Entrevista a Ignacio Ramonet,
periodista y escritor, autor de "Fidel Castro.
Biografía a dos voces"
Ana Zarzuela
Fuente: Cuadernos para el Diálogo
Como todo lo que tiene que ver con Fidel Castro, el
extenso libro-entrevista de Ignacio Ramonet con el
líder cubano ha llegado acompañado de mucha
expectativa e interés y su dosis de polémica. No en
vano, "Fidel Castro, biografía a dos voces"
(Editorial. Debate) está llamado a ser el testamento
político universal del hombre que ha gobernado la
isla cubana y protagonizado parte de la historia
mundial en los últimos 47 años. De la mano de
Ramonet, Castro aborda su pasado histórico y
personal, adivina el horizonte político cubano y
destapa su opinión sobre la realidad de Cuba y el
mundo.
Quería comenzar preguntándole por la polémica que
ha acompañado y casi precedido la salida del libro.
Me gustaría que usted aclarara cómo fue la génesis
del libro-entrevista y hasta qué punto puede haber,
como le acusan, materiales introducidos por Castro
que no son originales, sino reproducciones de
textos, discursos o declaraciones anteriores.
En primer lugar, es imposible publicar un libro con
o sobre Fidel Castro sin que eso genere polémica, la
polémica es consustancial de este tema. Segundo:
todo profesional que hace un entrevista sabe que una
entrevista no va a ser publicada exactamente como se
hizo. Y en este caso se trata de un libro hecho
durante tres años. Por consiguiente mi preocupación
era que, tratándose de un político en ejercicio, era
obvio que el entrevistado tenía que leer sus propias
declaraciones porque a mí me interesaba que no se
pusieran en causa por parte cubana las declaraciones
del libro y que el libro pudiera ser leído a los
historiadores en un momento u otro como una
declaración autorizada, firmada o rubricada por FC.
En el marco de esta entrevista hay una serie de
momentos en los que Fidel cuando cuenta su caída,
por ejemplo dice en la entrevista: yo en una carta
que dirigí al pueblo cubano digo esto, ponga usted
la carta. Y en otro momento, sobre la corrupción,
dice: en un discurso del 17 de noviembre yo lo
explico, sáquelo usted de ahí. Entonces, ese
material es de Fidel Castro y está integrado en el
marco de la conversación. Entonces, ¿dónde está el
reproche? ¿en que el libro no es la transcripción
exacta de cómo se desarrolló la entrevista
cronológicamente? es cierto, pero eso es un reproche
aplicable a todas las entrevistas posibles. Además
aquí se trata de un libro, que es una construcción,
en el que no están sólo las entrevistas, sino los
pies de página, que dan un contexto al libro y que
eso no lo dice Fidel Castro, sino que lo digo yo.
Algunos han dicho también en la polémica que esa
entrevista no podía haber tenido lugar porque Fidel
Castro estaba muerto y que ese libro se había hecho
a base de discursos, pero que yo nunca me había
encontrado con Fidel Castro. Eso se puede comprobar
muy fácilmente, además hay un documental grabado y
la televisión ha pasado extractos de esa grabación.
Se dijo también que la fotografía que apareció en el
extracto del libro que se publicó en EL PAÍS, Arcadi
Espada que se veía de manera flagrante que era un
montaje, pues hay un documental del que está
extraído para comprobarlo. Es decir, que es
polémica, no corresponde a ningún reproche que se
pueda aceptar desde un punto de vista ético y
profesional. No creo que esos argumentos sean
suficientemente serios como para poder ser
aceptados.
Cualquier cosa que tiene que ver con Castro genera
polémica.
Yo lo digo en la introducción. La cuestión cubana
suscita controversias, el personaje de Fidel Castro
suscita controversias, y que haya controversias
entre profesionales serios es normal, el problema es
que esta cuestión se puede comparar con la
controversia de los toros o la cacería. Se
encontrará gente que está en contra y a favor de los
toros y no los va a convencer por muchos argumentos
que usted dé. Entonces, mi objetivo no es convencer
a aquellos que tienen una idea totalmente
establecida de que Fidel Castro es el peor asesino
de la historia. No voy a convencerlos, no es mi
objetivo. El objetivo del libro es hacer un trabajo
serio, profesional, documentado y que las personas
sin prejuicios que quieran leerlo se hagan una idea
en base a ese material.
