenemos gran potencial para la
producción y para el abastecimiento, primero de nuestro pueblo, y, segundo, los
mercados internacionales, incluyendo, por supuesto, el gran mercado
asiático.
Esa contraofensiva internacional nos
llevó a la China, y allá pasamos una Navidad helada, pero con cuánto calor nos
recibieron en China el nuevo Presidente, Hu Jintao, el alto gobierno chino, los
empresarios chinos, la Universidad de Pekín, y viejos amigos como el ex
presidente Jiang Zemin. Fue un encuentro
maravilloso. Allá estuvimos también en
la Asamblea Popular, estuvo un grupo de diputados, estuvo Nicolás, el
presidente, y diputados, el diputado Khan, la diputada Cilia, que fuimos
compartiendo, y de ese encuentro en China, así como el de Moscú, así como el de
Madrid, así como el de Teherán, surgieron importantísimos proyectos, algunos de
los cuales ya habíamos...
Como yo le decía a Khatami: “Bueno, Khatami, la agresión imperialista nos
hizo perder, por una parte perdimos dos años, 2002, 2003, porque ahí se
apagaron muchos proyectos, aun cuando ganamos también muchas cosas, ganamos
fortaleza moral ante el mundo, demostramos que aquí lo que está en marcha es
una democracia real y verdadera, aguantamos, como decía Trotski, el látigo de
la contrarrevolución; pero decía León Trotski:
“A toda revolución le hace falta el látigo de la contrarrevolución; el
látigo la fortalece si sobrevive a él”.
Nosotros no solo hemos sobrevivido a los látigos de las agresiones
contrarrevolucionarias, sino que hemos salido fortalecidos, así se lo dije a
todos los amigos del mundo, de una o de otra forma.
Así que con China han salido cosas
maravillosas. Ya está por llegar el
Vicepresidente chino, y ya han llegado las primeras comisiones. Nos han ofrecido una línea de créditos para
viviendas de cerca de 800 millones de dólares, para construir viviendas aquí
para el pueblo, viviendas buenas y módicas, baratas, entre muchas otras cosas. Estamos hablando del apoyo técnico para
pequeñas maquinarias, para pequeños talleres y hasta grandes talleres, máquinas
de procesamiento de cereales, por ejemplo, de leche, de carne, para nosotros
fabricar, como me lo decía el gobernador de Shandong, provincia que tiene ella
sola 90 millones de habitantes, y un gigantesco y asombroso desarrollo. Me dijo el gobernador: “Presidente, nosotros
queremos no solo venderles a ustedes, y esta es la voluntad del presidente Hu
Jintao y de la China toda, queremos ayudarlos a ustedes a través de la
transferencia tecnológica; queremos que ustedes allá fabriquen computadoras,
por ejemplo”. ¿Y por qué no podemos
nosotros aquí fabricar computadoras y máquinas de alta tecnología? Fíjense, ese es un ejemplo de que no hace falta
ser imperio para ser grande, se puede ser grande sin llegar a ser un
imperio. Se puede llegar a ser grande,
como lo es China, sin pretender imponerles a los demás un modelo, sino
respetando los modelos de cada quien y las particularidades de cada quien. Así debe ser el mundo del futuro (Aplausos),
ese es el otro mundo posible que necesitamos, que queremos.
Una de las líneas de trabajo en la
que estamos empeñados con China y con muchos otros países, Europa, España: el turismo, ¡el turismo!
China aporta al turismo mundial al
año 90 millones, perdón, 90 millones de turistas chinos viajan por el mundo
todos los años. Bueno, señor gobernador
Morel, un 0,1% de ese turismo que llegue a Margarita, que llegue a Anzoátegui,
a Canaima, a la Sierra Nevada...
Claro, por eso es que, entre otras
cosas, para ahora sí impulsar el turismo con fuerza he decidido crear el
Ministerio de Turismo y al comandante Castro Soteldo lo he designado para que
sea el Ministro de Turismo (Aplausos).
Una de las grandes dificultades que
hay es que no tenemos un vuelo directo de Pekín a Caracas o a Maiquetía; un
vuelo que venga, haciendo escala, por supuesto, en Norteamérica, en México, y
ese es uno de los problemas que hay que solucionar, para el turismo hacia el
Caribe, hacia Venezuela y otros lugares del Caribe, por supuesto. Bella tierra, mágica, el Caribe, este nuestro
Caribe.
