Entrevista con el Dr. Said Diab, Secretario General del Partido de
Unidad Popular de Jordania
Ernesto Gómez Abascal
Rebelión
- ¿Cómo valora el PUPJ la situación política actual en el país?
- Podemos resumir la situación en Jordania diciendo que nuestro país
sufre una crisis interna de componentes externos. Lo interno lo
representa la crisis económica, dado el elevado déficit
presupuestario, el mayor de la historia de Jordania, una deuda que
equivale al 76% del Producto Nacional, pobreza en crescendo, y
desempleo que supera el 14% del total de la fuerza laboral (según
las cifras oficiales), aparejado con deterioro del poder adquisitivo
de los salarios.
Lo que profundiza la crisis es la insistencia del régimen en seguir
la misma política económica de dependencia y obediencia a las
imposiciones de las instituciones financieras internacionales (FMI y
BM), política que implica reducir hasta lo mínimo el rol económico y
social del estado. Esto llevó a aumentar las contradicciones entre
las fuerzas gobernantes y la mayoría del pueblo, lo que viene
manifestándose en los últimos cinco años en un movimiento
reivindicativo cada vez más creciente y extendiéndose a sectores
sociales que estaban al margen de cualquier forma organizada de
lucha sindical (obreros de diferentes sectores productivos y de
servicio, maestros, estudiantes universitarios, profesionales de la
salud, empleados de diferentes sectores públicos del estado y las
municipalidades y alcaldías). Lo más llamativo es la incorporación
de sectores sociales que históricamente estaban considerados por el
régimen como la base social y tribal en la que se sentía apoyada.
Esto es el resultado de las políticas del neoliberalismo y la
privatización de sectores que garantizaban un margen de estabilidad
y seguridad social y económica, y al desaparecer se han visto
obligados a enfrentar al gobierno.
Además de la crisis económica con los matices mencionados arriba, el
régimen y las fuerzas aliadas a él, sienten amenazados sus intereses
y privilegios por cualquier reforma política, e insisten en impedir
cambios o reformas que puedan regenerar de forma más democrática la
vida política, partidista, electoral, y los derechos de expresión
pública. Ignoran, al mismo tiempo, la multiplicación de los sectores
sociales que exigen dentro de sus demandas reformas
político-económicas, combatir la corrupción, y la búsqueda de
alternativas para mayor participación popular en la vida política y
económica del país.
En lo referente al componente externo de la crisis que complica lo
interno, radica en lo que está ocurriendo en Siria, y los intentos
de algunas fuerzas regionales y otras fuera del mundo árabe, para
empujar a Jordania a intervenir de forma directa en los asuntos
internos sirios, llevando el país a involucrarse en un pantano de
impredecibles consecuencias.
Nosotros vemos lo ocurrido en Siria, aparte de los componentes
internos, como un conflicto-enfrentamiento de carácter Regional-Internacional,
que pretende doblegar y hacer claudicar la posición de Siria, en su
rechazo a la hegemonía estadounidense.
El status que podemos calificar de "titubeo-indecisión" que vive el
régimen, radica en su temor de una reacción popular jordana que
rechaza con fuerza una intervención en Siria y lo calificaría como
una subordinación a la voluntad extranjera regional e internacional.
Esto manifestado recientemente en las calles, por el rechazo del
pueblo jordano a la presencia de tropas norteamericanas sobre su
suelo, que se hizo evidente por medio de mítines, comunicados
emitidos por los partidos políticos, fuerzas sindicales,
instituciones populares, y hasta declaraciones de congregaciones y
consejos tribales en diferentes regiones del país.
- Organizaciones y partidos de corte islámicos han llegado al
gobierno en varios países árabes después de que se inició la llamada
“primavera árabe”. Algunos pronostican que esto ocurrirá también en
Jordania, Palestina y Siria. ¿Cuál es la opinión del PUPJ al
respecto?
- El arribo de movimientos islámicos al poder en Egipto y Túnez ha
destapado su carácter excluyente, que no respeta las diferencias de
opinión y pensamiento. Lo más grave es, que este movimiento, para
garantizar su llegada al poder, entró en concesiones con el
imperialismo estadounidense y se comprometió a respetar y no alterar
los acuerdo de "Camp David", además de comprometerse con mantener la
misma política económica del régimen derrocado y seguir con la "Apertura
Económica", es decir, el neoliberalismo y las políticas y recetas
del FMI. En otras palabras, continuación de la alianza del poder con
los hombres de negocio y representantes del capital extranjero.