Usted declara una vocación histórica para este
libro-entrevista, una vocación de memoria política
casi definitiva de Castro. ¿Él lo ha asumido también
así?
Yo no diría que él lo haya asumido, eso lo digo yo,
pero lo que yo digo es que tiene un carácter de
testamento político.
La palabra testamento...
Sí, la palabra testamento tiene una connotación que
evidentemente él no ha asumido, en un momento yo
hasta pensaba que podía ser un subtítulo del libro,
pero yo lo pongo en la introducción: lo importante
es que todas las declaraciones están asumidas por
él, las ha releído, corregido y asumido. Y lo que
digo es que no creo que él tenga ya tiempo de
escribir otro libro de esta dimensión.
¿Porque no cree que le quede mucho tiempo o
porque ya no se va a poner a hacer este tipo de
trabajo?
Él no tiene mucho tiempo, es una persona muy ocupada
yo he tardado tres años en hacer este libro, cien
horas de entrevista son cuatro días, pueden ser diez
días, pero hemos tardado tres años, es un hombre
ejecutivo, totalmente dedicado a su labor, que tiene
mil cosas que hacer y yo no creo que él tenga tiempo
de sentarse a trabajar sobre unas memorias de amplia
duración, por eso tiene este carácter un poco
particular este libro y por eso para mí era muy
importante que él asumiera esto, precisamente en la
medida en que no va a haber otro libro de esta
dimensión. Puede haber otro en función de los años
que le queden de vida pero...no igual.
Este libro es muy exclusivo, cien horas de
entrevista directa, de fondo y de larga duración
como sólo en cuatro ocasiones anteriores Castro
había concedido. ¿No le preocupan las connotaciones
que su situación privilegiada pueda tener?
No, privilegiada no. Realmente yo con Fidel Castro
no tengo ni tenía familiaridad con él.
¿Por qué cree entonces que confiaron en usted
para este libro?
Bueno, habría que preguntárselo a ellos, quizá es
una pregunta que falta. En definitiva el libro
alcanzó esta dimensión por las circunstancias. El
libro en realidad se iba a hacer en una sola tanda
de conversaciones, en enero de 2003, durante casi
dos semanas estuvimos trabajando y la mitad del
libro y el rodaje del documental se hicieron ahí.
Pero dos meses después, en marzo de 2003 hubo los
arrestos de disidentes y los fusilamientos de los
tres secuestradores de lanchas. Evidentemente era
imposible sacar un libro que no tuviese en cuenta
esos acontecimientos y en acuerdo con la editorial
decidimos que o bien había una nueva tanda de
conversaciones en las se abordaba esto o no se podía
hacer. A partir de ahí yo regresé en septiembre de
2003 y hablamos no sólo de esto, sino de muchas
cosas más y entonces el libro comenzó a alcanzar una
dimensión mucho más importante, que por otra parte
también demandaban más tiempo de relectura. Entonces
hemos estado en una especie de carrera hasta
encontrar un punto de corte en diciembre de 2005.
Estas circunstancias le han dado al libro este
carácter tan extenso y tan completo. Si no, no
hubiese tenido este carácter. ¿Por qué decide Fidel
Castro hacer este libro cuando tiene miles de
periodistas que le piden entrevistas y tiene a
muchos muy próximos de él, que pueden ser cubanos o
latinoamericanos? Yo le diría que por tres razones:
la primera, que él lee el libro de conversaciones
con el subcomandante Marcos y esto le interesa como
trabajo, lo aprecia como idea. Segundo: cuando me
encuentro con él en La Habana y hablamos con
Stiglitz, yo le hablo del FSM, soy uno de los
promotores del Foro Social Mundial y él se interesa
enormemente por el movimiento altermundialización. Y
tercero: yo creo que tengo la reputación de ser un
periodista relativamente serio. Algunos dicen que
soy procubano, aunque por ejemplo he trabajado más
sobre Polonia y con Lech Walesa, entonces podría ser
pro-solidarnotz y antisoviético...entonces depende
de las circunstancias.
