Wilkie Delgado Correa
Diez años después de la muerte en combate de Julio Zenón en
la Sierra Maestra, cayó herido en combate el Che Guevara,
fue hecho prisionero el 8 de Octubre y luego asesinado al
día siguiente. En ocasión de un nuevo aniversario de este
hecho, el Che vive y su ejemplo y su historia andan por el
mundo, de lucha en lucha, para espanto de sus enemigos que
pensaron que ocultando su enterramiento iban a lograr
desaparecerlo. Los hombres y los pueblos le encontraron como
paradigma del revolucionario consecuente desde el mismo
instante de su muerte, a pesar de su desaparición física y
la de sus restos, que fueron hallados 30 años después en
Bolivia. Hoy reposan en el memorial en Santa Clara, Cuba.
Para entender el germen fundador de la educación que
llevaba intrínseca la Revolución cubana desde los inicios
de la lucha guerrillera, pueden servir de ejemplos
esclarecedores los aportes de los Diarios de Guerra de Raúl
Castro y Ernesto Che Guevara, escritos a los pocos días y
meses posteriores al desembarco del Granma el 2 de
diciembre de 1956.
El sábado 29 de diciembre de 1956, Raúl apunta: "Nos
trajeron libros de Geografía de Cuba, Historia de Cuba;
estos para darles clases a los campesinos que se nos unían,
ya que teníamos a un maestro‑poeta
(Calixto Morales) que ha sido designado para ese trabajo de
enseñanza y adoctrinamiento. Vino, además, un libro de
Álgebra para el polifacético Che Guevara. Todos los libros
los había pedido él".
El jueves 17 de enero de 1957 Raúl escribe: "Le prendí
candela al cuartel, y después de colocar los heridos
distantes del fuego, nos marchamos; Tomamos rumbo al
campamento...".
“Desde lo lejos, se veían arder sobre los cuarteles de la
opresión, las llamas de la libertad. Algún día no lejano
sobre esas cenizas levantaremos escuelas."
El jueves 31 de enero de 1957, Raúl narra: "Recibí una
carta de Mica, además de los libros y el diccionario de
francés para estudiar. Aquí en esta posición de la loma de
Caracas sopla un aire frío que cala hasta los huesos...".
El viernes 8 de febrero de 1957 el Che apunta: "Al
atardecer, cuando acabamos con Raúl las clases de francés
que iniciábamos, empezó a llover y con la misma
persistencia y los mismos perniciosos efectos del día
anterior...”.
Ese mismo día, Raúl escribe: "Hoy empecé a estudiar francés
con el Che, quien tiene una magnífica pronunciación y es
muy inteligente. El texto, editado por la Alianza Francesa,
es magnífico".
Si todo lo anterior es aleccionador respecto al espíritu de
superación de los dirigentes e integrantes del pequeño
núcleo guerrillero, más revelador resultan estos hechos
narrados en el diario por el Che, el 9 de febrero de 1957
referentes a la muerte de Julio Zenón Acosta, a pocos pasos
de Fidel, a consecuencia de un ataque a la guerrilla. Che
escribió en su diario: "Fue mi primer alumno en la Sierra;
estaba haciendo esfuerzos por alfabetizarlo y en los
lugares donde nos deteníamos le iba enseñando las primeras
letras; estábamos en la etapa de identificar la A y la O,
la E y la I. Con mucho empeño, sin considerar los años
pasados sino lo que quedaba por hacer, Julio Zenón se había
dado a la tarea de alfabetizarse... Porque Julio Zenón
Acosta fue otra de las grandes ayudas de aquel momento y
era el hombre incansable, conocer de la zona, el que
siempre ayudaba al compañero de la ciudad que todavía no
tenía suficiente fuerza para salir de un atolladero; era el
que hacía el fuego rápido, el que encontraba la cueva
necesaria para encender fuego un día de lluvia; era en fin,
el hombre orquesta de aquellos tiempos... El guajiro
inculto, el guajiro analfabeto que había sabido comprender
las tareas enormes que tendría la Revolución después del
triunfo y que se estaba preparando desde los primeras
letras para ello, no podría acabar su labor".
El destacamento guerrillero, núcleo inicial de la
Revolución, era indudablemente una escuela para todos los
que se agrupaban en sus filas, fueran jefes o soldados. La
Revolución se preparaba y preparaba a sus hombres, para la
tarea magna de la redención por las armas y por los libros
de todo el pueblo. El camino de la libertad y la justicia
debía transitarse necesariamente del brazo de la educación
y la cultura.
Así se daba continuación a una larga historia que se inició
el 10 de octubre de 1868 con el inicio de la Revolución por
la independencia de Cuba, bajo la dirección de Carlos Manuel
de Céspedes, luego primer Presidente de la República en
Armas, y quien cuando solo restaban diez días para su caída
en combate, anotaba en su Diario el 16 de febrero de 1874:
“Estoy enseñando a leer a varias personas”.
Fidel prosiguió esos caminos con la escuela fundada en la
prisión de Isla de Pinos con el objetivo de superar a los
asaltantes al cuartel Moncada. El 22 de diciembre de 1953
escribe: “La escuela se llama Academia Ideológica Abel
Santamaría: en todos sentidos honra su nombre...Los
muchachos todos son magníficos...Los que aprendieron a
manejar las armas, aprenden a manejar los libros para los
grandes combates de mañana”.
Hoy se recuerda a Julio Zenón, aquel guerrillero inculto que
era culto de sueños y a Ernesto Che Guevara, el Guerrillero
Heroico, cargado de sueños para el presente y futuro de los
pueblos. Ambos andan del brazo empujando la historia de los
hombres que luchan por un mundo mejor.
07-10-2009 |