La experiencia del foro de Sao Paolo y la lucha de los pueblos
árabes
Por Ernesto Gómez Abascal - Especial para Alahednews
En 1990, tras el derrumbe del campo socialista y cuando una fuerte
ofensiva imperialista se empeñaba en establecer una dominación
global neoliberal, para asegurarse un poder hegemónico teorizado
como “El Nuevo Siglo Americano”, el presidente Luis Ignacio Lula de
Brasil y Fidel Castro, de Cuba, decidieron constituir un amplio foro
de partidos y movimientos de izquierda para debatir sobre el difícil
escenario internacional y buscar formas de integración para
enfrentar la ofensiva imperial y la de sus agentes de las
oligarquías nacionales.
Desde entonces y hasta la fecha, se han ido adhiriendo nuevas y
renovadas fuerzas antimperialistas, ya estén en el gobierno o la
oposición, de los diferentes países de América Latina y el Caribe
para debatir ampliamente la situación y los peligros existentes en
cada momento. Se ha producido un notable cambio, donde la región ha
dejado de constituir “el patio trasero”, del imperio estadounidense,
para convertirse en activo elemento de transformación y cambio de un
mundo que transita de la unipolaridad a una multipolaridad
progresista, aún en un contexto de crisis, agresiones y conflictos
armados con implicaciones globales, como los que han tenido lugar en
Gaza, y los ataques contra Libia, Iraq; la creación de una guerra
impuesta desde el exterior contra Siria, y el peligroso conflicto
que la OTAN promueve en Ucrania con el fin de aislar y amenazar a
Rusia.
La XX Reunión del Foro, celebrada los días 25 al 29 de agosto, dejó
claro que han sido los Estados Unidos y sus aliados reaccionaros de
la OTAN y de la región del Medio Oriente, quienes han promovido la
peligrosa organización y actividad del terrorismo sectario,
habiéndose publicado fotos donde aparecen los principales dirigentes
del llamado “Estado Islámico”, con el ex candidato presidencial
republicano John McCain, conocido también por su militancia
sionista.
Aunque no quieran aparecer como los creadores de este Frankenstein,
son ellos, los irresponsables gobernantes estadounidenses, los que
le dieron vida para derribar el gobierno en Libia y después tratar
de hacerlo en Damasco. Ahora los atacan, cuando se dan cuenta que
pueden afectar sus propios intereses y perder su control. El
pueblo estadounidense y sus socios europeos, deberían tomar
conciencia de que células de esta organización, entrenadas y armadas
por sus propios servicios especiales, podrían tener capacidad para
pasar a la clandestinidad y aparecer en el futuro en su propios
países, y realizar actos terroristas inimaginables.
En la Reunión del Foro, se señaló la peligrosidad de esta política.
En sus casi 25 años de actividad, aunque el Foro no ha tenido
unanimidad de criterios sobre todas las cuestiones, sin embargo ha
llegado a consenso y sobre todo ha jugado un papel especial en la
concientización de las masas latinoamericanas y caribeñas, acercando
la integración de los partidos y organizaciones que lo componen,
priorizando la búsqueda de objetivos comunes y propiciando que por
primera vez en la historia de la región sean partidos de esta
filiación, los que constituyan la mayoría de los gobiernos de la
zona.
Es oportuno señalar que en la reciente criminal agresión
sionista-imperialista contra los palestinos en Gaza, los países
latinoamericanos fueron los que a nivel mundial, se pronunciaron con
mayor claridad y energía contra el crimen que allí se estaba
cometiendo, condenando e incluso adoptando medidas concretas contra
la entidad sionista.
El lunes 1ro. de septiembre, en el inicio del nuevo curso escolar
en Cuba, cientos de miles de niños y jóvenes cubanos, antes de
comenzar sus clases y en sencilla pero emotiva ceremonia, tuvieron
palabras de solidaridad con sus hermanos palestinos que habían
perdido sus escuelas, y más de 500 incluso la vida, debido a los
genocidas ataques sionistas, fue un hermoso gesto de solidaridad con
un significado educativo para los niños y jóvenes del país. Tal vez
fue el único lugar en el mundo donde se realizara tal ceremonia en
la totalidad de sus escuelas y centros de enseñanza.
Existen sin dudas muchas diferencias culturales, políticas,
económicas, sociales y de todo tipo entre la situación de América
Latina y la región del Medio Oriente, pero la lección ofrecida por
el Foro de Sao Paolo y su experiencia de trabajar por la unidad de
todas las fuerzas política de izquierda y opuestas a los designios
imperiales, al margen de posiciones sectarias, es válida para
cualquier parte del mundo e imprescindible incluso en momentos en
que en esa región se enfrenta una clara ofensiva imperialista,
sionista y reaccionaria, que pretende borrar estados del mapa,
cambiar las fronteras a cualquier precio y apoderarse de sus
riquezas naturales.
La unidad de la izquierda y de las fuerzas progresistas y
antimperialistas, árabes e islámicas, se hace impostergable. |