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       Nabil Khalil PhD Sitio Web - Versión en Español

 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 Mensaje anual de Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, desde el Palacio Legislativo, el 14 de enero de 2005.

 
 
 

Ciudadano diputado Nicolás Maduro Moro.  ¿Por qué te ríes tú?  Vengo a enterarme que Nicolás es Moro, señor Presidente, Nicolás Maduro Moro.  Eso es algo que ocurre cuando alguien ocupa una alta magistratura, ¿no? Nicolás Maduro Moro, Presidente de la Asamblea Nacional y buen amigo;

Ciudadano diputado Ricardo Gutiérrez, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional;

Ciudadano diputado Pedro Carreño Escobar, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional;

Diputados, diputadas de nuestra Asamblea;

Excelentísimos señores embajadores, embajadoras;

Honorables encargados de negocios y representantes de organismos internacionales acreditados ante nuestro gobierno;

Ciudadano doctor Iván Rincón Urdaneta, presidente del Tribunal Supremo de Justicia;

Ciudadano doctor Germán Mundaraín, presidente del Consejo Moral Republicano y defensor del pueblo;

Ciudadano doctor Oscar Bataglini, rector principal del Consejo Nacional Electoral;

Ciudadano doctor José Vicente Rangel, vicepresidente ejecutivo de la República;

Ciudadanos ministros, ministras del Gabinete Ejecutivo;

Ciudadana doctora Marisol Plaza, procuradora general de la República;

Ciudadano licenciado Juan Barreto, alcalde mayor metropolitano;

Ciudadanos gobernadores y gobernadoras asistentes a este acto;

Ciudadano licenciado Freddy Bernal, alcalde del municipio Libertador;

Demás alcaldes;

José Vicente Rangel Ávalos, alcalde del municipio Sucre, estado Miranda;

Demás alcaldes, alcaldesas presentes en este acto;

Ciudadanos viceministros, viceministras;

Ciudadana doctora Orieta Caponi, rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela y demás altas autoridades;

Universitarios;

Ciudadano vicealmirante Orlando Maniglia Ferreira, inspector general de la Fuerza Armada Nacional;

Demás oficiales, generales y almirantes que conforman nuestro alto mando militar;

Ciudadanos presidentes y presidentas de Institutos Autónomos y empresas del Estado;

Personalidades especialmente invitadas a este acto; periodistas, fotógrafos, camarógrafos de Venezuela y del mundo;

Amigas y amigos todos;

Pueblo todo de Venezuela:

Hoy 14 de enero, como lo sabemos, es Día de la Divina Pastora; Divina Pastora, Pastora Divina.  Quiero comenzar invocando a esta, nuestra Pastora, a su simbología, a su bondad, a su carácter de mujer campesina, de joven trabajadora que repartía y sigue repartiendo bondad, amor y afecto para todos; porque la Divina Pastora, pues lo sabemos, patrona de Barquisimeto, patrona del estado Lara, se ha extendido su bondad, su brillo, su sabiduría, su fuerza y su luz se han extendido a toda Venezuela. 

Así que, con la Divina Pastora, felicitando al pueblo del estado Lara, a su gobernador y a todo el pueblo larense, y a través de la Divina Pastora comienzo invocando a Dios, todopoderoso, creador del universo; a Cristo, el redentor de los pueblos, insigne luchador y máximo mártir de los siglos, y pido luces para que este mensaje que vengo a darles no solo a ustedes, señor Presidente, compatriotas, diputados y diputadas, sino, a través de ustedes y desde este recinto, a todo el pueblo venezolano, y, por extensión, a través de ustedes, ilustrísimos y excelentísimos embajadores acreditados ante nuestro gobierno, mensaje de hermandad, de reflexión a todos los pueblos del mundo.

Voy a comenzar recordando a uno de los más insignes hombres que esta tierra ha parido, que por esta Venezuela y por esta América han pasado, mártir también de América, mártir también de las luchas por la igualdad, por la libertad, por la justicia, como Cristo lo fue, Quijote también de estas tierras.  Y cuando digo Quijote, estoy recordando que hemos entrado al año cuatricentenario de la primera publicación que hizo el Manco de Lepanto, el inmortal Cervantes de aquella monumental obra no solo de la literatura española, sino de la literatura universal, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

Quijote fue Bolívar, sin duda, y Quijote fue aquel al que recuerdo especialmente hoy, mártir, el Abel de Colombia, dijo Simón Bolívar cuando supo de su muerte en Berruecos; 35 años apenas tenía y ya en apenas 35 años había obtenido los títulos más grandes en lo militar y en lo político, Gran Mariscal en Ayacucho, uno de los libertadores de Suramérica, presidente y fundador de la siempre querida y hermana Bolivia:  Antonio José de Sucre.  Saben ustedes a quién me refiero (Aplausos).

Pues allá en sus reflexiones bolivianas, en pleno parto en aquellas tierras hermanas y queridas; allá donde un día llegó Bolívar, flanqueado a un lado por Sucre precisamente y al otro por ese maravilloso venezolano, latinoamericano, insigne maestro y revolucionario, el Robinson de América, Simón Rodríguez; allá donde exclamó Simón Rodríguez: “¡La utopía de Tomás Moro está aquí, está aquí en la América, o inventamos o erramos!”  Pues allá, en las reflexiones de aquel parto, el parto de Bolivia, Sucre lanzó un día aquella frase que hoy debemos continuar recogiendo, resembrando, relanzando todos los venezolanos, todos los latinoamericanos, los caribeños, todos los americanos, los del norte, los del centro, los del sur, y más allá, el mundo como un todo, para que de verdad la faz tenebrosa del mundo comience a cambiar y este siglo, el XXI, sea el siglo de la virtud, el siglo de la paz, del reencuentro de los seres humanos.

Sucre lanzó aquella frase:  “Cuando la América española se fue al campo de batalla a guerrear por su emancipación, por su independencia, entendió que lo hizo también por la libertad e igualdad, ambas, hermanas inseparables.”  La primera, la independencia, no tendría sentido sin la segunda, la igualdad.  Esa igualdad, esa independencia, esa libertad plena, esa justicia —diría Bolívar, la reina debe serlo de todas las virtudes republicanas—, deben ser cada día más las banderas de lucha de todo el pueblo venezolano. Son las banderas de lucha del gobierno que me digno en presidir y deben serlo cada día más.

Señor Vicepresidente; señores ministros; ministras y altos servidores de la república; señores generales, almirantes y soldados, deben ser las banderas, la libertad, la igualdad, la justicia, que orienten cada día desde el toque de diana hasta el toque de silencio, desde el canto de los gallos hasta la salida de la Luna.

Y más allá, deben ser nuestras banderas siempre y para siempre, señor Presidente, señores diputados y diputadas, embajadores y embajadoras:  libertad e igualdad, viejas banderas, renovadas banderas.

He allí el núcleo central del sentimiento que nos impulsa y he allí la más grande angustia que nos mueve, la fuerza más grande que nos motiva, esa fue la fuerza más grande que nos motivó todo el año 2004, desde el primero de enero hasta el último segundo del 31 de diciembre último pasado.

Como todos los años —ustedes saben—, traigo mi informe por escrito producto del intenso trabajo que hasta anoche, muy tarde todavía, coordinábamos el Vicepresidente, el Ministro de Planificación, los ministros, ministras y el equipo de gobierno; pero yo voy a librarlos a ustedes de un discurso leído y atiborrado de cifras, que pudiera convertirse a esta hora del día en una deliciosa tortura.

Sin embargo, he estructurado este, mi discurso de informe de la gestión del 2004 en los aspectos políticos de gobierno, en los aspectos económicos, sociales, territoriales, internacionales, para hacer una revisión de los principales aspectos.  Seguramente me quedarán algunos, porque son tantos detalles, son tantos programas, son tantos proyectos, son tantos avances, que dejo y al final de mis palabras, señor Presidente, pues haré entrega a usted del texto original de mi informe, y enviaremos las copias suficientes para que cada diputado y cada diputada puedan revisarlo, y estamos editando un folleto —el Ministro de Comunicación está encargado de ello— para que circule por las calles; porque, repito, este informe no es solo para la Asamblea Nacional, sino para todo el país.

Este es mi sexto discurso a la nación —de rendición de cuentas, aclaro, hay algunos otros que he pronunciado en estos seis años de gobierno—, y he aquí la primera reflexión.

Ha concluido con el 2004 nuestro sexto año de gobierno; claro, en dos períodos, lo sabemos, el primero, de dos años, que fue recortado por decisión de la soberanísima Asamblea Nacional Constituyente y, luego, estos cuatro años del segundo período; pero son seis años.

El tiempo, el tiempo, tiempo y espacio, elementos fundamentales para entender la vida, para entender cualquier estrategia, cualquier proyecto para desarrollar cualquier línea estratégica.  No hay vida sin espacio, no hay vida sin tiempo.

Recuerdo que cuando hacíamos fila en la oposición y antes de hacer vida política, a mí, en lo personal, siempre me pareció extraño el mecanismo político que aquí existía, a través del cual se aseguraba lo que llamaban la alternancia en el gobierno, presentando aquello como rasgo esencial de la democracia, y eran aquellos gobiernos de cinco años; el primero de ellos, generalmente, para empaparse, para enterarse, no solo el Presidente, sino los equipos, los más diversos equipos, ministerios, para hacer los relevos que había que hacer —y aquí generalmente pues eran todos— a todos los niveles y en todos los frentes.

El primer año se iba en esas tareas, que son naturales, llegar a conocer, a aprender, incluso, y el último año ya era año electoral, así que ya aquellos presidentes, el último año comenzaban —seguramente, me imagino, en un análisis—, a perder buena parte de las potestades de gobierno, cuando las hubieren tenido en verdad ellos como dirigentes políticos, como líderes; cosa nefasta, siempre pensé.  No tiene por qué ser una norma esencial de la democracia esa alternancia, a veces irracional, en el gobierno.

En una ocasión, en Alemania, yo le preguntaba al gobernador de Brandeburgo —recorríamos una campiña rumbo a Potsdam— me entendió muy bien aquel gobernador y me hablaba con cuánto conocimiento de su estado, el Estado de Brandeburgo, de la economía, de la historia, de los planes, de los proyectos, de la forma de gobierno, de las comunidades organizadas.

Ofrezco mis excusas, porque yo no había mirado para este lado y no había saludado al señor Fiscal General de la República y al señor Contralor General de la República, quienes están aquí con nosotros; están aquí en el advocativo, pero yo no los había visto.  Les saludo, igual a los compañeros del Alto Mando Militar.

Pues bien, aquel buen hombre me explicaba todo aquello y me dejó asombrado por el grado de conocimiento y de compenetración con su región, con su pueblo, y yo le pregunto:  “Señor gobernador, ¿usted cuántos años tiene de gobernador?”  Me dijo algo así como 22 años.  “¿Y cuántos más pudieran serlo?”  Me dijo:  “Veintidós más pudiera yo serlo.”  Es decir, eso depende del pueblo:  ¿Quiere el pueblo que continúe un gobernante?, preguntémosle al pueblo.

Yo estaba reflexionando hace pocos días con una buena amiga mía que se llama Rosinés, del tiempo, el tiempo, y yo le decía, y a otros amigos, familiares: “Por este proceso revolucionario ya yo hubiese entregado el gobierno, fugaz hubiese sido la pasada por aquí.”  Pudo haber sido fugaz al cuadrado, pero no lo quiso así el pueblo.

Así que es una reflexión enmarcada en lo que plantea nuestra Constitución Bolivariana, la posibilidad de reelección inmediata eso es mucho mejor que el mecanismo que establecía la Constitución de 1961, y, además, cuya aplicación y cuyos resultados fueron nefastos para la república, para el país.

Seis años se han cumplido, claro que todavía quedan dos de este período, y muy probablemente, si Dios quiere y la Divina Pastora también, seis más del próximo período (Aplausos).

Esto no tiene nada que ver, como algunos todavía siguen diciéndolo, y yo no sé si algunos de los que todavía siguen diciéndolo tendrán remedio, pero esto no tiene nada que ver con una ambición personal de poder, no, para nada; solo es la manifestación de una voluntad y de muchas voluntades, de millones de voluntades individuales y de una gran voluntad colectiva, para impulsar en estos años la construcción que hemos comenzado de los cimientos, de las bases fundamentales del piso de este proyecto de largo aliento.  Este es un proyecto para 200 años (Aplausos).

Es un proyecto para 200 años, pues tendremos y tenemos que sembrarlo sobre sólidas bases morales, políticas, sociales, económicas, territoriales, integrales.  Esa es nuestra tarea, esa es nuestra tarea, y siempre con aquel principio de Cristo:  el hombre, el ser humano, pues; el hombre, la mujer, el niño, la niña, el ser humano deben ser siempre para nosotros el alfa y el omega, el principio y el fin, el ser humano.

Concluyó pues nuestro sexto año de gobierno, cuarto del segundo mandato constitucional y del primer período de la Quinta República y también de este nuevo siglo, y cuando uno mira el camino andado, pues pudiéramos cantar aquel verso que hemos cantado desde hace muchos años:  “Se hace camino al andar.”

Hemos venido haciendo caminos y a estas alturas ya pudiéramos   —no es la primera vez que lo expongo de esta manera— señalar de una manera particular y específica cada año o cada uno de estos últimos seis años de vida republicana, de vida nacional.

Al año 1999 pudiéramos llamarlo el Año de la Asamblea Nacional Constituyente y del nacimiento de la Constitución Bolivariana.  Ese parece ser el signo con el que quedará grabado para siempre el año 1999.

El año 2000 pues fue el Año de la relegitimación de todos los poderes y con ello fue el año del nacimiento de la Quinta República.

El año 2001 fue, a su vez, el año de las leyes habilitantes, marcaron aquel año y marcaron con gran impacto los años que han venido transcurriendo, derivadas todas esas leyes del mandato soberano del pueblo, a través del Constituyente originario de 1999; pero 2001, al mismo tiempo, fue el año del nacimiento de la contrarrevolución, o del inicio de la contrarrevolución, o de la activación de la contrarrevolución.

Para entrar al año 2002, en alguna ocasión creo que dije Año de vivir o de morir, y quiso Dios que nosotros viviéramos y no solo nosotros en lo individual, en lo personal, sino en lo político y que viviera la república y que viviera la patria.

Fue el año 2002 el año de la agresión imperialista contra Venezuela, pero al mismo tiempo maravilloso año de la respuesta revolucionaria, popular, cívico-militar, democrática, profundamente democrática (Aplausos).

Así llegamos al 2003, año de la contraofensiva nacional, después de haber estado, quién lo puede negar, contra la soga buena parte del 2002, todo el año 2002 contra la soga, incluso con un knock down, del cual rápidamente nos levantamos; pero no pudimos retomar la ofensiva inmediatamente.  Así nos llevaron hasta diciembre de 2002. 

Ahora, el 2003 fue el año de la contraofensiva nacional, en todos los ámbitos, y el nacimiento de las misiones sociales como parte de esa ofensiva nacional; pero dentro de esa ofensiva política, económica, esa contraofensiva, quedará para la historia el 2003 como el Año del nacimiento de las misiones sociales, para la inclusión, para la justicia. 

Fue así como llegamos al 2004, y al año 2004, obligado como estoy a pasarle rápido, como ya le pasé a aquellos cinco años anteriores, y a detenerme con más cuidado en el 2004, pues este año último pudiéramos llamarlo, primero, el Año de la victoria de la nueva democracia, gran victoria política nacional, de la nación, de la república, de la Constitución, no solo de un sector político del país, no, de todos.  Incluso, pido a Dios que en la medida en que el tiempo vaya pasando, quienes todavía se niegan a reconocer en el 2004 la gran victoria de la nación, la gran victoria de la Venezuela toda, pues lo vayan reconociendo.  Creo que algunas personas, muchas personas del común pues han comenzado a reconocerlo, y algunos dirigentes de oposición creo que también han comenzado a reconocerlo.  El 2004 fue, entonces, el año de la gran victoria de la nueva democracia, aquí contenida, aquí señalada.

Por otra parte, en segundo lugar, fue el año del nacimiento y despegue de un nuevo ciclo económico, nacimiento y despegue sobre una plataforma bastante sólida de un nuevo ciclo económico, que aspiramos y trabajaremos muy fuerte, y hago un llamado a la nación toda, independientemente del color político, del sector social, religioso, todos aprovechemos esta base sólida y el despegue de un nuevo ciclo económico de expansión y de crecimiento, para romper el círculo vicioso de los ciclos expansivos y recesivos a los que condenaron a nuestra economía durante mucho tiempo y a los que ha condenado a las economías dependientes y subdesarrolladas el sistema económico que genera riquezas por una parte para unas minorías, pero pobreza y miseria para las mayorías; desarrollo para un pequeño grupo de naciones, pero subdesarrollo y hundimiento en la miseria y en la dependencia para la mayoría de las naciones del mundo.