Pero imagino que él confió en usted porque esperaba
un tono...
Creo que él estaba seguro de que la idea no era
polemizar sino, un poco como hice con el
subcomandante Marcos, que él explicara cuál es su
visión de las cosas y que lo entendamos. Como yo
digo en la introducción, un periodista no es un
estadista, hoy en día se confunde todo, una cosa es
el debate entre el primer ministro en ejercicio y el
jefe de la oposición y otra cosa es una conversación
entre un periodista y un dirigente político, que
debe dar su opinión y yo no puedo impedir que la dé.
Sin embargo, usted define a Castro como un
intelectual y usted mismo es también considerado un
intelectual. Eso puede llevar a haber esperado un
diálogo, con réplica de tú a tú. ¿no hubo diálogo en
el que dos intelectuales se hablaban?
Primero, yo soy un intelectual, pero no soy un
intelectual político, mientras que él es un
intelectual político, como pudo haber sido Gramsci,
o Lenin. la diferencia con ellos es que él es un
intelectual, pero además es un jefe militar, cumula
a Lenin y Trostsky. Y de esto hay pocos dirigentes
políticos, Mao Tse Tung quizás. Y además es jefe de
un ejecutivo, desde hace muchos años. Y además es un
líder carismático a escala continental, en todo caso
de toda Latinoamérica.
Usted habla en el libro de Castro como un
personaje político excepcional. ¿Cree que esa
personalidad, esa mitología que lo rodea es capaz de
ocultar, para bien o para mal, su obra? ¿y cree que
la revolución y toda la política de Fidel Castro
está a la altura, -o a la bajura, según algunos- de
él, a su mismo nivel?
¿Que el personaje es capaz de provocar fascinación?
La respuesta es sí, en todo caso en personas de mi
generación, que han seguido de cerca su biografía,
su trayectoria.... ¿he subestimado esa fascinación o
he tratado de evaluarla? Mi opinión es que he
tratado de evaluarla. Admito que el personaje es
fascinante, no lo digo yo, lo han dicho miles de
personas, es un gran seductor, un gran actor, tiene
una enorme capacidad de seducir intelectualmente...
Yo explico en la introducción y en los
agradecimientos que una de las maneras de protegerme
contra eso es que yo le pedí a mucha gente que no
había estado en contacto directo con él qué
preguntas le harían a Fidel Castro y yo todas esas
preguntas se las he hecho a él. No creo que nadie
que se haya leído el libro con un mínimo de
objetividad si es posible sobre este tema que me
pueda decir que hay preguntas incómodas que no estén
en el libro. Yo lo que digo es que soy responsable
de las preguntas, no de las respuestas. Las
respuestas comprometen al hombre de estado, no al
entrevistador.
¿Qué le dice a los que creen que por el hecho de
haberle dado voz de esta forma a Fidel Castro usted
participa del discurso del gobierno cubano cubano?
Yo les diría que yo soy periodista aquí, en Europa y
que mi combate es aquí, esencialmente en Europa. Yo
entiendo que los periodistas en Cuba tengan su
combate allí. Fidel mismo dice en el libro hablando
de Valladares dice que Valladares tenía razón en
tratar de engañarlos, porque era su combate, porque
el derecho de un prisionero, dice él, es escapar de
la prisión. En Europa hoy día si hay una
personalidad censurada, si hay una voz que no se oye
es la voz de Fidel Castro y mi trabajo aquí como
periodista hoy no consiste en darle la palabra a los
que la tienen todos los días, consiste en darle la
palabra a los que están censurados aquí en Europa,
yo considero que por ejemplo a Fidel Castro y la
prueba está en que mucha gente lo descubre ahora en
ese libro, descubren que tiene una serie de ideas
sobre muchos temas que no se conocían hasta ahora,
porque hace un buen decenio que no se le da la
palabra a Fidel Castro.
