por Ernesto Gómez Abascal
Al término de una gira por cuatro países de América Latina como
enviado especial del presidente de Siria, el viceministro Faysal
Mekdad responde a las preguntas del periodista cubano Ernesto Gómez
Abascal sobre la situación y perspectivas de su país.
Red Voltaire | La Habana (Cuba) | 6 de diciembre de 2012
Usted acaba de visitar varios países latinoamericanos miembros del
ALBA ¿Qué mensaje les ha traído de su gobierno, cuál ha sido la
posición que ha encontrado sobre lo que sucede en Siria?
Faysal Mekdad, viceministro sirio de Relaciones Exteriores: He hecho
un recorrido que, comenzando por La Habana, me ha llevado a
Nicaragua, Venezuela y Ecuador. El año pasado, una delegación de
países del ALBA [1], a nivel de cancilleres, nos visitó en Damasco
en gesto solidario. Sostuvimos entonces importantes conversaciones a
las que ahora hemos dado continuidad con nuestra visita. He
explicado la situación actual y las perspectivas y hemos coordinado
posiciones, pues coincidimos en muchos puntos de vista sobre la
situación internacional: estamos contra la injerencia extranjera,
por la solución negociada de los conflictos, contra el hegemonismo,
contra la agresión imperialista y por la creación de un mundo
multipolar.
Los países visitados han sufrido también la intervención en sus
asuntos internos, los intentos de cambios de régimen, el fomento de
guerras sucias, han sido bloqueados de una u otra forma. Por ello
entienden bien lo que sucede actualmente en Siria, que
independientemente de los problemas internos, está sometida a una
agresión desde el exterior, dirigida por Estados Unidos y con el
apoyo de sus aliados de la OTAN, Turquía en primer lugar, y las
petromonarquías del Golfo.
El objetivo es liquidar lo que Siria representa como Estado secular,
laico, donde durante muchos años ha existido un sistema basado en la
convivencia de diferentes comunidades religiosas y el respeto a la
libertad de cultos. Están tratando de liquidar un gobierno que ha
defendido, en difíciles condiciones, la independencia nacional; un
sistema de justicia social; la resistencia a los planes de
dominación de la región por el imperialismo y el sionismo. Están
tratando de liquidar un país que ha ofrecido refugio a las
organizaciones patrióticas de muchos países, que ha prestado su
apoyo a las organizaciones palestinas y que ha enfrentado a Israel.
Esto es lo que pretenden liquidar en Siria, pero no lo van a lograr.
El gobierno sirio respondió a las protestas que se iniciaron en
marzo de 2011 y ha reconocido que se cometieron errores. Propuso un
plan de reformas que ha venido instrumentando, pero que no se ha
podido ejecutar completamente debido a la agresión externa. La gran
mayoría del pueblo sirio apoya al gobierno y el plan de reformas y
está en contra de que se le imponga desde el exterior un gobierno
extremista y lacayo de Occidente, de Turquía y de las monarquías
retrógradas del Golfo, donde no existe ni democracia ni libertad.
Recientemente hubo una reunión en Qatar, celebrada según la
orientación de la secretaria de Estado Hillary Clinton con el
objetivo de tratar de unir a las distintas facciones de la oposición
política y armada, de dentro y fuera del país ¿Qué nos puede decir
de los resultados de esa reunión?
Esa reunión da una clara idea de quiénes son los que están
dirigiendo esta guerra contra mi país y quiénes son los que pagan y
facilitan todo tipo de recursos a los mercenarios, a los terroristas
y a la oposición armada.
El gobierno sirio ha dicho que está dispuesto al diálogo, a negociar
sin poner condiciones, pero para eso es necesario detener primero la
introducción en Siria de terroristas, mercenarios y combatientes de
otros países. La coalición imperialista-reaccionaria que nos hace la
guerra no quiere diálogo. Así lo dicen y actúan en consecuencia.
Sólo quieren un cambio de régimen, derrocar el actual gobierno e
imponer uno sometido a sus intereses y dividir el país sobre bases
sectarias.
El pueblo sirio rechaza eso y resistirá y luchará para erradicar ese
proyecto, no importa los sacrificios que tenga que hacer. Nuestras
fuerzas armadas están unidas y responden a los intereses del pueblo
y de las autoridades del gobierno.
El enemigo pensaba que podría derrocar el gobierno en poco tiempo,
tal como sucedió en Túnez y Egipto, pero se ha equivocado. Siria es
diferente, nuestro gobierno cuenta con el apoyo de la mayoría del
pueblo, es evidente que si no fuera así, no podríamos resistir ni
mantenernos frente a una coalición enemiga tan poderosa como la que
enfrentamos, que dispone de inmensos recursos, incluido el poder de
la prensa internacional, que desde el principio ha dado una imagen
falsa de lo que sucede en mi país.