Hagamos un esfuerzo todos para romper ese círculo vicioso (Aplausos).  Podemos hacerlo, Venezuela puede hacerlo con el apoyo de muchas naciones del mundo, de muchos gobiernos del mundo, de muchos inversionistas, de sectores privados, nacionales e internacionales.  El plan económico está aquí, no hay nada escondido; aquí somos trasparentes, no hay nada escondido.  El plan político está aquí, el plan económico está aquí, el plan social está aquí, la visión del mundo está aquí.  Este es el plan.

Debo saludar, y créanme que lo hago con mucha sinceridad, buena fe y esperanza; quiero saludar de manera especial la presencia en este recinto de la presidenta de FEDECAMARAS, Albis Muñoz:  Bienvenida (Aplausos).  No merece sino respeto, reconocimiento y afecto el hecho de que ella esté aquí, y aquí nadie la va a pitar, aquí la aplaudimos y la abrazamos como compatriota (Aplausos).

De la misma forma, quiero resaltar la presencia en este recinto del gobernador del estado de Nueva Esparta, Morel Rodríguez (Aplausos).  Bienvenido, gobernador, qué gusto verlo aquí.  Ahí está junto al alcalde de Sucre, junto al alcalde de Caracas, junto al gobernador del estado Bolívar. 

Bueno, vamos a trabajar juntos.  Usted ganó las elecciones, usted es el gobernador.  Y el compromiso mío y nuestro es con todo el país, con Nueva Esparta, ¡cómo queremos esa tierra!; con Zulia, ¡cómo queremos esa tierra!  Hace unos días conversé con el gobernador del estado Zulia, el gobernador Manuel Rosales, e igual le dije: “Gobernador, vamos a trabajar, cuente usted con todo mi apoyo.  Vamos a trabajar juntos en el rescate de las tierras, en la lucha contra el latifundio, en la lucha contra el narcotráfico, la inseguridad fronteriza, la penetración, y muchas veces violación de la soberanía nacional por grupos armados  o no armados de otros países, sobre todo en esa frontera, esa es una tarea común; por la lucha contra la corrupción, bueno, y todo el proyecto nacional.

De la misma forma, qué buena noticia me ha dado ahora el presidente Nicolás Maduro Moro; qué buena noticia me ha dado de que ayer dio, por unanimidad, con los votos de todos los factores de la oposición política, la Declaratoria de Utilidad Pública de la empresa VENEPAL (Aplausos), lo cual ahora abre el camino a la expropiación que el gobierno va a hacer de esa empresa para los trabajadores (Aplausos). 

¿Cómo se va a permitir que una empresa no cumpla con los trabajadores, algunos se vayan del país, otros estén aquí, cierren la empresa y queden centenares de familias, miles de personas afectadas y no les pagan prestaciones a los trabajadores ni les reconocen sus derechos laborales?  Eso viola la Constitución y el estado de derecho, de justicia, no podemos permitirlo.

El hecho resaltante aquí, insisto, es que toda la oposición representada en este Parlamento ha votado esa declaratoria.  Son buenas señales, excelentes señales para todos en el país (Aplausos).

También saludo la presencia de algunos diputados de la oposición. 

Es una cosa que nunca he podido entender, pero progresivamente espero que continúen las cosas volviendo a su lugar.

Imagínense ustedes que la comisión de la Asamblea Nacional, que hace pocos días fue, cumpliendo con el mandato de la Constitución, a participarme como Jefe de Estado del inicio de las sesiones parlamentarias.  Justo que fuesen allí dos diputados socialcristianos, y saludé de manera especial su presencia en Palacio y les estreché la mano con el mismo afecto con que se la estreché a Nicolás Maduro y a todo el resto de diputados bolivarianos.  Son venezolanos, son diputados.

Ah, supónganse ustedes que yo hubiese dicho a la Casa Militar:  “Prohíban la entrada de los diputados.”  Indigno sería de ser el Jefe del Estado.  Igual debe llegar el día, en mi mensaje número 14 a lo mejor, (Aplausos) —no tan allá, ¿verdad?—, ojalá en el mensaje número 7.  No tenemos por qué, señor vicepresidente Carreño, esperar tanto, ojalá el próximo año estén aquí los diputados de la oposición, además, cumpliendo con una obligación, deben venir a oír el mensaje para luego salir a criticarlo o no; si algo de positivo tiene, pues para que lo consideren, y todo lo negativo que pueda haber en la gestión del 2004 ellos están obligados, en base al discurso y al análisis de los documentos que estamos entregando a ustedes hoy, a emitir apreciaciones; apreciaciones objetivas, ojalá, y no meramente motivadas por lo político, por el hecho político de ser de oposición o de no serlo.

En fin, ha nacido y ha despegado un nuevo ciclo económico expansivo, de crecimiento y de redistribución del ingreso nacional.  Vamos todos a empujar duro para que nunca más caigamos en ciclo recesivo alguno, para que aprovechemos ese impulso de un crecimiento económico que es récord en la historia nacional y uno de los más altos del mundo en los últimos 100 años, el crecimiento de la economía venezolana este año que ha terminado, el 2004, y es un crecimiento real, sostenido (Aplausos).

El año 2004 ha sido también, además del de la victoria de la nueva democracia y el nacimiento y despegue de un nuevo ciclo económico de crecimiento y de expansión, en tercer lugar, ha sido el año de la consolidación y expansión de las misiones de inclusión social (Aplausos).  Ha sido maravilloso el avance que hemos logrado en las misiones sociales.  Ya veremos algunas cifras.  No los voy a atiborrar, pero obligado estoy a hacer referencia a algunas cifras, ¿no, señor Vicepresidente?  No todas las que tú me mandaste, he escogido quizás un 10% de todas las cifras del crecimiento económico y del crecimiento y desarrollo social, el uno sin el otro no tendría sentido, porque he allí, queridos amigos embajadores, uno de los dilemas en los que nos movemos.  Yo lo comentaba en las últimas cumbres en Suramérica y en los últimos viajes que hice por Europa y Asia, pero sobre todo aquí en Latinoamérica en las reuniones con los colegas presidentes de esta América nuestra.

Nunca olvidaré el discurso del expresidente y buen amigo Fernando Henrique Cardoso, fue su discurso de despedida, estaba yéndose ya para entregarle al compañero presidente Lula Da Silva la presidencia de la República Federativa del Brasil.  Fue en República Dominicana, en la última Cumbre Iberoamericana, Cardoso estaba a pocos días de entregar la presidencia y dijo unas palabras muy sentidas, y entre las cosas que dijo Fernando Henrique Cardoso lanzó aquella frase.  A mí nunca se me olvidará, porque la tomé para luego hacer una intervención allí mismo.  Dijo:  “Goberné al Brasil ocho años, una de las naciones más grandes del mundo, el Brasil, y en todo ese período de ocho años la economía de Brasil no dejó de crecer.”  Pero qué cosa dijo:  “La pobreza tampoco dejó de crecer.”

Se trata del modelo económico, no basta el crecimiento, o no basta con el crecimiento económico, se trata de todo un modelo que debe tomar en cuenta de manera prioritaria la distribución del ingreso nacional, la justa distribución del ingreso nacional.  Y eso es lo que aquí hemos comenzado a lograr en un año 2004 de surgimiento y despegue de un nuevo ciclo económico expansivo y de crecimiento, y al mismo tiempo acompañado de una redistribución del ingreso nacional, sobre todo, a través de las misiones sociales, para dirigir un caudal importantísimo de recursos hacia aquella gran cantidad de venezolanos que nunca recibieron casi nada de los planes de gobierno, sino migajas cuando recibieron algo; cambios estructurales.

Invito a leer, y nosotros debemos difundir, señor Ministro de Comunicación, por todos los canales posibles, y ustedes, compatriotas, diputados, diputadas, gobernadores, alcaldes, la última encuesta del latinobarómetro hecha en América Latina, evaluarla, lo que ahí se señala, una encuesta que no tiene nada que ver con elecciones ni con candidaturas; no, una encuesta estructural de lo que piensan los pueblos de América Latina y del Caribe.

Entre otras cosas, allí se reconoce que en Venezuela está en marcha un verdadero cambio cultural, que ya ellos lo han podido medir en los últimos años, porque ya son varios años, no es algo coyuntural.  Aquí hay un cambio estructural, incluso en lo cultural, donde está el núcleo de los verdaderos cambios.

En cuarto lugar, el año 2004 ha sido el año del arranque del modelo de desarrollo endógeno territorial.  Incluso la palabra endógeno no era muy popular, digámoslo así, en la jerga nacional, estaba reservada mayormente a los círculos técnicos, y, sin embargo, tampoco, en muchos casos; ahora se ha popularizado.  Por allá me dijo una niña, en los llanos de Barinas, hace unos días:  “Aquí somos endógenos, Chávez”; ella es endógena, pues.  Y, además, sabe explicarlo, yo le pregunté:  “¿Y qué significa endógeno?”  Dos palabritas dijo nada más, que viene de aquí desde adentro, dice, nace desde adentro:  “Soy endógena.”  ¡Qué bonito, que una niña lo sienta y sea capaz de decirlo, además! (Aplausos.)

Bueno, ha nacido el modelo de desarrollo endógeno territorial y se ha comenzado a sembrar a lo largo y ancho del territorio, y no solo en el territorio, algo mucho más importante:  en el alma de la gente, que es mucho más importante esa siembra que la misma siembra territorial.

En quinto lugar, el 2004 ha sido el año del inicio de la contraofensiva internacional.  Venezuela, el gobierno bolivariano inició, sobre todo, en la última parte del año, una poderosa y fuerte ofensiva internacional con resultados de gran importancia, que ya el país conoce; solo en parte, porque muchos de esos resultados tienen impacto no exactamente de manera inmediata, sino en el corto, o mediano y algunos en el largo plazo.

Anoche, por ejemplo, yo estuve hablando varias horas con una delegación de muy alto nivel de la hermana República Islámica del Irán, el Viceministro de Petróleo y, directores, gerentes de las empresas petroleras, de las empresas de gas, empresarios de la petroquímica, y ya anoche tomamos un primer lote de decisiones, ¿producto de qué?, de nuestro viaje a Teherán hace apenas un mes, y de ese nuevo encuentro con el presidente Khatami y su gobierno y los líderes más importantes de aquella hermana república, y anoche tomamos —repito— ya un primer abanico de decisiones para trabajar duro el mes que nos queda, poco más de un mes para la visita a Venezuela del presidente Khatami, que viene de nuevo aquí, va a entregar el gobierno pronto, hay elecciones en Irán, ya él gobernó dos períodos, habrá elecciones en mitad de año, y me dijo:  “Antes de irme del gobierno, Chávez, quiero visitarte de nuevo, y al pueblo venezolano y, además, dar un salto adelante en la relación bilateral.”  Estuvimos hablando anoche, por cierto, del polo petroquímico de Paraguaná.

En Paraguaná nosotros vamos —Dios mediante— a construir un poderoso polo, no solo petroquímico industrial, sino comercial, turístico, y estuvimos hablando anoche con los iraníes de este proyecto. 

Así que impactos en el corto plazo:  estamos haciendo los preparativos para recibir dentro de pocos días al Vicepresidente de China, con un número bastante grande de líderes del Gobierno, del Partido y empresarios.  Venezuela se ha convertido en estos últimos tres años, en el primer destino de inversiones chinas en América Latina y el Caribe, y estamos hablando y dándole forma a un conjunto de proyectos...  No me voy a adelantar porque ese será el informe dentro de un año; pero, en fin, una contraofensiva internacional.

En sexto lugar, el 2004 ha sido el año del big bang, del big bang político que ha generado el inicio de la nueva etapa.  Hemos entrado en una nueva etapa para la cual, producto de profundas reflexiones y consideraciones de mi equipo, pues he lanzado 10 grandes objetivos estratégicos para la nueva etapa 2005-2006, y así, avanzando por esos 10 carriles estratégicos, llegar a finales del 2006 en óptimas condiciones para continuar la marcha en el próximo período hasta el 2013 (Aplausos).

Llevo apenas dos hojas, me faltan como 40.  No, ahora viene más rápido.

Pues bien, he allí un poco la visión que vine a tratar de trasmitirles, ojalá pueda hacerlo de la mejor manera, de los años que han transcurrido y a detenerme con el foco bien puesto en este último año 2004.

Ahora, algunas consideraciones sobre el primer gran logro del 2004, la victoria de la nueva democracia.  Ya hice alguna reflexión sobre el punto, solo quiero abundar en algunos otros aspectos que me parecen importantes, señor Presidente, señores diputados.

Todos sabemos lo que hemos vivido:  2002, 2003, y el empeño de sacarnos de la Constitución, golpe de Estado, terrorismo, desestabilización económica, agresión imperialista, intento de utilizar organismos internacionales contra Venezuela, cosa que todavía continúa, pero ya los que pretenden continuar por esa vía deben darse cuenta de la fortaleza de Venezuela.

Anoche, por ejemplo, por CNN —menos mal que ya pronto estará saliendo TV-Sur (Aplausos)— estaba entrevistando a un señor que es el presidente de una comisión interamericana de derechos humanos, y de manera irresponsable este señor sigue arremetiendo contra la verdad, y arremetiendo contra esta institución, la Asamblea Nacional de Venezuela, arremetiendo contra nuestra soberanía, arremetiendo contra nuestro gobierno sin vergüenza alguna.  Le preguntan que qué opina de los derechos humanos en América.  ¡Ah!, él habla solo de América Latina, no se atreve a hablar de Norteamérica, no, ya ni con el pétalo de una rosa.  Entonces habla de Cuba, por supuesto, arremete contra el pueblo cubano y contra el gobierno cubano —no podía faltarnos el honor de acompañar a Cuba, pues—, y señalando que es preocupante que en Venezuela sigue avanzando un proyecto autoritario y que la Asamblea Nacional aprobó unas leyes, como la Ley de Medios —así la llaman—, que es una violación a la libertad de expresión.  Vaya usted a saber, ¡qué inmoralidad, qué asco!  ¡Ah!, pero eso es lo que ven y oyen millones en el mundo, he ahí el poder de los medios.

En una ocasión, incluso, yo viendo CNN no aguanté la indignación y pedí que me llamaran al estudio de CNN, porque estaban en vivo, hablando de Venezuela, y me atienden, y apenas una pregunta y rá, cortaron la voz del Presidente de Venezuela, no les interesa que el Presidente de Venezuela dé una versión distinta a la que ellos están dando, atropellando la libertad de expresión, atropellando a medio mundo.

Razón sigue teniendo Eduardo Galeano: “nunca tan pocos engañaron tanto a tantos”.  La dictadura mediática que sobre el mundo se ejerce es tenebrosa, es terrible.  Por eso, qué tristeza nos da, no por CNN, no, la Conferencia Episcopal ha vuelto, por sus fueros, a decir lo mismo que dice CNN, que si aquí estamos violando la libertad de expresión.

Hago un llamado a los obispos de Venezuela a que se pongan la mano en el corazón y que se retraten con Cristo el Redentor (Aplausos).  Y hay que decírselo a todos, porque el que calla otorga.

No me bastan a mí palmaditas en el hombro de alguien que pueda decir:  “Bueno, nosotros tú sabes que tenemos otra opinión.”  No, ya no basta esa palmadita, el que calla otorga.

Pero, en fin, sabemos cómo se pretendió convertir a Venezuela en un Estado tutelado a través de organismos internacionales, cómo se pretendió intervenir en Venezuela, cómo se pretendió aquel llamado Referéndum consultivo, con carácter revocatorio que pretendieron darle, con una ilimitada y obscena presión internacional.  Todo eso lo sabemos nosotros muy bien.

Se instaló aquí el Secretario General de la OEA, y en una ocasión yo llegué a decirle:  “Mire, ¿usted cree que es un procónsul?”  En una ocasión llegué a decirle: “Estoy a punto, si usted continúa con esa actitud, de declararlo persona no grata y pedirle que abandone mi país”, a punto estuvimos aquí, a punto (Aplausos).

Créanme —yo recuerdo mis conversaciones con José Vicente— que, nosotros, lo que aceptamos entonces más nunca lo aceptaremos, ¡más nunca lo aceptaremos! 