Pues bien, esto es un mensaje
también que yo les trasmito a los latinoamericanos, algunos empeñados en mirar
solo al Norte. Nosotros también miramos
al Norte, pero más allá del Atlántico, más allá está el Africa, y más allá del
mar Rojo está el Asia, y más allá, al Norte, está la Europa, Mediterráneo
Regresar; el mundo es redondo, algunos creen que el mundo es así, que tiene como
unas gríngolas; el mundo es redondo, vamos por el mundo.
Esta
contraofensiva internacional, en fin, pues ha recolocado a Venezuela en el
mundo, y con más fortaleza —ya lo dije— moral, política. Nadie duda ya en el mundo, en el mundo
honesto y el mundo que sabe, en el mundo juicioso, en el mundo objetivo nadie
duda lo que aquí en verdad está ocurriendo, que estamos saliendo de una era
nefasta, de una democracia falsa, de una verdadera dictadura de minorías contra
las mayorías populares y las mayorías de la nación, las mayorías de las clases
medias y que estamos aquí naciendo en democracia y hacia horizontes de mayor
democracia política, económica, social, integral, un nuevo modo de vida. Desde aquí saludamos a ese mundo, a ese mundo
con el que estamos comprometidos por la paz, el respeto.
En estos últimos días han estado pasando cosas
lamentables, que trataremos de que no afecten gravemente las relaciones que
habíamos venido trabajando con tanto cuidado con la hermana República de
Colombia. Con el presidente Uribe guardo
una amistad, un respeto y hemos hecho reuniones importantísimas. Nos visitó el presidente Uribe, en plena
etapa pre referéndum, en Maracaibo.
Visité al presidente Uribe en Cartagena, aceptando una generosa
invitación; trabajamos muy bien, hicimos un acuerdo para un gasoducto
transguajiro e iniciamos estudios para un poliducto hacia Colombia. Reactivamos el comercio en el 2004 y batimos
récord, llegamos a 2 000 millones de dólares; pagamos las deudas que había
aquí en Venezuela con empresarios de Colombia y que había sido afectada por el
control de cambio.
Sostuvimos conversaciones entre los ministros de
Defensa, de buena fe. Les dijimos a los
colombianos, al gobierno y al pueblo de Colombia: “No siga creyendo nadie en esa farsa de que
Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en un santuario de terroristas o de
grupos subversivos. No, nosotros lo que
no queremos es intervenir, porque no debemos, en el conflicto que es interno de
Colombia, y lo que queremos es la paz para Colombia, y la unión con Colombia,
porque amamos a Colombia” (Aplausos).
¡Yo amo a Colombia!, lo digo desde lo más profundo de mi corazón, porque
tengo conciencia de qué barro estoy hecho, porque también soy colombiano cuando
miro para la historia y veo a la Colombia bolivariana, al sueño inmenso de
Bolívar (Aplausos prolongados).
Colombia,
compatriotas; Colombia, señores embajadores, Colombia duele, ¿saben? No estoy aquí
para nada haciendo uso de un recurso retórico. Se me aguan los ojos cuando hablo de
Colombia, del pueblo colombiano, de la historia de Colombia, de lo que nos une
con Colombia. Recuerdo a mi abuelo, el
general Pedro Pérez Delgado, venezolano y colombiano decía él que era; yo digo
lo mismo, y me siento así.
En
una ocasión andaba huyendo Maisanta por los llanos del Casanare, lo buscaba
Gómez y el ejército de Gómez lo perseguía por nacionalista, por revolucionario,
por venezolano integral, así lo creo, y en Colombia ordenaron también su
captura, porque se había sumado a un movimiento rebelde en el Arauca, por allá
en 1916, y cuando Pedro Pérez Delgado supo que lo andaban buscando también en
Colombia, dijo: “Maisanta, ¿qué voy a
hacer ahora?, estoy mal con mi mama y estoy mal con mi tía”, la tía era
Colombia.
Y
nosotros, además, los que nacimos en el sur de Venezuela, los que desde niños
aprendimos a amar el rumor del Arauca, los que desde niños aprendimos a vibrar
con el rumor del Apure, los que desde niños convivimos con colombianos nacidos
en aquella tierra, los que tenemos amigos y hermanos colombianos, sobre todo,
pero esto es un sentimiento nacional: a
Venezuela le duele Colombia porque Venezuela ama a Colombia.