Hay un tema en el que usted, sin llegar a decir que
polemiza, ha manifestado su desacuerdo con el
gobierno cubano, que es la detención de los
disidentes cubanos, en particular la oleada de
detenciones de marzo y abril de 2003.
Y la pena de muerte, que también es algo con lo que
estoy en contra.
¿A usted le convencen las explicaciones que
Castro le da respecto al tratamiento de la
disidencia en Cuba en general?
Es su respuesta. Mi responsabilidad como periodista
consiste en haberle hecho esas preguntas y haberle
recordado cierto número de realidades informes de
Amnistía Internacional, el detener a opositores no
violentos; y yo lo digo en el prefacio, no me parece
que ningún demócrata pueda considerar que eso es
normal, le recuerdo por otra parte que cuando yo le
pregunto a Fidel Castro si considera que es normal
detener a un poeta y meterlo en la cárcel él me dice
que no, que no es normal, es lamentable. Él explica
también que hay disidentes que están o han estado en
la cárcel y otros que no han estado nunca.
Se refiere a Oswaldo Payá, por ejemplo.
O Elizardo Sánchez, que tampoco ha estado nunca en
la cárcel y son los jefes de la disidencia. Y están
todo el día hablando en los medios. Y él establece
una diferencia que mucha gente no ve, entre aquéllos
que tienen relaciones con EE UU y aquéllos que
-según el- están como asalariados de los Estados
Unidos y aquéllos que no lo son. Establece ese tipo
de diferencias.
La explicación quizá en general es la que usted
recuerda en el libro: la teoría de la fortaleza
asediada.
Sí, es una frase de San Ignacio de Loyola: "en una
fortaleza asediada toda disidencia es traición".
¿Usted siente que Castro sigue actuando como un
comandante en una fortaleza asediada?
Yo diría que hoy menos que en otras épocas. No nos
olvidemos de una cosa: Cuba sigue siendo un país
bloqueado y yo diría que hoy más que en otras
épocas, porque paradójicamente cuando se hundió la
Unión Soviética la intención de EE UU fue "acortar
la agonía" y endurecer las leyes del bloqueo y así
se llegó a las leyes Helms-Burton y Torricelli, que
agravan el bloqueo. En segundo lugar, la presión de
los grupos terroristas contra Cuba no ha disminuido.
Le voy a dar dos cifras, que muchos en España quizás
olvidan: España es un país de 40 millones de
habitantes, cuatro veces más que Cuba. Aquí ETA ha
cometido 800 asesinatos, es decir, ha matado a 800
personas y por eso está satanizada. Cuba es un país
de diez millones de personas y los terroristas de
Miami- según cifras objetivas dadas por todos tipo
de organizaciones- han matado a 3.000 cubanos,
cuatro veces más que ETA en un país cuatro veces
menos poblado y sin embargo nadie considera que eso
sea grave, ni que le dé al estado cubano la
autoridad para crear leyes, cuando aquí yo le
preguntaría: ¿Cómo se le llama aquí a la gente que
colabora con ETA? Entorno. Entonces, ¿cómo le vamos
a llamar a la gente que ayuda a los terroristas que
cometen atentados en Cuba, ¿el entorno de los
terroristas? Y cuando es alguien es intelectual..
hay periodistas vascos en la cárcel, de lo que se
llama el entorno de ETA. ¿Y el entorno de los que
han matado a tres mil personas son el entorno de los
guerrilleros de la libertad? Simplemente digo esto
porque los periodistas debemos ser un poco
objetivos, tener en cuenta la realidad y a veces se
va mucho la paja en el ojo ajeno y poco la viga que
uno tiene en su propio ojo.
¿Hasta qué punto Fidel Castro, por su retórica de
confrontación, (su visión de Cuba como fortaleza
asediada) es consciente de que puede estar
alimentando la confrontación con EE U U? ¿O él la
asume como algo inevitable?