Pero, bueno, por encima de todas esas cosas, el 2004 significó una gran victoria de la nueva Constitución, de la nueva democracia.  Y luego de aquel proceso inédito de recolección de firmas, y a pesar de que una de las consejas de la oposición y de la ofensiva mediática nacional e internacional y de algunos gobiernos del mundo era que el presidente Chávez no iba a aceptar el referéndum, que no era un hombre de la democracia; que el Consejo Nacional Electoral iba a cumplir la orden de Chávez de impedir a toda costa la consulta popular, sin embargo, llegamos al 15 de agosto y todo el mundo vio de nuevo al gigante:  el gigante se puso de pie, el gigante se levantó muy temprano, el gigante se fue a hacer sus colas, el gigante pasó hasta 14 horas esperando muchas veces para votar SI o NO, el gigante luego se fue a su casa, el gigante esperó la decisión de las instituciones y el gigante luego triunfó.  Ese gigante se llama el pueblo venezolano (Aplausos).

Luego el 31 de octubre y el triunfo de ustedes, señores gobernadores, gobernadoras, alcaldes, alcalde mayor, alcaldesas, consejos legislativos regionales, en una nueva demostración de fe en la democracia, de fe en la Constitución.  Así que es una gran victoria de la nueva democracia, y, por otra parte, además, del proceso político, del referéndum nacional, del cual no hay precedentes, ni aquí en Venezuela ni en este continente y no sé si en el mundo.  Se puso a prueba la Constitución y funcionó, a pesar de todas las conspiraciones contra ella.

Además de eso, comenzó a sentirse con mayor fortaleza la presencia de las instituciones de la democracia; comenzó la nación a sentir que aquí sí hay unas instituciones para administrar la justicia como debe administrarse la justicia; comenzaron a aparecer los valientes fiscales, uno de los cuales fue vilmente asesinado, y quiero rendir tributo a Danilo Anderson desde este estrado y este escenario, mártir del 2004 y de siempre (Aplausos).  Pagó con su vida el atreverse a actuar, solo para que se imponga la justicia, nada más.

Aquí no hay ningún tipo de persecución política, como algunos siguen aduciendo en su defensa.  ¿Persecución política?  No; aquí solo está comenzando a actuar la justicia, y eso, aun cuando no lo presento como un logro de mi gobierno, es parte del triunfo del gigante, del triunfo de la nueva democracia.

La Asamblea Nacional merece una consideración especial, señor Presidente, señores diputados y diputadas, porque a pesar —lo sabemos— de la oleada permanente de sabotajes, de obstáculos y de trabas para el funcionamiento normal de este centro del debate político nacional, de este centro de elaboración de leyes para llevar adelante el proyecto constitucional y para responder como debe ser a la naturaleza de las cosas —decía Montesquieu—, a pesar de todo eso, la Asamblea Nacional terminó el año 2004 con todos los motores encendidos y marchando a todo vapor, aprobando leyes, muchas de ellas o algunas de ellas, deudas de medio siglo, como la extraordinaria Ley de Responsabilidad Social de la Radio y la Televisión que ustedes aprobaron para bien de la nación, para bien de la república, para bien de la verdad (Aplausos); o la Ley del Tribunal Supremo de Justicia, otro de los aspectos que se dio el lujo de criticar este caballero al que me refiero, anoche por CNN.

¿Tribunal Supremo de Justicia?  Sabemos muy bien lo que allí ocurrió durante un siglo, y lo que nos ocurrió a nosotros y a nuestra patria en los últimos años; solo habrá que recordar aquella decisión del vacío de poder y de que aquí no hubo golpe de Estado, sino que el Presidente estuvo de picnic, sería, en La Orchila un fin de semana, y que aquí no hubo, por tanto, culpables, no hubo delito, con los honrosos votos salvados del presidente del Tribunal Supremo, el doctor Iván Rincón y ocho magistrados más que salvaron la honra del máximo tribunal de la república (Aplausos).

Pues bien, una gran victoria de la nueva democracia:  se puso a prueba, ¡y vaya qué prueba de fuego!, la Constitución, la democracia venezolana.  Pasamos la prueba y hemos salido más fortalecidos que nunca.  Gracias a Dios demos y gracias a nuestro pueblo por ese 2004 (Aplausos).

En segundo lugar he dicho que el 2004 marcó el nacimiento y el despegue de un nuevo ciclo económico.  Veamos algunas cifras, que ustedes estoy seguro conocen, pero solo elemento fundamental de mi informe, señor Presidente:  el crecimiento del Producto Interno Bruto de la economía venezolana hasta el tercer trimestre, por cuanto la cifra oficial del cuatro trimestre aún no la tenemos, habrá que esperarla para de manera oficial decirlo, aun cuando ya se han adelantado cifras; la CEPAL, por ejemplo, ha dicho ya que el crecimiento de Venezuela es el mayor de todo este continente en el año 2004, y es así en verdad.  Pero el acumulado de esos tres trimestres del año, hasta septiembre, es de 20,8% del Producto Interno Bruto, este es un récord mundial.  No tenemos conocimiento en los últimos 50 años de economía alguna que haya crecido a este ritmo, y todo indica que el crecimiento real del año, una vez tomadas en cuenta las cifras del último trimestre, va a terminar en el peor escenario en 15% y en el mejor acercándose al 20%, pudiera estar en un 18%.  Pero ya esto, suponiendo el imposible de que en el último trimestre el crecimiento haya sido 0, terminaría ya en 14%, y ese es un imposible; así que estará por encima del 15% el crecimiento de este año.

Esto, ciudadana Presidenta de FEDECAMARAS, señores empresarios de Venezuela, esto es positivo para todos, ¡vamos juntos para que el 2005 sea la continuación expansiva de este crecimiento sólido, sostenible, para beneficio de todo el país!

Qué triste me sentí yo en el informe económico del año pasado y del año antepasado, cuando la economía venezolana se vino abajo en menos 8%, menos 9%, y, además, sabiendo yo que no fue por errores del gobierno, no fue por errores económicos, no fue por mala aplicación de la política económica, no; todos aquí sabemos y deben reconocerlo hasta los críticos más duros de mi gobierno, que el plan económico de la Revolución ha venido funcionando, vino funcionando desde 1999, 2000, 2001, cuando se desató la locura a finales del 2001 sin ninguna razón real, ¡sin ninguna razón real!, porque este gobierno se siente gobierno de todos y para todos, y quiere oír a todos y tomarlos en cuenta a todos, desde el más rico hasta el más pobre, desde el más negro hasta el más catire, pasando por los bachacos, mujeres, hombres, campesinos, indígenas, citadinos, jóvenes, menos jóvenes, ancianos; mi compromiso es con todos, así lo siento; los que no lo creen, los que no me creen, pido a Dios que algún día se den cuenta de la verdad.

Hace más de 40 años, estaba recordando ayer el almirante Maniglia, Inspector General de las Fuerzas Armadas, me comentaba que él estaba leyendo el discurso que dio el presidente Kennedy cuando asumió la presidencia por allá en 1961, y anoche en la madrugada me llegó —cosa que agradezco mucho al almirante— una copia de aquel discurso, y Kennedy hablaba en 1961 de la revolución de la esperanza.  Kennedy decía aquello de que los que le cierran el camino a la revolución pacífica, le abren al mismo tiempo el camino, quizás sin darse cuenta, a las revoluciones violentas.

Qué bonito discurso el que dio Kennedy aquel día de enero de 1961; éramos nosotros casi todos niños, con una que otra excepción; por aquí algunos ya estaban en la adolescencia seguro, como mi amigo Santiago de León que ya eras cadete, ¿no?  ¿Ya tú eras cadete en ese año?  ¿En qué año entraste a la Academia?  En el 1958, ¿ve?, estaba en cuarto año o ya estaba graduado.  Te voy a recomendar algo —el señor diputado se cayó de un caballo y se fracturó—:  Pídele la fórmula a mi hermano Fidel, que se ha recuperado plenamente y ya anda trotando.

Señor Embajador, le ruego que Fidel Castro pueda darle la fórmula para la recuperación rápida y plena al señor diputado y coronel Santiago de León (Aplausos).  Se cayó de un caballo; bueno, él dice que es que el caballo se cayó (Risas), y yo creo que sí, porque él es tremendo jinete, lo he visto; el caballo se cayó y, por supuesto, él hacia el otro lado.

Bueno, qué bonito discurso el de Kennedy:  la revolución de la esperanza.  Ahora, vean cómo terminó Kennedy en Dallas poco tiempo después.

Pues bien, entonces este éxito del crecimiento económico no es del gobierno, señor Presidente, es de los trabajadores, del sector público y del sector privado; de los verdaderos gerentes públicos y privados; de los empresarios privados, públicos; los inversionistas honestos que son la mayoría, desde aquí mi reconocimiento y el aplauso para todos ellos (Aplausos).

Hemos logrado una especie de milagro, hemos sacado la economía del foso donde había caído —yo pensé en traer aquí una pantalla y unas láminas; pero no, vamos a hacer el folleto mejor, el ambiente no da aquí para una proyección.

Pero fíjense estos detalles, estos números.  El crecimiento de la actividad económica no petrolera, porque algunos pudieran decir: ¡Ah, el precio del petróleo!  No, la actividad no petrolera creció mucho más que la actividad petrolera.  El sector construcción, por ejemplo, creció 40,3%      —todo esto recordemos que son los tres trimestres, no está incluido el cuarto—; instituciones financieras crecieron 27,2%; transporte y almacenamiento creció 25,5%; comercio y servicios creció 24,8%; el sector manufactura creció 20,7%.  El sector de manufactura privada, por ejemplo —oigan esta cifra—: fabricación de vehículos, 161,3%; producción de madera, 132,3%; fabricación de prendas de vestir, 85,1%.  Camisas tan bonitas como la que carga Juan Barreto, por ejemplo.  Le ha ofrecido una a la doctora Albis Muñoz, por favor, señor alcalde; y a mí, le ruego, también me haga llegar una; unas camisas de fabricación nacional.

Bueno, creció este sector en 85,1%, las prendas de vestir; fabricación de muebles, 71,2%.

La inflación estuvo muy por debajo —esta cifra sí es ya de todo el año, ya oficial, del Banco Central— de lo que nosotros mismos habíamos calculado.  Algunos críticos, algunos analistas económicos, que deberían revisarse, porque tienen doctorado no sé dónde y doctorado sobre doctorado y, bueno, llegaron a decir por todos los medios de comunicación, a comienzos de año, que Venezuela iba hacia la hiperinflación, que nadie podría detenerlo, que el gobierno era una locura, etcétera; bueno, terminó la inflación en 19,2%.  Todavía estamos muy alto, pero habrá que recordar que habíamos llegado a 12%, por ahí andábamos a finales de 2001, y veníamos de más del 30%; ya en el gobierno anterior había llegado al ciento por ciento, creo que fue en el año 1996, pasó de ciento por ciento la inflación.  Veníamos de por allá, de las cumbres borrascosas, y estábamos ya apuntando a un dígito. Ya nosotros estábamos, no soñando, no, estábamos llegando al 10, para bajar de 10 a un dígito.  Ah, cuando vino la locura pues y volvimos a pasar de 30%; ahora estamos en 19,2% este año y la inflación seguirá descendiendo en el año 2005. 

Yo hago un llamado para que todos trabajemos por esto.

En primer lugar, yo quiero hacerle un llamado al mismo Banco Central —como dicen en La Hojilla ahora:  “Con todo respeto, ah, con todo respeto”, quien le da es “con todo respeto”—, con todo respeto, es que a mí me parece que el método que usan para medir la inflación no es el más adecuado, porque la miden solo en Caracas, debería haber un método de medición de la inflación en las principales ciudades del país y en los campos; claro, eso cuesta más, habrá que buscar más personas, eso es más empleo.  ¿Pero qué es lo que hace el Banco Central?  Es un método en que ellos salen a hacer mercado; pues hay un grupo de personas que sale a comprar cosas y van a un supermercado.  Yo le pregunté hace poco a alguien del Banco Central:  “Mire, pero ustedes no pasan por MERCAL, no compran en MERCAL.”  Y resulta que en MERCAL —ya vamos a ver las cifras más adelante— la inflación, a lo largo de todo el año fue cero, porque ahí no se incrementó un centavo en ningún producto alimenticio, inflación cero (Aplausos).  Y MERCAL no son cuatro bodeguitas, MERCAL ya es hoy en día el sistema más grande de distribución de alimentos que hay en Venezuela, está en capacidad de suministrar alimentos buenos y baratos a casi 10 millones de personas, y vamos a seguir creciendo este año 2005.

Entonces hay que comenzar a revisar el método de medir la inflación, me parece que no recoge la realidad del país.  Es como que usted vaya a medir:  Bueno, vamos a ver cuál es la calidad del suelo en el estado Lara, y vayan a medirla de Carora hacia Regresar.  Bueno, va a salir:  “el estado de Lara es infértil”, pudiera decir alguien.  “No, pero ya va, chico, ¿por qué no mides allí el valle de Quíbor y el del río Turbio, o en Apure.”  Si vamos a medir en los médanos de Caribén, al sur del Capanaparo, hay unas tierras muy ácidas, pero el eje de San Fernando a Biruaca es sumamente rico.

Esta es una reflexión muy modesta, porque no soy experto en la materia, pero se la he hecho en varias ocasiones a los ministros del gabinete económico y también a algunos funcionarios del Banco Central.

De todos modos aceptamos, esta es la cifra, 19,2%; pero hago un llamado a todo el país.  ¿Saben por qué?  En primer lugar, en la medida en que incrementemos la producción estamos atacando una de las causas estructurales de la inflación; y, en segundo lugar, hay otro factor aquí que influye mucho en la inflación, más de lo que uno se imagina, es la especulación, especulación en las cadenas de distribución.  Hay organizaciones o personas que adquieren por allá en las costas del río Guárico un kilo de tomate a una cifra, vamos a ponerle el número equis, y vienen a venderlo aquí en Caracas con un muy bajo costo para transporte y almacenamiento, y lo venden en cinco equis, especulando.

Hago un llamado a todos, señores gobernadores, alcaldes, sobre todo, desde el poder ejecutivo, los organismos de fiscalización, bueno, y a la moral nacional, a que todos pongamos nuestro granito de arena y se acaben definitivamente esas ansias del enriquecimiento material rápido, sin importarme el compañero o el hermano. 

Pero, en fin, la inflación va a seguir descendiendo, lo mismo que el desempleo, y esta es otra cifra también real del acumulado del año, y esto sí me da alegría decirlo; porque me dio mucha tristeza los años anteriores lo que había ocurrido, después de todo lo que hicimos para llevar el desempleo, como lo habíamos llevado, hasta 11% en diciembre de 2001, pues el desempleo se disparó después de las huelgas terroristas, de los lockout empresariales, cierre de empresas, sabotajes y todo aquello, y se disparó por encima del 20% el desempleo, sin considerar el subempleo.

El desempleo este año, el 2004, llegó a 10,9% en el mes de diciembre (Aplausos), otro gran avance, 10,9%, ahí vamos, y hay que romper ese piso del 10% ahora; vamos a un dígito, así como en la inflación, y lo vamos a lograr, pido la unión nacional para lograrlo, y lo vamos a lograr todos unidos.

Algunas otras cifras de la gestión económica que han sido todos producto de políticas muy claras de la gestión económica de mi gobierno.  Por ejemplo, la Corporación Casa ha renacido, eso lo habían desmantelado en la IV República.  La Corporación Casa en el 2004 incrementó su capacidad de almacenamiento en los silos en 425%, y esto ahora es cuando va a comenzar a rendir frutos a la producción nacional y a la justicia, sobre todo, en el campo.  Ustedes saben a qué me refiero, los silos estaban en manos, buena parte de ellos, de un grupo de inmisericordes explotadores, que le pagaban una miseria al pequeño productor para luego favorecer a los sectores monopolistas que ahora hemos recuperado, y en más de 400%, la capacidad de almacenamiento.

Los programas MERCAL, o la Misión MERCAL, casas de alimentación, equipadas en todo el país, llegamos a 1 047, y esto seguirá creciendo.  Esto es el MERCAL, máxima protección.  Ahora con los gobernadores reelectos o recién electos —qué gusto me da ver ese buen compañero de muchos años, el general de División Francisco Rangel en este hemiciclo ahora como gobernador del estado Bolívar (Aplausos), ¡qué gusto me da verte aquí de gobernador!  Bueno, por citar un solo caso, ya hablaba del gobernador de Nueva Esparta, Morel Rodríguez, todos los gobernadores.  Ahí está Johnny Yánez Rangel, ahí está Tarek William Saab estrenándose allá en el estado Anzoátegui (Aplausos); ahí está Liborio Guarulla, quien no fue reelecto, no hubo elecciones en Amazonas, sabemos que hay elecciones el próximo año; gobernadores, ¿quién más está por allí?, los alcaldes, está Antonia Muñoz, la gobernadora reelecta en el estado Portuguesa (Aplausos).  Todos vamos a trabajar para acelerar este proyecto, este programa de casas de alimentación, que ustedes saben que es para atender a los niños de la calle; bueno, a los que viven en la más grande de las miserias.