La oposición armada parece mantener un nivel importante de
iniciativa. ¿Cómo aprecia la situación en el plano militar?
Siria tiene fronteras muy extensas con cinco países, además de
costas en el Mediterráneo. No es fácil controlarlas de forma
permanente. Cuando logramos controlar una zona, se infiltran por
otra. El enemigo cuenta además con importantes recursos, está
orientado y dirigido por especialistas y servicios de tropas
especiales de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Turquía,
países que han instalado bases de operaciones fundamentalmente en
Turquía. Utilizan técnicas muy modernas, sofisticadas, información
obtenida por satélites y equipos de comunicación de última
generación. No solo les suministran armamento de todo tipo, sino que
los orientan en sus operaciones. Los mercenarios que han introducido
en Siria no son combatientes inexpertos, han reclutado y pagado a
extremistas de al-Qaeda, gente con experiencia de combate, formados
por la CIA para luchar contra las tropas soviéticas en Afganistán,
que después han actuado en otros países, que participaron en la
guerra organizada por la OTAN en Libia.
A pesar de ello, no están logrando sus objetivos. Primero desde
Líbano, aprovechando áreas que controlan allí los enemigos de Siria,
trataron de establecer en Homs y en Hama, que están cerca de la
frontera, una zona controlada por ellos, donde establecer sus bases
y hacer lo mismo que hicieron en Libia a partir de Bengazi. Pero
fracasaron y últimamente han estado tratando de crear su centro de
operaciones en la región de Alepo, actuando desde la frontera turca,
que ha pasado a ser el frente principal en la guerra. Han creado
allí una situación muy peligrosa, a pesar de que el pueblo turco
está en contra de la agresión contra Siria.
Pero el Partido [turco] de la Justicia y el Desarrollo, que es la
Hermandad Musulmana de Turquía, quiere establecer un nuevo Imperio
Otomano e imponer su predominio en la región. Nosotros manteníamos
buenas relaciones en la última década con el gobierno turco. Esas
relaciones se desarrollaban sobre la base de vínculos históricos
entre nuestros pueblos. Pero el primer ministro Erdogán le planteó a
nuestro gobierno que permitiera la existencia del Partido de la
Hermandad Musulmana y que le diera participación en el poder. Esto
fue rechazado ya que en Siria tenemos un sistema secular donde no se
permiten los partidos religiosos. A partir de aquel momento, el
gobierno turco comenzó su guerra sucia contra Siria.
El último intento de ofensiva militar, que demuestra su
desesperación, lo lanzaron contra la capital. Concentraron fuerzas
importantes para tratar de penetrar en Damasco y de atacar centros
del gobierno para sembrar el caos y la muerte. Llegaron a disponer
incluso de armamento pesado. Pero en los últimos días nuestras
fuerzas los han golpeado duramente y les han propinado una
importante derrota, han tenido grandes pérdidas y los que quedan
están cercados o en desbandada.
A veces aparecen en la prensa artículos y análisis que, desde
posiciones de izquierda, son favorables a la oposición que está en
el exterior y a la lucha contra el gobierno sirio, incluida la lucha
armada para derrocarlo, argumentando que es posible que exista una
alternativa revolucionaria para llegar al poder si se derrota el
gobierno actual. ¿Qué piensa usted sobre esto?
Estoy convencido de que el pueblo sirio, que se mantiene apoyando
mayoritariamente el actual gobierno y su sistema, es el único capaz
de solucionar el conflicto. Los problemas internos de Siria los
puede resolver perfectamente el pueblo sirio y el gobierno actual
está dispuesto a llevar a cabo los cambios y reformas que sean
necesarios.
Los que hacen ese tipo de análisis que usted me informa deberían
sentir preocupación al ver que coinciden y que de hecho apoyan con
sus opiniones al imperialismo estadounidense, la OTAN y las
petromonarquías reaccionarias del Golfo.
El gobierno sirio está siendo atacado porque no se ha sometido a los
objetivos e intereses de aquellos, incluido el sionismo, que
pretenden dividir la región para controlarla, explotar sus recursos
y mantener su propia hegemonía.
No puedo especular sobre quién llegaría al poder en Siria si cayera
el gobierno actual porque estoy convencido de que el pueblo sirio
resistirá y saldrá triunfante. Los enemigos de Siria serán
derrotados.
Fuente: Revista Tricontinental
Ernesto Gómez Abascal |