Y
este último caso cómo me ha dolido a mí, ¿saben?, y no tengo duda, así lo creo
y así lo voy a decir: Yo no creo que el
Presidente de Colombia haya estado al tanto de la operación que planificó la
policía de Colombia, consiguiendo comprar, o sobornar, para ser más preciso
—soborno se llama eso—, a un
pequeño grupo de militares venezolanos, y seguramente también de civiles
venezolanos, pagando lo que ellos llaman el rescate, que ahora algunos en
Colombia tratan de justificar ante el mundo.
Eso no tiene justificación.
Señor
presidente Alvaro Uribe, desde aquí, a nombre del afecto que ha nacido, a
nombre de los hijos suyos y de los míos, a nombre de su pueblo y el mío, que en
el fondo es el mismo, le lanzo esta mano, no creo que usted haya sabido de esta
operación que ha violado flagrantemente la soberanía del pueblo venezolano, de
la nación venezolana y que rechazamos categóricamente. Le invito a rectificar, le invito a que su
gobierno rectifique públicamente (Aplausos).
Debo
decirle, señor presidente Alvaro Uribe, que he sufrido mucho en estos
días. No olvidaré nunca la última
llamada telefónica de los primeros días de enero, de las primeras horas del Año
Nuevo. Yo andaba por las sabanas de mi
muy querida Barinas, andaba barineando con Rosinés y los viejos y los hijos,
andaba lleno de cosas mágicas, y así se lo dije, y me dijo: “Querido Hugo, cómo quisiera conocer tu
llano”, el llano de Barinas, y le dije:
“Venga, esta es tu casa.” Le
ratifico la invitación, señor Presidente; pero, lamentablemente, lo que ha
ocurrido debe ser rectificado. Es de
sabios rectificar. Han cometido en
Colombia un grave error y deben rectificar en vez de estar buscando argucias
que peor hacen quedar a su gobierno.
No
puede ser, es injustificable desde todo punto de vista que funcionarios, altos
funcionarios del Estado colombiano y del gobierno colombiano estén instigando a
funcionarios venezolanos al delito, estén sobornando a funcionarios
venezolanos, estén comprando militares venezolanos que traicionan a su patria y
serán castigados con todo el peso de la ley (Aplausos). Serán sometidos a juicio y seremos
implacables con este pequeño grupo de venezolanos que no merecen llevar el
uniforme de la Fuerza Armada de Simón Bolívar.
Por cobrar una recompensa llegaron a cometer un delito.
Ahora,
que desde Colombia, desde el gobierno de Colombia se esté instigando el delito,
eso es algo muy grave. Les comentaba yo
a algunos presidentes latinoamericanos por teléfono en las últimas horas: Ese tema hay que debatirlo, porque entonces
ningún gobierno aquí va a estar..., cómo se va a confiar así, en quién.
Supónganse ustedes que
yo decidiera —no lo voy a hacer, por supuesto, soy respetuoso, para mí es
sagrada la soberanía de Colombia y de cualquier país del mundo—,que yo
organizara un comando y diera una recompensa para traernos a Pedro Carmona o a
un grupo de exmilitares venezolanos golpistas y terroristas que están en
Estados Unidos o que están en Centroamérica, o en la misma Colombia escondidos;
sé dónde están, incluso, algunos de ellos, en la propia Colombia; pero no voy a
mandar a buscarlos. Y si nosotros
queremos buscarlos y queremos traerlos, pues están los procedimientos del
Derecho Internacional muy claramente establecidos, si no esto se convierte,
señor Presidente y amigo mío, en la ley de la selva.
Así
que yo, con mucho dolor, he retirado al Embajador venezolano en Bogotá y no
regresará el Embajador, mientras el gobierno de Colombia no ofrezca disculpas y
rectifique acerca de lo que ha hecho (Aplausos).
Al
mismo tiempo, he ordenado paralizar todo acuerdo y todo negocio con Colombia;
se paraliza el gasoducto transcaribeño, lamentablemente, pero hasta que no sea
reivindicada la soberanía violada de Venezuela, yo me veo obligado a tomar esas
decisiones. ¡Nada ni nadie me hará salir
de esa posición, porque represento la dignidad del pueblo de Venezuela!
(Aplausos y exclamaciones.)
Y
les ruego que me crean que esto me duele infinitamente; pero tengo fe y pido a
Dios y a la sabiduría de Colombia, de sus instituciones, y a nosotros mismos,
que seamos capaces de sobrepasar estos graves hechos, de curar heridas y de
seguir avanzando.