La Misión MERCAL llegó ya a vender, está vendiendo alimentos de calidad, e incluso por debajo del precio regulado, a 9 millones, y vamos a 10 millones de personas ya comenzando el año 2005 —estoy hablando de finales del 2004—; llegamos a 9 millones de personas beneficiadas por la Misión MERCAL.

Había comenzado el año con una venta, en enero del 2004, de 250 toneladas diarias de alimentos y el crecimiento fue vertiginoso y llegamos a 3 533 toneladas de alimentos por día, en un esfuerzo logístico sin precedentes en Venezuela, en el cual, como en casi todos estos proyectos, la Fuerza Armada ha jugado un papel fundamental (Aplausos), y yo pido un reconocimiento especial para mis compañeros de las gloriosas Fuerzas Armadas Bolivarianas venezolanas, la Fuerza Armada Nacional, y los gobernadores, los alcaldes, el voluntariado y la participación popular.  He allí el camino, la unión de todos y la participación de todos.

También sectores privados han estado cooperando, favoreciendo esta misión.  Yo autoricé a mitad de año a MERCAL a hacer compras regionales para ampliar la oferta de productos, ¿y quiénes son los que llegan allí a venderle a MERCAL?  Los productores privados de todas las regiones del país.  Incluso hay MERCAL por allá en San Cristóbal, en los Supermercales venden flores, en Mérida; venden productos más allá de los productos de la cesta básica, artesanías, ahora hay proyectos para vender ropa, incluso, en algunos MERCAL, muy barata y de calidad.  Pues eso seguirá ampliándose en este año 2005 y en los años venideros.

El crecimiento de las ventas en MERCAL, en resumen, fue de 631% en el año 2004. 

La siembra, la agricultura, clamo por la agricultura, porque sigamos metiéndole el alma al proyecto agrícola nacional, y hemos comenzado el año —todos ustedes lo saben— a todo vapor, porque ningún proyecto agrícola tendría éxito en Venezuela si no acabamos con la perversa herencia del latifundio (Aplausos).  Esa es una verdadera falla estructural.

En el 2004, a pesar de esa falla estructural, de ese obstáculo gigantesco y de muchos otros, las hectáreas cosechadas, la superficie cosechada se incrementó en 10,4%, un buen avance en el 2004. 

El aumento de la producción en algunos rubros de ciclo corto sobre todo, fue de la siguiente manera:  caraotas negras, 48,2% fue el incremento de la producción; maíz, 13,5%; algodón, 73,6%, y esto es producto de decisiones del gobierno y de trabajo coordinado con los productores y gobernadores.  Yo recuerdo el Plan Algodón, así lo llamábamos, allá en la ribera del Orinoco y del Apure, que no tenían créditos, que no tenían maquinarias, y comenzamos a dar, y fue un pequeño apoyo, lo que hemos dado tampoco es una gran cosa; unos apoyos, pero allí, donde están las necesidades fundamentales, y vean el resultado, cómo responde nuestro pueblo, cómo responden nuestros agricultores.  El incremento del algodón 73,6%.

El arroz, 45,8%, y quiero felicitar especialmente a los productores del estado Guárico y del estado Portuguesa por este gran logro, y a los gobernadores Manuit y Antonia Muñoz por este incremento de la producción del arroz (Aplausos).

El frijol, 55,9%; y la papa un modesto 4,8%.  Tuvimos algunos problemas con la papa, pero, sin embargo, hubo un ligero crecimiento.

Dentro de este nuevo ciclo económico vale la pena decir lo siguiente, o citar la siguiente cifra de la economía, sobre todo orientándonos en la economía social:  el Banco del Pueblo soberano otorgó 5 368 créditos por 21 700 millones de bolívares.  El Fondo de Desarrollo Microfinanciero aprobó 6 186 créditos por 25 000 millones de bolívares; el Banco de la Mujer aprobó 12 045 microcréditos por 10 277 millones de bolívares, y el BANDES otorgó 10 297 microcréditos por 92 700 millones de bolívares.  Esta es una política de nuestra Revolución, la política de los microcréditos a los más pobres, que va acompañado, o más bien precedido, pues, de la capacitación, de la organización comunitaria para que la inversión sea efectiva, como efectivo está siendo.

Se recuperaron 13 sistemas de riego a nivel nacional; se recuperaron los sistemas de riego también de los ríos Guárico y Tiznado y tres sistemas de riego en el estado Aragua.

La producción industrial —estos datos son muy importantes, porque igual, forma parte de la recuperación que hemos logrado de la Corporación Venezolana de Guayana y otras áreas de la producción industrial del país, y en esto tiene gran mérito el gobernador de estado Bolívar, así como el actual presidente de la CVG, Rafael Sánchez Márquez.

La producción de la CVG-Alcaza, Aluminios del Caroní, se incrementó en el año 2004 en 25%; se batió récord de producción en Venalum y en CVG-Proforca; el incremento en la producción de energía de la CVG-EDELCA, electrificación del Caroní fue de 16%; los ingresos consolidados de la CVG fueron de 5,5 billones de bolívares y se reindustrializaron en todo el país 251 empresa.  Y quiero ratificar mi mensaje al sector privado nacional.  ¿Cómo va a creer alguien que nosotros queremos destruir alguna empresa?  ¡Ninguna, pero ninguna!  Lo que queremos es lograr una acción coordinada, concertada entre el gobierno, el Estado, el sector privado y los trabajadores, para continuar este proceso de reindustrialización del país, de democratización económica, de impulso a un modelo económico como manda la soberana Constitución, productivo, diversificado, que nos permita generar riqueza suficiente para distribuirla entre todos, para lograr la meta que nos fijó Bolívar hace casi 200 años:  el mayor grado, o el mayor nivel de felicidad posible para todos.

El sector financiero, y esto también es muy importante y aquí hay que reconocer el trabajo coordinado de la banca pública con la banca privada, con una que otra excepción, pero es solo la excepción. Se incrementó el margen de intermediación financiera —y esto es muy importante para el desarrollo nacional—, se incrementó en 32,12%.  Ese es el papel fundamental de la banca, no la especulación, ni estar propiciando fuga de capitales.

Se creó, además, para continuar impulsando el sector financiero público, en este caso, el fondo de desarrollo económico y social del país.  Ustedes deben recordar cómo me chacotearon a mí por utilizar una palabra de por allá de aquellos pueblos, agarraron la chacota del millardito, ¿se acuerdan?, el millardito para Chávez.  Bueno, no, no es el millardito para Chávez; además, fueron dos millarditos al final (Risas):  El que no llora... (Del público le dicen:  “No mama”)  Anjá.  ¡Dos mil millones de dólares!  Eso no es para mí ni es para incrementarles los sueldos al Presidente y a los ministros, a la burocracia; no, todo ese fondo, al que hemos llamado al final FONDESPA —ese nombre no me gustó nunca, pero, bueno, se quedó así, FONDESPA (Fondo de Desarrollo Económico y Social del País)— lo creamos entonces.  Como el Banco Central no quiso ni por la izquierda, ni por la derecha, ni por Regresar, ni por debajo, entonces para no seguir peleando con mi amigo Diego Luis Castellanos, a quien le agradezco muchísimo sus gestiones al frente del Banco Central, porque pronto designaré un nuevo presidente del Banco Central (Aplausos), en pocos días enviaré mi decisión a esta Asamblea para su consideración, como dice la Constitución, Diego Luis cumple su tiempo de servicio, es un buen amigo, ¿saben?, yo le tengo mucho aprecio a Diego Luis.  Desde aquí mi saludo, con todo respeto, todo lo que le he dicho siempre es con todo respeto.

Llegamos a un acuerdo con el Banco Central, fíjense, porque dice la Constitución y la Ley que debe ser un acuerdo entre el gobierno y el Banco Central, ellos al final accedieron por esa vía:  no utilizar las reservas internacionales, sino utilizar una parte del ingreso petrolero, en vez de seguir acumulando reservas, creamos el fondo, pues, hasta 2 000 millones de dólares rotatorio.  Ya se empezó a llenar otra vez, porque ya tenemos distribuidos los 2 000 millones; pero eso es para proyectos de tanta importancia para todo el país como, por ejemplo, la central hidroeléctrica La Vueltosa, ese es uno de los proyectos.  No tengo la lista aquí a la mano, pero el otro es la autopista hacia oriente.  El otro proyecto:  Asignaciones especiales para acelerar las obras de los metros, el metro de Los Teques, por ejemplo, que aspiro inaugurarlo...  ¿Cuándo fue, Carrizales, que nos dijeron?  En el 2006 lo inauguraremos —Dios mediante—,  ¡tremendo metro para Los Teques!, 10 minutos de aquí a Los Teques, ¡qué maravilla!

Hemos asignado para otra central termoeléctrica en el centro del país, de este fondo; la línea aérea Conviasa, que ya está volando, gracias a este fondo comenzó a volar Conviasa (Aplausos); el central azucarero Ezequiel Zamora, allá en Barinas, que iba avanzando muy lentamente por falta de recursos, ahora aceleramos la construcción de ese central que va a ser uno de los mejores de toda América del sur y la América Latina y el Caribe. 

Bueno, una verdadera siembra del petróleo, y voy a tomar esa frase del muy recordado, respetado doctor Arturo Uslar Pietri, quien —como todos sabemos—, cuando nosotros no habíamos nacido, por allá por los años cuarenta, cuando gobernaba nuestro país mi general Isaías Medina, habló de la siembra del petróleo.  Además, constituimos 29 fideicomisos, por el Banco de Desarrollo Económico y Social.

El control de cambio demostró en el 2004 eficiencia, eficacia y rapidez para atender las demandas de los importadores y de la economía venezolana.  Sobrepasamos, incluso, los 10 000 millones de dólares de asignaciones en el año 2004, un control de cambio bastante acoplado a las necesidades del país:  la disminución de la tasa de interés bajó a 15,6%, esto también es muy importante; el riesgo país bajó a 379 puntos básicos; las reservas internacionales remontaron récord histórico y llegaron a 24 000 millones de dólares terminando el año.  Venezuela es uno de los pocos países del mundo que pudiera pagar toda su deuda externa, casi toda, con las reservas internacionales,  un verdadero récord. 

La tasa de regalías en 20%, esto también fue algo muy importante; en 16,6%.  Iniciamos este año un proceso de recuperación de la plena soberanía petrolera.  Ustedes saben que los gobiernos anteriores firmaron acuerdos verdaderamente lesivos al interés nacional, y uno de ellos fue a través de la llamada apertura petrolera, a través de la cual se hicieron convenios, por ejemplo, en los cuales las empresas extranjeras que con nosotros trabajan, y estamos trabajando bien con todas, pues no pagan, prácticamente no pagan regalías, 1%, es casi cero, pues.  Petróleo pagando 1% de regalías, ¿en qué parte del mundo?  Bueno, ni en Iraq, con todo lo que allí está ocurriendo y que tanto lamentamos, y eso se hizo violando la Constitución de 1961 y violando la vieja Ley de Hidrocarburos.  Así que tomamos la decisión de aplicar lo que la ley dice, incluso lo que dice la ley anterior, que ya fue derogada, 16,6% de regalías.  Eso es un primer paso en la recuperación de la plena soberanía petrolera nacional.

El sector financiero, fíjense ustedes —para seguir hablando del sector financiero—, los ingresos fiscales, yo quiero que le demos un aplauso al SENIAT, por la labor estelar que cumplió este año (Aplausos), el superintendente Vielma Mora y todos los funcionarios y trabajadores y trabajadoras del SENIAT (Aplausos).  El incremento de la recaudación tributaria este año fue de 136,7%, y los ingresos fiscales de origen no petrolero llegaron al 85%.  En verdad, un récord en la historia venezolana.

Esto, en cuanto a algunos datos de lo que ya he señalado, señor Presidente, como uno de los signos relevantes del 2004:  nacimiento y despegue de un nuevo ciclo económico, de crecimiento y de expansión, cuidémoslo, sigamos sembrándolo y abonándolo para que tengamos en muy poco tiempo una sólida economía venezolana.  Tenemos cómo lograrlo.  Pido a Dios y hagamos todo lo que tenemos que hacer nosotros, para que la economía venezolana siga repuntando y siga, además, recuperando su soberanía y su capacidad para generar felicidad a todos los venezolanos.

En tercer lugar, he dicho, señores diputados, que el 2004 significó la consolidación y expansión de las misiones de inclusión social.  Igual, permítanme algunas cifras.

Ha llegado el cafecito, eso es muy bueno, porque me ayuda a mí para tomar fuerza, y a ustedes allí también, el cafecito es muy bueno, una buena iniciativa del presidente Nicolás Maduro.

Gracias, señor Presidente, por este buen café que dan aquí en la Asamblea (Aplausos).

¿Quieres un café, José Vicente?  El toma té con leche, un té chino verde que el chino Khan...  Chino, debes tomar té verde.  ¡Qué alegría me da verte, de verdad, compañero! (Aplausos.)  ¡Qué susto nos ha dado José Khan, diputado y amigo!  Tienes que hacer la dieta, cuídate mucho, camina (Le dicen algo).

Estoy trasmitiendo la seña de aquí del coach, como me dice a mí Rosinés también.  Bueno, fuerte.

Las misiones, ¡maravilla del 2004!  Además, este 2005 va a ser un año de aceleración de las misiones sociales y de impulso de nuevas misiones.  Por ejemplo, Barrio Adentro va ahora a su segunda fase, vamos a arrancar este mismo año Barrio Adentro-II.  Ya les voy a decir algunas cosas de esta misión Barrio Adentro-II, que preparé con mi buen amigo y compañero Fidel Castro.  En la visita que hicimos en diciembre a Cuba estuvimos trabajando ya, porque es parte del Convenio de Cooperación Cuba-Venezuela, y, además, hemos firmado, dentro de la ofensiva internacional, el Acuerdo de Alianza Estratégica que da nacimiento al ALBA en América Latina y el Caribe, la Alternativa Bolivariana para la América Latina (Aplausos).

Bueno, fíjense ustedes, compatriotas de toda Venezuela, estas cifras de las misiones, esto da alguna idea, alguna idea de la maravilla de estos programas revolucionarios.

Las misiones educativas en total, en el 2004, incorporaron 3 844 000 personas.  Saquen la cuenta, de 25 millones que ya somos, aproximadamente, según las cifras del INE estamos llegando a los 26 millones, vamos rumbo a los 30 millones, está creciendo el gigante.

Hay 3 844 000 incorporados a las misiones educativas.  ¿Estos quiénes eran?  Los excluidos; estaban excluidos.  Esto desde Robinson I, Robinson II hasta Sucre; facilitadores del gran voluntariado nacional de las misiones educativas, 250 000, un verdadero ejército de ejércitos de voluntarios; ambientes habilitados, los locales, 2 624 a nivel nacional; más de 15 millones de casetes producidos; más de 90 millones de materiales impresos distribuidos; 1 640 000 bibliotecas familiares entregadas, dándoles prioridad a los nuevos lectores y a los muchachos que se graduaron de sexto grado.

Yo quiero hacer un reconocimiento al pueblo cubano y al Gobierno Cubano, porque todos estos casetes, materiales impresos y bibliotecas familiares han sido producidos en Cuba.  Muchas gracias, señor Embajador, trasmítale al Presidente Fidel Castro nuestro agradecimiento (Aplausos).

En la Misión Robinson I se incorporaron 1 411 000 compatriotas y se han graduado hasta ahora 1 371 595; 1 300 000, casi 1 400 000.  Pronto Venezuela será zona libre de analfabetismo, en esto no hemos querido adelantarnos, porque hay que cubrir todos los trámites y requisitos más estrictos, que nosotros mismos, en primer lugar, nos hemos impuesto, y que Naciones Unidas, en segundo lugar, pues tiene como parámetros mundiales; pero pronto, y pido a todos que hagamos una aceleración en estos próximos meses de la Misión Robinson I:  Alfabetización, Yo sí puedo.

Bueno, hay graduados 1 371 000.

