El compañero Fidel diserta sobre la situación actual de la epidemia
desatada en África Occidental y cómo resulta imprescindible extender
en este contexto el brazo solidario de la nación cubana, de América
Latina y el Caribe para frenar el virus
No tardó nuestro país un minuto en dar respuesta a los organismos
internacionales ante la solicitud de apoyo para la lucha contra
la brutal epidemia desatada en África Occidental.
Es lo que siempre ha hecho nuestro país sin excluir a nadie. Ya el
Gobierno había impartido las
instrucciones pertinentes para movilizar con urgencia y reforzar al
personal médico que prestaba sus servicios en esa región del
continente africano. A la demanda de Naciones Unidas se dio
igualmente respuesta rápida, como se ha hecho siempre ante una
solicitud de cooperación.
Cualquier persona consciente sabe que las decisiones políticas que
entrañan riesgos para el personal, altamente calificado, implican un
alto nivel de responsabilidad por parte de quienes los exhortan a
cumplir una peligrosa tarea. Es incluso más duro todavía que la de
enviar soldados a combatir e incluso morir por una causa política
justa, quienes también lo hicieron siempre como un deber.
El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas,
aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad
que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido
por interés material alguno. Sus familiares más allegados también
aportan a tal misión una parte de lo más querido y admirado por
ellos. Un país curtido por largos años de heroica lucha puede
comprender bien lo que aquí se expresa.
Todos comprendemos que al cumplir esta tarea con el máximo de
preparación y eficiencia, se estará protegiendo a nuestro pueblo y a
los pueblos hermanos del Caribe y América Latina, y evitando que se
expanda, ya que lamentablemente se ha introducido y podría
extenderse en Estados Unidos, que tantos vínculos personales e
intercambios mantiene con el resto del mundo. Gustosamente
cooperaremos con el personal norteamericano en esa tarea, y no en
búsqueda de la paz entre los dos Estados que han sido adversarios
durante tantos años sino, en cualquier caso, por la Paz para el
Mundo, un objetivo que puede y debe intentarse.
El lunes 20 de octubre, a solicitud de varios países del área,
tendrá lugar una reunión en La Habana con la participación de
importantes autoridades de los mismos que han expresado la necesidad
de dar los pasos pertinentes para impedir la extensión de la
epidemia y combatirla de forma rápida y eficiente.
Los caribeños y latinoamericanos estaremos enviando también un
mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo.
Ha llegado la hora del deber.
Fidel Castro Ruz
Octubre 17 de 2014
9 y 23 p.m. |