Nosotros
ratificamos que queremos ayudar a la búsqueda de la paz en Colombia y que
queremos seguir trabajando por la integración política, social, económica con
esa gran república, a la que, repito, amamos; yo amo esa tierra, yo amo a ese
pueblo.
Pues bien, señor Presidente, señores
diputados y diputadas, este ha sido mi sexto discurso o mensaje más bien, a la
Asamblea Nacional y a la nación, acerca de la gestión en lo político, en lo
social, en lo económico de mi gobierno, este gobierno nació por allá por 1998,
hace ya más de seis años, por voluntad de las mayorías del pueblo
venezolano. Y este gobierno que está
comprometido con ese pueblo venezolano, no solamente con quienes nos eligieron
y nos reeligieron, y nos relegitimaron una, dos y tres veces, sino con toda
Venezuela. Yo aprovecho para hacer un
llamado a todos los venezolanos al trabajo conjunto, de buena fe, a la armonía,
a que, con las diferencias que tenemos, las reconozcamos, que nos aceptemos
unos a otros y que pongamos las manos, los
brazos, el alma en la construcción de la patria que necesitan nuestros hijos y
nuestras hijas para vivir felices en el futuro.
Para
concluir, quiero recordar a toda la nación, desde este hemiciclo, que hemos
entrado en el 2005, año en el que se cumplen 200, dos siglos se cumplen del
juramento del Monte Sacro, del Monte Aventino, allá en Roma, el juramento de
aquel muchacho que era Bolívar, 1805; 25 años duró aquel hombre haciendo todo
lo que pudo por cumplir su juramento. Lo
cumplió, lo cumplió, porque aun cuando no le quedaban fuerzas en su brazo y
casi no le quedaban fuerzas en su alma, escribió su última proclama, o la dictó
con el último aliento que le quedaba, precisamente, hablándonos a los
colombianos, a los grancolombianos:
“Habéis presenciado mis esfuerzos para plantar la libertad, donde
reinaba antes la tiranía. He trabajado
con desinterés, abandonando mi fortuna y tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que
desconfiabais de mi desprendimiento.
“Mi
cariño me dice que debo hacer la última manifestación a mi pueblo: No aspiro a
otra gloria que a la consolidación de Colombia.
Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión.
“Mis
enemigos me han conducido a las puertas del sepulcro: yo los perdono.”
Así se despidió Bolívar
después de 25 años. Moría solitario,
moría traicionado, moría echado de aquí de su patria. Murió diciendo: “He arado en el mar, Jesucristo, Don Quijote
y yo, los tres grandes majaderos de la historia”. Murió apuñaleado. Veinticinco años le dedicó a la lucha para
cumplir su juramento hecho en el Monte Sacro, el 15 de agosto de 1805.
Este
año, compatriotas, es el año de retomar con fuerza, a los 200, el juramento que
no es del Monte Sacro, el juramento bolivariano, el que aquí nos trajo, el que
aquí nos lleva, por el que han dado su vida muchos compatriotas a lo largo de
estos años y de estos tiempos, y porque nosotros daremos la vida, toda la que
nos quede, toda la que nos quede.
Invito
a tomar este juramento como bandera.
Invito a luchar con toda la fuerza del alma, del cuerpo y de la mente,
en individual y en colectivo, para cumplirlo ahora sí plenamente,
integralmente.
Juro
delante de ustedes, dijo el joven Simón Bolívar, delante de su maestro Simón
Rodríguez: “Juro por el Dios de mis
padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria que no daré
descanso a mis brazos, ni reposo a mi alma hasta que hayamos roto las cadenas
que nos oprimen por voluntad del imperio español.”
Hoy la tarea es mayor y
los invito a que ese juramento lo internacionalicemos y que no demos descanso a
nuestros brazos ni reposo a nuestras almas hasta que no hayamos derrotado
definitivamente todos los demonios que amenazan a nuestro pueblo, y hasta que
no hayamos roto todas las cadenas de la ignorancia, del atraso, de la
dependencia, del colonialismo, de la miseria y de la pobreza que siguen
azotando a nuestro pueblo. No demos
descanso a nuestros brazos y a nuestras almas, compatriotas.
Seis
años han pasado, solo seis años, pero nos queda toda la vida.
Con
Dios primero, con Bolívar y con el pueblo siempre y hasta siempre.
Buenas
tardes, señor Presidente; buenas tardes, señores diputados, diputadas, señores
embajadores; buenas tardes a todos.
Muchísimas
gracias (Ovación).
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