La Misión Robinson II, incorporados —esto es muy importante para terminar la primaria, y de calidad, además, todos estos procesos—, 1 261 000 compatriotas están incorporados en Robinson II; con ellos, 87 000 facilitadores en 81 300 ambientes de clases.  Además, comenzó en el 2004 el plan masivo de becas; nunca antes en la historia venezolana se había dado.  Por ejemplo, para Robinson II se están dando 100 862 becas a los más pobres, a los más necesitados, porque he allí, bueno, como dice Víctor Hugo —vuelvo a citarlo—, los miserables, los que vivieron en la miseria toda la vida.  Ha llegado para ellos la luz de la esperanza, ¡gracias, Dios mío, por permitirnos encender las luces de la esperanza a tanta gente! (Aplausos.)

La efectividad del método cubano Yo sí puedo se ha comprobado una vez más.  Claro, aquí lo hemos venezolanizado, incluso lo hemos regionalizado aquí; no es lo mismo el método Yo sí puedo allá en Zulia que en La Guayana, o allá en Margarita, señor gobernador, que en el Táchira, así que sobre la marcha hemos venido regionalizando el método Yo sí puedo.

La efectividad del método Yo sí puedo y Yo sí puedo seguir ha sido del 97%.  El Yo sí puedo seguir fue un invento venezolano.

Todas las regiones están viéndose favorecidas, no hay una sola región que no se vea favorecida por estas misiones educativas Robinson, incluidos los centros penitenciarios, incorporando los idiomas indígenas allá donde están nuestros hermanos en Amazonas, en Bolívar, en La Goajira, en la mesa de Guanipa, en el Delta Amacuro.  Hemos editado folletos en los idiomas indígenas, se están recuperando idiomas indígenas que se iban perdiendo en las voces de la selva, porque los indígenas no sabían escribir; ahora están aprendiendo a escribir su propio idioma, además del español, cumpliendo la Constitución.  Eso jamás aquí en Venezuela se hizo y creo que en pocas partes del mundo hoy se hace.

La Misión Ribas, maravillosa misión también, para terminar la secundaria.  Se han incorporado 726 681 Vencedores en 29 900 ambientes de clases en todo el país, con 31 000 facilitadores, y coordinadores 3 700, y las becas.  Las becas de la Misión Ribas ya van por 200 000, y son becas —para hablarles en dólares, señores embajadores— de 100 dólares mensuales, lo cual da un total:  200 000 de Ribas, 100 000 en Robinson-II —ya vamos por encima de 100 000, pero redondeemos en 100 000, y este año vamos a 150 000, dijimos, Aristóbulo, 200 000 y un poco más, pero redondeemos a 200 000 en Ribas—, son 300 000, y la Misión Sucre tiene 100 000 becas también, son 400 000 becas en solo las misiones, no estamos hablando del sistema, digamos, regular de educación—, por 100 dólares mensuales son 40 millones de dólares al mes, ¡cuarenta millones de dólares al mes! 

Los neoliberales dicen que eso es perder plata, ¡ah!, es que no saben ellos la verdad de la vida.

El hombre, el ser humano, dijo Cristo; repito, el alfa y el omega; dijo Bolívar:  “Las naciones marcharán hacia su grandeza al mismo paso con que camine su educación.” Estas becas les permiten a esos cientos de miles de compatriotas subsistir mientras estudian, porque si no no podría la mayoría de ellos, terminarían desertando, terminarían haciendo lo mismo que hicieron hace 20 años, o hace 40 años algunos, o más.  Un hombre de 90 años que aprendió a leer y a escribir, me dijo ante una pregunta:  “¿Y por qué tú nunca fuiste a la escuela?”  Me dijo:  “No, ¿y cómo, Presidente, si desde los cinco años comencé a trabajar con mi padre en el conuco?, y me inscribió en una escuelita, pero no pude, el hambre no me dejó estudiar”, así me dijo.

Si no los apoyamos ahora con esa beca de 100 dólares mensuales, el hambre se los llevaría también del aula de clases, la pobreza, y más que la pobreza, la miseria. 

He allí lo maravilloso de estas misiones a las que debemos, señores gobernadores, ministros, ministras, gobernadoras, diputados y diputadas, seguir poniendo el alma.  ¡Pongamos el alma en las misiones para consolidarlas aún más y para expandirlas a lo largo y ancho de la tierra venezolana!

Pues bien, la Misión Ribas tiene 201 540 becas, y, repito, 726 681 inscritos.  La Misión Sucre, incorporados, bachilleres, 334 453; concluyeron el programa de iniciación universitaria PIU, 155 999 en el 2004; se matricularon en carreras universitarias, 76 864, y están en el programa de municipalización, allá mismo donde viven, 53 069 compatriotas, en 10 816 secciones en todo el país. 

Hemos comenzado ya la construcción de las aldeas universitarias con todo el equipamiento; porque poco a poco iremos perfeccionando las misiones.  Ahorita muchos están viendo clases allá en el patio de una casa, aunque casi todos están en liceos en las noches o en escuelas bolivarianas, o allá en la alcaldía, o allá en la iglesia hay algunas misiones. 

Hay muchos sacerdotes... Yo quiero, así como lancé un latigazo hace rato a la cúpula católica, desde aquí enviar un abrazo del alma a los sacerdotes venezolanos que andan por todos lados junto a nuestro pueblo, clamando y luchando en este valle de lágrimas, con la cruz de Cristo y con el amor sublime por las grandes causas de los pueblos (Aplausos).

Pues bien, 100 000 becados.  Fíjense ustedes estos datos que el ministro Samuel Moncada me ha facilitado y que han surgido del estudio estadístico. 

Pido a todos los ministros, señor Vicepresidente, todos los ministros, sobre todo los del área social, que sigamos desarrollando instrumentos para medir con la mayor precisión la realidad.  Y para entender la matemática es fundamental el contraste, la comparación, si no es difícil entender.

Cuando yo les decía a ustedes ahorita que el Banco del Pueblo dio tantos créditos este año 2004, ¡ah!, pero ahí falta decir algo:  cuántos dio en el 2003, para tener una idea de la evolución, si no cómo se contrasta.  Ahí está la naturaleza, los colores, son el contraste, el día, la noche.

Quiero seguir insistiendo en esto y, sobre todo, a los matemáticos, como el ministro Merentes; vamos, cada quien debe tener un buen equipo estadístico a nivel de las gobernaciones, alcaldías, para medir, para medirnos nosotros mismos y reconocer los errores, para ir corrigiendo, mirar las variables.

Aquí hay algunos datos medidos por el equipo del Ministerio de Educación Superior.  Fíjense en estos detalles, son datos curiosos, pudiéramos llamarlos datos curiosos:  En el año 2004 Venezuela llegó, por primera vez, a tener un millón y medio de estudiantes en la educación superior.  Pudiera alguien decir:  “Bueno, esto es producto del crecimiento de la población”, y pudiera ser lógico explicarlo de esa manera; pero sigamos viendo este dato.

Solo en el año 2004 ingresaron 400 000 estudiantes a la educación superior; esta cifra es igual al 80% de todos los estudiantes universitarios que había en Venezuela en el año 1998.  No hay en la historia de Venezuela un año con un salto tan grande en la educación superior. La mitad de los nuevos estudiantes del año 2004, 400 000, provienen de la Misión Sucre.

Los presupuestos a la educación superior:  Los anteriores gobiernos mantuvieron prácticamente congelados los presupuestos. Aquí tenemos que recordar que incluso llegó a plantearse la privatización de la educación superior, con ese cuento neoliberal de que, bueno, ya los muchachos en educación superior pueden trabajar y pagar sus estudios; hubiera sido la condena para siempre a los pobres.

El presupuesto a la educación superior desde 1999 hasta el 2004 se ha incrementado en treinta y seis veces la cifra que había en 1998.  El número de estudiantes beneficiados saltó de 14 000 en el 2003 a 104 000 en el 2004, y la cifra de atención a los estudiantes llegó a 128 000 millones de bolívares.

Y esta cifra que es un dato curioso, extraordinario, al que ya me refería en el Aló Presidente: en año y medio la Misión Sucre ha logrado incorporar a la Educación Superior más estudiantes que todos los egresados de la Universidad Central de Venezuela en toda su historia, y son 280 años de historia que tiene la UCV. Datos oficiales: en año y medio la misión Sucre ha logrado incorporar a la educación superior más estudiantes que todos los egresados de la Universidad Central de Venezuela en toda su historia (Aplausos). 

Y aquí están las cifras.

Total de egresados de la Universidad Central entre el año 1725 y 2004, 146 646, y total de inscritos en la Misión Sucre, 264 007.  Y cuando la Misión Sucre comience a graduar muchachos, estoy seguro —me atrevo a pronosticarlo— de que dentro de unos cinco o seis años, la Misión Sucre habrá graduado más estudiantes que la Universidad Central en toda su historia, en cinco años.  Esa es la perspectiva que llevamos.

La otra misión maravillosa, misión milagrosa, la Misión Barrio Adentro.  Fíjense este dato:

Las consultas en Barrio Adentro, el acumulado histórico va en 86 500 000 consultas.  De nuevo, gracias a Cuba, a sus médicos; gracias a los médicos venezolanos, a los enfermeros cubanos y venezolanos, y a todos los voluntarios, los comités de salud; gracias a los gobernadores, los alcaldes; gracias a todos los que están colaborando en esta milagrosa misión de justicia (Aplausos).  A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Pues bien, este dato curioso que me dio el ministro de salud, Francisco Armada:  Entre 1993 y 1998, en cinco años, está registrado que hubo en el país 70 millones de consultas médicas, en el sistema público, o lo que quedaba de él, ¡en cinco años setenta millones de consultas médicas!  Solo en el 2004 Barrio Adentro, solo Barrio Adentro, llegó a 76 millones, por encima de todas las consultas en todo el país de los cinco años antes de nosotros llegar al gobierno (Aplausos).

Además, que ya el sistema tradicional de salud en el 2004 llegó a 20 millones de consultas; pero veníamos de 14 millones, de 12 millones en el 2000.  Hemos incrementado la capacidad del sistema tradicional de salud; entre el sistema tradicional de salud pública y Barrio Adentro, entonces llegamos casi a los 100 millones de consultas, solo en el año 2004.  Esto es récord, yo creo que mundial, si tomamos en cuenta las proporciones y la cantidad de nuestra población; es decir, cuatro veces la población venezolana, como que cada venezolano hubiera ido a cuatro consultas en promedio. 

Saben ustedes la magnitud de lo que eso significa.  Estamos garantizando atención médica a todos los venezolanos, y especialmente a los excluidos de toda la vida.  Ya tenemos 20 000 médicos y odontólogos cubanos, y sigue creciendo la cifra de médicos venezolanos.  Y yo hago un llamado desde aquí a los médicos venezolanos, a los enfermeros y enfermeras.  Felicito a los que se han incorporado; pero vamos todos a una campaña nacional, señores gobernadores, alcaldes, vamos a la búsqueda de los médicos; hay muchos que quieren incorporarse, vamos a facilitar su incorporación a esta misión, junto a los compatriotas cubanos.

Se han visto 135 millones de casos en Barrio Adentro, ¡ciento treinta y cinco millones de casos!  Eso incluye las consultas, ese es el acumulado histórico de 2003-2004, 86 millones; en el terreno, porque los médicos van al terreno, no en el consultorio solamente, 35 millones en el terreno; familias visitas, 12 472 000; acciones de enfermería, 17 988 000; vidas salvadas, y esto no es poesía, estos son datos verificados y, sencillamente, que si el médico no hubiese estado allí cerca la persona hubiese muerto, 22 012, venezolanos que estuviesen enterrados hoy si no hubiese sido por la Misión Barrio Adentro, ¡veintidós mil doce!; 1 339 partos realizados, atendidos.  Y algo muy importante dentro de la visión de salud preventiva, son las actividades educativas, 48 066 000 actividades educativas en todo el país.

En la primera semana del 2005 ya comenzamos a todo vapor, en una semana del 2005 se vieron 2 047 000 casos, en una sola semana, realizándose 1 238 821 consultas en esta semana.  En este período, la primera semana del 2005, el promedio de consultas por médico por día, 18,3%.  ¡Cómo trabajan estos compatriotas!  Trasmítales, señor Embajador, a todos y a cada uno nuestra admiración, nuestro reconocimiento y nuestro agradecimiento; 18,3% (Aplausos).

He aquí algunos destellos de la Misión Barrio Adentro, sin incluir aquí los miles de compatriotas que van a La Habana a operaciones delicadas, la última de ellas, la Misión Milagro, la vista; miles de compatriotas han recuperado la vista, desde niños hasta ancianos, es la Misión Milagro, que es parte de la Misión Barrio Adentro. 

Ahora, les voy a decir algo, no voy a caer en la tentación de comenzar a hacer anuncios acá, solo voy a limitarme a este que es muy importante, y de esto hablaremos con más detalles, pues a través de Aló Presidente y a través de los programas que tendremos continuamente; pero quiero decir —ya lo dije, ahora voy a dar unos detalles— que hemos entrado en la fase Barrio Adentro II, y esto consistirá en algo que pocos en este momento me van a creer, algunos dirán: Chávez está delirando, busquen un médico, busquen un psicólogo, así como cuando Jean Valjean llegó al tribunal e iban a condenar a un pobre hombre allí, decían que era Jean Valjean, y este había cambiado de identidad, era un fugitivo, y era el alcalde, muy querido en aquellos pueblos.  Y cuando él vio que iban a condenar al pobre hombre —él hubiera podido quedarse callado, ¡qué grandeza la de aquel hombre—, entró como alcalde y le dijo al Presidente: “Señor Presidente, deténgame, yo soy Jean Valjean; liberen a este hombre.”  Un poco así van a pensar.  Entonces el Presidente del tribunal no le creía al alcalde, un prestigioso señor alcalde, que era muy bueno, además, como Juan Barreto, como Pepe Rangel, como Freddy Bernal.  Qué bueno, Freddy, que la basura...  Ahora sí es verdad (Risas), ahora sí es verdad que le vamos a ganar la guerra a la basura.  Un reconocimiento al alcalde Freddy Bernal (Aplausos); claro, le llegó apoyo, Juan Barreto también.

No, de verdad, cuenten ustedes con todo mi apoyo y nuestro apoyo.  Vamos a apoyar un proyecto especial por los fondos sociales de PDVSA, para convertir a Caracas en una ciudad limpia.  Y pido apoyo a todos los caraqueños y las caraqueñas (Aplausos), y a los caraquistas también y a las caraquistas. 

¿Qué será de la vida del Magallanes?  Magallanes dio un salto adelante, dice el presidente Nicolás, pero al vacío (Risas).

Pues muy bien, algunos en aquella ocasión, cuando Jean Valjean dijo:  “Deténgame, señor juez, yo soy Jean Valjean, suelten a este hombre, es inocente”, pues nadie le creía, tuvo que llamar él mismo a los tres testigos, presidiarios de muchos años, los tres decían:  “Sí, es Jean Valjean, este es, estuvo preso conmigo”, “conmigo” y “conmigo”, y entonces el propio Jean Valjean era alcalde, llamó a uno por uno de los presidiarios:  “¿Y tú, tienes aquí una fecha tatuada, quítate la camisa, la fecha en que el emperador desembarcó”, Napoleón, y en verdad ahí estaba, y le demostró que él era Jean Valjean.

Bueno, no vaya alguien, señor Presidente, a llamar aquí a un psicólogo, a un médico después que yo diga esto, pero esto lo vamos a cumplir en el acuerdo con Cuba, aprobado ya por ambos presidentes, el presidente Fidel Castro y este humilde servidor, y ya estamos trabajando para lograrlo.  Necesitamos el apoyo de todo el país, gobernadores, alcaldes, comunidades, empresarios privados también, todos, diputados y diputadas, esto es posible y lo vamos a cumplir. 

Allí voy:  este año 2005, Barrio Adentro II, vamos a instalar en todo el país 600 centros de diagnóstico; hasta ahora llevamos 84 que instalamos al final de año.  Porque, claro, un médico en un barrio, en un campo, en una ciudad donde esté, solo con el estetoscopio, un termómetro y algún otro equipo, bueno, me decía Fidel:  “Chávez, es como mandar a un soldado a una guerra, pero con arcabuz, sin brújula y sin mapa”, y es verdad.  Y si tomamos en cuenta las deficiencias que aún tenemos nosotros en el sistema de salud, que hemos estado apoyándonos mucho en un grupo de hospitales, sobre todo el Hospital Militar, gracias al ministro de la Defensa, el general en jefe Jorge García Carneiro (Aplausos), al director del Hospital Militar (Aplausos), pues el Hospital Militar se ha convertido en un centro de Barrio Adentro.  Claro que lo hemos recuperado desde los sótanos hasta la azotea.  El hospital Clínico Universitario también ha estado apoyando muchísimo a Barrio Adentro, y otros hospitales, pero hay grandes deficiencias en la mayoría de los hospitales, que las venimos solventando y las seguiremos solventando; pero ciertamente esto nos llevó a diseñar el plan de los centros de diagnóstico.  Hasta ahora tenemos 84, pero vamos a instalar 600 en todo el país; ya para finales del tercer trimestre, según el plan que tenemos, señor ministro Armada, debemos estar terminando la instalación.