Realmente, si usted toma los últimos años por
ejemplo del periodo Clinton no hay confrontación con
EE UU.
Él habla bien de Clinton en la entrevista.
Él habla bien de Clinton, se encuentra con él y lo
ayuda indirectamente. Ustedes conocen la carta de
García Márquez, donde cuenta cómo fue enviado puesto
que había una lucha contra el terrorismo; él habla
bien habla bien de Kennedy, habla bien de Carter y
lo recibe a Carter, y hace su discurso de denuncia,
pero también viene a Cuba y es un interlocutor y
considera que el bloqueo no debe existir. Entonces,
¿quién quiere la confrontación?, esencialmente quién
ha reactivado es el presidente Bush. quien está
haciendo una serie de guerras absurdas es el
presiente Bush, A Fidel Castro se le puede haber
hecho reproches en alguna otra época, pero no está
mandando guerrilleros a ningún lugar, no está
cometiendo atentados en ningún lugar.. La influencia
de Fidel Castro en el mundo es mayor hoy que hace
diez años o que hace veinte años, lo que pasa en
Brasil, lo que pasa en Perú.. y sin enviar
guerrilleros ni fuerzas armadas, está enviando
médicos, está enviando maestros.
Parece en su libro que Castro asume que su
desaparición de la escena política coincidirá con su
muerte. ha comenzado en alguna comparecencia a
hablar del día después. En su conversación apuesta
claramente por Raúl Castro como el continuador.
¿Cree que los cubanos dejarán que sea así?
Él lo dice de una manera muy relativa. Dice: si yo
desaparezco mañana, técnicamente se reúne el Consejo
de Estado y no le quepa la menor duda de que eligen
a Raúl. Pero él mismo dice que eso no resuelve nada,
porque Raúl tiene apenas tres o cuatro años menos
que él . Luego el problema no está en cómo se hace
la transición de Fidel a Raúl, sino en cómo se hace
de Fidel a la nueva generación. Y lo que él dice es
que esa nueva generación ya está en funciones.
¿Quién está gobernando Cuba hoy? es la generación de
la gente que tiene cuarenta años. Ésa es su
respuesta.
Con independencia de la respuesta de él, ¿Cree
usted que esa transición va a ser pacífica,
tranquila, así de natural como él se la imagina?
Yo lo que digo es que pongo en guardia a aquéllos
que de manera muy rápida sacan conclusiones basadas
en la diabolización de Castro, de la revolución.
Porque les recuerdo una cosa: Cuando se hundió la
URSS todo el mundo anunció que a Cuba le quedaban
semanas de vida, que se iba a hundir como se hundió
ese castillo de cartas. Eso no sólo no ocurrió sino
que Cuba nunca ha tenido tanta influencia en América
Latina como ahora. Todos aquéllos que dicen que la
semana después aquello se derrumba, yo no creo que
tengan ninguna prueba que justifique eso.
¿violencia? Hombre, Cuba es probablemente el país
que en los últimos 47 años, que lleva la revolución,
no ha conocido ninguna insurrección. No existe
ningún país en el mundo donde haya un régimen
autoritario sin que en un momento o en otro la gente
no se levante: ocurrió en Alemania del este, ocurrió
en Polonia, en Checoslovaquia... en todas partes.
Aquí no ha ocurrido en 47 años. No digo que no haya
descontento, digo que el descontento no ha conducido
hasta ahora a ninguna insurrección y que el estado
haya tenido que intervenir. Yo creo que en Cuba no
hay ni siquiera hay grupos de represión de las
insurrecciones como puede haber en cualquier
democracia, como en Francia por ejemplo. Por
consiguiente la violencia no la veo surgir.
No tiene que ser autóctona.
