La crisis económica actual, los crecientes gastos militares y las
ambiciones coloniales
Por Ernesto Gómez Abascal (Especial para Alahednews)
Las injustas, ilegales y criminales guerras lanzadas por el
imperio-sionismo contra los pueblos árabes e islámicos, bajo el
falso argumento de combatir el terrorismo, han contribuido a
provocar lo que se puede considerar el inicio de su definitivo
declive.
Su aventura bélica en Iraq, ha costado cientos de miles de muertos
al pueblo iraquí y prácticamente la destrucción del país, pero las
tropas invasoras han debido retirarse después de tener casi 5 mil
muertos y varios miles de heridos y traumatizados, sin poder
alcanzar sus objetivos de controlar el país e imponer un gobierno
títere. Ante el fracaso, ahora promueven su división y la guerra
sectaria.
En realidad, esta guerra no ha terminado al igual que la que
iniciaron anteriormente en Afganistán, convertido en verdadero
pantano para los invasores extranjeros.
El costo económico de ambas, devenidas en las más largas en que se
ha visto envuelto los Estados Unidos, según estudios del economista
estadounidense y Premio Nobel, Joseph Stigliz, supera los 3 millones
de millones de dólares y ha sido uno de los factores determinantes
de la crisis económica, que iniciada en los Estados Unidos, hoy se
extiende a una buena parte del mundo. Excepto los gastos de la
Segunda Guerra Mundial, el saldo de lo gastado en las aventuras de
Afganistán e Iraq, superan ampliamente lo desembolsado en las
guerras de Corea y Viet Nam, con la salvedad de que en los dos
primeros escenarios el conflicto armado no ha llegado a su fin y
siguen demandando importantes erogaciones.
John W. Dower, profesor emérito de Historia en el Massachusetts
Institute of Technology y laureado escritor y periodista, afirma en
su libro “Culturas de Guerra”, que “el grupo que se mantenía en el
poder en Washington durante el gobierno de George W. Bush, actuó
guiado por un fanatismo increíble al lanzar lo que llamaron “guerra
contra el terrorismo”, obviando todo tipo de análisis histórico, y
existió una predisposición total en ellos, que los hizo desconocer
la realidad y ver sólo lo que querían ver. El dogma superó al
análisis objetivo e impidió una correcta previsión y planificación
de las acciones que debían acometerse. Antes, habían desconocido la
información de inteligencia que les indicaba el posible ataque
terrorista que ocurrió en septiembre del 2001.
tanque israeli en el sur de libano
No tuvieron en cuenta la herencia negativa dejada por décadas de
participación e intervenciones europeas y estadounidenses en el
Cercano Oriente, que influía en la visión de conjunto que poseía la
mayor parte de los musulmanes y árabes.”
Según estudios realizados por Frank Slijper, miembro de la campaña
neerlandesa contra el comercio de armas, investigador y colaborador
del “Transnational Institute”, está demostrado también que en el
origen de la crisis económica actual que sacude a los países
europeos, se encuentran los crecientes gastos militares en que han
incurrido en la última década. Gastos por demás injustificados
debido a que no han estado sometidos a reales amenazas de guerra y
sólo obedecen a nuevas ambiciones neocoloniales, a veces inducidas o
promovidas desde Washington, como la aventura realizada contra Libia
por la OTAN.
declive del imperio sionista
Por otra parte, la política del imperio estadounidense en el
Cercano Oriente y el Norte de África, es capaz de ocasionar gran
destrucción y daños materiales a los países de la región, así como
enormes sufrimientos a sus pueblos, pero está demostrando su
incapacidad de dominarlos e imponer sus intereses. Lejos de esto,
sus acciones promueven el odio y la venganza, nunca la seguridad ni
la estabilidad, además de proporcionar serios daños a su economía.
No obstante, su complejo de gran potencia imperial y el empeño de
los dirigentes de la estructura financiera-militar-industrial por
dominar el mundo, (influida en buena medida por sionistas), -sobre
lo que el propio presidente Eisenhower llamara la atención en su
momento-, continúa llevándolo por el camino equivocado. Por ello
cada vez son más evidentes las señales de decadencia y
resquebrajamiento como primera potencia mundial, pudiendo afirmarse
que ya está viviendo su etapa otoñal. |