Estos centros de diagnóstico funcionan en un local de no grandes dimensiones y cuentan, y van a contar todos, con al menos los siguientes equipos —esto va también dirigido a la clase media.  ¿Cuánto cuesta una operación cualquiera hoy, una tomografía cualquiera hoy?  ¿Cuántas familias de clase media no quedan desbancadas por una enfermedad y cuatro exámenes?  Pues aquí va a ser totalmente gratuito para todos (Aplausos).

Hace poco un ingeniero venezolano —esta carta me la enseñó Fidel allá en La Habana, en diciembre—, que vive por allá en el este de Caracas, de la clase media, yendo de media a alta, resulta que él venía en un vehículo y siente un dolor; había tomado un taxis que lo llevaba a su casa —eso fue hace muy poco, en noviembre—, siente un dolor y el taxista, preocupado, le dice:  “Señor, yo conozco aquí a Barrio Adentro, vamos, yo lo llevo”, lo más cerca que tenían era un consultorio de estos de Barrio Adentro, allá fue a parar el hombre, y era tarde en la noche, pues eso está trabajando las 24 horas al día.  Le hicieron los exámenes —allí hay un servicio de emergencia—, descansó un rato ahí, le aplicaron unos calmantes, un medicamento de emergencia, lo citaron para el día siguiente para hacerle todos los exámenes; volvió, le hicieron los exámenes y resulta que salió hasta con una catarata y fue a parar a Cuba, y allá lo operaron de catarata y regresó curado.  Pues le envió él, un ingeniero de la clase media venezolana, una carta que Fidel tuvo el gesto de mostrármela:  “Mira, Chávez, ¿te das cuenta cómo la gente es agradecida?” 

Pues yo quiero desde aquí decirle a todo el país que esto es no solo para la clase media, también cualquier persona de la clase alta, que tienen altos niveles de ingreso y de nivel económico, también, eso está abierto 24 horas para cualquier venezolano, para cualquier persona que venga al país de cualquier parte del mundo, no hay distinción en esto, esto está abierto para todos.

Seiscientos centros de diagnóstico.  ¿Qué van a tener al menos?  Vayan buscando locales, señores gobernadores, desde hoy mismo les ruego que cada gobernador, señor gobernador Morel, todos los gobernadores, todos los alcaldes, no importa; si son de Acción Democrática, ¿qué me importa a mí?, les haría un reconocimiento especial, incluso; de cualquier partido político, de aquí mismo del este de Caracas, los alcaldes del este, además de Pepe Rangel, los alcaldes de Baruta, de Chacao, vamos, ahí también nosotros queremos instalar centros diagnósticos gratuitos para quienes allí viven en esas comunidades (Aplausos), son venezolanos, son venezolanas.

Un equipo de rayos X, y estos equipos muy modernos, un equipo de ultrasonido, un endoscopio, un electrocardiógrafo para hacer diagnósticos del que te conté aquí.  La segunda causa de muerte en Venezuela son los infartos, enfermedades del corazón, después de los accidentes de tránsito que siguen causando mucho dolor; hay que trabajar, esto es un problema de salud pública, los accidentes de tránsito en Venezuela.  De ahí nosotros tenemos que hacer también una campaña más intensa, señores ministros, todos, de educación, de salud, los medios de comunicación, todos, hago un llamado, que nos ayuden en esto también.

Bueno, ahí va a haber un electrocardiógrafo, no solo para hacer diagnósticos; es importante, aunque usted se sienta como una pepa, pase por allí (Risas).  ¿Por qué ustedes se ríen tanto, vale?  Bueno, ¿qué otra palabra uso entonces?  Como una uva.  Gracias al señor Carreño, que él es tan delicado (Risas).  Perdón, señor diputado, vicepresidente.  Como una uva, Pedro Carreño; el carreñismo.  Gracias, Carreño.

Miren, no solo para el diagnóstico, hay que pasar a revisarse el corazón, eso se hace en 10 minutos, en 15 minutos, el diagnóstico, a ver cómo está funcionando el corazón.  Pero, además, le vamos a incluir allí un desfibrilador para atención de emergencia al infarto; cuando da el infarto, o el preinfarto, mucha gente se muere porque no hay cerca un equipo.  La mayor parte de las personas que mueren de infarto no mueren en el acto, mueren en el trayecto, a ver dónde los llevan, y muchas veces la gente nerviosa lo montan en un carro, no hay un médico, que si la cola; no hay una ambulancia, o llegan al hospital y no hay quién lo atienda, y se muere la persona, la mayor parte se muere en el trayecto.

Así que vamos a tener —en todo el país va a ser esto— también los desfibriladores para atención urgente de preinfartos o de infartos; un laboratorio clínico en cada centro, sobre todo para los exámenes de sangre y de heces fecales, a través de las cuales se detecta la presencia de microbios, de virus, para que el médico pueda atacar directamente allí.  Es como el soldado, pues, el binóculo, el mapa, la detección del problema; y un Sistema Ultramicroanalítico para conocer presencia de virus que no se pudieran detectar a través de los exámenes de sangre y de heces, como, por ejemplo, el dengue, la hepatitis, el SIDA.  Y hago un llamado a que incrementemos la campaña y las acciones preventivas contra el SIDA, que sigue haciendo estragos en el planeta, y, por supuesto, amenaza que está presente aquí en Venezuela.  Y uno siempre tiende a pensar:  “No, a mí no me da eso”, siempre uno tiende a pensar, un mecanismo hasta natural, ¿no?, como el paracaidista, pues que ya se acostumbra:  “No, yo salto y a mí no me pasa nada”, o en cualquier caso.

Entonces, este Sistema Ultramicroanalítico permite detectar presencia de virus.

He hablado solo del primer componente de Barrio Adentro II, 600 centros de diagnóstico; pero, además, van a estar acompañados por otros componentes:  600 servicios oftalmológicos.  Y además de los servicios oftalmológicos, algo muy importante para salvar vidas también:  600 servicios de terapia intensiva, con equipos de respiración forzosa (Aplausos).

Todo esto lo vamos a instalar.  Yo le pido siempre ayuda a Dios.  Fidel, como es ateo, lo último que me escribió es que él me dice:  “Chávez, Dios te ayuda a ti y a tus amigos.”  Fidel Castro es cristiano en lo social, sí siempre lo aclara, en lo social.  Bueno, así que yo le pido a Dios que nos ayude, y pido ayuda a toda la nación, esto no es solo responsabilidad del gobierno.  Claro, somos los primeros responsables, pero pido ayuda a todos, a todos.

Los teléfonos de Aló Presidente están abiertos para cualquier venezolano.  Si allá en el este de Caracas, o en las zonas de las clases medias, bueno, Santa Mónica, por ejemplo, que conozco, el Prado de María que también conozco mucho —por ahí vivía yo—, en cualquier ciudad, o por allá por el este, La Trinidad, si alguna familia tiene un local que pueda ponerlo a disposición de la Misión Barrio Adentro, pues vamos, comuníquese por los teléfonos de Aló Presidente, o a través de cualquier canal de los tantos que hay, de los medios de comunicación, o en Miraflores, o en el Ministerio de Salud, para comenzar de una vez, señores gobernadores y alcaldes, a identificar los sitios; no es cualquier sitio, porque eso debe estar ubicado, juntándose hacia el sistema Barrio Adentro, no puede estar desconectado, es parte de un sistema, de lo que ya tenemos, los consultorios, las casas de salud, etcétera.

Sigo con el milagro:  600 centros de fisioterapia y rehabilitación vamos a instalar en todo el país (Aplausos).  ¿Qué pasa con muchas personas que incluso van a Cuba o a cualquier otra parte y se hacen una operación en una rodilla o en un brazo, o en cualquier parte del cuerpo?  Que vienen aquí y luego no tienen para pagar la rehabilitación que muchas veces es larga, a veces es para toda la vida la rehabilitación; o de un accidente cerebrovascular, que requiere tratamiento permanente.  Pero, bueno, ¿y cómo sostenerlo?  Esto es algo muy importante para la salud plena del alma y del cuerpo, del individuo y de la sociedad.  Esos 600 centros de fisioterapia y rehabilitación van a tener equipos para atender las siguientes áreas:  electroterapia, hidroterapia, mecanoterapia y gimnasio, terapia ocupacional, defectología y trastornos del lenguaje, y podología. Esas áreas van a ser atendidas en los 600 centros de fisioterapia y rehabilitación.

Pero, además de ello, la locura mayor, o la quijotada mayor va a ser la siguiente:  Vamos a instalar 32 —hasta ahora ese es el número que creemos necesario—  de diagnóstico de alta tecnología, uno por cada estado y en el distrito metropolitano, Miranda, Zulia pudiera haber dos, en algunos estados; pero, al menos, uno por estado.  Hemos calculado 32, con equipamiento del más alto desarrollo que hoy hay en el mundo.

Para esos centros de diagnóstico de alta tecnología, aquí es necesario buscar instalaciones, si no las hubiera, tendríamos, entonces, pronto, que comenzar a ubicar terrenos para construirlos, ya estamos haciendo el proyecto del módulo del tamaño más adecuado.

Eso va a tener equipos de resonancia magnética nuclear, va a tener un tomógrafo de 16 ó más cortes, de lo más moderno en el mundo, va a tener equipos de ultrasonido de tres dimensiones para corazón y otros órganos; va a tener un video endoscópico, un equipo completo de laboratorio, un Sistema Ultramicroanalítico y un sistema de rayos X con mesa flotante, cada uno de estos 32 centros de diagnóstico de alta tecnología.

Y para seguir avanzando en la misión Barrio Adentro, la Universidad Bolivariana, con apoyo de otras universidades del país, y apoyándonos en la misión Barrio Adentro, va a comenzar este año la capacitación de cerca de 20 000 jóvenes de la Misión Sucre para formar médicos generales integrales (Aplausos); la primera cifra, señores ministros de Educación Superior y de Salud —por allá están Samuel y Francisco, ellos, además, son muy jóvenes, pueden trabajar 28 horas al día—, que habíamos estimado era muy modesta, no nos da, hay que acelerar más.  Entonces, la cifra redondeada es de 20 000 jóvenes que este año debemos incorporar en una primera etapa de formación de médicos integrales, para que vayan a nutrir las filas de Barrio Adentro.  Y aun cuando nosotros no quisiéramos que los médicos cubanos nos dejaran algún día, pues ustedes saben que es justo y es necesario que ellos, en los próximos años, vayan regresando a nuestra querida y hermana Cuba y nosotros seamos capaces no solo de ocupar esos puestos de batalla, sino de seguir el ejemplo de Cuba, y por qué no, dentro de pocos años, así como hoy Cuba tiene aquí, generosa y noble, casi 20 000 médicos y odontólogos —hace poco murió una doctora, hace pocos días, en un accidente de tránsito, una mujer joven, nos dolió mucho—, y están aquí entregados en cuerpo y alma a su misión, Venezuela, esta Venezuela bolivariana, dentro de pocos años igual deberá tener, para ser fieles seguidores de los máximos ideales de Bolívar, debemos tener legiones de médicos, y ahí nos hermanaremos con Cuba y con otros muchos pueblos de la América y del mundo, atendiendo la tragedia de la pobreza, la tragedia de la miseria en cualquier parte del mundo donde haga falta nuestra participación (Aplausos).

Señor Presidente, señores diputados, el 2004 fue el año de la consolidación y expansión de las misiones de inclusión social, y este año 2005 pues vamos a continuar fortaleciendo y ampliando las misiones de inclusión.

En cuarto lugar decía hace rato ya, que el 2004 fue también el año de arranque del modelo de desarrollo endógeno territorial.  En esto no voy a abundar en muchos detalles, porque hasta ahora los logros han sido pocos, pero el gran logro ha sido el diseño del modelo endógeno, ha sido el rescate de la concepción endógena del desarrollo territorial, ha sido el redimensionamiento de las zonas especiales de desarrollo.  Esta madrugada conversaba con el ministro Francisco Natera —él ha hecho una gran labor, y pido un reconocimiento especial, él viene del sector privado, fue presidente de FEDECAMARAS (Aplausos), y ahí está trabajando duro, a veces casi sin recursos—, y este año 2004 dimos un verdadero salto en cuanto a la concepción y a la ejecución de programas en las zonas especiales de desarrollo.  El incremento del rebaño, por ejemplo, ha sido importante en el año 2004; los créditos para el cacao, para la palma africana, desde la zona sur del lago de Maracaibo, pasando por Barlovento, hasta las costas del Apure, la mesa de Guanipa, zonas especiales de desarrollo que ya van configurándose; aquí nadie sabía qué era eso. 

Hicimos la ley, hicimos un plan, pero muy general, ahora estamos aterrizando, en el 2004 hemos aterrizado en las zonas especiales de desarrollo, y, además, hemos alimentado el proyecto del desarrollo de las regiones del país, ya lo dije, con la visión endógena, y en ese sentido es que hemos creado el Ministerio de Economía Popular.  Ya tenemos identificados 1 000 núcleos de desarrollo endógeno, y tenemos identificado un conjunto de polos de desarrollo endógeno.

Y las zonas especiales de desarrollo, las sedes, no son otra cosa que zonas de desarrollo endógeno territorial.  El gran mérito, repito, en esta área en el 2004, es el rediseño y el relanzamiento del plan original de las zonas especiales de desarrollo, que es uno de los ejes del desarrollo territorial del proyecto bolivariano.

Este año, lo anuncio de manera muy general, esos 1 000 núcleos endógenos, ya identificados y un 25% de ellos ocupados, la Misión Vuelvan Caras que comenzó como una oleada; también los excluidos capacitándose por todas partes...

Hace poco veíamos por el Canal 8 y por Vive Televisión, unos documentales extraordinarios de la mesa de Guanipa, de los núcleos endógenos que PDVSA está impulsando por allá, y ahora con el gobernador Tarek William Saab y con el gobernador Briceño allá en las sabanas de Monagas, es una cosa maravillosa, que despierta, además, la solidaridad, despierta la inventiva y la creatividad de nuestro pueblo.

Así que para el impulso le he dicho al Ministro Elías Jaua, que esos 1 000 núcleos endógenos, 25% casi ya de los cuales están ocupados, vamos a seguir ocupándolos progresivamente en la medida en que vayan concluyendo los cursos de capacitación que el ministerio a través del INCE y otras instituciones, la fuerza armada, están dictando por todo el país, para impulsar, convertir esos núcleos en unidades productivas; pues no podemos permitir que nuestro pueblo vaya a trabajar allí con las uñas, no, tenemos que apoyarlos con maquinaria, con tecnología, además de la capacitación, la organización social para la producción y el crédito a tiempo.

Debo decirles que, producto del ingreso petrolero adicional del año 2004, para el apoyo a ese proyecto de los núcleos endógenos —señores gobernadores y alcaldes, espero también de ustedes que sigan colaborando en este diseño desde abajo, porque precisamente por ser endógeno tiene que venir desde abajo y desde dentro, como dijo la niña—, he reservado, señor Presidente, y haré llegar las solicitudes respectivas de créditos adicionales, progresivamente, a la Asamblea Nacional, la cantidad de 1 000 millones de dólares, para apoyar de manera firme y consistente la industrialización (Aplausos).  Y en ello vamos a trabajar muy coordinadamente con países hermanos como Brasil.

De Brasil hemos traído este año 5 000 novillas preñadas que ya parieron casi todas, de raza Girolando, de lo mejor que hay para estas tierras y para estos climas.  Desde la zona sur del lago hasta la sabana de oriente está llegando el ganado Girolando, y este año está previsto 5 000 más, por vías del Ministerio de Zonas Especiales de Desarrollo, pero por vía de CORPOZULIA también, y por vía de la CVG y por vía del Ministerio de Agricultura; es decir, por varias vías vamos a continuar fortaleciendo esto.

