Me mueve a escribir el hecho de que muy pronto ocurrirán
acontecimientos graves. No transcurren en nuestra época diez o
quince años sin que nuestra especie corra peligros reales de
extinción. Ni Obama ni nadie podría garantizar otra cosa; lo digo
por realismo, ya que solo la verdad nos podría ofrecer un poco más
de bienestar y un soplo de esperanza. Hemos llegado en materia de
conocimientos a la mayoría de edad. No tenemos derecho a engañar ni
a engañarnos.
En su inmensa mayoría la opinión pública conoce bastante sobre el
nuevo riesgo que está a sus puertas.
No se trata simplemente de que los cohetes cruceros apunten hacia
objetivos militares de Siria, sino que ese valiente país árabe,
situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo
espíritu de lucha es proverbial, ha declarado que resistirá hasta el
último aliento cualquier ataque a su país.
Todos conocen que Bashar al Assad no era político. Estudió medicina.
Se graduó en 1988 y se especializó en oftalmología. Asumió un papel
político al morir su padre Hafez al Assad en el año 2000 y tras la
muerte accidental de un hermano antes de asumir aquella tarea.
Todos los miembros de la OTAN, aliados incondicionales de Estados
Unidos y unos pocos países petroleros aliados al imperio en aquella
zona del Medio Oriente, garantizan el abastecimiento mundial de
combustibles de origen vegetal, acumulados a lo largo de más de mil
millones de años. La disponibilidad de energía procedente, en
cambio, de la fusión nuclear de partículas de hidrógeno, tardará por
lo menos 60 años. La acumulación de los gases de efecto invernadero
continuará así creciendo a elevados ritmos y tras colosales
inversiones en tecnologías y equipos.
Por otro lado se afirma que en el 2040, en apenas 27 años, muchas
tareas que hoy realiza la policía como imponer multas y otras
tareas, serían realizadas por robots. ¿Se imaginan los lectores cuán
difícil será discutir con un robot capaz de hacer millones de
cálculos por minuto? En realidad era algo inimaginable años atrás.
Hace apenas unas horas, el lunes 26 de agosto, despachos de agencias
clásicas bien conocidas por sus servicios sofisticados a Estados
Unidos, se dedicaron a difundir la noticia de que Edward Snowden se
había tenido que establecer en Rusia porque Cuba había accedido a
las presiones de Estados Unidos.
Ignoro si alguien en algún lugar le dijo algo o no a Snowden, porque
esa no es mi tarea. Leo lo que puedo sobre noticias, opiniones y
libros que se publican en el mundo. Admiro lo valiente y justo de
las declaraciones de Snowden, con lo que a mi juicio prestó un
servicio al mundo al revelar la política repugnantemente deshonesta
del poderoso imperio que miente y engaña al mundo. Con lo que no
estaría de acuerdo es que alguien, cualesquiera que fuesen sus
méritos, pueda hablar en nombre de Cuba.
La mentira tarifada. ¿Quién la afirma? El diario ruso “Kommersant”
¿Qué es este libelo? Según explica la propia agencia Reuters el
diario cita a fuentes próximas al Departamento de Estado
norteamericano: “el motivo de ello fue que en el último minuto Cuba
informó a las autoridades que impidieran que Snowden tomara el vuelo
de la aerolínea Aeroflot.
“Según el rotativo, […] Snowden pasó un par de días en el consulado
ruso de Hong Kong para manifestar su intención de volar a
Latinoamérica vía Moscú.”
Si yo quisiera podría hablar de estos temas sobre los que conozco
ampliamente.
Hoy observé con especial interés las imágenes del presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su
visita al buque insignia del destacamento ruso que visita a
Venezuela después de su anterior escala en los puertos de La Habana
y Nicaragua.
Durante la visita del Presidente venezolano a la nave me
impresionaron varias imágenes gráficas. Una de ellas fue la amplitud
de los movimientos de sus numerosos radares capaces de controlar las
actividades operativas de la nave en cualquier situación que se
presente.
Por otra parte, indagamos sobre las actividades del mercenario
rotativo “Kommersant”. En su época fue uno de los más perversos
medios al servicio de la extrema derecha contrarrevolucionaria, la
cual disfruta que el gobierno conservador y lacayo de Londres envíe
sus bombarderos a la Base Aérea en Chipre, listos para lanzar sus
bombas sobre las fuerzas patrióticas de la heroica Siria, mientras
en Egipto, calificado como el corazón del mundo árabe, miles de
personas son asesinadas por los autores de un grosero golpe de
Estado.
En esa atmósfera se preparan los medios navales y aéreos del imperio
y sus aliados para iniciar un genocidio contra los pueblos árabes.
Es absolutamente claro que Estados Unidos tratará siempre de
presionar a Cuba como hace con la ONU o cualquier institución
pública o privada del mundo, una de las características de los
gobiernos de ese país y no sería posible esperar de sus gobiernos
otra cosa, pero no en balde se resisten 54 años defendiendo sin
tregua —y el tiempo adicional que fuera necesario—, enfrentando el
criminal bloqueo económico del poderoso imperio.
Nuestro mayor error es no haber sido capaz de aprender mucho más en
mucho menos tiempo.
Fidel Castro Ruz
Agosto 27 de 2013
8 y 34 p.m. |