Puede haber tensiones. Creo que Fidel Castro no es
sustituible porque las circunstancias históricas ya
no lo permiten. Puede ocurrir que a alguien como
Fidel le suceda alguien que en algún momento quiera
tomarse ese papel, pero eso es imposible, porque las
circunstancias históricas ya no lo permiten. Fidel
es Fidel en función de sus circunstancias
históricas. Segundo: la revolución cubana no la ha
traído nadie, no es algo artificial, ha surgido del
seno de la población cubana y quien minimice el
aspecto nacionalista, soberanista, de la revolución
cubana es que no la entiende. Este aspecto es
extremadamente importante. El error de los EE UU es
no darse cuenta de que ellos están asumiendo ese
papel intervencionista desde 1898. Lo que es
interesante en el libro es lo que dice Fidel de
Franco, que Franco entendía esto.
Habla de él mejor que de Aznar.
Sí. Curiosamente Franco, que era un dirigente
esencialmente político y fascista, tenía una lectura
histórica de todo aquello, de que en realidad se
trataba de lo hispánico contra lo estadounidense. Y
yo creo que Aznar no lo entiende y no lo entendió. Y
hay quienes olvidan ese componente de resistencia
ante los EE UU . ¿Usted piensa que la población
negra en Cuba, - muy importante-, puede ver llegar a
la burguesía blanca exiliada a recuperar el poder
fácilmente?
Sin embargo hay una importantísima fuerza y un
amplio movimiento de disidencia en el exilio, que
puede ser ariete y correa de transmisión.
Sí. Creo que lo que llamamos el exilio cubano cada
vez más es emigración. Mucha gente se va de Cuba por
razones económicas, simplemente. Y, Fidel lo dice:
mucha más gente se va de México y no por eso están
en contra de Vicente Fox.
Castro siempre se ha declarado el primer opositor
de Cuba. ¿Las explicaciones de Castro sobre la
crisis económica le parecen desde un punto de vista
intelectual sostenibles?
Por ejemplo cuando se denuncia algo que ya se sabía,
pero que el sistema no asumía, como el ámbito de
corrupción generalizada, creo que es la prueba y que
él lo ha hecho con mucha valentía. Quizá ahí hay un
problema, que el sistema debiera cuestionarse: ¿esta
corrupción no es también el resultado de
dificultades objetivas que encuentra la gente para
llegar al final de mes? En todo caso, hay una
situación económica que merece reflexión, aunque es
mucho menos grave de lo que fue.
¿Hasta qué punto Castro es un hombre rodeado de
gente, pero solo, al que no se atreven a decirle la
verdad?
De lo que hay que darse cuenta es de que Fidel
Castro es de un calibre intelectual realmente fuera
de serie, no lo digo yo, lo ha dicho muchos
historiadores. Es una personalidad importante y
estar a su altura es muy complicado. Desde la
desaparición del Ché Guevara no tiene interlocutor.
Hay gente magnífica en Cuba y gente con mucha
formación en el ámbito político, pero no un
interlocutor. Y eso ya crea una soledad. ¿Que eso le
impide ver la realidad? Varias veces dice que él y
las autoridades tienen un sistema de encuestas de
opinión casi semanales y que lo que quiere ver es
quién está en desacuerdo y por qué.
Hay un tema objeto de debate entre ustedes: la
casi perpetuidad de Castro. ¿es posible seguir tanto
tiempo en el poder y no perder el norte?
Yo le pregunto si él ha pensado alguna vez en
retirarse y él me dice que estará hasta que la
Asamblea Nacional y el Consejo de Estado se lo
permita .Esa larga estancia en el poder por una
parte le da mucha experiencia, una experiencia casi
única -sólo la reina de Inglaterra lleva más tiempo,
pero no es un jefe ejecutivo-. Pero
indiscutiblemente ése es uno de los aspectos
problemáticos. El otro, que está abordado también en
el libro, ¿cómo una sociedad sofisticada, compleja,
educada como Cuba puede seguir estando administrada
por un partido único? Pienso que ésas son cosas que
seguramente se moverán.
Usted define que el gobierno no es personalista,
sin culto a la personalidad. Es un poco
sorprendente.
No lo digo yo, lo dice él, pero yo lo constato.