Qué vamos a hacer nosotros con darles a un grupo de compatriotas, por ejemplo, 40 hectáreas recuperadas, que a lo mejor eran de PDVSA y las tenían por allí subutilizadas, como estamos haciéndolo.  Porque primero nosotros hemos iniciado, ustedes lo saben, la recuperación de activos del Estado y la transferencia al pueblo, porque hemos seguido fortaleciendo de manera muy concreta la consigna aquella:  Si queremos acabar con la pobreza, debemos darles poder a los pobres, conocimiento, tierra, crédito, tecnología, organización, es la única manera de acabar con la pobreza (Aplausos).

En el 2004, compatriotas y camaradas, compañeros y compañeras, en Venezuela siguió avanzando, y con fuerza, un modelo alternativo al neoliberalismo salvaje que acabó y amenaza con seguir acabando con pueblos enteros.  Aquí está en marcha un modelo alternativo que está siendo mirado con atención por millones y millones y millones, yo diría centenares de millones; yo diría más, miles de millones de ciudadanos y ciudadanas en este planeta, y si en Marte hubiera vida —parece que no la hay, pero si la hubiera— estoy seguro de que también estarían pendientes de lo que aquí en Venezuela está ocurriendo (Aplausos), porque es en verdad un camino alternativo, como una esperanza para millones que habían perdido la esperanza en el planeta ante la pretensión de imponernos el modelo neoliberal, el Consenso de Washington, las recetas del Fondo Monetario Internacional, salvajes recetas que arrasaron y llevaron a la muerte a millones de seres humanos, a centenares de millones a la pobreza y a la miseria, pueblos enteros arrasados por el neoliberalismo.  Aquí está en marcha un proyecto alternativo, y es este, aquí está, solo que estamos construyéndolo.

Pues bien, la Misión Vuelvan Caras y el Ministerio de Economía Popular, parte de la nueva institucionalidad del Estado, para que sea de verdad social, de derecho y de justicia, pues han llegado para instalar ese nuevo modelo del desarrollo endógeno territorial.

Además, decía que muchos países como Brasil, Argentina..., pronto debemos reunirnos con el presidente Lula y también con el presidente Kirchner; también Argentina nos ha estado apoyando y nos va a seguir apoyando.  Estamos por comprarle a Argentina, mientras aquí comenzamos a fabricar las cosas, porque aquí tenemos que fabricar todas esas cosas, si no todas una buena parte de ellas, pero mientras tanto en Argentina nos están ofreciendo una desmotadora de algodón.  Bueno, vamos a traerla; así como de Cuba estamos trayendo unos centrales azucareros, uno va para Cojedes, ya tenemos allá los terrenos y el proyecto.

Ahora, ¿eso va a ser para un capitalismo de Estado?  No, no, es un modelo de economía social, fundamentado en la cogestión del Estado con el sector privado y los trabajadores, todos juntos.  Es una nueva gestión económica, un nuevo modelo; no es el clásico capitalismo de Estado el que aquí vamos a reproducir, eso también fracasó, tampoco es el camino.

Con China, con India —pronto iremos a India—, con Irán, España y muchos otros países con los que estamos trabajando articuladamente, con empresarios de esos países, ministros, sector público, sector privado, científicos, técnicos, ustedes van a ver todo lo que aquí va a ocurrir.

Lo que ha ocurrido hasta ahora es poco comparado con lo que aquí va a ocurrir, ¡grandes cosas van a ocurrir aquí, mucho más grandes que las que han ocurrido! (Aplausos.)

Luego, en quinto lugar, la ofensiva o la contraofensiva internacional.  El 2004 fue el año de la contraofensiva internacional, especialmente, en la última parte del año, después del referéndum del 15 de agosto, en el cual se oyó una vez más, y con qué claridad, como clarín en la llanura, como El Carrao de Palmarito, Juan de los Santos Contreras, El Clarín de la Llanura, se oyó la voz del pueblo venezolano, clarita como la voz del carrao en las sabanas de Venezuela, clarito como el clarín del toque de diana en los cuarteles queridos de la patria.

Sobre todo después del 15 de agosto que iniciamos —ya la teníamos preparada, por supuesto— la contraofensiva internacional, y fue así como Venezuela, para hacer un paso rápido, ingresó al MERCOSUR.  Ya somos miembros de MERCOSUR, ese es el rumbo, el rumbo del Sur (Aplausos).

Otra cosa importante que quiero resaltar a nivel internacional, es que, fíjense ustedes, hace cinco años decíamos en Canadá y lo dejamos por escrito en el acta que se firmó aquel día, que firmamos todos los presidentes del continente, menos Fidel Castro, Venezuela dejó asentada allí en solitario su posición en contra de la pretensión de imponernos a troche y a moche un ALCA para el 2005, para el primero de enero del 2005.

Hoy lo digo desde aquí, como el clarín de la llanura:  Ese ALCA murió, no podrán imponerle un ALCA a este continente (Aplausos); una pretensión verdaderamente imperialista, colonialista de ponernos a competir a nosotros con economías tan poderosas como las de Estados Unidos, eso es un imposible, un suicidio.

Bueno, sin embargo, ahí está, amaneció el primero de enero de 2005, no hay ALCA, y está tomando forma una propuesta alternativa, que desde aquí llamamos y desde Cuba llaman y desde muchos otros lugares de este continente, trabajadores, indígenas, Sin Tierra, líderes políticos, congresos, gobernaciones, presidencias, etcétera, llaman ALBA, el amanecer de una nueva América, la Alternativa Bolivariana para la América Latina (Aplausos).

Esa contraofensiva internacional nos llevó también a participar muy activamente en el nacimiento de la Comunidad Suramericana de Naciones que, como ustedes saben y recuerdan, ocurrió allá en el Cuzco y en Ayacucho, en la conmemoración de los 180 años de aquella gran batalla, la Comunidad Suramericana de Naciones (Aplausos), y comprometidos estamos en que esa Comunidad Suramericana de Naciones sea una realidad, que no se nos quede en el papel.

Ese es el camino, es el proyecto de Bolívar, convocado hace 180 años, precisamente, desde Lima al Congreso Anfictiónico de Panamá.  Para qué convocó Bolívar ese congreso lo sabemos, hay que recordarlo y que hay repetirlo; no fue para un ALCA, no; fue para un ALBA, fue para conformar en Suramérica y en el Caribe un bloque de naciones —decía Bolívar—, para luego negociar en condiciones de igualdad con el Norte, con el Este y con el Oeste; pero nosotros, primero aquí, en el Sur, unidos, para lograr lo que él decía, el equilibrio del universo, un mundo pluripolar.  Y aquí está, todo lo dice, lo dice el tiempo, lo dice el mapa, lo dicen las aguas, lo dicen las tierras, lo dicen los ríos, lo dice el subsuelo, lo dice el cielo, lo dicen las estrellas, lo dicen los pueblos, lo dice la magia de nuestros pueblos.  Aquí es posible en Suramérica y en el Caribe conformar una poderosa unidad de repúblicas y de naciones, la unión del Sur (Aplausos).

Desde aquí, mi saludo muy solidario a todos los jefes de Estado de Suramérica, del Caribe, de América Latina, y de manera particular a Suramérica, y el compromiso de Venezuela es infinito en esto, estamos empeñados y comprometidos hasta los huesos con esta unión suramericana.

Es por eso que hace pocos días, el domingo pasado, en Aló Presidente, anunciábamos y ya habíamos firmado horas antes el decreto de creación de TV-Sur, la Televisora del Sur, porque es por allí por donde hay que arrancar la integración cultural, la integración del alma de nuestros pueblos, el conocimiento de quiénes somos, de dónde venimos, dónde vivimos, el conocimiento de nuestra historia de cómo nacieron nuestras repúblicas, el conocimiento de nuestras costumbres.

Desde aquí desde el Caribe hasta la Patagonia seguimos y seguiremos proponiendo la conformación de PETROAMERICA o PETROSUR, una verdadera alianza petrolera energética de todos los países suramericanos y caribeños; de PETROCARIBE, fortaleza para nuestros pueblos.

Seguiremos proponiendo y también desarrollando una idea extraordinaria:  la creación de un banco del Sur, para tener aquí nuestras reservas internacionales y no seguirlas teniendo solo en los bancos del Norte; la creación de un fondo del desarrollo para el Sur, empezando por Suramérica; una moneda común para Suramérica en el futuro, y propongo que se llame sucre, en honor al Gran Mariscal de Ayacucho, el sucre (Aplausos).

Esa ofensiva o contraofensiva internacional nos llevó a Cuba, a una visita memorable, para conmemorar los 10 años de nuestro primer encuentro y, además, no solo fue conmemoración, sino que allí le dimos nacimiento a un Acuerdo de Alternativa Bolivariana y Martiana para la América, en un convenio sin precedentes entre dos repúblicas hermanas, en un convenio de integración que nos permite hablar de este milagro de la Misión Barrio Adentro en su fase dos, que nos permite hablar de la complementación económica, que nos permite hablar, por ejemplo, de detalles como éste.

En Cuba hay un gran yacimiento de níquel y aquí tenemos grandes yacimientos de mineral de hierro.  ¡Ah!, pero Venezuela exporta el hierro como materia prima y acero también, algo de acero, y Cuba exporta el níquel como materia prima.  Hemos hecho un acuerdo, vamos a invertir recursos para incrementar la explotación del níquel en Cuba, utilizando carbón venezolano para la explotación del níquel, que requiere mucha energía y no la tienen hasta ahora en Cuba; pero tenemos grandes reservas de carbón en el Guasare y en el Táchira, y ya hemos incrementado en una primera etapa la explotación del carbón, y luego traer parte del níquel de Cuba para hacer la aleación respectiva con nuestro acero y exportar el acero inoxidable.  Este es un solo ejemplo.  Acero inoxidable que tiene mucho mayor valor agregado que el acero y mucho más que el hierro, por supuesto, o que el níquel como materia prima.

Esa es la gran diferencia, o una de las grandes diferencias entre los países de economías desarrolladas y los países de economía colonial, de dependencia, como el nuestro.  Nosotros no podemos seguir siendo exportadores de materia prima, pero para ello se requiere de inversiones, tecnología y, sobre todo, mucha voluntad política (Aplausos). 

Producto de esa ofensiva internacional han comenzado a llegar a Venezuela...  Bueno, ya no me da ni tiempo para atender tantas delegaciones; de Brasil llegaron unos empresarios antier, estuve hablando con ellos más de dos horas, pues quieren invertir.  Están invirtiendo en Venezuela, el segundo puente del Orinoco; pero ahora quieren hacer el tercer puente, y les dije: “Vamos a hacerlo, ¿cuándo comenzamos?” Ya vamos a poner la primera piedra ahí en Caicara-Cabruta, para el tercer puente sobre el río Orinoco (Aplausos); y el metro de Los Teques, y el metro de Maracaibo, y la presa el Diluvio-el Palmar, para la gran meseta de Maracaibo.  Y ahora estamos hablando de un proyecto de diamantes, que aquí siguen llevándose los diamantes y el oro, y estamos ordenando esto.

Ustedes saben que en función de todos estos objetivos he venido tomando decisiones, para continuar fortaleciendo la nueva institucionalidad, y he decidido crear el Ministerio de Industrias Básicas y Minería, y he designado a Víctor Alvarez, el actual presidente del Banco de Comercio Exterior, para que sea nuestro ministro de Industrias Básicas y Minería, con todo lo que es la CVG y otras empresas y otros negocios; y vamos a crear, y ya tengo el decreto para firmarlo hoy mismo, un ministerio de Industrias Ligeras, y ahí vamos a colocar a una gran mujer, luchadora incansable, como es Edmée Betancourt, ministra de Industrias Ligeras (Aplausos).

En fin, esta contraofensiva internacional ha producido ya un primer impacto en lo político, en lo económico muy favorable para nuestro país, para la marcha de Venezuela, para recuperación plena del país.  Esa contraofensiva internacional nos llevó a Madrid, y hay ahora, se respiran, así como dije hace unos meses atrás, o hace un año atrás, visitando Buenos Aires, hermosa ciudad a la que no visité en casi cinco años, cuando allí estaba anidado el neoliberalismo; pero apenas llegó Néstor Kirchner, compañero presidente nacionalista y amigo, y recuerdo aquel viaje a Buenos Aires, me salió una frase: “Se respiran buenos aires en Buenos Aires.”  Igual puedo decirlo de Madrid, de España, ¡qué buenos aires se respiran en España!, en esta España con un nuevo gobierno socialista, un nuevo gobierno con una nueva orientación hacia la América Latina (Aplausos), hacia la paz, el no a la guerra, el no al atropello de los derechos humanos, el no al irrespeto a la soberanía de los pueblos, principios sagrados, fundamentales, que debemos respetar todos en el mundo si queremos un mundo de paz, en equilibrio.

Así que esa visita a España fue pues la mejor visita que ha España haya hecho, de las varias que ya he hecho, con el Rey, Su Majestad Don Juan Carlos, buen amigo, y la Reina, Doña Sofía, el Príncipe y la Princesa, el presidente Rodríguez Zapatero, y su Canciller, sus ministros; fuimos a Toledo, esa maravillosa ciudad, en Castilla La Mancha, con Pepe Bono, el ministro de Defensa y el presidente de Castilla la Mancha, y miramos la gran sabana de Castilla, esa misma en la que se inspiró el infinito Cervantes para dejarnos esa monumental obra de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, un Florentino.

Florentino era un Quijote, “El catire Florentino/ por el ancho terraplén,/ camino del desamparo/ desanda a golpe de seis”.  No se les olvide que Florentino anda vivo y galopando por la sabana.  Esa España, hemos relanzado, y vaya cómo y de qué manera, las relaciones con España, y a través de España con la Europa.  Desde aquí un saludo a España y la Europa, así como he saludo al Caribe y a la América Latina toda.

Y esa contraofensiva nos llevó de nuevo al norte de Africa, a reavivar los enlaces con Libia y con la OPEP, y con aquellos pueblos hermanos de Arabia; y luego a Moscú, también a refortalecer, a relanzar y colocar en un nivel más alto las relaciones estratégicas con Rusia, con el presidente Vladimir Putin y con el inmenso potencial económico e industrial, científico-técnico que tiene Rusia, su industria, su pueblo, su sociedad; una nueva Rusia también que sigue fortaleciéndose.  Y eso le hace falta al mundo.  Líbrenos Dios de un mundo unipolar.  Permítanos Dios el mundo multipolar para el equilibrio internacional. 

Esa contraofensiva nos llevó en Rusia a firmar convenios para la adquisición de un grupo importante de naves militares, de helicópteros de ataque, para incrementar la capacidad de defensa, sobre todo, de nuestras fronteras, y a comenzar la negociación de 100 000 fusiles, para también incrementar...

Venezuela no se meterá con nadie, pero que nadie se meta con Venezuela (Aplausos).

Esa contraofensiva internacional nos permitió en Moscú, igual, firmar un convenio con una empresa rusa de aluminio para instalar, como ellos van a instalar, con una inversión de cerca de 3 000 millones de dólares, una gran planta de explotación de bauxita y producción de alúmina allá en el Orinoco, e intercambios gasíferos.

Hoy tenemos una reunión con el presidente de GASPROM, una gran empresa de gas y de petróleo de Rusia, de las más grandes del mundo, pues se va a firmar un convenio hoy en el Palacio de Gobierno.  Vienen los rusos con toda su experiencia y su capital a invertir en el gas y el desarrollo gasífero, petroquímico, objetivos fundamentales y estratégicos del nuevo modelo de desarrollo nacional, además del petróleo, además de la minería, además de la agricultura. 

Luego fuimos por el Irán, a reencontrarnos con el hermano presidente Mohamed Khatami, y con los líderes y con aquel pueblo hermano, y de allí relanzamos, como en un cohete, los intercambios entre Irán y Venezuela.  Ya les comentaba hace un rato de las reuniones de anoche.  Hace una semana estuvo aquí el Vicepresidente de Industrias del Irán, y pronto vendrá el Presidente, y hemos firmado y hemos acordado y ya está trabajándose para pronto inaugurar, cuando venga Khatami, en marzo —Dios mediante—, la fábrica de tractores en Ciudad Bolívar (Aplausos); vamos a hacer tractores aquí, y no solo tractores, sembradoras, rastras, maquinaria, y más adelante haremos camiones, vehículos, cavas, autobuses, todo eso podemos hacerlo aquí.  Claro, que tampoco vamos a caer en la pretensión de abarcar más allá de lo que podamos y debamos.  No, tenemos que definir, como estamos definiendo, lo estratégico y aquellas áreas y sectores donde, con el apoyo de muchos amigos del mundo, pues tenemos gran potencial para la producción y para el abastecimiento, primero de nuestro pueblo, y, segundo, los mercados internacionales, incluyendo, por supuesto, el gran mercado asiático. 