Esta situación ha creado las condiciones para formar una amplia
alianza entre las fuerzas democráticas con sus diferentes matices (Frente
de Salvación Nacional en Egipto y el Frente Popular en Túnez), con
el objetivo de enfrentar los intentos del movimiento islámico de "robar"
la revolución.
El otro aspecto, es la intención de las fuerzas populares y
democráticas para llevar la revolución hacia delante, con pasos para
alcanzar las transformaciones sociales, económicas y políticas a
favor de la mayoría del pueblo y los humildes.
La imagen de hegemonía islámica en el poder y su alianza con el eje
de Qatar y Turquía, creó un estado de sospechas e interrogantes
entre las fuerzas populares en Jordania, Palestina y Siria entre
otros. Podemos confirmar que se palpa un retroceso notable en la
popularidad del movimiento islámico en más de un país árabe, a raíz
de la mala y negativa imagen que dejaron las prácticas de este
movimiento en el poder en Egipto y Túnez, y cuando se añade su
actitud tolerante hacia a la entidad sionista, Israel, podemos
entender mejor el por qué de este retroceso.
- El gobierno del Partido Baas en Siria lleva más de 2 años
resistiendo una guerra, que aunque pueda tener algunas motivaciones
internas debido a errores cometidos, está muy claro que en lo
fundamental obedece a la intervención de los Estados Unidos y sus
aliados árabes y Turquía. ¿Si el gobierno del Partido Baas es
derrocado, habría alguna posibilidad de que se instalara en Damasco
un gobierno progresista que no esté sometido a Washington y a la
reacción árabe?
- Podemos asegurar que los resultados del conflicto en Siria van a
tener repercusiones vitales a nivel árabe y regional. Por esto creo
que determinar y caracterizar la naturaleza del régimen que pueda
generarse, está vinculado con la naturaleza de las fuerzas
protagonistas en el conflicto.
Por una parte sabemos que la mayoría de los "hombres armados"
pertenecen al grupo de JABHAT ANNUSRA, el cual ha declarado
recientemente su obediencia a la organización terrorista AL-QAEDA.
Este mismo grupo recibe el apoyo de los países vinculados y
subordinados a los EEUU: Arabia Saudita, Catar, Turquía y los países
europeos, con una magnitud importante de financiamiento e injerencia
de los aparatos de inteligencia extranjeros. Estos factores,
únicamente podrían llevar a la fragmentación del estado sirio y la
creación de mini-estados sobre bases sectarias profundamente
reaccionarios.
Por otra parte, creo que las fuerzas progresistas y populares que se
unen alrededor del gobierno sirio, que cuenta también con el apoyo
de la Resistencia Libanesa, Palestina e Irán, y los países del grupo
BRICS, harán fracasar las conspiraciones y planes enemigos que
pretende derrocarlo.
Siria resistirá y saldrá triunfante frente a esta tormenta adversa
que invade nuestra región árabe, y se reconstruirá de nuevo la Siria
democrática antiimperialista, y se consolidará la alianza con las
fuerzas progresistas árabes e internacionalistas, en contra del
enemigo sionista y sus aliados imperialistas.
- Cada vez más, los conflictos en el Cercano Oriente tienen un
carácter sectario. Así sucede en Siria, se está extendiendo de nuevo
en Iraq y amenaza con estallar en Líbano. ¿Cómo pueden las fuerzas
de izquierda árabe evitar esto y hacer que la lucha se dirija contra
las fuerzas reaccionarias y pro-imperialistas?
- Creo que la tendencia de transformar el conflicto para que tenga
carácter sectario está vinculada con la visión y aspiraciones
estadounidenses que han sido subrayadas por Condolezza Rice, ex-Secretaria
de Estado, como el Proyecto del Nuevo Medio Oriente, basado en
reordenar la geografía de nuestra región sobre bases sectarias y
étnicas. Para lograrlo se valen de estimular y enardecer un
conflicto entre Sunitas y Shiitas y hacer de Irán el enemigo
principal de los árabes, en el lugar de la entidad sionista, Israel.
De esta manera EEUU lograría garantizar la seguridad de Israel,
también aislarnos, y ponernos en conflicto con Irán, un país vecino
con el que compartimos la historia y la geografía.
La manera para poder hacer fracasar estos planes enemigos es lograr
una alianza de las fuerzas antiimperialistas, progresistas e
izquierdistas, para enfrentar a las fuerzas reaccionarias del
oscurantismo, girando la brújula de la lucha, siempre, contra el
enemigo imperialista-sionista. Si logramos esto podemos evitar un
desarrollo del conflicto hacia tendencias sectarias.