Sin embargo, usted mismo dice que Castro se
convirtió en un personaje imprescindible,
irrepetible. Martín Medem escogió para su reciente
libro sobre Cuba la letra del bolero: "Por qué no me
enseñaste cómo se vive sin ti". ¿Cree usted que uno
de los pecados de Fidel Castro es haber opacado a la
clase política cubana, haber, haber dejado que
varias generaciones de políticos pasaran
inadvertidas, si no anuladas y haber hecho todo lo
posible para convertirse en imprescindible?
Yo creo que, desde el principio, su responsabilidad
hacen que él ocupe un papel de piedra angular: por
sus iniciativas, la propia iniciativa de él, de
asaltar el Moncada, montar un grupo militar en
México y desembarcar, de desencadenar una ofensiva
militar descabellada (ellos eran 13 y el ejército de
Batista era el más equipado de América Latina), toma
una serie de decisiones estratégicas. Ese ligar que
él ocupa no es que él lo haya hecho imprescindible,
es que se ha hecho imprescindible. Hay mucha gente
que dice que es que él ha eliminado a todos los
amigos que le traicionaron. Yo le hago esa misma
pregunta, sobre qué le parece la traición. Y me
dice: es que nadie me ha traicionado. Y es verdad.
¿quién lo ha traicionado a él de sus amigos? Nadie.
Si lo hubiese traicionado el Ché, Cienfuegos,
Almeida... pero nadie.
Bueno, el "truco" está en quién considera él amigos.
Por ejemplo Mattos.
Pero Hubert Mattos lo dice él mismo; él nunca fue
cercano. Y para mí fue una sorpresa esa respuesta.
Uno se da cuenta de que ese lugar Fidel lo ocupa
casi por consenso. No es un personaje arrogante.
Evidentemente, él dice que tiene más autoridad que
nunca, pero no más poder que nunca. Más autoridad
porque es una persona mayor, los demás son más
jóvenes, él tiene un itinerario enorme... es una
situación muy compleja.
Después de más de cien horas con Castro, ¿con qué
cree que se quedará la historia? ¿lo absolverá?
Edgar Snow, un periodista y ensayista norteamericano
hizo una gran entrevista a Mao Tse Tung y le
preguntó qué pensaba que la historia diría de él. El
le dijo: lo decidirán las generaciones posteriores y
es posible que consideren que, a pesar de todo lo
que hemos hecho para darle a China el lugar que
merece en la historia, lo consideren una experiencia
mala , -dice Mao Tse Tung-y es posible que dentro de
mil años las nuevas generaciones consideren que
gente como Marx, o Lenin son epifenómenos de la
historia sin mayor interés. Con Fidel Castro pasa lo
mismo. Es posible que dentro de dos o tras
generaciones se considere que es un personaje que ha
tenido su importancia, pero relativa.
Indiscutiblemente, en la corta historia de Cuba, -
un siglo-, Castro ha gobernado durante 47 años y la
ha transformado. Indiscutiblemente de Fidel Castro
se hablará en Cuba durante decenios, bien o mal. Y
una parte de su herencia será considerada como muy
positiva: haber asegurado la soberanía del país,
haber erradicado la miseria, el analfabetismo...
esto es un balance indiscutible y muy apreciado por
las sociedades latinoamericanas de hoy.
A la izquierda europea se le achaca querer para los
demás (por ejemplo América Latina) los procesos
políticos y los líderes que no aceptaría para sí
mismo. Quizá la prueba de fuego es preguntarle si
desearía para usted mismo un gobierno como el cubano
en el país donde usted viva.
No creo que la cuestión sea pertinente. A cada uno
de nosotros nos toca luchar contra lo que pensamos
que es injusto en nuestras sociedades. En Europa yo
me he comprometido en una serie de discusiones, de
críticas. En Cuba es legítimo que se haga
exactamente lo mismo. Pero lo que desearía es que
esos 3.000 millones de personas que viven sin
educación, sin trabajo, en la miseria, viviesen en
un sistema como el cubano.
(http://www.iade.org.ar/) 08-06-2006
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