Esa contraofensiva internacional nos llevó a la China, y allá pasamos una Navidad helada, pero con cuánto calor nos recibieron en China el nuevo Presidente, Hu Jintao, el alto gobierno chino, los empresarios chinos, la Universidad de Pekín, y viejos amigos como el ex presidente Jiang Zemin.  Fue un encuentro maravilloso.  Allá estuvimos también en la Asamblea Popular, estuvo un grupo de diputados, estuvo Nicolás, el presidente, y diputados, el diputado Khan, la diputada Cilia, que fuimos compartiendo, y de ese encuentro en China, así como el de Moscú, así como el de Madrid, así como el de Teherán, surgieron importantísimos proyectos, algunos de los cuales ya habíamos... 

Como yo le decía a Khatami:  “Bueno, Khatami, la agresión imperialista nos hizo perder, por una parte perdimos dos años, 2002, 2003, porque ahí se apagaron muchos proyectos, aun cuando ganamos también muchas cosas, ganamos fortaleza moral ante el mundo, demostramos que aquí lo que está en marcha es una democracia real y verdadera, aguantamos, como decía Trotski, el látigo de la contrarrevolución; pero decía León Trotski:  “A toda revolución le hace falta el látigo de la contrarrevolución; el látigo la fortalece si sobrevive a él”.  Nosotros no solo hemos sobrevivido a los látigos de las agresiones contrarrevolucionarias, sino que hemos salido fortalecidos, así se lo dije a todos los amigos del mundo, de una o de otra forma. 

Así que con China han salido cosas maravillosas.  Ya está por llegar el Vicepresidente chino, y ya han llegado las primeras comisiones.  Nos han ofrecido una línea de créditos para viviendas de cerca de 800 millones de dólares, para construir viviendas aquí para el pueblo, viviendas buenas y módicas, baratas, entre muchas otras cosas.  Estamos hablando del apoyo técnico para pequeñas maquinarias, para pequeños talleres y hasta grandes talleres, máquinas de procesamiento de cereales, por ejemplo, de leche, de carne, para nosotros fabricar, como me lo decía el gobernador de Shandong, provincia que tiene ella sola 90 millones de habitantes, y un gigantesco y asombroso desarrollo.  Me dijo el gobernador: “Presidente, nosotros queremos no solo venderles a ustedes, y esta es la voluntad del presidente Hu Jintao y de la China toda, queremos ayudarlos a ustedes a través de la transferencia tecnológica; queremos que ustedes allá fabriquen computadoras, por ejemplo”.  ¿Y por qué no podemos nosotros aquí fabricar computadoras y máquinas de alta tecnología?  Fíjense, ese es un ejemplo de que no hace falta ser imperio para ser grande, se puede ser grande sin llegar a ser un imperio.  Se puede llegar a ser grande, como lo es China, sin pretender imponerles a los demás un modelo, sino respetando los modelos de cada quien y las particularidades de cada quien.  Así debe ser el mundo del futuro (Aplausos), ese es el otro mundo posible que necesitamos, que queremos.

Una de las líneas de trabajo en la que estamos empeñados con China y con muchos otros países, Europa, España:  el turismo, ¡el turismo! 

China aporta al turismo mundial al año 90 millones, perdón, 90 millones de turistas chinos viajan por el mundo todos los años.  Bueno, señor gobernador Morel, un 0,1% de ese turismo que llegue a Margarita, que llegue a Anzoátegui, a Canaima, a la Sierra Nevada... 

Claro, por eso es que, entre otras cosas, para ahora sí impulsar el turismo con fuerza he decidido crear el Ministerio de Turismo y al comandante Castro Soteldo lo he designado para que sea el Ministro de Turismo (Aplausos).

Una de las grandes dificultades que hay es que no tenemos un vuelo directo de Pekín a Caracas o a Maiquetía; un vuelo que venga, haciendo escala, por supuesto, en Norteamérica, en México, y ese es uno de los problemas que hay que solucionar, para el turismo hacia el Caribe, hacia Venezuela y otros lugares del Caribe, por supuesto.  Bella tierra, mágica, el Caribe, este nuestro Caribe.

Pues bien, esto es un mensaje también que yo les trasmito a los latinoamericanos, algunos empeñados en mirar solo al Norte.  Nosotros también miramos al Norte, pero más allá del Atlántico, más allá está el Africa, y más allá del mar Rojo está el Asia, y más allá, al Norte, está la Europa, Mediterráneo Regresar; el mundo es redondo, algunos creen que el mundo es así, que tiene como unas gríngolas; el mundo es redondo, vamos por el mundo.

Esta contraofensiva internacional, en fin, pues ha recolocado a Venezuela en el mundo, y con más fortaleza —ya lo dije— moral, política.  Nadie duda ya en el mundo, en el mundo honesto y el mundo que sabe, en el mundo juicioso, en el mundo objetivo nadie duda lo que aquí en verdad está ocurriendo, que estamos saliendo de una era nefasta, de una democracia falsa, de una verdadera dictadura de minorías contra las mayorías populares y las mayorías de la nación, las mayorías de las clases medias y que estamos aquí naciendo en democracia y hacia horizontes de mayor democracia política, económica, social, integral, un nuevo modo de vida.  Desde aquí saludamos a ese mundo, a ese mundo con el que estamos comprometidos por la paz, el respeto.

En estos últimos días han estado pasando cosas lamentables, que trataremos de que no afecten gravemente las relaciones que habíamos venido trabajando con tanto cuidado con la hermana República de Colombia.  Con el presidente Uribe guardo una amistad, un respeto y hemos hecho reuniones importantísimas.  Nos visitó el presidente Uribe, en plena etapa pre referéndum, en Maracaibo.  Visité al presidente Uribe en Cartagena, aceptando una generosa invitación; trabajamos muy bien, hicimos un acuerdo para un gasoducto transguajiro e iniciamos estudios para un poliducto hacia Colombia.  Reactivamos el comercio en el 2004 y batimos récord, llegamos a 2 000 millones de dólares; pagamos las deudas que había aquí en Venezuela con empresarios de Colombia y que había sido afectada por el control de cambio. 

Sostuvimos conversaciones entre los ministros de Defensa, de buena fe.  Les dijimos a los colombianos, al gobierno y al pueblo de Colombia:  “No siga creyendo nadie en esa farsa de que Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en un santuario de terroristas o de grupos subversivos.  No, nosotros lo que no queremos es intervenir, porque no debemos, en el conflicto que es interno de Colombia, y lo que queremos es la paz para Colombia, y la unión con Colombia, porque amamos a Colombia” (Aplausos).  ¡Yo amo a Colombia!, lo digo desde lo más profundo de mi corazón, porque tengo conciencia de qué barro estoy hecho, porque también soy colombiano cuando miro para la historia y veo a la Colombia bolivariana, al sueño inmenso de Bolívar (Aplausos prolongados).

Colombia, compatriotas; Colombia, señores embajadores, Colombia duele, ¿saben?  No estoy aquí  para nada haciendo uso de un recurso retórico.  Se me aguan los ojos cuando hablo de Colombia, del pueblo colombiano, de la historia de Colombia, de lo que nos une con Colombia.  Recuerdo a mi abuelo, el general Pedro Pérez Delgado, venezolano y colombiano decía él que era; yo digo lo mismo, y me siento así.

En una ocasión andaba huyendo Maisanta por los llanos del Casanare, lo buscaba Gómez y el ejército de Gómez lo perseguía por nacionalista, por revolucionario, por venezolano integral, así lo creo, y en Colombia ordenaron también su captura, porque se había sumado a un movimiento rebelde en el Arauca, por allá en 1916, y cuando Pedro Pérez Delgado supo que lo andaban buscando también en Colombia, dijo:  “Maisanta, ¿qué voy a hacer ahora?, estoy mal con mi mama y estoy mal con mi tía”, la tía era Colombia.

Y nosotros, además, los que nacimos en el sur de Venezuela, los que desde niños aprendimos a amar el rumor del Arauca, los que desde niños aprendimos a vibrar con el rumor del Apure, los que desde niños convivimos con colombianos nacidos en aquella tierra, los que tenemos amigos y hermanos colombianos, sobre todo, pero esto es un sentimiento nacional:  a Venezuela le duele Colombia porque Venezuela ama a Colombia.

Y este último caso cómo me ha dolido a mí, ¿saben?, y no tengo duda, así lo creo y así lo voy a decir:  Yo no creo que el Presidente de Colombia haya estado al tanto de la operación que planificó la policía de Colombia, consiguiendo comprar, o sobornar, para ser más preciso          —soborno se llama eso—, a un pequeño grupo de militares venezolanos, y seguramente también de civiles venezolanos, pagando lo que ellos llaman el rescate, que ahora algunos en Colombia tratan de justificar ante el mundo.  Eso no tiene justificación.

Señor presidente Alvaro Uribe, desde aquí, a nombre del afecto que ha nacido, a nombre de los hijos suyos y de los míos, a nombre de su pueblo y el mío, que en el fondo es el mismo, le lanzo esta mano, no creo que usted haya sabido de esta operación que ha violado flagrantemente la soberanía del pueblo venezolano, de la nación venezolana y que rechazamos categóricamente.  Le invito a rectificar, le invito a que su gobierno rectifique públicamente (Aplausos).

Debo decirle, señor presidente Alvaro Uribe, que he sufrido mucho en estos días.  No olvidaré nunca la última llamada telefónica de los primeros días de enero, de las primeras horas del Año Nuevo.  Yo andaba por las sabanas de mi muy querida Barinas, andaba barineando con Rosinés y los viejos y los hijos, andaba lleno de cosas mágicas, y así se lo dije, y me dijo:  “Querido Hugo, cómo quisiera conocer tu llano”, el llano de Barinas, y le dije:  “Venga, esta es tu casa.”  Le ratifico la invitación, señor Presidente; pero, lamentablemente, lo que ha ocurrido debe ser rectificado.  Es de sabios rectificar.  Han cometido en Colombia un grave error y deben rectificar en vez de estar buscando argucias que peor hacen quedar a su gobierno. 

No puede ser, es injustificable desde todo punto de vista que funcionarios, altos funcionarios del Estado colombiano y del gobierno colombiano estén instigando a funcionarios venezolanos al delito, estén sobornando a funcionarios venezolanos, estén comprando militares venezolanos que traicionan a su patria y serán castigados con todo el peso de la ley (Aplausos).  Serán sometidos a juicio y seremos implacables con este pequeño grupo de venezolanos que no merecen llevar el uniforme de la Fuerza Armada de Simón Bolívar.  Por cobrar una recompensa llegaron a cometer un delito.

Ahora, que desde Colombia, desde el gobierno de Colombia se esté instigando el delito, eso es algo muy grave.  Les comentaba yo a algunos presidentes latinoamericanos por teléfono en las últimas horas:  Ese tema hay que debatirlo, porque entonces ningún gobierno aquí va a estar..., cómo se va a confiar así, en quién.

Supónganse ustedes que yo decidiera —no lo voy a hacer, por supuesto, soy respetuoso, para mí es sagrada la soberanía de Colombia y de cualquier país del mundo—,que yo organizara un comando y diera una recompensa para traernos a Pedro Carmona o a un grupo de exmilitares venezolanos golpistas y terroristas que están en Estados Unidos o que están en Centroamérica, o en la misma Colombia escondidos; sé dónde están, incluso, algunos de ellos, en la propia Colombia; pero no voy a mandar a buscarlos.  Y si nosotros queremos buscarlos y queremos traerlos, pues están los procedimientos del Derecho Internacional muy claramente establecidos, si no esto se convierte, señor Presidente y amigo mío, en la ley de la selva.

Así que yo, con mucho dolor, he retirado al Embajador venezolano en Bogotá y no regresará el Embajador, mientras el gobierno de Colombia no ofrezca disculpas y rectifique acerca de lo que ha hecho (Aplausos).

Al mismo tiempo, he ordenado paralizar todo acuerdo y todo negocio con Colombia; se paraliza el gasoducto transcaribeño, lamentablemente, pero hasta que no sea reivindicada la soberanía violada de Venezuela, yo me veo obligado a tomar esas decisiones.  ¡Nada ni nadie me hará salir de esa posición, porque represento la dignidad del pueblo de Venezuela! (Aplausos y exclamaciones.)

Y les ruego que me crean que esto me duele infinitamente; pero tengo fe y pido a Dios y a la sabiduría de Colombia, de sus instituciones, y a nosotros mismos, que seamos capaces de sobrepasar estos graves hechos, de curar heridas y de seguir avanzando.

Nosotros ratificamos que queremos ayudar a la búsqueda de la paz en Colombia y que queremos seguir trabajando por la integración política, social, económica con esa gran república, a la que, repito, amamos; yo amo esa tierra, yo amo a ese pueblo.

Pues bien, señor Presidente, señores diputados y diputadas, este ha sido mi sexto discurso o mensaje más bien, a la Asamblea Nacional y a la nación, acerca de la gestión en lo político, en lo social, en lo económico de mi gobierno, este gobierno nació por allá por 1998, hace ya más de seis años, por voluntad de las mayorías del pueblo venezolano.  Y este gobierno que está comprometido con ese pueblo venezolano, no solamente con quienes nos eligieron y nos reeligieron, y nos relegitimaron una, dos y tres veces, sino con toda Venezuela.  Yo aprovecho para hacer un llamado a todos los venezolanos al trabajo conjunto, de buena fe, a la armonía, a que, con las diferencias que tenemos, las reconozcamos, que nos aceptemos unos a otros y que pongamos las manos, los brazos, el alma en la construcción de la patria que necesitan nuestros hijos y nuestras hijas para vivir felices en el futuro.

Para concluir, quiero recordar a toda la nación, desde este hemiciclo, que hemos entrado en el 2005, año en el que se cumplen 200, dos siglos se cumplen del juramento del Monte Sacro, del Monte Aventino, allá en Roma, el juramento de aquel muchacho que era Bolívar, 1805; 25 años duró aquel hombre haciendo todo lo que pudo por cumplir su juramento.  Lo cumplió, lo cumplió, porque aun cuando no le quedaban fuerzas en su brazo y casi no le quedaban fuerzas en su alma, escribió su última proclama, o la dictó con el último aliento que le quedaba, precisamente, hablándonos a los colombianos, a los grancolombianos:  “Habéis presenciado mis esfuerzos para plantar la libertad, donde reinaba antes la tiranía.  He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y tranquilidad.  Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento.

“Mi cariño me dice que debo hacer la última manifestación a mi pueblo: No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia.  Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión.

“Mis enemigos me han conducido a las puertas del sepulcro: yo los perdono.”

Así se despidió Bolívar después de 25 años.  Moría solitario, moría traicionado, moría echado de aquí de su patria.  Murió diciendo:  “He arado en el mar, Jesucristo, Don Quijote y yo, los tres grandes majaderos de la historia”.  Murió apuñaleado.  Veinticinco años le dedicó a la lucha para cumplir su juramento hecho en el Monte Sacro, el 15 de agosto de 1805.

Este año, compatriotas, es el año de retomar con fuerza, a los 200, el juramento que no es del Monte Sacro, el juramento bolivariano, el que aquí nos trajo, el que aquí nos lleva, por el que han dado su vida muchos compatriotas a lo largo de estos años y de estos tiempos, y porque nosotros daremos la vida, toda la que nos quede, toda la que nos quede.

Invito a tomar este juramento como bandera.  Invito a luchar con toda la fuerza del alma, del cuerpo y de la mente, en individual y en colectivo, para cumplirlo ahora sí plenamente, integralmente.

Juro delante de ustedes, dijo el joven Simón Bolívar, delante de su maestro Simón Rodríguez:  “Juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria que no daré descanso a mis brazos, ni reposo a mi alma hasta que hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del imperio español.”

Hoy la tarea es mayor y los invito a que ese juramento lo internacionalicemos y que no demos descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas hasta que no hayamos derrotado definitivamente todos los demonios que amenazan a nuestro pueblo, y hasta que no hayamos roto todas las cadenas de la ignorancia, del atraso, de la dependencia, del colonialismo, de la miseria y de la pobreza que siguen azotando a nuestro pueblo.  No demos descanso a nuestros brazos y a nuestras almas, compatriotas.

Seis años han pasado, solo seis años, pero nos queda toda la vida. 

Con Dios primero, con Bolívar y con el pueblo siempre y hasta siempre.

Buenas tardes, señor Presidente; buenas tardes, señores diputados, diputadas, señores embajadores; buenas tardes a todos.

Muchísimas gracias (Ovación).

 
 
 
 

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