A la vista de lo que se está produciendo de alianzas entre fuerzas
de izquierda y progresistas en más de un lugar y país árabe,
confirmamos la creciente percepción de todos nosotros de la magnitud
del peligro de los planes diseñados para nuestra región.
- ¿Ante la situación que existe en el Cercano Oriente y el Norte de
África, cuál cree usted que debe ser la posición de las fuerzas
progresistas y antiimperialistas a nivel internacional?
- Creemos que el movimiento popular árabe, cuando logró la caída de
regímenes hegemonistas, corruptos y subordinados a Occidente, abrió
el camino del cambio en nuestra región.
Lamentablemente, las fuerzas fundamentalistas Islámicas lograron "robar"
la revolución, y llegaron al poder contando con el apoyo de
occidente capitalista. Ello obliga a las fuerzas populares,
interesadas en llevar las revoluciones hacia sus metas, a seguir la
lucha como una condición primordial para alcanzar una independencia
verdadera del centro capitalista y lograr la edificación del estado
cívico, donde la justicia social y la igualdad ciudadana se
conviertan en una realidad. Esto explica en gran parte la
continuación de la movilización popular en diferentes formas y
niveles en Egipto, Túnez y Yemen. Podemos concluir que el estado de
inestabilidad es lo que matiza la situación en la mayoría de los
países árabes.
La puerta del cambio se abrió y no se va a cerrar hasta que el
movimiento popular alcance sus objetivos. Esto llevará un tiempo más
largo o más corto en cada uno de los países árabes, en dependencia
de las condiciones concretas. Lo más importante es no retroceder y
continuar la lucha por las causas justas de nuestros pueblos.
Consideramos que se debe trabajar en aunar las fuerzas y elevar el
nivel de intercambio y comunicación con todas las fuerzas de
izquierda y progresistas del mundo, para esclarecer la realidad de
lo ocurrido en nuestra región y en otras, y no dejarnos caer
víctimas de la confusión infundida por los medios de difusión
dominados por los carteles de la información del capitalismo salvaje.
Se nos plantea la tarea de buscar alternativas de medios de difusión
que defienden la verdad y los intereses de los pueblos, y hacer
descubrir las mentiras y manipulación de la información y distorsión
de la realidad.
-¿Cuál es su lectura de la futura balanza de fuerzas en la región
del Oriente Árabe y sus alrededores, bajo la sombra de lo acontecido
en Siria, el ascenso de la influencia de los países del BRICS a
nivel Internacional, y el impacto de lo acaecido sobre la causa
palestina?
- Lo ocurrido en territorio sirio es un conflicto con tres
componentes: interno, regional e internacional. El saldo de este
conflicto determinará el rol que jugará Siria en el futuro. Esto
tendrá una repercusión regional vital, y consideramos que irá en
favor de abrir la puerta para deshacernos del mundo unipolar y pasar
a un mundo multipolar y el fin de la hegemonía de EEUU.
Siria está librando su batalla contando con el apoyo de Irán,
Hizbulá, la Resistencia Palestina, los estados del BRICS, y demás
fuerzas progresistas árabes, enfrentando a la alianza imperialista
occidental, Turquía, Israel, y los gobiernos del Golfo, este último
bloque pretende fracturar el triángulo fortalecido de resistencia (Siria,
Hizbulá, Irán), con el fin de liquidar la causa palestina, perpetuar
la hegemonía israelí, promoviendo iniciativas y proyectos que
desmoronan las aspiraciones nacionales del pueblo palestino.
En lo anterior radican las causas de la división en el mundo árabe,
entre un proyecto estadounidense–sionista–reaccionario árabe, y otro
antiimperialista, anti-sionista que está haciéndole frente.
Creemos se están creando las bases para una nueva era, y a través de
esta batalla que estamos librando como fuerzas de resistencia,
tenemos la gran perspectiva y esperanza para derrocar al proyecto
imperialista-sionista.
Estamos en una era donde las perspectivas de recuperar los derechos
del pueblo palestino; el retorno a su tierra, el establecimiento de
su estado independiente y el derrocamiento de la ocupación sionista,
está más cerca que nunca.
(*) El Partido de la Unidad Popular de Jordania, es considerado la
organización de izquierda más consecuente y prestigiosa del país.
Sus posiciones lo acercan, en el campo palestino, a las del Frente
Popular para la Liberación de Palestina.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor
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